Sistema Nacional de Investigadores
Gobierno articula espacios para la investigación en
su estrategia productiva
Uruguay cuenta con un cuerpo de
investigadores residente en el país cercano al millar y
otros tantos en el exterior. Con la creación del
Sistema Nacional de Investigadores se instaurará un
registro de científicos nacionales y se facilitará el
financiamiento de investigaciones mediante becas y
programas diversos. Es una forma de reconocer a estos
profesionales, aspirando que al menos algunos de los
que emigraron, retornen al país.
La Agencia Nacional de Investigación e
Innovación (ANII) presentó el nuevo Sistema Nacional de
Investigadores (SNI), con la participación de: los
Ministros de Economía y Finanzas, Danilo Astori;
Educación y Cultura, Maria Simon e Industria, Energía y
Minería, Daniel Martínez; el Subsecretario de
Educación, Felipe Michelini; el Titular del LATU,
Miguel Brechner; así como el presidente de ANII y
coordinador de la Comisión Honoraria que conducirá el
SNI, Edgardo Rubianes y los cinco restantes miembros de
esta Comisión.
El nuevo sistema será un punto de
referencia para investigadores que quieran obtener
financiación o subsidios del Estado.
La información que contendrá el SNI
estará en red con otras instituciones de investigación
y tecnología como el LATU, el INIA y la Universidad de
la República.
Entre los objetivos de la SNI están el
de fortalecer y expandir la comunidad científica, e
identificar, evaluar periódicamente y categorizar a
todos los investigadores que realicen actividades de
investigación en territorio nacional o uruguayos
trabajando en el exterior.
Además, se establecerá un sistema de
apoyos económicos a los efectos de estimular la
dedicación a la producción de conocimientos en todas
las áreas, los que serán otorgados por procedimientos
concursables y con la fijación de metas previamente
trazadas.
El Gabinete Ministerial de la
Innovación (GMI) establecerá con el asesoramiento del
CONICYT las orientaciones políticas en cuyo marco
actuará la ANII, y el reglamento de funcionamiento del
SNI.
El Ministro Astori consideró
estratégico el paso dado, porque en la estrategia de
desarrollo del gobierno, la investigación, la
innovación y el desarrollo tecnológico juegan un papel
fundamental.
El gobierno impulsa una estrategia de
especialización productiva a altos niveles de calidad y
la investigación juega un rol crucial, dado que no
existe sostenibilidad de una estrategia de este tipo
sin creación de conocimiento (principal objetivo de la
investigación).
Astori auguró que el desempeño de esta
disciplina esté abocado hacia la solución de los
grandes problemas nacionales.
Crear un sistema de investigadores
genera toda una masa crítica, una organización del
proceso de creación del conocimiento con los
correspondientes estímulos para que los investigadores
se formes y generen conocimiento, dijo.
“Este es el camino imprescindible para
apoyar una estrategia de este tipo y se decidió
realizar un esfuerzo financiero creciente para que el
sistema disponga de los estímulos necesarios para poder
funcionar”, agregó el Jerarca.
Se trata de un comienzo modesto en
términos financieros: en esta Rendición de Cuentas se
asegura unos U$S 30 millones para la ANII, sin contar
los apoyos que otros institutos del Estado están
recibiendo o emprendimientos que tienen carácter
público y privado, con lo cual la cifra es aún mayor.
De todas maneras, se procura incrementar esta dotación
de recursos.
Asimismo, aludiendo a la denominada
“fuga de cerebros”, Astori dijo que se trata de crear
condiciones para que eso no ocurra, financiando
investigaciones nacionales, para que no se pierda
capacidad de investigación e incluso para recuperar
parte de lo perdido.
El Instituto Pasteur es un caso típico
de recuperación de cuadros muy calificados que se
habían ido y que actualmente trabajan en el país.
La Ministra María Simon, por su parte,
sostuvo que este nuevo Sistema es un instrumento de
apoyo a la ciencia, la tecnología y el conocimiento en
general, que va de la mano de otros instrumentos
(llamados a proyectos y becas).
