Reunión Ministros de Salud y Educación de
Latinoamérica y el Caribe
El pasado viernes 1 de agosto, en
la ciudad de México, se realizó la 1ª Reunión de
Ministros de Salud y Educación para detener el VIH e
ITS en Latinoamérica y el Caribe, en el marco de la
XVII Conferencia Internacional de SIDA.
Participó de la Reunión el Sr.
Subsecretario de Salud Pública, Dr. Miguel Fernández
Galeano, así como también la Directora del Programa
Nacional de ITS-SIDA, Dra. María Luz Osimani y la
Coordinadora del Programa Nacional de Educación Sexual,
Dra. Stella Cerruti. El objetivo de la misma, es
fortalecer la respuesta a la epidemia del VIH en el
contexto educativo formal y no formal.
En ese contexto, los Ministros de
Salud y de Educación de América Latina y el Caribe,
declaran textualmente:
-
Preámbulo
“Reunidos en la Ciudad de México,
en el marco de la XVII Conferencia Internacional de
SIDA, con el objetivo de fortalecer la respuesta a la
epidemia del VIH en el contexto educativo formal y no
formal, los Ministros de Salud y de Educación de
América Latina y el Caribe:
1.1 Afirmamos nuestro compromiso con
el derecho al disfrute del más alto nivel posible de
salud, a la educación, a la no discriminación, y al
bienestar de las generaciones actuales y futuras.
1.2 Reiteramos nuestra convicción de
que los sectores salud y educación son sinérgicos para
la prevención de VIH y otras infecciones de transmisión
sexual (ITS) actuando conjuntamente. La salud y la
educación se refuerzan mutuamente, permitiendo el
desarrollo integral de las personas.
1.3 Reconocemos la responsabilidad
del Estado para la promoción del desarrollo humano,
incluyendo la salud y la educación, así como la
implementación de estrategias efectivas para educar y
evitar la infección entre las nuevas generaciones y el
combate a toda forma de discriminación,
1.4 Ratificamos nuestro compromiso
para garantizar la plena observancia del derecho a la
salud y otros derechos asociados a ésta, establecidos
en los tratados y estándares internacionales sobre
derechos humanos, y en particular a garantizar el
acceso a la educación de calidad de toda la población
de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en nuestros
países, en ambientes libres de violencia, estigma y
discriminación; esto requiere aumentar y fortalecer los
esfuerzos para garantizar el acceso y permanencia en la
escuela a aquellos afectados directamente por el VIH.
1.5 Renovamos los compromisos que
nuestros gobiernos han contraído anteriormente con
respecto a los Derechos Humanos, el VIH y SIDA, salud
sexual y reproductiva, el bienestar de la niñez,
adolescencia y juventud. (ver anexo A)
1.6 Reconocemos el rol decisivo de
las familias en el bienestar y desarrollo de las
presentes y futuras generaciones, así como la necesidad
de asegurar que las acciones de prevención del VIH/ ITS
incluyan a todos los agentes sociales involucrados.
1.7 Reconocemos la existencia de los
documentos de consenso de expertos, desarrollados y
publicados en el marco del Sistema de Naciones Unidas,
los cuales reflejan, en gran parte, la evidencia
científica disponible sobre el tema.
2. Considerando que:
2.1 El VIH es una epidemia que
demanda una respuesta multisectorial coordinada y
organizada para hacerle frente de forma inmediata y
sostenida.
2.2 En América Latina y el Caribe,
la principal vía de transmisión del VIH son las
relaciones sexuales no protegidas, por lo que deben
tomarse en cuenta las expresiones diversas de la
sexualidad de la población y los contextos de
vulnerabilidad en los que ésta se ejerce.
2.3 La sexualidad es una dimensión
constituyente del ser humano que se expresa durante
toda la vida. La niñez y adolescencia son etapas
significativas para potenciar el desarrollo de las
personas y de los países, por lo que es necesario
proporcionar una educación de calidad que incorpore la
educación de la sexualidad como derecho humano y como
estrategia de calidad de vida actual y futura.
2.4 Las relaciones desiguales de
género y entre grupos de edad, las diferencias
socioeconómicas y culturales, y las orientaciones e
identidades sexuales individuales, al asociarse con
factores de riesgo, propician situaciones que
incrementan la vulnerabilidad a la infección por VIH/ITS.
