MGAP - "Uruguay Rural"
Organización social para una cadena distributiva
justa de producción agropecuaria nacional
"Uruguay Rural" está presente en
las zonas más vulnerables del país. La gestión permitió
que productores organizados reforzaran su producción y
negociaran sus cosechas. Así optimizaron su calidad de
vida y lograron una mejor distribución de las riquezas
generadas. Las escuelas y las Mesas de Desarrollo Rural
se transformaron en ámbitos de participación, mediante
el cual obtuvieron agua potable, luz eléctrica o una
radio comunitaria.
"Uruguay Rural" es un proyecto
ejecutado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y
Pesca (MGAP), en el marco de un convenio suscripto por
el período 2001-2010 entre Uruguay y el Fondo
Internacional para el Desarrollo Agrario dependiente de
las Naciones Unidas (FIDA). En ese lapso se podrán
gastar U$S 24 millones en diferentes iniciativas.
El proyecto utiliza los fondos para
fortalecer la gestión y los procesos participativos que
se han iniciado a partir de 2005 con la presencia de
técnicos, productores familiares y asalariados rurales.
Actualmente y a futuro seguirán las
gestiones conjuntas con la participación de
trabajadores agrícolas, lecheros, arroceros,
forestales, naranjeros o productores de caña de azúcar,
con la finalidad de aportar valor agregado a la labor
cotidiana.
La mayor parte del trabajo de los
técnicos se realiza con productores familiares en
Artigas, Salto, Tacuarembó, Rocha y Canelones.
En los actuales proyectos y en los
que se harán antes del 2010 se seguirá procurando
obtener solidez y confianza en los vínculos personales
que se han generado en los distintos colectivos.
Las diferentes organizaciones se
seguirán sosteniendo con asistencia técnica, mediante
cursos de capacitación de apicultura, riego o con la
incorporación de nuevas técnicas de cultivo junto a la
compra de nueva tecnología.
La Mesas Institucionales están
funcionando bajo la órbita de la Unidad de
Descentralización del MGAP. "Uruguay Rural" aporta la
generación de la organización del sector de la
agricultura familiar y de pobladores rurales para que
puedan participar. En las Mesas, los trabajadores
tienen voz y voto para poder usar los recursos del
territorio donde habitan.
A partir de 2005, "Uruguay Rural"
apostó a innovar haciendo que distintos grupos
participaran en las gestiones y compartieran
responsabilidades.
Así lograron que manejaran recursos,
contrataran técnicos, administraran fondos de
financiamiento y percibieran una nueva relación entre
el Estado y su comunidad.
La injusta distribución de la
riqueza
El Director de "Uruguay Rural",
Antonio Vadell, explicó que en el año 2001, el acuerdo
firmado entre MGAP y FIDA, tuvo como objetivo reducir
la pobreza rural. A partir de marzo de 2005 se han
rediscutido los objetivos. De esta forma se
incorporaron nuevas facetas con la finalidad de
erradicar las causas que originan la pobreza. Para
ello, afirmó que es esencial desterrar definitivamente
las situaciones de indigencia en el medio rural y "no
amortiguar" solamente realidades carenciadas.
Agregó que la injusta distribución
de la riqueza origina que familias rurales que trabajan
de "sol a sol" tengan como resultado situaciones
cotidianas de extrema pobreza. Esa situación se genera
porque son "tomadores de precios" de lo que producen
con respecto al mercado. Si la situación se sigue
manteniendo el eslabón más flojo de las cadenas de
producción siempre es la agricultura familiar. Ese
deterioro significa más aumento de la pobreza, fuga de
las familias del campo hacia las villas miserias que
están alrededor de las ciudades.
Vadell afirmó que si no se para esa
injusticia que se da en situaciones de libre mercado,
donde los más poderosos son los que tienen todo para
ganar, no se van a corregir los resultados. Este año el
proyecto invirtió en su gestión U$S 4 millones.