La iniciativa apoya la carrera del
investigador -de forma orgánica, consecuente, constante
y creciente- en áreas variadas desde las ciencias
naturales y exactas, hasta las sociales y humanas,
pasando por la biología, la salud, el sector
agroindustrial y otros, estén los investigadores en
instituciones públicas, privadas, universidades o
institutos de investigación.
Se trata de un reconocimiento económico
pero también social, ya que la sociedad realmente
apuesta y confía en el desarrollo del conocimiento y
por ende va a contribuir en el crecimiento humano y
social.
Asimismo, Simon anunció que en
setiembre se lanzará el sistema de becas y de apoyo a
postgrados dirigido hacia los investigadores más
jóvenes.
Uno de los objetivos de esta iniciativa
es que la gente se asiente en el país o que vuelva,
constituyendo masas críticas importantes que tienen una
potencialidad que no tienen los profesionales aislados.
En cuanto a la direccionalidad de las
investigaciones, dijo que es necesario realizarla con
“cuidado y sabiduría”. Esto se concreta con los
llamados a proyectos o a becas, colocando más estímulos
en determinadas áreas, para que se opte por ellas.
Es necesario dejar un “pulmón” de
reserva para iniciativas de calidad, aún cuando no
están en las áreas que uno puede predefinir, porque
desconoce el futuro, dijo.
La Jerarca informó que se cuenta con
unos 1000 investigadores en el país, mientras que “otro
tanto” se encuentra en el exterior.
Se aspira a reconocer la labor de
todos: residentes en nuestro país y en el extranjero,
pese a que estos últimos no recibirán dinero. Aún resta
definir los fondos que se adjudicarán, pero el objetivo
es alcanzar una masa importante para que la iniciativa
genere el efecto deseado.
Este instrumento es en si mismo muy
valioso y tiene externalidades positivas, porque nos
pone en comunicación con la región, crea lazos
importantes, apoya postgrados (en regímenes compartidos
o pasantías) y sobre todo expresa un reconocimiento de
la sociedad al investigador en todas las áreas del
conocimiento, como un factor de estímulo importante. El
compromiso es mutuo sociedad-investigador, un
compromiso con la honestidad científica, la ética y el
posible uso de la investigación.
Edgardo Rubianes, por su parte, realizó
un racconto del proceso que derivó en la creación de
este Sistema, fruto de una construcción progresiva y
colectiva, que reconoce e integra valiosos antecedentes
nacionales y se propone ir a más en términos de
construcción de una sólida plataforma humana en todas
las áreas de la ciencia y la tecnología, de modo de
aportar al imprescindible desarrollo productivo y
social nacional.
Pese a que el tema lleva varias décadas
de análisis, los antecedentes en esta administración se
remontan a tres años atrás, cuando la temática
ingresaba en la agenda del Gabinete Ministerial de la
Innovación para ser analizado como un posible
instrumento para impulsar el desarrollo de la ciencia,
la tecnología y la innovación.
La iniciativa recoge experiencias
nacionales (PEDECIBA y Fondo Nacional de
Investigadores) y extranjeras que se conocieron
mediante la realización de talleres de preparación.
Este instrumento dará sustento a otros
programas centrales de la política pública de ciencia,
tecnología e innovación del país.
Rubianes se refirió a la emigración del
capital humano, que a su entender no debe aceptarse y
menos aún que no se les abran oportunidades de retorno.
Este SNI debería constituirse en un
“ancla” para aumentar las posibilidades de que los
jóvenes investigadores se queden y en un “puente” para
que los que ya se fueron puedan pensar en volver.
Con esta iniciativa los investigadores
activos recibirán un incentivo económico, lo que
implica que dineros públicos serán destinados a
reconocer y valorar la actividad de los investigadores,
pero ese valor deberá volver de alguna manera a la
sociedad que los reconoció, enfatizó Rubianes. |