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11 de agosto, 2008

XXXV Período Extraordinario

Sesiones públicas de la Corte constituyen jurisprudencia y alto honor para Uruguay
Comenzó este mediodía, el XXXV Período Extraordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ésta sesionará hasta el 15 de agosto y versará sobre las obligaciones de los Estados que emanan de la Convención Americana, la desaparición forzada de personas en jurisprudencia de la CIDH y las reparaciones ante el sistema interamericano de Derechos Humanos.

A modo de historia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos es una institución judicial autónoma de la Organización de los Estados Americanos, cuyo objetivo es la aplicación e interpretación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y demás tratados concernientes al mismo asunto y se encuentra en funcionamiento desde el año 1979. Está integrada por juristas de la más alta autoridad moral y reconocida competencia en materia de derechos humanos elegidos a título personal.

Cabe destacar que este Instituto no aborda ni trata temas inherentes al país en donde sesiona en determinado período.

Para este período extraordinario, la Corte estará integrada por su Vicepresidente, Diego García Sayán de Perú, Sergio García Ramírez de México, Manuel Ventura Robles de Costa Rica, Leonardo Franco de Argentina, Margarette May Macaulay de Jamaica y Rhadys Abreu Blondet de República Dominicana. La Presidenta, Cecilia Medina Quiroga de Chile, no pudo concurrir al encuentro.

Las jornadas de trabajo, se desarrollan a puerta abiertas en el Edificio del MERCOSUR.

En la oportunidad, el Canciller Gonzalo Fernández, quien estuvo a cargo de iniciar el acto, dio la bienvenida en nombre del Poder Ejecutivo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y expresó el altísimo honor que constituye para el Uruguay que sesione por primera vez en nuestro país, ya que se tratarán casos sometidos a jurisdicción en sesiones públicas.

Fernández expresó que la Corte, por su competencia consultiva y contenciosa, tiene una enorme importancia en lo que es la orientación y la fundamentación de valores para el desarrollo y la consolidación de los derechos del hombre en el sistema interamericano.

En cuanto a los derechos humanos, relató que nacen como postulado del iluminismo y del pensamiento ilustrado, pero sufren un largo proceso y un "parto desgarrador" que culmina en el año 1948, con la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y con la Declaración de Bogotá luego de que los Estados asistieran al horror de la II Guerra Mundial y al Holocausto. De ahí en más, continuó exponiendo el Canciller, comienza un lento y difícil proceso de consolidación que explica que los Derechos Humanos, son la dimensión sustancial de la democracia. Para Fernández, la lucha de los Derechos Humanos, es la lucha del hombre contra el leviatán, es la lucha que nace de la tensión dialéctica entre derecho y poder, entre derecho y política y en el fondo, es el largo recorrido de una disciplina que se construye como un auténtico derecho de resistencia al poder, cuyo contenido esencial hace a la médula del derecho.

Más adelante, agregó que los Derechos Humanos son un norte que debe guiar la interpretación del derecho y la ruta de la democracia. Se podrá debatir sobre si tienen un fundamento naturalista y por ende una manifestación de los derechos inalienables, o por el contrario, un fundamento y un positivismo. Lo que sí no merece duda ni debate, es que los Derechos Humanos son la principal garantía de la vida y de la supervivencia del hombre y sobre todo el escudo protector contra el leviatán, es decir contra el Estado, sentenció.

El Ministro Fernández considera que esta Corte, tiene como misión proteger la observancia de los derechos de las personas como actor social y a través de ello, recimentar el estado constitucional de derecho. Expresó que para Norberto Bobio, los Derechos Humanos constituían la "revolución copernicana de la modernidad jurídica" y en este sentido es coincidente al decir que dentro el derecho internacional público, el derecho internacional de los derechos humanos constituye la rama más nueva y fértil que nos permite tener una nueva cosmovisión del mundo, del derecho y de la sociedad.

