Programa Projoven
Resultados alentadores: Uruguay reduce cantidad de
jóvenes que no estudian ni trabajan
Las cifras de la última Encuesta de
Seguimiento a Egresados del 11º Llamado de Projoven
revelan que un 23% de los jóvenes no estudian ni
trabajan. Si bien la tendencia es a la baja –en 2006
era del 25%- aún son muchos los chicos uruguayos
desocupados (uno de cada cuatro). Las autoridades
confían en que es posible revertirlo con capacitación,
porque existen puestos de trabajo disponibles, pero
falta formación para ocuparlos.
La presentación de estos resultados
tuvo lugar en el Salón de Actos del Edificio Libertad y
contó con la participación de: el Coordinador de
Projoven ,Programa de la Junta Nacional de Empleo,
Fernando Panizza, y la Directora Nacional de Empleo (MTSS)
Sara Payssé, así como representantes de la OPP y la
UDELAR, y del sector empresarial y sindical.
La encuesta de egresados es un sistema
permanente de evaluación que permite comparar datos,
por ser el segundo año que se realiza, explicó Fernando
Panizza, quien reveló que se redujo de 25 a 23% la
cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan. De
esta forma se bajó la carrera ascendente en la que se
venía, subiendo un punto por año.
Pese a que la evolución es favorable en
este sector de la sociedad, producto también de la
realidad del país en materia de empleo (8.6% de
desocupación a nivel nacional), los jóvenes son el 63%
de los desocupados del país, lo que demuestra que la
situación juvenil no acompañó la baja del desempleo
general. De todas maneras, Panizza expresó su confianza
en que es posible revertir estas cifras.
Una estadística alentadora es que el
89% de los chicos que ingresan a Projoven (nueve de
cada diez) se insertan en un puesto de trabajo. El 60%
lo mantienen, es decir aquellos jóvenes que pasaron el
período de prueba -los 91 jornales-y quedaron efectivos
en la empresa. Prácticamente el 85% de ellos sigue
trabajando al año, en la empresa que ingresó o en una
segunda empresa. Muchas veces el joven ingresa a una
organización, hace experiencia y rápidamente –entre la
capacitación y la experiencia- cambia a otra. Estas
cifras revelan que el nivel de retención es muy bueno,
aseguró Panizza.
Sara Payssé, por su parte, explicó que
esta encuesta procura analizar la situación de la
juventud objetivo del Programa, que son jóvenes con
dificultades socioeconómicas, que no estudian ni
trabajan porque en muchos casos no consideran atractiva
ninguna de las propuestas formativas que se ofrecen.
“Los jóvenes como colectivo están en
situación de discriminación”, aseguró la Directora
Nacional de Empleo, aludiendo a las dificultades para
acceder a vivienda, salud y educación. Esto obedece a
que no existe una política específica.
Actualmente se encuentra en proceso la
encuesta sobre adolescencia y juventud que realiza el
Instituto Nacional de Estadística (INE) en el marco del
Año de la Juventud, que una vez finalizada permitirá
abordar el tema con más información. Asimismo, el mes
próximo se realizará un encuentro de Jefes de Estado,
quienes discutirán y analizarán la problemática en
profundidad.
Siempre se piensa que a los jóvenes hay
que darles muchas cosas, cuando en realidad es el país
que necesita de ellos, aseguró.
Si bien se generan oportunidades
laborales, se demanda trabajadores jóvenes, muchos de
ellos no pueden acceder al empleo porque no cumplen con
los requerimientos, explicó Payssé. Esto se debe a que
la matriz educativa no cumple con las necesidades del
sector laboral. Existe una carencia de conocimientos
técnicos que impiden avanzar en el desarrollo del país
y es por ello que se está trabajando con el Ministerio
de Educación y Cultura para modificarlo.
Por otra parte, las autoridades avanzan
en la elaboración de lo que será la Ley de Empleo
Juvenil, dado que existe un vacío legal en la materia.
