El Ministro de Industria llamó a realizar acciones transversales desde los sectores público, privado y académico en pro de un proyecto nacional, integrado a la región y al mundo, pero sabiendo que tenemos objetivos y metas que cumplir. En su disertación en un seminario de la Cámara de Comercio Uruguay-EE.UU., Martínez evaluó el panorama industrial y comercial uruguayo, aludiendo a las fortalezas y debilidades del mismo.

El Ministro de Industria, Daniel Martínez, explicó que después de varios años de trabajo para orientar al país por el camino deseado, comienza a cumplirse con la visión estratégica dispuesta programáticamente.

Luego de la crisis de 2002, la industria atravesó un proceso de crecimiento sostenido. En el primer semestre de este año, el mismo alcanzó el 11%, dado que crecieron las exportaciones en todos los sectores y se diversificaron los clientes (países).

De todas maneras, no todo el panorama es tan alentador, dijo el Ministro, quien explicó que si bien la tendencia se mantiene en 2008, se registra una baja diversificación en los productos industriales, que en un 80% se venden a la región.

El crecimiento de las exportaciones se sustenta en productos primarios y de baja tecnología, a la vez que se incrementa la importación de productos con mayor contenido tecnológico. "La estructura productiva del país se encuentra en los peldaños más bajos", aseguró Martínez.

De todas maneras, el país pasó procesos de estabilidad macroeconómica y hoy se abren nuevas oportunidades a nivel mundial.

El Jerarca confía en la necesidad de crear políticas estables de largo plazo como nación, y no repetir acciones del pasado.

Martínez apuesta a encontrar oportunidades regionales, basadas en una visión diferente de la competitividad de las empresas como parte integrante de las cadenas productivas y a aplicar políticas que permitan captar una mayor parte de los procesos. Para ello es necesario entrelazar a las grandes empresas, con las empresas públicas y las PYME, actuando en el corto, mediano y largo plazo.

El objetivo de su administración es mejorar la estructura productiva del país para lograr un crecimiento económico sostenido y sustentable con justicia social, proponiendo estrategias y acciones que aumenten en forma significativa el valor agregado y el contenido tecnológico de los productos uruguayos.

Se requiere la implementación de políticas de estímulo y exigencia al mundo empresarial y la inversión. Es necesario explotar sinergias y potencialidades de las cadenas productivas, aplicando políticas activas.

"Hay que hacer crecer la torta para que todos tengan más y no pelear por quién tiene más de la torta ya existente", dijo Martínez.

La forma de avanzar es mediante políticas de competitividad de carácter horizontal como las que desarrolla el gobierno en el actual período, sostuvo, así como a través de políticas activas de apoyo sectorial, basadas en el análisis de las cadenas productivas, en una lógica matricial (acuerdos de política comercial).

"Uruguay tiene el desafío de ver su pasado, donde se generaron momentos de mucha generación de riqueza pero que no supimos darle el camino para que se mantuviera y se profundizara. En buena medida no supimos abrirnos al mundo para hacer las cosas mejores y más competitivas como debimos hacerlas", dijo Martínez, quien entiende que hoy están dadas las condiciones para revertirlo.