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3 de octubre, 2008

Acto de homenaje

"Al maestro Julio Castro por enseñarnos a sembrar la semilla del desarrollo"
La Inspectora de Zona, Sonia Albistur, expresó que al estar en la Escuela "Carmelo de Arzadum", que lleva el nombre de otro niño rural de de Mataojo, "les estamos haciendo un homenaje a ustedes, a las niñas y niños rurales". La Escuela cuenta con 58 alumnos y fue el centro de la celebración de los 100 años del nacimiento de este hombre, asesinado por la dictadura y emblema en la defensa de los derechos humanos.

El pasado 26 de setiembre se realizó en Pueblo Fernández, Mataojo, departamento de Salto, un homenaje al maestro Julio Castro.

La Escuela "Carmelo de Arzadum" cuenta con 58 alumnos y se constituyó en el centro celebración de los 100 años del nacimiento de este hombre, asesinado por la dictadura y emblema en la defensa de los derechos humanos.

En nota enviada en ocasión del homenaje, su hija Hebe Castro, señaló que de todos los homenajes realizados a su padre, ninguno habría sido tan importante como éste, en tanto se trata de una escuela rural que se encarga de ofrecerlo. Recordó que Julio Castro asistió a la escuela en la localidad de Pintado, en Florida. Agregó tener "bien presente lo que fue para él ser un niño criado en el campo, su asistencia a la escuela rural y el poder continuar sus estudios en Montevideo; su vocación de combate al analfabetismo y de considerar a la educación, como único forma de salir de la marginación y la pobreza".

A su turno, la Inspectora de Zona, Sonia Albistur, ex alumna de la escuela, dijo que venir a Pueblo Fernández es un "viaje a su infancia", por los recuerdos de su niñez escolar: "sobre todo aquel salón enorme, ubicado al lado de la casa de Pereyra; un salón con piso de madera, donde más de una vez se me cayeron los lápices y las gomas".

"Aquel salón- dijo Albistur- fue construido por Julio Castro y un grupo de sesenta compañeros…" Reiteró que Julio Castro nació en la campaña del departamento de Florida y era el menor de 11 hermanos. Dijo que "ni la distancia, ni la soledad, ni la pobreza le impidieron soñar y que nada de eso le impidió luchar y conquistar muchos sueños: en lo social, en lo político, pero sobre todo en lo educativo".

Expresó que al estar en la Escuela "Carmelo de Arzadum", que lleva el nombre de otro niño rural de la zona de Mataojo, "les estamos haciendo un homenaje a ustedes, a las niñas y niños rurales".

Istra Tuslink relató, a su turno, que un día frío de julio del año 47, llegaron las Misiones Socio Pedagógicas a Pueblo Fernández, en donde Julio Castro era un "maestro acompañante" .Recordó que estaban impulsados por llegar a lo que hoy llamamos Uruguay profundo, procurando desarrollar una actividad social y cultural. Sostuvo que la localidad era muy humilde y que traían muchas donaciones: libros, comestibles para el mantenimiento de la misión.

Apuntó que la misión duró tres días más de lo previsto, puesto que el Consejo autorizó a que se prolongara la estadía para finalizar la obra.

Dijo que los vecinos del lugar brindaron una riquísima experiencia y que se realizaron actividades culturales (teatro, títeres, coro, música y otras actividades culturales).Concluyó su parte, recordando que luego vino la etapa oscura de la dictadura; concluyó con un triste: "lo perdimos, no lo vimos más".

Julio Rodríguez fue otro de los participantes de las Misiones que tuvo a su cargo realizar una reseña de la vida del Maestro. Consideró que acercarse a la personalidad de Julio Castro es una tarea particularmente difícil, ya que fue maestro, periodista, investigador en pedagogía y político.

Reflexionó Rodríguez que educar es liberar, en el campo, en la ciudad, o en donde sea, ya que no existe ningún acto más libre que la elección.

Por su parte, quien fuera alumno de la escuela en el año 1947, Baltasar Blanco, compartió sus vivencias como niño participe de las misiones socio pedagógicas en Pueblo Fernández y homenajeó al Maestro. En el desarrollo de su oratoria destacó: "estoy hablando del maestro Castro no como blanco, sino como uruguayo (…), porque por suerte existen personas que por su condición y por sus acciones logran superar todas las divisiones que separan a los hombres y mujeres de una sociedad"

Afirmó que Castro pasó su vida "ocupado, tratando de resolver los problemas de su gente; había gente que tenía el mismo derecho que en la capital: derecho a la educación, al trabajo, a una vivienda digna". Agregó que el Uruguay rural estuvo por mucho tiempo olvidado, que nadie sabía donde terminaba Uruguay y donde empezaba Brasil. Dijo que el Uruguay en sí, era Montevideo. Asimismo admitió que "como hombre de campo debemos resaltar el nombre y la obra de quienes pelearon por nosotros".

"El hecho de que hoy estemos reunidos y que se encuentren primeras figuras del gobierno se lo debemos a aquellos hombres que lucharon para ponernos en el mapa, para que se nos escuchara y tomara en serio. El maestro Castro fue uno de ellos y nosotros no debemos olvidarlo", concluyó.

El Intendente Fonticiella, agradeció el homenaje y reflexionó acerca de la importancia de la Mesa Territorial que funcionara en la mañana, en donde los ciudadanos ejercen sus derechos y promueven iniciativas para mejorar el territorio en que viven. Señaló hacia la placa que señala : "al maestro Julio Castro por enseñarnos a sembrar la semilla del desarrollo".

Luego de realizado el acto de homenaje, después de inaugurarse la radio comunitaria de Fernández, el Ministro Agazzi realizó una valoración de la jornada. Valoró el acto como "terriblemente emotivo", en tanto que Julio Castro estuvo en Fernández, acompañando a aquellos estudiantes de magisterio que levantaron la escuela. Resaltó particularmente que un niño de aquel entonces, recordara "aquel alud que se vino para levantar la escuela y realizar variadas actividades culturales". El Ministro reafirmó la importancia de ser consecuentes y de acordarse de los que menos tienen, para construir una sociedad mejor. "Hoy, Pueblo Fernández, fue Julio Castro", concluyó.

   
 
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