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22 de agosto, 2008

Determinantes sociales

Impactar en la salud a través de políticas públicas intersectoriales
En el marco del Curso de Promoción de la Salud Cardiovascular que impulsa la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular, el Consultor Regional de Salud y Desarrollo local de la OPS-OMS, Marco Akerman, disertó sobre la relación entre los problemas de salud y las desigualdades sociales. Al mismo tiempo, señaló que las enfermedades cardiovasculares surgen a causa de la distribución desigual del poder.

Marco Akerman considera que no es suficiente tratar los cambios en los estilos de vida de las personas para mejorar la salud, es necesario actuar sobre los factores más profundos de la causalidad de las enfermedades. En tal sentido, se cree que muchos de los problemas de salud están relacionados con las desigualdades e inequidades sociales. Por tal motivo, el desafío es trabajar en la promoción de la salud de forma integral, a través de los cambios en los estilos de vida y actuando sobre las determinantes sociales de la salud.

Akerman basó su intervención con ejemplos de las desigualdades sociales en países de Latinoamérica y las políticas públicas implementadas en algunos de esos lugares.

El especialista explicó que en la región se repite el mismo parámetro que en Uruguay, al contar con un alto número de muertes a causa de enfermedades cardiovasculares. Un estudio realizado en Inglaterra a 10.000 funcionarios del gobierno a lo largo de 20 años, determinó que las enfermedades cardiovasculares están relacionadas con la posición donde se sitúa el trabajador. Aquellos que ocupan cargos de jerarquía tienen menos posibilidades de padecer o morir de enfermedades cardiovasculares que quienes poseen cargos de menor responsabilidad. Esto demuestra que cuando las personas tienen la posibilidad de tomar decisiones en su trabajo también tienen la oportunidad de tomar decisiones en su vida, por lo que las enfermedades cardiovasculares se dan a causa de la distribución desigual del poder antes que del sedentarismo o los hábitos alimenticios.

El estudio concluyó que los problemas cardíacos se relacionan con la autonomía de los sujetos y el poder que poseen. De esta manera, se pone en duda la creencia que las personas con altos cargos sufren mayor estrés que un funcionario medio; por el contrario, Akerman considera que los grados inferiores de los funcionarios públicos padecen más estrés que los jerarcas, ya que el estrés se origina por la incapacidad de tomar decisiones.

En nuestra región, aún persisten políticas públicas de salud basadas en los cambios de estilo de vida de la población y no en la idea de la autonomía del poder y las inequidades sociales. De igual forma comienza a vislumbrarse cambios en esta concepción y se considera que actuar sobre los determinantes puede ser más eficaz, dijo Akerman.

A modo de ejemplo, existen políticas tendientes a fortalecer la participación social, promover condiciones de trabajo saludables e incrementar la estabilidad económica, las cuales tienen mucho más impacto que las políticas sobre salud.

Akerman agregó que en Brasil, mediante una política que desestimula el consumo de alcohol, se logró reducir un 15% el gasto en hospitales. Asimismo, mediante una Ley sancionada en 2008 que extiende la licencia maternal a seis meses, se pretende bajar los gastos en salud para niños recién nacidos. Por lo tanto, políticas públicas que no aparentan estar vinculadas directamente a la salud, tienen más impacto y resultados sobre la salud de la población y los gastos del Estado en ella.

Finalmente, Akerman dijo que todos los indicadores para aplicar políticas de salud deben ser pensados según el estrato social y la situación territorial, ya que el lugar y las condiciones de vida de la población influyen en la salud.

   
 
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  Marco Akerman