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24 de setiembre, 2008

Programa Projoven

Resultados alentadores: Uruguay reduce cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan
Las cifras de la última Encuesta de Seguimiento a Egresados del 11º Llamado de Projoven revelan que un 23% de los jóvenes no estudian ni trabajan. Si bien la tendencia es a la baja –en 2006 era del 25%- aún son muchos los chicos uruguayos desocupados (uno de cada cuatro). Las autoridades confían en que es posible revertirlo con capacitación, porque existen puestos de trabajo disponibles, pero falta formación para ocuparlos.

La presentación de estos resultados tuvo lugar en el Salón de Actos del Edificio Libertad y contó con la participación de: el Coordinador de Projoven ,Programa de la Junta Nacional de Empleo, Fernando Panizza, y la Directora Nacional de Empleo (MTSS) Sara Payssé, así como representantes de la OPP y la UDELAR, y del sector empresarial y sindical.

La encuesta de egresados es un sistema permanente de evaluación que permite comparar datos, por ser el segundo año que se realiza, explicó Fernando Panizza, quien reveló que se redujo de 25 a 23% la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan. De esta forma se bajó la carrera ascendente en la que se venía, subiendo un punto por año.

Pese a que la evolución es favorable en este sector de la sociedad, producto también de la realidad del país en materia de empleo (8.6% de desocupación a nivel nacional), los jóvenes son el 63% de los desocupados del país, lo que demuestra que la situación juvenil no acompañó la baja del desempleo general. De todas maneras, Panizza expresó su confianza en que es posible revertir estas cifras.

Una estadística alentadora es que el 89% de los chicos que ingresan a Projoven (nueve de cada diez) se insertan en un puesto de trabajo. El 60% lo mantienen, es decir aquellos jóvenes que pasaron el período de prueba -los 91 jornales-y quedaron efectivos en la empresa. Prácticamente el 85% de ellos sigue trabajando al año, en la empresa que ingresó o en una segunda empresa. Muchas veces el joven ingresa a una organización, hace experiencia y rápidamente –entre la capacitación y la experiencia- cambia a otra. Estas cifras revelan que el nivel de retención es muy bueno, aseguró Panizza.

Sara Payssé, por su parte, explicó que esta encuesta procura analizar la situación de la juventud objetivo del Programa, que son jóvenes con dificultades socioeconómicas, que no estudian ni trabajan porque en muchos casos no consideran atractiva ninguna de las propuestas formativas que se ofrecen.

“Los jóvenes como colectivo están en situación de discriminación”, aseguró la Directora Nacional de Empleo, aludiendo a las dificultades para acceder a vivienda, salud y educación. Esto obedece a que no existe una política específica.

Actualmente se encuentra en proceso la encuesta sobre adolescencia y juventud que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el marco del Año de la Juventud, que una vez finalizada permitirá abordar el tema con más información. Asimismo, el mes próximo se realizará un encuentro de Jefes de Estado, quienes discutirán y analizarán la problemática en profundidad.

Siempre se piensa que a los jóvenes hay que darles muchas cosas, cuando en realidad es el país que necesita de ellos, aseguró.

Si bien se generan oportunidades laborales, se demanda trabajadores jóvenes, muchos de ellos no pueden acceder al empleo porque no cumplen con los requerimientos, explicó Payssé. Esto se debe a que la matriz educativa no cumple con las necesidades del sector laboral. Existe una carencia de conocimientos técnicos que impiden avanzar en el desarrollo del país y es por ello que se está trabajando con el Ministerio de Educación y Cultura para modificarlo.

Por otra parte, las autoridades avanzan en la elaboración de lo que será la Ley de Empleo Juvenil, dado que existe un vacío legal en la materia. Esto implica la realización de encuentros con los colectivos de jóvenes en todos los ámbitos, como forma de conocer sus necesidades y recibir sus aportes. Estos insumos permitirán diseñar un Plan de Empleo.

Por otra parte, está a la firma del Ministro de Economía para posteriormente ser analizado por el Poder Ejecutivo y el Parlamento, el Proyecto de Ley relativo a la creación del Instituto de Empleo y Formación Profesional.

Payssé informó que el Ministerio de Trabajo mantiene la política sectorial, el manejo de la rectoría de las políticas, pero el Instituto adquiere como persona pública no estatal una capacidad y una fuerza muy importante para poder utilizar el Fondo de Reconversión Laboral en el área de capacitación y en otras políticas que tienen más que ver con el trabajo (Pymes, cooperativas, cuentapropistas).   

La Junta Nacional de Empleo y la Dirección Nacional de Empleo procuran avanzar en coordinación, en acuerdos, escuchando a todas las voces y participando en conjunto con los jóvenes en el diseño de nuevas propuestas para seguir progresando, aseguró Payssé.

“Esta encuesta demuestra que algunas cosas están empezando a cambiar”, dijo.

La mejor política de empleo es mantener a los jóvenes en el sector educativo la mayor cantidad de años posibles. Si bien desde los 15 años los jóvenes pueden empezar a trabajar, no deberían hacerlo. Sería oportuno mantenerlos en el sector educativo para tener una capacidad instalada que permita acceder al desarrollo productivo del país, coincidieron ambos Jerarcas.

Projoven es un Programa de la Junta Nacional de Empleo (órgano tripartito integrado por empresarios, trabajadores y Dirección Nacional de Empleo por el Estado). La iniciativa –que funciona desde hace 12 años- apunta a capacitar e insertar en el medio laboral a jóvenes de entre 18 y 24 años. El objetivo es hacer que los jóvenes que están sin estudiar ni trabajar se puedan reinsertar educativamente.

El Programa, de carácter nacional, atiende a unas 2500 personas al año, de las cuales entre 1500 y 2000 se insertan en empresas formales.

La metodología para participar es mediante un llamado de inscripción en la prensa. Posteriormente, se les realiza una entrevista individual a cada uno de los interesados, a cargo de psicólogos y asistentes sociales, donde se comprueba su voluntad de trabajo y que cumpla con las condiciones del programa. Se prioriza en las chicas y chicos que tienen más necesidad de ingreso inmediato al mundo laboral.

Projoven primero detecta los puestos de trabajo, analiza las áreas con más oportunidades, empresas concretas que solicitan jóvenes y se los capacita para tareas específicas. En general las áreas que más se trabajan son: ventas, atención al cliente, auxiliar administrativo con informática, operarios (metalúrgicos, aserraderos, forestación) y auxiliar de estaciones de servicio (un clásico de Projoven que generó el ingreso de chicas como pisteras), entre otras. Las propuestas varían mucho según el área del país en la que se desarrollen, más en la actualidad, que se registran permanentemente nuevas inversiones.

La capacitación –dependiendo de la formación que tengan los participantes- puede ser de entre dos y seis meses en aula, además se realiza un aprendizaje en la empresa y un posterior seguimiento de unos 12 meses más, en la etapa en que chicos y chicas comienzan a trabajar, dado que lo más importante es que puedan mantener el empleo.

Projoven –que físicamente se ubica en el INJU- cuenta con una extensa red de instituciones públicas y privadas. Para la etapa de inscripción, se realizan convenios con las Intendencias de todo el país, oficinas de juventud, comités locales de la JUNAE y unas 60 entidades de capacitación que licitan tres veces al año para el dictado de los cursos.

Si bien se trata de una red importante, se aspira a continuar creciendo porque cerca de 80 mil jóvenes no estudian ni trabajan, y Projoven sólo puede atender unos 2.500 por año.

   
 
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  Fernando Panizza