Repoblación de la campaña
Estrategia de equipo permitió a productores de
Arerunguá obtener tierras para trabajar
Cumpliendo con la Ley de
Repoblación de la Campaña y con el objetivo de
desarrollar un país productivo, productores rurales de
Arerungúa trabajarán conjuntamente. Se trata de tierras
de estancia que fuera cedida en 1805 a José Artigas.
Los campos -propicios para cría de ovinos y vacunos-
serán explotados por un plazo inicial de dos años, por
asalariados que accedieron al derecho de trabajar en
sus lugares de origen.
Se cumplió la entrega de tierras a
productores rurales por parte del Instituto Nacional de
Colonización, en Arerunguá, Salto. Se trata de tierras
pertenecientes al Ministerio de Defensa Nacional, en
Arerungúa, Salto, En la oportunidad, el Ministro de
Defensa Nacional indicó que la decisión política
aplicada fue compartida por el Ejército Nacional, ello
en consideración de que el fraccionamiento abre un
futuro a familias carenciadas de la zona.
También, el Ministro interino
de Ganadería, Agricultura y Pesca, Andrés Berterreche,
consideró que la situación es la comprobación de que es
posible un país con esfuerzos encauzados para el bien
común.
De esta forma, dijo que un país
productivo es la construcción colectiva de una Nación y
es necesario cumplir con la Ley de Repoblación de la
Campaña, acción que permite pensar en el desarrollo
responsable de un país agropecuario.
En el evento, el Presidente del
Instituto Nacional de Colonización, Gonzalo Gaggero,
indicó que la adjudicación de tierras es producto del
esfuerzo de la familia rural, de la integración social,
política, civil y militar.
Afirmó, que se brindarán los apoyos
permanentes y necesarios a los productores para que no
se vayan del campo y puedan aportar a un futuro
promisorio.
El 12 de diciembre de 2007, el
Directorio del Instituto Nacional de Colonización
resolvió realizar un llamado a tenedores de ganado sin
tierra y/o pequeños productores familiares interesados
en explotar una superficie de 1.408 hectáreas, del
campo padrón 987, ubicado en la localidad de Arerungúa.
En ese sentido, se realizaron
sorteos para adjudicar en arrendamiento el potrero
número 2, entre los grupos "Nuevo Horizonte",
solicitante de tierras, y "Mataojo Chico", así como el
potrero 1 y 3 para los grupos "Los Charrúas"
solicitante de tierras.
También, se adjudicaron tierras a
los grupos "Los Orientales" y "Boquerón de Arerungúa",
ante escribano Público, de acuerdo al artículo 7, de la
Ley 11.029 por un período de dos años, pasado el cual
se constituirán en cooperativas.
A partir de la realización de
proyectos por parte de PRODENOR, los productores
rurales, comenzaron a reunirse conformándose en
sociedades rurales y se capacitaron en arrendamiento
eléctrico de pasturas y en sanidad bovina. En esas
instancias, se produjeron distintas discusiones que
aportaron elementos sobre la tenencia de tierras en
arrendamiento con el Estado.
Los integrantes de los grupos que se
habían conformado nunca habían discutido sobre
proyectos que abarcaran la realización de
emprendimientos productivos comunes, donde, además,
ponían en juego todo o gran parte de sus bienes
materiales.
La búsqueda de estrategias comunes
que llevarán a una organización eficaz con la finalidad
de convertirse en arrendatarios, fueron parte de los
escollos a saltear. En ese sentido, los productores
señalan estar convencidos de que "sin nuestro trabajo
es imposible que los objetivos se cumplan cabalmente".
La cercanía y el conocimiento entre
los diferentes integrantes de los grupos posibilitaron
la realización de una propuesta conjunta. Asimismo,
indican que siendo adjudicatarios de los campos se
enfrentan a importantes desafíos como el desarrollo
conjunto y la explotación de la tierra en común.
En ese sentido, confían en el apoyo
otorgado por el Instituto Nacional de Colonización con
la finalidad de continuar con la consolidación del
grupo y con la certeza de que con su trabajo lograrán
desarrollar la posibilidad de seguir viviendo en el
medio rural manteniendo a sus familias.
En ese marco, Euclides Domínguez,
recordó que en el mes de enero de este año se
efectuaron las primeras reuniones con la esperanza de
tener acceso, algún día, a una parcela de tierra donde
trabajar dignamente. Pasó el tiempo, se desarrollaron
asambleas, se hicieron viajes y llegó el día 7 de
julio, momento en el cual se concretó la aspiración y
el derecho de trabajar en el campo.
La realización de ese sueño, del
cual surgen nuevos proyectos de vida, desafíos e
inciertos del futuro, es producto, también de la
coordinación entre el Ministerio de Defensa Nacional y
el Instituto de Colonización.
El Estado nos abrió una puerta,
dicen los productores y los organismos fueron los
gestores de la oportunidad. Asimismo, valoraron como
importantes los aportes técnicos para desarrollar el
proyecto.
En ese sentido, sostienen que el
apoyo mutuo y la cooperación lograron que se abrieran
nuevos horizontes.
En sus alocuciones, donde destacaban
los logros para beneficios de los trabajadores rurales,
los productores señalaron que Arerungúa quiere decir en
guaraní "rinconada vieja", situación que proviene de
los tiempos de la Banda Oriental, donde el actual
predio era la estancia Del Mar.