2.5 Un porcentaje considerable de
las personas jóvenes inicia su vida sexual a edades
tempranas y en la mayoría de estos encuentros sexuales
no se utiliza protección para prevenir infecciones
sexualmente transmisibles.
2.6 La educación integral en
sexualidad desde la infancia, favorece la adquisición
gradual de la información y de los conocimientos
necesarios para el desarrollo de las habilidades y de
las actitudes apropiadas para vivir una vida plena y
saludable, así como para reducir riesgos en materia de
salud sexual y reproductiva.
2.7 La evidencia científica ha
demostrado que la educación integral en sexualidad, que
incluye medidas de prevención de VIH/ITS – como el uso
del condón masculino y femenino en forma correcta y
consistente, el acceso a las pruebas de detección y al
tratamiento integral de ITS, y la disminución en el
número de parejas sexuales – no acelera el inicio de
actividad sexual, ni la frecuencia de las relaciones.
2.8 En quienes no han iniciado su
actividad sexual, la evidencia científica demuestra que
la educación integral en sexualidad, prevención y
protección que incluye información clara sobre formas
de, promueve la autonomía individual para decidir el
momento en que se inicia la actividad sexual.
2.9 Una respuesta a la epidemia,
efectiva a largo plazo, sólo será posible si las
estrategias de prevención son exitosas. La única manera
de sostener el compromiso global de acceso universal al
tratamiento antiretroviral de personas con VIH, es a
través del fortalecimiento de las estrategias de
prevención que permitan reducir la extensión de la
epidemia y la demanda futura de nuevos tratamientos.
3. Con base en lo anterior, los
Ministros de Salud y Educación de América Latina y El
Caribe acordamos:
3.1 Implementar y/o fortalecer
estrategias intersectoriales de educación integral en
sexualidad y promoción de la salud sexual, que incluya
la prevención del VIH e ITS y en las que se
complementen los esfuerzos que en el ámbito de sus
respectivas responsabilidades y atribuciones se lleven
a cabo. Para que estos esfuerzos sean sustentables y
sostenibles, se fortalecerá la cooperación entre ambos
sectores mediante mecanismos formales de planificación,
monitoreo, evaluación y seguimiento de las acciones
conjuntas, así como mediante la vinculación con otros
sectores.
3.2 La educación integral en
sexualidad tendrá una perspectiva amplia en el marco de
los derechos humanos y el respeto a los valores de una
sociedad democrática y pluralista en los que se
desarrollan las familias y en las comunidades. Ésta
incluirá aspectos biológicos, éticos, afectivos,
sociales, culturales, de género, y sobre la diversidad
de orientaciones e identidades sexuales, en el marco
legal de cada país, para generar el respeto a las
diferencias, el rechazo a toda forma de discriminación
y promover entre los jóvenes la toma de decisiones
responsables e informadas con relación al inicio de sus
relaciones sexuales.
3.3 Evaluar los programas de
educación existentes en nuestros países durante 2009 y
2010, para identificar el grado en el cual se
incorporan e implementan la educación integral en
sexualidad en el currículo en todos los niveles y
modalidades educativas que sean competencia de los
Ministerios de Educación.
3.4 Actualizar antes del fin de
2010, los contenidos y metodologías del currículo
educativo que sea competencia de los Ministerios de
Educación, para la inclusión de temas de educación
integral en sexualidad, en colaboración con los
Ministerios de Salud. Esta actualización se guiará por
la mejor evidencia científica disponible avalada por
los Organismos Internacionales competentes en la
materia y en consulta con expertos reconocidos.
Asimismo, se tomará en cuenta a la sociedad civil y a
las comunidades, incluyendo a las niñas y los niños,
adolescentes, jóvenes, al personal docente, y a las
familias.
3.5 Revisar, actualizar y reforzar
la capacitación del personal docente desde la formación
magisterial hasta la capacitación de los maestros en
activo. Para el año 2015, todos los programas de
formación y actualización magisterial bajo la
jurisdicción de los Ministerios de Educación, habrán
incorporado los contenidos del nuevo currículo de
educación integral en sexualidad.
