ANII frente a período 2008-2011

Estimular a las empresas a invertir en investigación e innovación, promoviendo que las políticas públicas accionen "como palancas", cofinanciado inversiones de carácter innovador y articulando el conocimiento con la demanda productiva, son las principales medidas que viene aplicando al ANII, según indicó su Presidente, Edgardo Rubianes. Sostuvo que el Gobierno heredó un importante déficit en cuanto a inversiones en la materia.

El Presidente de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, Edgardo Rubianes, señaló que la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) es el instrumento operativo de las políticas de ciencia y tecnología e innovación que el Poder Ejecutivo lleva adelante a través del Gabinete Ministerial de Innovación.

Rubianes precisó que la Agencia dirige sus acciones en tres grandes líneas.

Primero, "promueve la creación de conocimiento, generando mayores fortalezas en materia de capital humano". Asimismo, indicó que instrumenta programas de becas, posgrados nacionales y en el exterior, y proyectos de investigación en todas las áreas del conocimiento. Agregó que orienta a la investigación en al medida que define una agenda, en un proceso orientado a los problemas productivos y sociales, con una prospectiva que en el corto y mediano plazo resulta de relevancia para el desarrollo del país.

Segundo, especificó que desarrolla otros instrumentos vinculados a la innovación, es decir, dirigidos a promover emprendimientos innovadores en el área empresarial. En tal sentido la ANII pretende estimular emprendimientos juveniles, transformar ideas originales en proyectos empresariales y apoyar – cofinanciar- proyectos de innovaciones radicales, de alto riesgo, en donde la Agencia puede aportar hasta 400.000 dólares.

En tercer lugar, Rubianes sostuvo que la ANII promueve el vínculo de esos dos mundos (investigación e innovación), generando una articulación entre ambos. En tal sentido aclaró que apoya tanto a servicios científicos-tecnológicos como a centros de excelencia, para lo cual realiza el proyecto de "Alianza de Innovación", que vincula a grupos académicos con necesidades empresariales.

En otro orden, el Jerarca se refirió a las debilidades que el Gobierno heredó en materia de ciencia y tecnología y a las acciones que viene instrumentando para resolverlas. Aseveró que la investigación se encontraba reducida a los ámbitos públicos en un 80%, con una inversión -en el año 2005- de 0,22% del PBI (con un producto sensiblemente inferior al actual) y, por otro lado, con una debilidad en la actitud emprendedora de las empresas. Este último aspecto se reflejaba, tanto en 1999, como en el 2003 –antes y después de la crisis- en un nivel de actitud innovadora muy bajo: solamente un tercio había generado innovaciones de "algún tipo".

En función de estas líneas de diagnóstico, el Presidente de la ANII precisó que se vienen desarrollando acciones tendientes a aumentar la capacidad de producción científica en los ámbitos públicos y privados. Estimular a las empresas a invertir más en investigación e innovación, promoviendo que las políticas públicas accionen "como palancas", cofinanciado inversiones de carácter innovador y articulando el conocimiento con la demanda de la esfera productiva, son las principales orientaciones que viene aplicando al ANII, añadió Rubianes.

Por otra parte, en cuanto a los incrementos presupuestales destinados a ciencia y tecnología, el Presidente de la ANII detalló que si bien no se cuenta con información suficientemente actualizada, se puede afirmar que han existido aumentos significativos, que acompañan (e incluso superan) el ritmo de crecimiento generado en educación. Rubianes detalló que el INIA, el LATU, y el Programa para el Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA) incrementaron sensiblemente sus recursos. Añadió, a modo de ejemplo, que el PEDECIBA pasó de destinar menos de 500.000 dólares a invertir –por vía directa e indirecta- 3.000.000 de dólares. Asimismo, expresó que el Instituto Pasteur cuenta con una financiación de la ANII y la Unión Europea.

Enfatizó que en el período 2008-2011 la ANNI ejecutará 120 millones de dólares con aportes del presupuesto nacional, del Banco Mundial, del BID y de la Unión Europea.

El Presidente de ANII indicó que en términos de investigación se vienen orientando acciones en 6 áreas, definidas oportunamente por el Gobierno: cadenas agroindustriales; alternativas energéticas; recursos naturales y medio ambiente; complejo turístico; salud farmacéutica y biotecnología; y, finalmente, tecnologías de la información y comunicación. Rubianes indicó que si bien estas son las áreas a priorizar, también se promuevan –transversalmente- fortalezas globales, que apunten al desarrollo de conocimiento en todos los ámbitos.

En cuanto a los programas de becas y a las políticas de desarrollo del capital humano, Rubianes destacó que se viene implementando un programa horizontal que busca aumentar el número de investigadores en el país, procurando multiplicar –en la próxima década- por cinco el número de investigadores de calidad. Explicó que el porcentaje de investigadores en el país es diez veces menor que en un país desarrollado.

Asimismo, el Jerarca aseveró que se ha constituido un Sistema Nacional de Investigadores para lo cual han aspirado 2.300 investigadores de los ámbitos públicos y privados. Precisó que están comenzando con las evaluaciones, procurando establecer distintos niveles, los cuales determinarán los estímulos económicos que percibirán los investigadores. Agregó que también se busca generar un puente con aquellos investigadores uruguayos que se encuentran fuera del país y que se quieran incorporar al sistema, generando instancias de intercambio científico.

En cuanto a la promoción de capacidades en los nuevos investigadores, el Presidente de la ANII indicó que se desarrolla el Sistema Nacional de Becas, mediante el cual se apoya económicamente a la iniciación en investigación y a la formación en postgrados. También se desarrollan becas de inserción laboral, cofinanciadas equitativamente por las empresas interesadas y poseen una duración de dos años. La meta es tener 500 becas funcionando por año, aseveró Rubianes.