Cambios en las cadenas de producción
El Director indicó que los cambios
concretos son los nuevos enfoques a la cadena de
producción distributiva. Allí se están fortaleciendo
los eslabones débiles para que en igualdad de fuerzas
los pequeños productores tengan capacidad de
negociación.
Esto se logra con la organización de
los productores que "es lenta y progresiva" pero que
cuando toma fuerza "es incontenible". Así ellos mismos
se asociaron, se integraron y agruparon. Este es el
caso de decenas de gremiales de productores que se han
conformado a lo largo y ancho del país. A veces son
cooperativas, sociedades de fomento o cooperativas
sociales diseñadas por el Ministerio de Desarrollo
Social (MIDES).
Los pequeños productores son los que
dan origen a la materia prima porque los procesos
productivos se dan "del campo a la ciudad". No
obstante, "los que originan la producción son los
grandes perdedores económicos".
COPRONEC en Canelones
En 2005 se conformó una cadena
distributiva de producción de tomates denominada
Cooperativa de Productores del Noroeste de Canelones (COPRONEC).
A partir de esa instancia, los
productores, los intermediarios, la industria y el
sistema de distribución al público discutieron las
condiciones de negociación. La mesa de discusión con el
respaldo del MGAP ensambló este sistema. Se lograron
convenios con la industria nacional y una gran
inversión con la obtención de una máquina que procesará
tomate industria con la finalidad de otorgarle una
calidad única en el país. Este sistema no se aplicaba
en Uruguay ya que el tomate industria se importaba de
Europa.
Esta producción nacional permite que
el producto sea procesado sin aditivos, sin
conservantes, sin sustancias químicas que son adversas
para una sana alimentación.
Este verano la cosecha de tomate se
procesará en una máquina que fabricó por encargo una
empresa Argentina. El origen de la cadena son pequeños
productores, que aunque están empobrecidos, pueden
originar productos de alta calidad. La producción de
COPRONEC, cooperativa integrada por más de 100
productores abastecerá un porcentaje del mercado
uruguayo. Se trabajó conjuntamente con el MGAP y la
Corporación Nacional para el Desarrollo durante tres
años. Con las primeras cosechas en conjunto, los
productores compraron utensilios de trabajo y cubrieron
necesidades básicas de sus familias. En la primera
cosecha se les financió las semillas y los
fertilizantes para producir tomate industria. Ningún
productor tenía más de una hectárea. "Uruguay Rural"
les pagó el façon para procesar los tomates.
El producto se industrializó y el
proceso agroindustrial aumentó el valor de la
mercadería y las ganancias de los productores. Se
reunieron en asamblea y por unanimidad decidieron
vender en forma colectiva y no individualmente.
El tomate industrializado se vendió
a granel y ellos comprobaron que nunca habían obtenido
tantas ganancias. En ese momento se dieron cuenta de
que el proceso agroindustrial aumenta el valor de la
mercaderías.
COPRONEC era una cooperativa de
productores. Actualmente es una empresa pujante, con
una alta demanda de participación por parte de las
familias del noroeste de Canelones.
La integración como base de lo
agropecuario
Vadell afirmó que se está avanzando
con la finalidad de contar con una sola política
agropecuaria para el país basada en la integración.
Los técnicos zonales y
departamentales del proyecto cumplen un rol de
integración en los diferentes lugares. Las Mesas de
Desarrollo Rural son la base descentralizada del
proyecto. La gestión de las mismas está
institucionalizada por medio de la Ley de
Descentralización de las Políticas Agropecuarias. Las
Mesas están integradas desde el punto de vista
gubernamental por dos representantes de la Intendencia
Municipal, un delegado del MGAP y asociaciones rurales
organizadas. Esa instancia genera un diálogo permanente
entre el gobierno, la ciudad y el campo que se debe
acrecentar.
En el tema desarrollo, lo rural es
el "último orejón del tarro" porque al "desarrollo
rural le gana el cordón cuneta".
