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29 de julio, 2008

Tendiendo puentes pasado-presente

Democracia, Libertad y Participación Ciudadana: derechos irrenunciables del pueblo uruguayo
A 25 años de las luchas democráticas del año 1983, el MEC organiza para el mes de octubre una muestra sobre memoria e historia, donde se expondrán materiales originales e inéditos, de archivo, volantes, documentos, entre otros, que nunca antes se presentaron públicamente en forma ordenada. Asimismo, se presentará un documental, cuyo DVD se repartirá en todos los liceos de Segundo Ciclo del país.

Oscar Destouet, responsable del Área de Memoria de la Dirección de Derechos Humanos del MEC y profesor de Historia e investigador en temas del pasado reciente y DDHH, explicó que la exposición es un racconto de los principales hitos de ese año 83: 1º de mayo (primer acto luego de 10 años de prohibiciones); 25 de agosto (fin del ayuno del Padre Pérez Aguirre, Osorio y el Pastor Olivera y el primer caceroleo que se realizó en dictadura); 25 de setiembre (semana y marcha de los estudiantes); 9 de noviembre (dura represión a los trabajadores en una noche del centro montevideano); 27 de noviembre (agrupación de todos los partidos políticos y organizaciones sociales por democracia en el Obelisco) y 26 de diciembre (llegada del avión de los niños del exilio). La presentación se centrará en esos grandes hechos transversalizados por tres palabras: “Democracia, Libertad y Participación Ciudadana”, como derechos irrenunciables del pueblo uruguayo que tiende puentes presente-pasado.

La organización del evento está a cargo de una comisión especialmente creada en el ámbito del Ministerio de Educación y Cultura que preside Belela Herrera e integra Matilde Rodríguez, María Esther Gatti de Islas, Eduardo Fernández, Richard Read, entre otras personalidades.

El Instituto de Diseño de la Facultad de Arquitectura está a cargo del montaje de la muestra.

Esta actividad se enmarca en una serie de acciones que lleva adelante el Área de Memoria que Destouet preside. El objetivo es apostar a la construcción de una memoria democrática. Esto es: traer al presente recuerdos, experiencias, personas que configuran y reafirman un espíritu democrático de nuestro país en 2008, en tiempo presente, explicó.

Es parte de un proceso de educación en derechos humanos donde las violaciones –al igual que sucedió en Europa post guerra mundial y cuando se descubrieron los campos de concentración- actuaron como desencadenante de una revalorización de la democracia, la libertad y los derechos de las personas. Actúan como motivadores de educación en derechos humanos, dijo Destouet.

Esta Área del Ministerio trabaja en la investigación sobre la búsqueda de verdad para cimentar una memoria democrática lo más firme y duradera posible, para saber lo que no queremos que suceda, pero también para rescatar los mejores valores de la democracia y la libertad, sostuvo.

“No es saludable olvidar, es hasta enfermizo individual y colectivamente. Es enfermizo ‘dejar debajo de la alfombra’ los problemas; hay que visualizarlos, dialogarlos, para poder integrarlos, entenderlos y así superarlos”, agregó.

Destouet aclaró que es quizás el período más traumático de la historia contemporánea uruguaya. “No existió nada en la historia del Uruguay tan espantoso”, dijo. Todos los que quieren olvidar y los que quieren recordar dicen “nunca más” a esa pérdida de libertad, a la violación sistemática a los DDHH con situaciones aberrantes, crímenes, desapariciones forzadas, prisión prolongada, tortura, falta de libertad de prensa y de reunión.  

Para poder materializar esa memoria es necesario realizar una multiplicidad de acciones, que pasan por lo educativo, mediante la integración del tema en los programas oficiales de estudio y en debatir libremente sobre la condición humana, hasta dónde pueden llegar los seres humanos en su accionar, en lo bueno y lo malo, como forma de advertir a consecuencia hasta dónde se puede actuar.

Otra forma de materializarlo es en un lugar: el Museo de la Memoria, por ejemplo, que se trata de un centro cultural que se coordina en conjunto con la IMM.

Asimismo, la apertura de archivos de organismos estatales de la época de la represión tiene dos facetas: recaba información desde la óptica policial-militar (lo que brinda nuevos datos interesantes), pero también es el ejercicio pleno de un derecho del hoy, aseguró el jerarca.

“Los ciudadanos queremos saber en qué se gasta el dinero que aportamos mes a mes mediante el pago de impuestos. El Estado tiene la obligación de decir en qué lo gasta. ¿Fue en investigar? Y si esa investigación configura delitos, los tres millones de habitantes tenemos que saberlo. Que se invierta en investigar lo que previamente es un delito flagrante que está en la Constitución, en las Leyes, en los Códigos, pero no por pensar distinto, eso no más”, enfatizó.

Existe material escrito sobre el pasado reciente, pero resta mucho por escribirse aún.

Destouet informó que en 2006 ANEP convocó por concurso público a una serie de historiadores y especialistas de otras disciplinas que contribuyeron a elaborar una  amplia recopilación de textos, fragmentos y materiales de apoyo para los docentes.

Los historiadores actuaron profesionalmente y desarrollaron un trabajo de primer nivel, dijo.

En este sentido, se realizó una campaña a través de Televisión Nacional dirigida a docentes y permanentemente se concretan conferencias para la actualización sistemática del tema destinada a los educadores de Primaria y Secundaria.

Por otra parte, la Dirección de DDHH participa de una coordinación con los demás países del MERCOSUR para elaborar un material conjunto sobre las violaciones a los Derechos Humanos del pasado reciente, que circulará entre todos los miembros del bloque.

Cada país seleccionó distintos materiales en audio, literatura e historia sobre este período. El compendio tendrá diferentes visiones, porque refiere a la historia de cada país desde diferentes perspectivas

   
 
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