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29 de octubre, 2008

MGAP - "Uruguay Rural"

Organización social para una cadena distributiva justa de producción agropecuaria nacional
"Uruguay Rural" está presente en las zonas más vulnerables del país. La gestión permitió que productores organizados reforzaran su producción y negociaran sus cosechas. Así optimizaron su calidad de vida y lograron una mejor distribución de las riquezas generadas. Las escuelas y las Mesas de Desarrollo Rural se transformaron en ámbitos de participación, mediante el cual obtuvieron agua potable, luz eléctrica o una radio comunitaria.

"Uruguay Rural" es un proyecto ejecutado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), en el marco de un convenio suscripto por el período 2001-2010 entre Uruguay y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrario dependiente de las Naciones Unidas (FIDA). En ese lapso se podrán gastar U$S 24 millones en diferentes iniciativas.

El proyecto utiliza los fondos para fortalecer la gestión y los procesos participativos que se han iniciado a partir de 2005 con la presencia de técnicos, productores familiares y asalariados rurales.

Actualmente y a futuro seguirán las gestiones conjuntas con la participación de trabajadores agrícolas, lecheros, arroceros, forestales, naranjeros o productores de caña de azúcar, con la finalidad de aportar valor agregado a la labor cotidiana.

La mayor parte del trabajo de los técnicos se realiza con productores familiares en Artigas, Salto, Tacuarembó, Rocha y Canelones.

En los actuales proyectos y en los que se harán antes del 2010 se seguirá procurando obtener solidez y confianza en los vínculos personales que se han generado en los distintos colectivos.

Las diferentes organizaciones se seguirán sosteniendo con asistencia técnica, mediante cursos de capacitación de apicultura, riego o con la incorporación de nuevas técnicas de cultivo junto a la compra de nueva tecnología.

La Mesas Institucionales están funcionando bajo la órbita de la Unidad de Descentralización del MGAP. "Uruguay Rural" aporta la generación de la organización del sector de la agricultura familiar y de pobladores rurales para que puedan participar. En las Mesas, los trabajadores tienen voz y voto para poder usar los recursos del territorio donde habitan.

A partir de 2005, "Uruguay Rural" apostó a innovar haciendo que distintos grupos participaran en las gestiones y compartieran responsabilidades.

Así lograron que manejaran recursos, contrataran técnicos, administraran fondos de financiamiento y percibieran una nueva relación entre el Estado y su comunidad.

La injusta distribución de la riqueza

El Director de "Uruguay Rural", Antonio Vadell, explicó que en el año 2001, el acuerdo firmado entre MGAP y FIDA, tuvo como objetivo reducir la pobreza rural. A partir de marzo de 2005 se han rediscutido los objetivos. De esta forma se incorporaron nuevas facetas con la finalidad de erradicar las causas que originan la pobreza. Para ello, afirmó que es esencial desterrar definitivamente las situaciones de indigencia en el medio rural y "no amortiguar" solamente realidades carenciadas.

Agregó que la injusta distribución de la riqueza origina que familias rurales que trabajan de "sol a sol" tengan como resultado situaciones cotidianas de extrema pobreza. Esa situación se genera porque son "tomadores de precios" de lo que producen con respecto al mercado. Si la situación se sigue manteniendo el eslabón más flojo de las cadenas de producción siempre es la agricultura familiar. Ese deterioro significa más aumento de la pobreza, fuga de las familias del campo hacia las villas miserias que están alrededor de las ciudades.

Vadell afirmó que si no se para esa injusticia que se da en situaciones de libre mercado, donde los más poderosos son los que tienen todo para ganar, no se van a corregir los resultados. Este año el proyecto invirtió en su gestión U$S 4 millones.

Cambios en las cadenas de producción

El Director indicó que los cambios concretos son los nuevos enfoques a la cadena de producción distributiva. Allí se están fortaleciendo los eslabones débiles para que en igualdad de fuerzas los pequeños productores tengan capacidad de negociación.