Cooperativas, sociedades de fomento
o ligas de trabajos, son diferentes formas de denominar
la labor conjunta de los vecinos de localidades rurales
alejadas de las capitales departamentales.
La escuela rural como núcleo
participativo
Para los técnicos la unidad básica
de integración es la escuela rural. La institución
educativa tiene un paraje de referencia y una comunidad
que participa. El técnico manifestó que la escuela es
"la célula básica para el desarrollo" y elemento vital
para empezar a construir.
Vadell indicó que es necesario
consultar a la gente para generarles el reto de que
sepan que tienen capacidad de decisión.
Los procesos de desarrollo rural
necesitan la participación de la gente organizada,
elemento fundamental para generar descentralización,
"sin lo cual nada funciona y todo queda en un infeliz
intento". El trabajo sostenido en las escuelas produjo
que dos centros educativos que estaban cerrados a
consecuencia de las reformas educativas de los
gobiernos pasados, se reabrieran. Una de ellas está
ubicada en la 6ta. Sesión de los Bañados de Rocha y se
reabrió hace dos años. La escuela fue traspasada a una
sociedad que agrupa a los vecinos del lugar con la
finalidad de realizar eventos sociales. También es un
lugar de producción porque tiene un predio de cinco
hectáreas. Al año de la reapertura ya existía matrícula
de niños para reabrirla como institución escolar. Fue
reabierta con todos los servicios nuevamente este año.
Vadell aseveró que si se cierran las
escuelas el despoblamiento de la campaña se acelera
porque los padres saben que ni los niños van a poder
educarse. Esas situaciones retroalimentan la exclusión.
Enfatizó que es un acto de soberanía, que se debe
ejercer en el territorio nacional, detener el cierre de
escuelas y revertirlo reabriendo instituciones en el
medio rural.
La segunda escuela que se reabrió
esta a pocos kilómetros de Río Branco, en la frontera
con Brasil. El dinamismo de los vecinos permitió que
siguiera funcionando como escuela rural. La
inauguración se realizó hace pocas semanas con la
participación de autoridades de la Administración
Nacional de Educación Pública (ANEP).
La reapertura de escuelas se está
articulando con ANEP porque "no es fácil desde el punto
de vista institucional traspasar una institución
oficial a sociedades de vecinos".
Agregó que si bien los procesos
reproducen necesidades, también habilitan el inicio de
nuevos aprendizajes organizados.
La participación de los técnicos
Los vecinos plantean qué necesitan
para la zona y los técnicos asesoran de acuerdo a ello.
Los equipos interdisciplinarios de profesionales están
atentos a la situación socio-económica de los
pobladores.
La participación de agrónomos,
personal de salud, trabajadores sociales o de ciencias
de la comunicación contribuyó a conferir una visión más
completa del medio rural porque se modificaron las
líneas de observación que daban cuenta solamente de lo
que se producía, "tipo receta". Con el aporte de las
ciencias sociales comenzó a visualizarse un riquísimo
espectro que no corresponde a una fórmula. De allí se
desprendieron otros elementos y se profundizó la
comunicación con la gente. Ello contribuyó, por
ejemplo, a que una madre entienda qué es una mamografía
o que pueda comprender qué es una anemia en los niños.
Son sectores que están en exclusión, pero vitales al
momento de constituirse en sectores productivos que
mueven al país.
Vadell precisó que la población
rural constituye aproximadamente el 8% de la población
total de Uruguay que va quedando en el territorio
nacional y es la espina dorsal del sistema agropecuario
nacional. En esas situaciones el técnico es un
facilitador, un interprete entre lo que ocurre a nivel
social y es manejado por los medios de comunicación
como la radio y la televisión; y lo que ocurre en la
realidad cotidiana. Es un intermediario, por ejemplo,
entre la terminología que maneja el médico o el
ingeniero y las diferentes formas de palear o erradicar
dificultades cotidianas. La comunicación es una
herramienta estratégica. Al principio, las
formulaciones de cambio de vida y de producción fueron
rechazadas por los productores que no estaban
acostumbrados a realizar actividades en conjunto. Es
vital que los técnicos provengan del territorio en el
cual trabajan para que sean uno más en el contexto de
la producción.
