MSP-MIDES-INJU-INAMU y Bayer S.A.

Inauguraron Espacio de Orientación en Salud Sexual y Reproductiva

El MSP y el MIDES, a través del INJU e INAMU, con el apoyo de Bayer S.A., inauguraron el Espacio de Orientación en Salud Sexual y Reproductiva con enfoque de Género. El objetivo busca la educación de adolescentes sobre el tema, promoviendo una sexualidad responsable y el desarrollo de embarazos controlados. Las cifras alertan: anualmente se registran más de 5.000 embarazos adolescentes en Uruguay.

En el marco del Día Mundial para la Prevención del Embarazo Adolescente se realizó el lanzamiento del Espacio de Orientación en Salud Sexual y Reproductiva con enfoque de Género, en el hall central de la sede del INJU. La propuesta facilita la interacción, el espacio de preguntas como forma de evacuar dudas en relación con la temática.

Participaron: la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi; la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz; la directora del Instituto de Nacional de la Juventud, Paola Pino; la directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Carmen Beramendi; la presidenta de la Sociedad Uruguaya de Ginecología de la Infancia y la Adolescencia (SUGIA), Sandra Kenchkerian y el Jefe de la Unidad de Negocios de Bayer S.A. Fernando Faluótico.

La ministra María Julia Muñoz destacó la importancia de contar con un espacio de estas características, que permite educar a los jóvenes en lo inherente a un tema que preocupa a todos.

Muñoz expresó su consideración de que no está mal el embarazo adolescente siempre que sea deseado y exista conciencia. Puntualizó que ello implica un adecuado control del embarazo y del posterior crecimiento del niño que nace.

Uruguay arrastra una deuda social del pasado: la mitad de los niños viven por debajo de la línea de pobreza, lo que incide en el tema del embarazo adolescente.

La Ministra se refirió a la importancia de tener en cuenta la investigación y la docencia junto al servicio y la asistencia, y en ese sentido destacó la labor de diversos profesionales especializados.

Asimismo, Muñoz dijo que hacen falta buenos controles y que para ello coordinarán acciones con el MIDES. En este sentido, propuso la inclusión de más parteras en los equipos de salud para que colaboren en el control.

La ausencia de control en el embarazo se avizora en los 100 casos de sífilis en 48.000 nacimientos que se registran, una cifra realmente preocupante, dijo.

Esta falta de control no es sólo responsabilidad de la embarazada, sino también de la familia y su entorno social. La Ministra reafirmó el concepto de sexualidad responsable y placentera.

En cuanto al aporte del MSP en esta política, Muñoz dijo que lo realiza a través de los servicios de salud del Estado del Hospital Pereira Rossell y con personal del Programa Adolescente que viene trabajando en los diversos aspectos de la vida cotidiana que preocupan a los chicos.

El Ministerio ofrece en todos los centros de salud los métodos anticonceptivos necesarios para cuidarse, y sobre todo preservativos que consideran la mejor barrera mecánica para el embarazo no deseado y para las infecciones de transmisión sexual. En este sentido anunció que se comprarán más preservativos para poner a disposición de la sociedad.

Por otra parte, Muñoz informó que bajó la cantidad de niños que nacen con VIH, en realidad bajó la transmisión vertical madre-hijo de la enfermedad. No así las cifras de contagio de VHI entre la población heterosexual, por lo cual el uso de preservativo sigue siendo la mejor manera de mantener relaciones seguras.

Marina Arismendi, por su parte, expresó su satisfacción por inaugurar nuevos espacios que procuran mejorar la calidad de vida de las personas y más aún cuando se realiza en conjunto a nivel público y privado. En este último caso destacó la labor de Bayer que actuó por responsabilidad social y no por marketing.

La Ministra reivindicó el juego como método educativo e incluyó en la propuesta a los adultos, que muchas veces tienen más dudas que los propios adolescentes sobre la sexualidad, convocándolos a romper mitos y tabúes.

Esta política se enmarca dentro de una estrategia para atender la infancia y la adolescencia que está en etapa de debate, teniendo en cuenta que Uruguay tiene prácticamente cero tasa de recambio de su población.