Esto se logra con la organización de los productores que "es lenta y progresiva" pero que cuando toma fuerza "es incontenible". Así ellos mismos se asociaron, se integraron y agruparon. Este es el caso de decenas de gremiales de productores que se han conformado a lo largo y ancho del país. A veces son cooperativas, sociedades de fomento o cooperativas sociales diseñadas por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES).

Los pequeños productores son los que dan origen a la materia prima porque los procesos productivos se dan "del campo a la ciudad". No obstante, "los que originan la producción son los grandes perdedores económicos".

COPRONEC en Canelones

En 2005 se conformó una cadena distributiva de producción de tomates denominada Cooperativa de Productores del Noroeste de Canelones (COPRONEC).

A partir de esa instancia, los productores, los intermediarios, la industria y el sistema de distribución al público discutieron las condiciones de negociación. La mesa de discusión con el respaldo del MGAP ensambló este sistema. Se lograron convenios con la industria nacional y una gran inversión con la obtención de una máquina que procesará tomate industria con la finalidad de otorgarle una calidad única en el país. Este sistema no se aplicaba en Uruguay ya que el tomate industria se importaba de Europa.

Esta producción nacional permite que el producto sea procesado sin aditivos, sin conservantes, sin sustancias químicas que son adversas para una sana alimentación.

Este verano la cosecha de tomate se procesará en una máquina que fabricó por encargo una empresa Argentina. El origen de la cadena son pequeños productores, que aunque están empobrecidos, pueden originar productos de alta calidad. La producción de COPRONEC, cooperativa integrada por más de 100 productores abastecerá un porcentaje del mercado uruguayo. Se trabajó conjuntamente con el MGAP y la Corporación Nacional para el Desarrollo durante tres años. Con las primeras cosechas en conjunto, los productores compraron utensilios de trabajo y cubrieron necesidades básicas de sus familias. En la primera cosecha se les financió las semillas y los fertilizantes para producir tomate industria. Ningún productor tenía más de una hectárea. "Uruguay Rural" les pagó el façon para procesar los tomates.

El producto se industrializó y el proceso agroindustrial aumentó el valor de la mercadería y las ganancias de los productores. Se reunieron en asamblea y por unanimidad decidieron vender en forma colectiva y no individualmente.

El tomate industrializado se vendió a granel y ellos comprobaron que nunca habían obtenido tantas ganancias. En ese momento se dieron cuenta de que el proceso agroindustrial aumenta el valor de la mercaderías.

COPRONEC era una cooperativa de productores. Actualmente es una empresa pujante, con una alta demanda de participación por parte de las familias del noroeste de Canelones.

La integración como base de lo agropecuario

Vadell afirmó que se está avanzando con la finalidad de contar con una sola política agropecuaria para el país basada en la integración.

Los técnicos zonales y departamentales del proyecto cumplen un rol de integración en los diferentes lugares. Las Mesas de Desarrollo Rural son la base descentralizada del proyecto. La gestión de las mismas está institucionalizada por medio de la Ley de Descentralización de las Políticas Agropecuarias. Las Mesas están integradas desde el punto de vista gubernamental por dos representantes de la Intendencia Municipal, un delegado del MGAP y asociaciones rurales organizadas. Esa instancia genera un diálogo permanente entre el gobierno, la ciudad y el campo que se debe acrecentar.

En el tema desarrollo, lo rural es el "último orejón del tarro" porque al "desarrollo rural le gana el cordón cuneta".

Cooperativas, sociedades de fomento o ligas de trabajos, son diferentes formas de denominar la labor conjunta de los vecinos de localidades rurales alejadas de las capitales departamentales.

La escuela rural como núcleo participativo

Para los técnicos la unidad básica de integración es la escuela rural. La institución educativa tiene un paraje de referencia y una comunidad que participa. El técnico manifestó que la escuela es "la célula básica para el desarrollo" y elemento vital para empezar a construir.

Vadell indicó que es necesario consultar a la gente para generarles el reto de que sepan que tienen capacidad de decisión.