Para el Doctor Fernández, el peor error que puede cometer un jurista es considerar las distintas ramas del Derecho con comportamientos estancos, sino que debe estar entre sus distintas disciplinas, interrelacionado como vasos comunicantes. En este sentido, la presencia de la Corte, sus sesiones públicas más los seminarios y talleres, van a ser de enorme utilidad para lograr una armonización entre el derecho internacional de los derechos humanos y los derechos locales o internos que nos permitan redimensionar la teoría de la interpretación jurídica, apuntó.

Finalmente, dijo que la Corte como instrumento de preservación de los valores humanistas y de protección de los derechos del hombre, constituye una piedra angular del sistema interamericano, y en ese sentido, expresó la satisfacción personal y del Poder Ejecutivo de que la Corte Interamericana sesione en nuestro país.

Por su parte, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Ruibal Pino, explicó que la Corte Interamericana es la que resuelve sobre los asuntos que los diversos Estados miembros tienen con respecto a la temática de los Derechos Humanos, temática fundamental en nuestro continente latinoamericano, dijo.

En cuanto al modo de trabajo, ante una denuncia formulada, Ruibal Pino explicó que la Corte representa un enfoque internacional de los derechos humanos que tiene como finalidad, en realidad, tratar de modificar la perspectiva del país denunciado, en caso de que corresponda, y llevar a que el orden jurisdiccional se modifique en el sentido de los tratados internacionales que cada país ha suscrito. Añadió que esa es el proceder de la Corte trabaja con respecto a las denuncias formuladas, relativas a los Estados que, eventualmente, pueden incurrir en infracción a los Derechos Humanos.

El Vicepresidente de de la Corte para este período, Diego García Sayán, destacó los aportes que, a lo largo de la historia, nuestro país realizó en pos de la creación y consolidación del sistema interamericano de protección de los Derechos Humanos. En este sentido, destacó la tarea del jurista Eduardo Jiménez de Aréchaga, en el aporte a la vertebración de lo que es actualmente, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, adoptada en 1969. Añadió que su rol en el Consejo Interamericano de Jurisconsultos creado en 1959, dio los aportes fundamentales para lo que sería, años después, la Convención Americana sobre DDHH.

A modo de repaso, García Sayán señaló que la CIDH cumplió más de 25 años de existencia, tiempo en el cual, dictó más de 180 sentencias sobre casos contenciosos, 19 opiniones consultivas y decenas de medidas provisionales. Agregó que con sus escasos y limitados recursos, realizó denodados esfuerzos por mantenerse al día y responder a cada caso, en plazos razonables. En este sentido, el legista informó que no existen casos pendientes de decisión, anteriores al año 2007. También afirmó que, gracias a un importante esfuerzo jurisdiccional, más de la mitad de las sentencias dictadas hasta la fecha, lo fueron dentro de los últimos cuatro años.

En referencia al impacto de la existencia de esta Corte Interamericana García Sayán, dijo que, en líneas generales, las sentencias son ejecutadas y cumplidas por parte de los países destinatarios de las mismas. Indicó que más allá de diferencias sobre los ritmos de aplicación de estas sentencias, en líneas generales, tanto los aspectos atinentes a reparaciones cualitativas como a las monetarias, son materia de cumplimiento en la mayor parte de los casos. Añadió que eso da cuenta de que un sistema jurisdiccional que, aunque carece de medios coactivos de los que sí disponen las instancias judiciales internas a cada país, funciona y es eficaz en tanto y en cuanto, los países que decidieron integrarla, asumen la responsabilidad de cumplir sus veredictos.

El Vicepresidente de la Corte, habló de un sistema vivo que se asume no sólo como una obligación diplomática de los Estados, sino que involucra un papel activo por parte de los órganos jurisdiccionales nacionales. Agregó que éstos, no sólo han cumplido en la mayor parte de los casos, un papel efectivo y positivo para el cumplimiento de las decisiones pertinentes para el país en cuestión, sino que más allá de ello, han tomado como fuente de inspiración de decisiones internas, resoluciones adoptadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Explicó que ese proceso, se ha denominado interacción entre tribunales nacionales y sistema interamericano de protección de DDHH.

   
 
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