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10 de julio, 2008

Reunión científica

La biología molecular como herramienta para diagnosticar y controlar la tuberculosis
Con el objetivo de instrumentar una estrategia nacional para la erradicación de la tuberculosis, el Instituto Pasteur y la Comisión Honoraria de Lucha Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes, reafirmaron el trabajo conjunto en el campo de la biología molecular, incorporando tecnología para diagnósticos rápidos y eficaces. Así, análisis científicos permitirán detectar la resistencia al tratamiento de distintas cepas en diferentes poblaciones.

El Presidente de la Comisión Honoraria Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes, Sergio Curto, destacó que desde el año 1946 los cometidos son la lucha contra la enfermedad. Actualmente, el organismo cuenta con dos grandes programas como la normativa y el control, además de realizar el seguimiento de la evolución de los pacientes en tratamiento médico.

En ese sentido, el Plan Nacional de Vacunación del Ministerio de Salud Pública (MPS), el cual aporta las dosis, establece las normativas, pero la operativa de distribución, el almacenamiento, así como el control de la mayoría de los puestos en el interior del país pertenecen a la Comisión.

De igual forma, efectúan el registro de los vacunados y todo lo que conlleva el control estadístico de la vacunación a nivel geográfico, en todo el territorio nacional.

La vacunación de tuberculosis está orientada en nuestro país, como en todo el mundo, a la prevención de la meningitis tuberculosa del recién nacido, una patología de alto riesgo, siempre posible, que en Uruguay hace muchos años que no se registra por el alto nivel de cobertura de vacunación que es de 100%.

Eso quiere decir, que la vacuna no está solamente para la prevención de la enfermedad en el adulto o en otras edades, situación que permite contar con un promedio anual de aproximadamente 600 casos de tuberculosis.

La enfermedad está relacionada con las condiciones sociales en las cuales se vive, con el hacinamiento y con elementos que no tienen vinculación con la salud concretamente, sino con la calidad de vida de las personas.

Comparado con las cifras que se manejan en otros países, Uruguay posee un alto nivel de control. En ese marco, también se examinan entre 4.000 y 5.000 pacientes que están controlados anualmente con el objetivo de prevenir la enfermedad.

La vacunación a los recién nacidos es obligatoria porque no existe inoculación antituberculosa para otras edades.

Hasta hace poco tiempo, la Comisión estaba produciendo la vacuna con condiciones evaluadas por organismos internacionales, situación que se suspendió por sus altos costos económicos.

A partir de este año, están utilizando 50.000 dosis de vacunas importadas, que son compradas por el MSP, para un promedio de nacimientos similar en todo el país.

La Comisión firmó con el Instituto Pasteur de Montevideo, diferentes convenios de cooperación y colaboración.

En la reunión de hoy, el tema central fueron las nuevas tecnologías que el Instituto aporta al laboratorio bacteriológico de la Comisión, junto a actividades compartidas para mejorar la calidad, así como la oportunidad y el tiempo del diagnóstico de tuberculosis, con tecnología más moderna.

Esto facilita el tratamiento de los pacientes, el control de los contactos posibles en cada caso, instancias que se trabajan entre ambas instituciones.

El trabajo en biología molecular permite profundizar las investigaciones en materia bacteriológica, de laboratorio y desde el punto de vista epidemiológico es un aporte sustancial.

Los síntomas de la enfermedad se presentan cuando el paciente registra más de dos semanas de tos con expectoraciones, además de fiebre, elementos suficientes para realizar los estudios médicos necesarios.

En la Comisión de Lucha Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes trabajan más de 300 funcionarios, en 50 centros ubicados en todo el territorio nacional.

Por su parte, el responsable de la Unidad de Biología Molecular del Instituto Pasteur, Carlos Robillo, indicó que el objetivo de la reunión es realizar una puesta en común sobre el trabajo que se viene desarrollando con la CHLA y EP.

En la Unidad de Biología se están llevando adelante una serie de estudios genéticos del bacilo que provoca la tuberculosis, vinculados con la resistencia al tratamiento.

Esta es la primera parte de un ambicioso proyecto que procurará estudiar a nivel molecular bacilos provenientes de distintas poblaciones, como los resistentes al tratamiento, la población carcelaria y las personas con HIV.

Son cuatro los investigadores que están trabajando en el tema tuberculosis, enfermedad que a nivel mundial registra un pequeño aumento, con cepas altamente virulentas resistentes a muchos fármacos.

El científico, aseguró que Uruguay es el país que tiene la mayor cantidad de cepas, con respecto a su población de enfermos, caracterizados desde el punto de vista de su resistencia, de la historia clínica de los pacientes, lo cual hace que sea una excelente oportunidad para realizar estudios profundos.

Por su parte, el especialista Carlos Rivas, señaló que desde hace años el Programa de Lucha Antituberculosa es muy efectivo y logró controlar la enfermedad, con cifras de 20 por 100.000 habitantes con incidencia anual.

Estas cifras, colocan al Uruguay en los umbrales de la eliminación de la enfermedad a nivel internacional.

En este momento, las nuevas tecnologías, los procedimientos y las aplicaciones de biología molecular, contra la epidemiología permiten concretar nuevas estrategias de lucha contra la infección y transmisión de la enfermedad.

   
 
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  Sergio Curto
 
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