Arismendi aseguró que esta instancia de juego, encuentro y participación debe extenderse a todo el país.

Paola Pino entiende que este dispositivo de acceso a la información y la prevención, suma en materia de políticas de salud sexual y reproductiva y de garantía de derechos.

Este espacio recreativo se pone a disposición en un lugar donde los jóvenes asisten a diversos talleres, lo que permitirá invitarlos a participar desde una perspectiva de género.

El proyecto supone una primera etapa de seis meses, pero su futuro se evaluará a medida que se desarrolla.

Carmen Beramendi dijo que la sexualidad es una construcción social que no se vive de una sola manera y es parte sustantiva del ejercicio de los derechos vinculados al cuerpo. Cada uno tiene sus tiempos para iniciarse a nivel sexual y eso debe respetarse, dijo. Lo que ocurre es que muchas veces se toma al cuerpo de una mujer como vehículo, como un objeto, el cuerpo en función de otros, agregó. El mandato social es que "el cuerpo de la mujer debe estar a disposición del placer del hombre", lo que preocupa mucho, porque genera en la interna de las chicas temor a la resistencia a un acto sexual, a decir "no" cuando no se tiene un condón a mano, o porque no lo desean simplemente.

Desde el Instituto Nacional de las Mujeres se procura que las jóvenes se apropien más de su cuerpo, del ejercicio de su vida y su sexualidad y que los hombres lo respeten e incluso que sean ellos los que no se sientan obligados a "estar siempre listos", sino que pueden optar cuando lo deseen.

La presidenta de SUGIA, Sandra Kenchkerián, destacó la importancia de la educación y la prevención en este tema, dado que en Uruguay, el embarazo adolescente se convirtió en un grave problema social, sobre todo en los hogares de contexto crítico del Área Metropolitana.

Los adolescentes cuentan con métodos anticonceptivos pero no con la debida educación para saber cuándo utilizarlos.

Kenchkerián –quien explicó que la organización que representa tiene un enfoque asistencialista, preventivo y de preservación de los derechos- informó que en el último año, uno de cada cuatro niños que nacieron en el Hospital Pereira Rossell eran hijos de adolescentes. De esas madres, tres de cada diez ya habían tenido al menos otro bebé antes de este nuevo parto, según un informe de la Sociedad Uruguaya de Ginecología de la Infancia y Adolescencia.

Hoy son más de 2.000 los nacimientos anuales en el Pereira Rossell de niños hijos de madres adolescentes. En todo el país se estima que llegan a 5.000 las menores que quedan embarazadas y tienen a sus hijos en los hospitales estatales. De ellas, el 30% vuelve a ser madres por segunda vez, antes de cumplir los 18 años.

Casi el 100% de las madres adolescentes tiene educación secundaria, pero el 80% abandona los estudios por pudor. A su vez, al iniciar la gestación, en su mayoría -salvo excepciones- son solteras. Ninguno de estos embarazos es planificado. El 40% se debe a fallas o uso inadecuado de los métodos anticonceptivos y el 60% al no uso de métodos de anticoncepción.

El representante de Bayer, Fernando Faluótico, transmitió la satisfacción de la empresa por participar de esta iniciativa y aseguró que el embarazo adolescente es malo en una chica que no lo desea, porque lo que se procura es que los jóvenes cuenten con las herramientas para realizar su proyecto de vida.

Asimismo, aseguró que las empresas tienen la obligación de cumplir con la responsabilidad social que le corresponde, en el caso de Bayer, su aporte es en el tema de salud reproductiva.

La creación del Día Mundial para la Prevención del Embarazo Adolescente surgió en Uruguay en el año 2003, adquiriendo notoriedad internacional en 2006. La fecha se eligió por conmemorarse el nacimiento del profesor doctor Roberto Caldeyro Barcia, creador y director del Centro Latinoamericano de Perinatología, cuyos trabajos, de trascendencia mundial, contribuyeron al conocimiento y la práctica de dicha disciplina que permitió la sobrevida de miles de personas.