Esto implica la realización de encuentros con los
colectivos de jóvenes en todos los ámbitos, como forma
de conocer sus necesidades y recibir sus aportes. Estos
insumos permitirán diseñar un Plan de Empleo.
Por otra parte, está a la firma del
Ministro de Economía para posteriormente ser analizado
por el Poder Ejecutivo y el Parlamento, el Proyecto de
Ley relativo a la creación del Instituto de Empleo y
Formación Profesional.
Payssé informó que el Ministerio de
Trabajo mantiene la política sectorial, el manejo de la
rectoría de las políticas, pero el Instituto adquiere
como persona pública no estatal una capacidad y una
fuerza muy importante para poder utilizar el Fondo de
Reconversión Laboral en el área de capacitación y en
otras políticas que tienen más que ver con el trabajo (Pymes,
cooperativas, cuentapropistas).
La Junta Nacional de Empleo y la
Dirección Nacional de Empleo procuran avanzar en
coordinación, en acuerdos, escuchando a todas las voces
y participando en conjunto con los jóvenes en el diseño
de nuevas propuestas para seguir progresando, aseguró
Payssé.
“Esta encuesta demuestra que algunas
cosas están empezando a cambiar”, dijo.
La mejor política de empleo es mantener
a los jóvenes en el sector educativo la mayor cantidad
de años posibles. Si bien desde los 15 años los jóvenes
pueden empezar a trabajar, no deberían hacerlo. Sería
oportuno mantenerlos en el sector educativo para tener
una capacidad instalada que permita acceder al
desarrollo productivo del país, coincidieron ambos
Jerarcas.
Projoven es un Programa de la Junta
Nacional de Empleo (órgano tripartito integrado por
empresarios, trabajadores y Dirección Nacional de
Empleo por el Estado). La iniciativa –que funciona
desde hace 12 años- apunta a capacitar e insertar en el
medio laboral a jóvenes de entre 18 y 24 años. El
objetivo es hacer que los jóvenes que están sin
estudiar ni trabajar se puedan reinsertar
educativamente.
El Programa, de carácter nacional,
atiende a unas 2500 personas al año, de las cuales
entre 1500 y 2000 se insertan en empresas formales.
La metodología para participar es
mediante un llamado de inscripción en la prensa.
Posteriormente, se les realiza una entrevista
individual a cada uno de los interesados, a cargo de
psicólogos y asistentes sociales, donde se comprueba su
voluntad de trabajo y que cumpla con las condiciones
del programa. Se prioriza en las chicas y chicos que
tienen más necesidad de ingreso inmediato al mundo
laboral.
Projoven primero detecta los puestos de
trabajo, analiza las áreas con más oportunidades,
empresas concretas que solicitan jóvenes y se los
capacita para tareas específicas. En general las áreas
que más se trabajan son: ventas, atención al cliente,
auxiliar administrativo con informática, operarios
(metalúrgicos, aserraderos, forestación) y auxiliar de
estaciones de servicio (un clásico de Projoven que
generó el ingreso de chicas como pisteras), entre
otras. Las propuestas varían mucho según el área del
país en la que se desarrollen, más en la actualidad,
que se registran permanentemente nuevas inversiones.
La capacitación –dependiendo de la
formación que tengan los participantes- puede ser de
entre dos y seis meses en aula, además se realiza un
aprendizaje en la empresa y un posterior seguimiento de
unos 12 meses más, en la etapa en que chicos y chicas
comienzan a trabajar, dado que lo más importante es que
puedan mantener el empleo.
Projoven –que físicamente se ubica en
el INJU- cuenta con una extensa red de instituciones
públicas y privadas. Para la etapa de inscripción, se
realizan convenios con las Intendencias de todo el
país, oficinas de juventud, comités locales de la JUNAE
y unas 60 entidades de capacitación que licitan tres
veces al año para el dictado de los cursos.
Si bien se trata de una red importante,
se aspira a continuar creciendo porque cerca de 80 mil
jóvenes no estudian ni trabajan, y Projoven sólo puede
atender unos 2.500 por año. |