Los procesos de desarrollo rural necesitan la participación de la gente organizada, elemento fundamental para generar descentralización, "sin lo cual nada funciona y todo queda en un infeliz intento". El trabajo sostenido en las escuelas produjo que dos centros educativos que estaban cerrados a consecuencia de las reformas educativas de los gobiernos pasados, se reabrieran. Una de ellas está ubicada en la 6ta. Sesión de los Bañados de Rocha y se reabrió hace dos años. La escuela fue traspasada a una sociedad que agrupa a los vecinos del lugar con la finalidad de realizar eventos sociales. También es un lugar de producción porque tiene un predio de cinco hectáreas. Al año de la reapertura ya existía matrícula de niños para reabrirla como institución escolar. Fue reabierta con todos los servicios nuevamente este año.

Vadell aseveró que si se cierran las escuelas el despoblamiento de la campaña se acelera porque los padres saben que ni los niños van a poder educarse. Esas situaciones retroalimentan la exclusión. Enfatizó que es un acto de soberanía, que se debe ejercer en el territorio nacional, detener el cierre de escuelas y revertirlo reabriendo instituciones en el medio rural.

La segunda escuela que se reabrió esta a pocos kilómetros de Río Branco, en la frontera con Brasil. El dinamismo de los vecinos permitió que siguiera funcionando como escuela rural. La inauguración se realizó hace pocas semanas con la participación de autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

La reapertura de escuelas se está articulando con ANEP porque "no es fácil desde el punto de vista institucional traspasar una institución oficial a sociedades de vecinos".

Agregó que si bien los procesos reproducen necesidades, también habilitan el inicio de nuevos aprendizajes organizados.

La participación de los técnicos

Los vecinos plantean qué necesitan para la zona y los técnicos asesoran de acuerdo a ello. Los equipos interdisciplinarios de profesionales están atentos a la situación socio-económica de los pobladores.

La participación de agrónomos, personal de salud, trabajadores sociales o de ciencias de la comunicación contribuyó a conferir una visión más completa del medio rural porque se modificaron las líneas de observación que daban cuenta solamente de lo que se producía, "tipo receta". Con el aporte de las ciencias sociales comenzó a visualizarse un riquísimo espectro que no corresponde a una fórmula. De allí se desprendieron otros elementos y se profundizó la comunicación con la gente. Ello contribuyó, por ejemplo, a que una madre entienda qué es una mamografía o que pueda comprender qué es una anemia en los niños. Son sectores que están en exclusión, pero vitales al momento de constituirse en sectores productivos que mueven al país.

Vadell precisó que la población rural constituye aproximadamente el 8% de la población total de Uruguay que va quedando en el territorio nacional y es la espina dorsal del sistema agropecuario nacional. En esas situaciones el técnico es un facilitador, un interprete entre lo que ocurre a nivel social y es manejado por los medios de comunicación como la radio y la televisión; y lo que ocurre en la realidad cotidiana. Es un intermediario, por ejemplo, entre la terminología que maneja el médico o el ingeniero y las diferentes formas de palear o erradicar dificultades cotidianas. La comunicación es una herramienta estratégica. Al principio, las formulaciones de cambio de vida y de producción fueron rechazadas por los productores que no estaban acostumbrados a realizar actividades en conjunto. Es vital que los técnicos provengan del territorio en el cual trabajan para que sean uno más en el contexto de la producción.

Estudiantes de distintas profesiones, próximos a recibirse, ya están insertos en proyectos en sus departamentos de origen donde conviven cotidianamente.

Radios comunitarias

"Uruguay Rural" sólo acepta pedidos grupales de los vecinos organizados, situación que es una especie de filtro. Si bien el proyecto es básicamente agropecuario, recibe solicitudes como la adquisición y puesta en marcha de una radio comunitaria. Son pedidos aparentemente insólitos, "pero si lo pide la comunidad en un proceso de discusión, es necesario". En las zonas que se han solicitado verdaderamente no tenían acceso a transmisiones de radio. Zonas muy aisladas como "Cerro Pelado" en el departamento de Rivera o de "Pueblo Fernández" en Salto.

