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06 de agosto, 2008

Sistema Nacional de Investigadores

Gobierno articula espacios para la investigación en su estrategia productiva
Uruguay cuenta con un cuerpo de investigadores residente en el país cercano al millar y otros tantos en el exterior. Con la creación del Sistema Nacional de Investigadores se instaurará un registro de científicos nacionales y se facilitará el financiamiento de investigaciones mediante becas y programas diversos. Es una forma de reconocer a estos profesionales, aspirando que al menos algunos de los que emigraron, retornen al país.

La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) presentó el nuevo Sistema Nacional de Investigadores (SNI), con la participación de: los Ministros de Economía y Finanzas, Danilo Astori; Educación y Cultura, Maria Simon e Industria, Energía y Minería, Daniel Martínez; el Subsecretario de Educación, Felipe Michelini; el Titular del LATU, Miguel Brechner; así como el presidente de ANII y coordinador de la Comisión Honoraria que conducirá el SNI, Edgardo Rubianes y los cinco restantes miembros de esta Comisión.

El nuevo sistema será un punto de referencia para investigadores que quieran obtener financiación o subsidios del Estado.

La información que contendrá el SNI estará en red con otras instituciones de investigación y tecnología como el LATU, el INIA y la Universidad de la República.

Entre los objetivos de la SNI están el de fortalecer y expandir la comunidad científica, e identificar, evaluar periódicamente y categorizar a todos los investigadores que realicen actividades de investigación en territorio nacional o uruguayos trabajando en el exterior.

Además, se establecerá un sistema de apoyos económicos a los efectos de estimular la dedicación a la producción de conocimientos en todas las áreas, los que serán otorgados por procedimientos concursables y con la fijación de metas previamente trazadas.

El Gabinete Ministerial de la Innovación (GMI) establecerá con el asesoramiento del CONICYT las orientaciones políticas en cuyo marco actuará la ANII, y el reglamento de funcionamiento del SNI.

El Ministro Astori consideró estratégico el paso dado, porque en la estrategia de desarrollo del gobierno, la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico juegan un papel fundamental.

El gobierno impulsa una estrategia de especialización productiva a altos niveles de calidad y la investigación juega un rol crucial, dado que no existe sostenibilidad de una estrategia de este tipo sin creación de conocimiento (principal objetivo de la investigación).

Astori auguró que el desempeño de esta disciplina esté abocado hacia la solución de los grandes problemas nacionales.

Crear un sistema de investigadores genera toda una masa crítica, una organización del proceso de creación del conocimiento con los correspondientes estímulos para que los investigadores se formes y generen conocimiento, dijo.

“Este es el camino imprescindible para apoyar una estrategia de este tipo y se decidió realizar un esfuerzo financiero creciente para que el sistema disponga de los estímulos necesarios para poder funcionar”, agregó el Jerarca.

Se trata de un comienzo modesto en términos financieros: en esta Rendición de Cuentas se asegura unos U$S 30 millones para la ANII, sin contar los apoyos que otros institutos del Estado están recibiendo o emprendimientos que tienen carácter público y privado, con lo cual la cifra es aún mayor. De todas maneras, se procura incrementar esta dotación de recursos.   

Asimismo, aludiendo a la denominada “fuga de cerebros”, Astori dijo que se trata de crear condiciones para que eso no ocurra, financiando investigaciones nacionales, para que no se pierda capacidad de investigación e incluso para recuperar parte de lo perdido.

El Instituto Pasteur es un caso típico de recuperación de cuadros muy calificados que se habían ido y que actualmente trabajan en el país. 

La Ministra María Simon, por su parte, sostuvo que este nuevo Sistema es un instrumento de apoyo a la ciencia, la tecnología y el conocimiento en general, que va de la mano de otros instrumentos (llamados a proyectos y becas).

La iniciativa apoya la carrera del investigador -de forma orgánica, consecuente, constante y creciente- en áreas variadas desde las ciencias naturales y exactas, hasta las sociales y humanas, pasando por la biología, la salud, el sector agroindustrial y otros, estén los investigadores en instituciones públicas, privadas, universidades o institutos de investigación. 

Se trata de un reconocimiento económico pero también social, ya que la sociedad realmente apuesta y confía en el desarrollo del conocimiento y por ende va a contribuir en el crecimiento humano y social.

Asimismo, Simon anunció que en setiembre se lanzará el sistema de becas y de apoyo a postgrados dirigido hacia los investigadores más jóvenes.

Uno de los objetivos de esta iniciativa es que la gente se asiente en el país o que vuelva, constituyendo masas críticas importantes que tienen una potencialidad que no tienen los profesionales aislados.

En cuanto a la direccionalidad de las investigaciones, dijo que es necesario realizarla con “cuidado y sabiduría”. Esto se concreta con los llamados a proyectos o a becas, colocando más estímulos en determinadas áreas, para que se opte por ellas.

Es necesario dejar un “pulmón” de reserva para iniciativas de calidad, aún cuando no están en las áreas que uno puede predefinir, porque desconoce el futuro, dijo.

La Jerarca informó que se cuenta con unos 1000 investigadores en el país, mientras que “otro tanto” se encuentra en el exterior.

Se aspira a reconocer la labor de todos: residentes en nuestro país y en el extranjero, pese a que estos últimos no recibirán dinero. Aún resta definir los fondos que se adjudicarán, pero el objetivo es alcanzar una masa importante para que la iniciativa genere el efecto deseado.

Este instrumento es en si mismo muy valioso y tiene externalidades positivas, porque nos pone en comunicación con la región, crea lazos importantes, apoya postgrados (en regímenes compartidos o pasantías) y sobre todo expresa un reconocimiento de la sociedad al investigador en todas las áreas del conocimiento, como un factor de estímulo importante. El compromiso es mutuo sociedad-investigador, un compromiso con la honestidad científica, la ética y el posible uso de la investigación.

Edgardo Rubianes, por su parte, realizó un racconto del proceso que derivó en la creación de este Sistema, fruto de una construcción progresiva y colectiva, que reconoce e integra valiosos antecedentes nacionales y se propone ir a más en términos de construcción de una sólida plataforma humana en todas las áreas de la ciencia y la tecnología, de modo de aportar al imprescindible desarrollo productivo y social nacional.

Pese a que el tema lleva varias décadas de análisis, los antecedentes en esta administración se remontan a tres años atrás, cuando la temática ingresaba en la agenda del Gabinete Ministerial de la Innovación para ser analizado como un posible instrumento para impulsar el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación.

La iniciativa recoge experiencias nacionales (PEDECIBA y Fondo Nacional de Investigadores) y extranjeras que se conocieron mediante la realización de talleres de preparación.

Este instrumento dará sustento a otros programas centrales de la política pública de ciencia, tecnología e innovación del país.

Rubianes se refirió a la emigración del capital humano, que a su entender no debe aceptarse y menos aún que no se les abran oportunidades de retorno.

Este SNI debería constituirse en un “ancla” para aumentar las posibilidades de que los jóvenes investigadores se queden y en un “puente” para que los que ya se fueron puedan pensar en volver.

Con esta iniciativa los investigadores activos recibirán un incentivo económico, lo que implica que dineros públicos serán destinados a reconocer y valorar la actividad de los investigadores, pero ese valor deberá volver de alguna manera a la sociedad que los reconoció, enfatizó Rubianes.

   
 
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