3.6 Fomentar una amplia
participación de la comunidad y de las familias,
incluidos adolescentes y jóvenes, en la definición de
los programas de promoción de la salud, para reconocer
sus necesidades y aspiraciones en materia de salud
sexual y reproductiva, así como de prevención de VIH y
fomentar su involucramiento en el desarrollo e
implementación de respuestas apropiadas.
3.7 Asegurar que los servicios de
salud para jóvenes sean amigables y se presten con
pleno respeto a la dignidad humana y que, en el marco
de la legislación de cada país, atiendan necesidades y
demandas específicas de salud sexual y reproductiva de
las y los adolescentes y jóvenes, considerando la
diversidad de orientaciones e identidades sexuales.
Asimismo, establecer los mecanismos adecuados de
referencia dentro del sector salud.
3.8 Asegurar que los servicios de
salud provean acceso efectivo a consejería y pruebas de
detección de ITS y VIH; atención integral de ITS;
condones y educación sobre su uso correcto y
consistente; orientación sobre decisiones
reproductivas, incluyendo a personas con VIH, así como
el tratamiento para el uso problemático de drogas y
alcohol, para todas las personas, especialmente las y
los adolescentes y jóvenes.
3.9 Promover el trabajo con los
medios de comunicación y la sociedad civil para mejorar
la calidad de la información y de los mensajes que se
difunden y para que sean consistentes con los
contenidos de educación integral en sexualidad y de
promoción de salud sexual.
3.10 Trabajar en conjunto con las
instancias relevantes de los poderes ejecutivo y
legislativo, en aquellos países donde sea el caso, para
garantizar un marco legal apropiado, así como el
presupuesto necesario para la implementación de la
educación integral en sexualidad y de la promoción de
la salud sexual.
3.11 Asegurar la existencia de
mecanismos formales de referencia para reportar
acciones de discriminación por parte de los servicios
educativos y de salud gubernamentales y privados, y
trabajar de forma proactiva para identificar y
corregirlas, en instancias tanto de gobierno como de la
comunidad, incluyendo a las Defensorías de Derechos
Humanos, organizaciones de la sociedad civil y otros
órganos afines.
3.12 Destinar y/o movilizar recursos
en cada uno de nuestros países para la evaluación
rigurosa de impacto de cinco o más estrategias de
educación integral en sexualidad, promoción de salud
sexual, y prevención de VIH e ITS en adolescentes y
jóvenes, para el año 2015.
3.13 Recomendar la inclusión de
estos acuerdos para su discusión y avances en: la XVIII
Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno
en San Salvador, El Salvador, en octubre de 2008; la V
Cumbre de las Américas en Puerto España, Trinidad y
Tobago en abril de 2009; el VI CONCASIDA en San José,
Costa Rica, en octubre 2009, y el Foro Latinoamericano
y del Caribe, en Lima, Perú en mayo 2009.
3.14 Reconocer la necesidad del
acompañamiento técnico y financiero de las agencias
multilaterales de cooperación y fondos de
financiamiento internacional, a fin de lograr los
compromisos adquiridos en esta declaración.
3.15 Para asegurar el cumplimiento
de estos acuerdos, establecemos un Grupo de
Trabajo Intersectorial para dar
continuidad a los compromisos asumidos en esta
Declaración y solicitamos a ONUSIDA
y sus agencias copatrocinadoras participar en dicho
grupo.
4. Para concretar estos compromisos,
nos proponemos alcanzar las siguientes metas:
4.1 Para el año 2015, se habrá
reducido en 75% la brecha en el número de escuelas que
actualmente no han institucionalizado la educación
integral en sexualidad, para los centros educativos
bajo la jurisdicción de los Ministerios de Educación.
4.2 Para el año 2015, se reducirá en
50% la brecha en adolescentes y jóvenes que actualmente
carecen de cobertura de servicios de salud para atender
apropiadamente sus necesidades de salud sexual y
reproductiva.
Con la convicción de que estas
acciones reflejan el compromiso de nuestros países con
las niñas y los niños, adolescentes y jóvenes de
América Latina y el Caribe, con nuestros países
hermanos, y con la comunidad mundial, al hacer nuestra
contribución a la estrategia global para hacer frente a
la epidemia de VIH, aprobamos esta declaración
comprometiéndonos con sus acuerdos, el día 1 del mes de
agosto del año 2008, en la Ciudad de México”. |