En la primera localidad ya se inauguró la radio. El aporte de la radio comunitaria para la segunda localidad lo realizó el proyecto PRODENOR que trabaja junto con MEVIR del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA). "Pueblo Fernández" ubicado en el este de Salto es emblemático porque han confluido en la zona distintos proyectos, con la finalidad de terminar con el aislamiento. Vadell sostiene que se tarda más tiempo en llegar a "Pueblo Fernández" que a Bella Unión, en Artigas. La radio comunitaria es una herramienta social de comunicación, además de que ha permitido que personas interesadas surgieran como nuevos locutores y cumplieran sus sueños, situación que de acuerdo a las condiciones del lugar es toda una proeza. También se realizaron homenajes a distintos maestros como Julio Castro y sus misiones socio pedagógicas.

Para los integrantes del proyecto "la expresión desarrollo rural es el seguimiento y la ejecución de distintas acciones, con la voz de la gente".

Es necesario respetar la calidad de decisión de la población que habita en el territorio porque es parte de un avance conjunto, sino el proceso no se realiza.

La tercera radio comunitaria que se está gestionando es para "Belén", ubicado muy cerca del río Uruguay, en Salto. Los vecinos gestionan el funcionamiento de las tres radios comunitarias.

Luz y agua

Los pedidos esenciales refieren a la presencia de luz eléctrica y agua potable. "Uruguay Rural" trabaja en pueblos rurales pequeños y pobres donde faltan servicios básicos. Es muy común encontrar la carencia de energía eléctrica y agua potable. Si bien el proyecto no brinda esos servicios, sí gestiona las acciones con OSE y UTE, además de ayudar con rubros financieros. La gran tarea es articular entre una demanda dispersa "que no tiene capacidad de ir a golpear puertas de oficinas" y un ente del Estado, que a veces, no tiene capacidad para brindar servicios en lugares tan alejados de las capitales.

El Director dijo que el proyecto está en el medio de la situación y se trata de que las partes se junten para comenzar a buscar los caminos con el objetivo de firmar convenios.

En ese sentido, el viernes pasado se firmó con OSE un convenio marco de cooperación. En esa instancia, básicamente el proyecto "Uruguay Rural" se comprometió a aportar, en las comunidades que tienen problemas de agua potable, asesoramiento técnico para una mejor organización comunitaria, requisito fundamental para brindar servicios.

El convenio regirá para todo el país. En ese contexto, en Rivera y Tacuarembó se inaugurarán próximamente tres ejemplos concretos que se trabajaron con la comunidad con esos objetivos.

Asimismo, los técnicos del proyecto trabajan en forma intensa en localidades de Artigas, Salto, Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo, donde existen zonas rurales muy carenciadas que están muy alejadas de las capitales departamentales.

Vadell expresó que "las personas están aisladas porque fueron alejadas de los procesos de desarrollo por los que atraviesa el país, muy a pesar de ellos". En ese contexto, explicó que "hace 100 años era un privilegio vivir cerca de las vías del tren, actualmente es una desgracia".

El Director señaló que existen pueblos pequeños con estaciones abandonas de trenes, que no tienen movimientos de circulación de bienes y que son parte de un paisaje de "taperas", sin habitantes.

De esta forma, afirmó que el país debe realizar un rediseño de las vías férreas porque ello va de la mano del desarrollo porque es un medio de transporte eficiente y económico para los pasajeros.

Herramientas de trabajo

Por su parte, el integrante de "Uruguay Rural", Juan Pablo Perrachón indica que los vecinos compran los insumos de trabajo a través de créditos reembolsables con la finalidad de adquirir semillas y herramientas.

Son créditos locales que tienen capacidad de gestión, acciones muy desarrollas en Canelones. En "Constitución" la sociedad de fomento maneja varios bancos de insumos con el propósito de desarrollar más la producción de pesca, lechería y apicultura.

Los pequeños productores de Rivera manejan como producción central proyectos vinculados con apicultura, ganadería y lechería. En Artigas existen proyectos similares, con un gran desarrollo de la horticultura que está abasteciendo a los centros poblados. Los proyectos se desarrollan en comunidades muy aisladas, donde los habitantes no son poseedores de tierras y demandan servicios básicos de agua potable, luz eléctrica, transporte o salud.

