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20 de octubre, 2008

Quebrada de los Cuervos

Autoridades y periodistas recorrieron primera área incorporada al Sistema de Áreas Protegidas
Se promoverá la protección de recursos naturales y culturales asociados, actividades turísticas y recreativas, educación ambiental y generación de oportunidades de desarrollo local, conservando y potenciando actividades productivas tradicionales. Abarca una superficie de 4.400 hectáreas, de las cuales 365 corresponden a la Intendencia de Treinta y Tres y el resto al Ministerio de Defensa y a propietarios privados

La Quebrada de los Cuervos es la primera área incorporada al Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SNAP), bajo la categoría de "paisaje protegido" y que se destaca por sus valores  biológicos, científicos y paisajísticos. Con ese motivo las autoridades de esa repartición y de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), organizaron una recorrida con medios periodísticos nacionales y locales por la zona.

La Quebrada de los Cuervos se emplaza en una región de serranías, en el departamento de Treinta y Tres, a 45 kilómetros de la capital departamental y a 24 kilómetros de la ruta 8. Consiste en un paso muy estrecho del arroyo Yerbal Chico que atraviesa la Sierra del Yerbal, y forma una depresión de cien metros de profundidad. Según un material divulgativo del SNAP, esas características han promovido la generación de un microclima especial con poca incidencia de viento y temperaturas atenuadas y altos niveles de humedad que favorecen una vegetación subtropical donde conviven más de cien variedades de árboles y arbustos, helechos, plantas epífitas (aquéllas que crecen sobre otro vegetal usándolo solamente como soporte) y trepadoras. Allí, es posible encontrar una gramínea nativa de extremo valor forrajero (bromus auleticus), como así también ejemplares de yerba mate.

"Me he encontrado con un panorama muy positivo porque la presencia humana aquí es muy baja y eso implica que la presión sobre el medio también sea muy baja y se pueda conservar el área", dijo el investigador Salvador Palazón Ferrando, de la Universidad de Alicante, que también participó de la recorrida.

Tres ecosistemas principales conviven en la Quebrada de los Cuervos: bosque de quebrada, matorral serrano y praderas, donde alternan diversas especies de fauna autóctona. En las inmediaciones del área ya es posible contemplar el vuelo de los cuervos de cabeza roja, que le dan el nombre al lugar. Éstos conviven con los cuervos de cabeza negra, que se encuentran en retroceso numérico, y otras aves como la seriema y el dragón, además de varios mamíferos como el margay y el tatú de rabo molle y de una diversidad de reptiles, anfibios, insectos y arácnidos.

"Si nos fijamos que (un área de) la Quebrada es cedida en 1940 a la Intendencia de Treinta y Tres y hasta ahora ha permanecido en muy buenas condiciones, sin el Sistema de Áreas Protegidas, es porque la población ha tenido el cuidado de mantenerla en este estado y porque no hay actividades que puedan competir", agregó el catedrático español.

En el mismo sentido, la titular de la DINAMA, Alicia Torres manifestó que "si la gente está en este lugar desde hace varias generaciones y éste aún conserva sus valores de biodiversidad es porque esa gente aunque no fuera conciente de que estaba trabajando por la conservación en realidad lo estaba haciendo".

La superficie del área protegida es de 4.400 hectáreas, de las cuales 365 corresponden a la Intendencia Municipal de Treinta y Tres y el resto al Ministerio de Defensa Nacional y a cuatro padrones de propiedad privada.

Cambio tecnológico

"Para nosotros esta área es absolutamente emblemática", afirmó el intendente municipal de ese departamento, Gerardo Amaral. Dijo que es necesario capitalizar los conocimientos adquiridos por los habitantes del área. Al tiempo que aseveró que "Queremos preservar mejor y mantener a las familias en el lugar, que tengan la posibilidad de desarrollarse dignamente y que todas las partes ganen en esta relación".

La administración del área le corresponde, en forma provisoria, a la Intendencia de Treinta y Tres. El director de la misma, Álvaro Carámbula, indicó que en la actualidad se está trabajando para la integración de una Comisión Asesora específica, como lo prevé la normativa, integrada por representantes de los gobiernos Central y Departamental, residentes, propietarios y entidades de la sociedad civil vinculadas a la zona. A este ámbito le corresponderá la tarea de avalar los planes de manejo a corto, mediano y largo plazo en lo concerniente al desarrollo sostenible, prevención y ecoturismo, entre otros aspectos.

Las medidas de protección dispuestas para el área prohíben la edificación o urbanización, los vertidos de residuos, la introducción de especies autóctonas de flora y fauna silvestre, la actividad de caza y de pesca y el desarrollo de aprovechamientos productivos que alteren las características ambientales y la actividad minera.

Guillermo Scarlatto, del SNAP, consideró que "aquí lo que hubo fue un cambio tecnológico. Se trata de un cambio gradual de manejo que no se da de un día para el otro. Es un manejo distinto que incorpora un objetivo de conservación que normalmente en el establecimiento agropecuario existe pero supeditado a la producción. Acá se invierte eso, se pone énfasis en la conservación pero sin se desplazar a la producción".

Por su parte, Torres señaló que "hay un compromiso que no es sólo de interés local que la Quebrada sea un área protegida, sino que es un interés nacional que está por encima de los intereses particulares y es un objetivo del Gobierno Nacional que haya muestras representativas de los diferentes ecosistemas porque el SNAP da oportunidad para que los diferentes ecosistemas tengan una representación armónica en el país".

Torres reconoció que el relacionamiento con los actores privados "es un proceso que requiere maduración". Si bien indicó que no encontró oposición de los habitantes de la zona a la iniciativa, si advirtió dudas razonables sobre el alcance de la incorporación del área al Sistema de Áreas Protegidas y el rol a cumplir, además de solicitar un espacio en los lugares donde se toman las decisiones.

El jefe comunal expresó que "tenemos el desafío de sumar los esfuerzos del Estado, del gobierno departamental, del SNAP y de los vecinos, en una visión conjunta, consensuada y negociada. Respetando la visión de cada uno tenemos que llegar a un desarrollo que permita que todo el mundo pueda tener una forma de vida digna y sustentable".

El área estará dedicada a la protección de sus recursos naturales y culturales asociados, a la promoción de actividades turísticas, a la educación ambiental y a generar oportunidades de desarrollo local, conservando y potenciando las actividades productivas tradicionales.

Amaral tiene expectativas en cuanto a "Que el turismo que venga sea un turismo que ayude, que traiga recursos para el que elabore dulce o pan caseros, para el que pueda ofrecer leche recién ordeñada, para el que arriende caballos o los servicios de un guía para conocer mejor cada uno de los rincones hermosos que tiene el lugar".

   
 
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  Gerardo Amaral
 
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