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29 de julio, 2008

Búsqueda de desaparecidos

Arqueólogos procuran obtener información más precisa que les permita retomar excavaciones
Octavio Nadal, integrante del Grupo de Investigación en Arqueología Forense (GIAF), equipo coordinado por José López Mazz, informó que actualmente trabajan para darle un cierre académico a las tareas realizadas en busca de restos óseos de desaparecidos. Expresó su deseo de continuar la labor arqueológica porque resta mucho por hacer, pero entiende que requieren de información de calidad para que los resultados sean fructíferos.

El arqueólogo Octavio Nadal, quien participó de un seminario sobre Derechos Humanos y la construcción de una memoria democrática, en Colonia del Sacramento, sostuvo que la propia excavación arqueológica es una forma de democracia, teniendo en cuenta que es algo que da a conocer, publica, remueve y hace pensar a las personas. Es una comprobación científica y la ciencia es fundamentalmente democrática, sino no es ciencia.

En materia de las excavaciones realizadas en busca de restos de desaparecidos durante la dictadura, el académico explicó que su equipo se encuentra en etapa de cerrar algunas actividades que quedaron pendientes del año pasado. La investigación tiene una dinámica propia, es decir que genera una inercia que no se puede terminar en el acto administrativo de la finalización de las excavaciones, dijo.

En este sentido, anunció que se continúa recibiendo información, testimonios, con el fin de darle un cierre académico a su trabajo.

Si bien la manifestación de la satisfacción es algo muy subjetivo, Nadal aseguró que el deseo del equipo es que las excavaciones continúen, porque no lo dan por terminado, teniendo en cuenta que se estima que desaparecieron más de 200 personas y se encontraron apenas los restos de dos y un tercer resto fragmentario que no se pudo saber efectivamente a quién pertenecía.

En cuanto a las posibilidades de continuar con la tarea, Nadal sostuvo que depende de un aspecto básico en su trabajo que es mejorar el flujo de la información. En la medida que se obtenga información más precisa y de mejor calidad, entonces probablemente los resultados de las excavaciones y de la búsqueda también sean más fructíferos.

Lo arqueológico tiene un aspecto noticioso muy importante, porque refiere a derechos humanos y más en esta ocasión, dijo.

Nadal destacó el grupo de personas que se desempeñaron durante las excavaciones, que fue importante. Entre estudiantes y profesionales –no solamente uruguayos, porque vinieron de Argentina- se estima que actuaron más de 20 personas.

El equipo también lo integraron otros profesionales –psicólogos, abogados- ya que consideran que el contacto con especialistas es enriquecedor. Estos profesionales completan una visión mucho más integral en un tema que tiene que ver con la recuperación de los restos pero además, con la reparación, con la construcción de la memoria, con una visión de nuestro pasado, que también pasa por la historia, agregó.

“Como colectivo profesional de arqueólogos, nunca habíamos trabajado en estas circunstancias”, fue una labor que puso a prueba todos los aspectos relativos a la ética, la responsabilidad y la forma de trabajar, pero lo ético es lo técnicamente correcto en estos casos.

La manera de trabajar éticamente, fue poner a disposición todas las herramientas profesionales y académicas para trabajar en un tema que es delicado y complejo, aseguró.

   
 
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