Estudiantes de distintas
profesiones, próximos a recibirse, ya están insertos en
proyectos en sus departamentos de origen donde conviven
cotidianamente.
Radios comunitarias
"Uruguay Rural" sólo acepta pedidos
grupales de los vecinos organizados, situación que es
una especie de filtro. Si bien el proyecto es
básicamente agropecuario, recibe solicitudes como la
adquisición y puesta en marcha de una radio
comunitaria. Son pedidos aparentemente insólitos, "pero
si lo pide la comunidad en un proceso de discusión, es
necesario". En las zonas que se han solicitado
verdaderamente no tenían acceso a transmisiones de
radio. Zonas muy aisladas como "Cerro Pelado" en el
departamento de Rivera o de "Pueblo Fernández" en
Salto.
En la primera localidad ya se
inauguró la radio. El aporte de la radio comunitaria
para la segunda localidad lo realizó el proyecto
PRODENOR que trabaja junto con MEVIR del Ministerio de
Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA).
"Pueblo Fernández" ubicado en el este de Salto es
emblemático porque han confluido en la zona distintos
proyectos, con la finalidad de terminar con el
aislamiento. Vadell sostiene que se tarda más tiempo en
llegar a "Pueblo Fernández" que a Bella Unión, en
Artigas. La radio comunitaria es una herramienta social
de comunicación, además de que ha permitido que
personas interesadas surgieran como nuevos locutores y
cumplieran sus sueños, situación que de acuerdo a las
condiciones del lugar es toda una proeza. También se
realizaron homenajes a distintos maestros como Julio
Castro y sus misiones socio pedagógicas.
Para los integrantes del proyecto
"la expresión desarrollo rural es el seguimiento y la
ejecución de distintas acciones, con la voz de la
gente".
Es necesario respetar la calidad de
decisión de la población que habita en el territorio
porque es parte de un avance conjunto, sino el proceso
no se realiza.
La tercera radio comunitaria que se
está gestionando es para "Belén", ubicado muy cerca del
río Uruguay, en Salto. Los vecinos gestionan el
funcionamiento de las tres radios comunitarias.
Luz y agua
Los pedidos esenciales refieren a la
presencia de luz eléctrica y agua potable. "Uruguay
Rural" trabaja en pueblos rurales pequeños y pobres
donde faltan servicios básicos. Es muy común encontrar
la carencia de energía eléctrica y agua potable. Si
bien el proyecto no brinda esos servicios, sí gestiona
las acciones con OSE y UTE, además de ayudar con rubros
financieros. La gran tarea es articular entre una
demanda dispersa "que no tiene capacidad de ir a
golpear puertas de oficinas" y un ente del Estado, que
a veces, no tiene capacidad para brindar servicios en
lugares tan alejados de las capitales.
El Director dijo que el proyecto
está en el medio de la situación y se trata de que las
partes se junten para comenzar a buscar los caminos con
el objetivo de firmar convenios.
En ese sentido, el viernes pasado se
firmó con OSE un convenio marco de cooperación. En esa
instancia, básicamente el proyecto "Uruguay Rural" se
comprometió a aportar, en las comunidades que tienen
problemas de agua potable, asesoramiento técnico para
una mejor organización comunitaria, requisito
fundamental para brindar servicios.
El convenio regirá para todo el
país. En ese contexto, en Rivera y Tacuarembó se
inaugurarán próximamente tres ejemplos concretos que se
trabajaron con la comunidad con esos objetivos.
Asimismo, los técnicos del proyecto
trabajan en forma intensa en localidades de Artigas,
Salto, Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo, donde existen
zonas rurales muy carenciadas que están muy alejadas de
las capitales departamentales.