En la actualidad son 7.000 las familias beneficiadas por las gestiones del proyecto que está en articulación permanente con otros organismos.

Compensar la falta de tierra

Vadell indicó que en los lugares de más pobreza la mayor limitante es la falta de propiedad de tierras. Son pobladores rurales sin tierra, situación que establece una contradicción. Se avanzó con el Instituto de Colonización que otorgó campos a productores que no tenían tierras para cultivar o criar ganados en distintos lugares del país.

Se trabajó con grupos de personas que tenían ganado a pastoreo en los caminos vecinales y que vivían en los pueblos "Paloma" y "Saucedo" de Salto, con la finalidad de que ocuparan campos de Colonización. La misma situación se dio con productores que ocupan campos del Ministerio de Defensa, en Arerunguá. Así como en Tacuarembó, Artigas y Durazno, los técnicos ayudaron a armar y gestionar los nuevos proyectos productivos que hoy se realizan. También se adjudicaron a "Los Peludos" de Artigas, hace más de dos años, parcelas sembradas de cañas.

En todos los proyectos hay una cogestión de los recursos por parte de los vecinos de la zona y el MGAP, situación que es parte de los cambios que se impulsaron oportunamente.

Proyectos y coordinación

La producción porcina que se está iniciando en el departamento de Rocha vincula a los criadores con un proyecto de engorde colectivo y con la comercialización que se realizara con una industria ubicada en Minas, con procesos similares a los registrados en el proyecto COPRONEC de Canelones.

Los integrantes de "Uruguay Rural" también se vincularon con la empresa recuperada de productos chacinados "Serrana" ubicada en Minas.

En primer término, se instrumentó la nueva estructura industrial de la planta. Actualmente, se está desarrollando el aparato productivo primario con la elaboración de productos de cerdo. El volumen está aumentando con la incorporación de más productores rurales que están procesando la producción. Se trata de que los distintos eslabones se fortalezcan para que no haya asimetrías. El objetivo es la igualdad de fuerzas en la cadena de producción con el objetivo de negociar la distribución de las riquezas generadas en ese sector.

En Artigas, Salto, Rocha, Treinta y Tres y Cerro Largo, departamentos que no pertenecen a la cuenca tradicional lechera se están instrumentando proyectos que vinculan conjuntamente a productores rurales con la industria láctea.

"Uruguay Rural" trabaja en forma coordinada con MEVIR, la Universidad de la República, ANEP, OSE, UTE y con las divisiones de desarrollo de las Intendencias Municipales.

En Paysandú está planteada la necesidad de llevar agua potable para 10 pueblos de distintas zonas del departamento. En este momento, la Intendencia les lleva agua potable en camiones cisternas. El Director afirmó que la línea de trabajo de acceso al agua se está profundizando.

Los proyectos de agricultura familiar se jerarquizan con el apoyo sostenido de los grupos sociales junto al MGAP. Existen dos grandes sectores: los empresariales y la economía familiar. El Ministerio jerarquiza la ayuda hacia los sectores agrícolas familiares. Existen productores familiares más capitalizados que otros y el proyecto trabaja intensamente con los de menores recursos económicos y de formación.

Asalariados rurales

"Uruguay Rural" sumó al trabajo con los pequeños productores al sector de los asalariados rurales. Con ellos se mantienen distintos convenios que intentan generar ayudas y constituirse en un apoyo para nuevos emprendimientos. El convenio difunde a nivel radial los mensajes que ellos quieren transmitir a nivel de su sindicato y que hacen referencia al respeto de las Leyes laborales. Son ayudas para financiar a un abogado laboralista que es necesario para que puedan realizar consultas. Se financia desde hace tres años el costo de los pasajes que necesitan los peones rurales para concurrir a los Consejos de Salarios que se realizan en el MTSS, en Montevideo. El proyecto tiene las herramientas para cooperar con ellos.

   
 
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