A ese lugar, llegaban los troperos
desde las Misiones Jesuíticas y allí se iniciaban las
arreadas de ganado vacuno. Afirman, que las tierras de
Arerungúa eran potreros de invernada, según cartas del
prócer José Gervasio Artigas. Campos que un 14 de
febrero de 1805, el Comandante del Norte, Coronel
Francisco Javier de Viana, resolvió conceder en uso y
propiedad al Jefe de los Orientales.
Los productores beneficiados,
dijeron que las tierras son parte de una fuerte
historia y que en este momento los campos se explotarán
en forma colectiva, situación que optimiza los recursos
y baja los costos de las inversiones que se realizarán
para trabajar.
En ese sentido, los colonos
afirmaron que la bandera de Artigas está flameando
ahora en los potreros de Arerungúa porque ellos son
peones rurales, sin campo, a los cuales el Gobierno les
otorgó la posibilidad de trabajar en forma
independiente, hecho que señalaron como acontecimiento
histórico en el país.
De esta forma, indicaron que poco a
poco se está cumpliendo con el mandato del Jefe de los
Orientales y agregaron que "la tierra es para que el
que la trabaje porque el futuro de la patria depende de
la gente organizada, nosotros formamos un gran equipo y
ahora vamos a trabajar conjuntamente".
Los productores realizaron un
llamado a los ciudadanos para que se organicen, única
forma para las que no poseen recursos económicos puedan
trabajar y hacerse de la tierra.
Recordaron que la actual
administración entregó, hasta el momento, más de 22.000
hectáreas a pequeños productores de todo el país.
Los adjudicatarios de tierras en
Arerungúa son en su mayoría asalariados que poseen
ganado ovino y bovino pero que no tienen tierras. Es
prioridad del grupo que se puedan construir en los
campos adjudicados viviendas y galpones, así como
infraestructura que permita realizar tareas cotidianas.
Por su parte, el productor rural,
Javier Da Silva, integrante "Colonia de Arerungúa",
indica que el grupo está compuesto por 16 familias, con
niños que concurren a las escuelas de la zona. En ese
contexto, están prontos para empezar a trabajar
apostando a la cría de ganado ovino y para ello
firmarán un contrato de dos años que les permitirá
cumplir con todas las obligaciones, hasta un
arrendamiento definitivo.
También, el integrante del grupo
"Boquerón de Arerungúa", Wilson Nicola, expresa que 16
familias que viven en la zona esperan para mudarse a
los campos cedidos, con el objetivo de hacer praderas y
criar ganado vacuno y ovino.
Asimismo, Miltón Moreira,
integrante de "Los Charrúas", dice que el grupo se
formó a partir del momento en que escucharon en la
radio la promoción que indicaba que el Instituto de
Colonización llamaba inscripciones para adjudicar
tierras.
Explicó que el grupo inicial estaba
compuesto con 6 compañeros, se inscribieron, salieron
sorteados y se unieron a otros grupos. Esta situación
conformó un grupo ampliado de 16 integrantes y sus
familias, que se denominaron "Colonia Arerungúa", con
la finalidad de que conocidos de trabajo y de la zona
no quedarán afuera de la propuesta.
Moreira, es encargado de un
establecimiento rural de la zona, tiene animales pero
los saca a pastar a los caminos vecinales y los "mal
vendía" por no tener un campo propio.
Señala que ahora falta medir el
campo adjudicado, coordinar los papeles, firmar los
contratos de renta, situación que llevará
aproximadamente 30 días. Igualmente, en este momento,
10 productores que están con sus ovejas en las calles
vecinales entrarán inmediatamente a las tierras
adjudicadas. Otros lo harán, en el mes de octubre,
porque los animales están en la época de parición y no
es posible trasladar a los corderos antes de los tres
meses de edad.
"Colonia Arerungúa", ocupará 800
hectáreas, de las 1.408 concedidas y el grupo
"Horizonte", ocupara una fracción de 600 hectáreas.
Respecto a la construcción de casas
y galpones, esperan que junto al Instituto Nacional de
Colonización puedan gestionar ante MEVIR, que
actualmente está trabajando en el pueblo Arerungúa, la
realización, en primera instancia de un galpón
productivo compartido por todos los grupos.
A partir de la ocupación de los
campos asignados, los propios trabajadores construirán
bretes y corrales con la finalidad de cumplir con las
primeras necesidades sanitarias de los animales.
Asimismo, han organizado una
comisión coordinadora de actividades compuestas por
tres productores que estará encargada de manejar las
actividades diarias, así como la rotación en las tareas
para lograr también seguir con sus trabajos originales.
En el evento, los productores
recibieron salutaciones de distintos organismos
estatales, la presencia de las fuerzas vivas de los
departamentos de Tacuarembó y Salto, así como
delegaciones compuestas por maestros y niños, en su
mayoría hijos de los futuros colonos, de las Escuelas
Nº 59 de Pepe Nuñez, Nº 40 de Pueblo Fernández, Nº 71
de Corral de Piedras, y Nº 48 Irineo Leguizamo de Paso
de las Piedras de Arerungúa. |