Vadell expresó que "las personas
están aisladas porque fueron alejadas de los procesos
de desarrollo por los que atraviesa el país, muy a
pesar de ellos". En ese contexto, explicó que "hace 100
años era un privilegio vivir cerca de las vías del
tren, actualmente es una desgracia".
El Director señaló que existen
pueblos pequeños con estaciones abandonas de trenes,
que no tienen movimientos de circulación de bienes y
que son parte de un paisaje de "taperas", sin
habitantes.
De esta forma, afirmó que el país
debe realizar un rediseño de las vías férreas porque
ello va de la mano del desarrollo porque es un medio de
transporte eficiente y económico para los pasajeros.
Herramientas de trabajo
Por su parte, el integrante de
"Uruguay Rural", Juan Pablo Perrachón indica que los
vecinos compran los insumos de trabajo a través de
créditos reembolsables con la finalidad de adquirir
semillas y herramientas.
Son créditos locales que tienen
capacidad de gestión, acciones muy desarrollas en
Canelones. En "Constitución" la sociedad de fomento
maneja varios bancos de insumos con el propósito de
desarrollar más la producción de pesca, lechería y
apicultura.
Los pequeños productores de Rivera
manejan como producción central proyectos vinculados
con apicultura, ganadería y lechería. En Artigas
existen proyectos similares, con un gran desarrollo de
la horticultura que está abasteciendo a los centros
poblados. Los proyectos se desarrollan en comunidades
muy aisladas, donde los habitantes no son poseedores de
tierras y demandan servicios básicos de agua potable,
luz eléctrica, transporte o salud.
En la actualidad son 7.000 las
familias beneficiadas por las gestiones del proyecto
que está en articulación permanente con otros
organismos.
Compensar la falta de tierra
Vadell indicó que en los lugares de
más pobreza la mayor limitante es la falta de propiedad
de tierras. Son pobladores rurales sin tierra,
situación que establece una contradicción. Se avanzó
con el Instituto de Colonización que otorgó campos a
productores que no tenían tierras para cultivar o criar
ganados en distintos lugares del país.
Se trabajó con grupos de personas
que tenían ganado a pastoreo en los caminos vecinales y
que vivían en los pueblos "Paloma" y "Saucedo" de
Salto, con la finalidad de que ocuparan campos de
Colonización. La misma situación se dio con productores
que ocupan campos del Ministerio de Defensa, en
Arerunguá. Así como en Tacuarembó, Artigas y Durazno,
los técnicos ayudaron a armar y gestionar los nuevos
proyectos productivos que hoy se realizan. También se
adjudicaron a "Los Peludos" de Artigas, hace más de dos
años, parcelas sembradas de cañas.
En todos los proyectos hay una
cogestión de los recursos por parte de los vecinos de
la zona y el MGAP, situación que es parte de los
cambios que se impulsaron oportunamente.
Proyectos y coordinación
La producción porcina que se está
iniciando en el departamento de Rocha vincula a los
criadores con un proyecto de engorde colectivo y con la
comercialización que se realizara con una industria
ubicada en Minas, con procesos similares a los
registrados en el proyecto COPRONEC de Canelones.
Los integrantes de "Uruguay Rural"
también se vincularon con la empresa recuperada de
productos chacinados "Serrana" ubicada en Minas.
En primer término, se instrumentó la
nueva estructura industrial de la planta. Actualmente,
se está desarrollando el aparato productivo primario
con la elaboración de productos de cerdo. El volumen
está aumentando con la incorporación de más productores
rurales que están procesando la producción. Se trata de
que los distintos eslabones se fortalezcan para que no
haya asimetrías. El objetivo es la igualdad de fuerzas
en la cadena de producción con el objetivo de negociar
la distribución de las riquezas generadas en ese
sector.
En Artigas, Salto, Rocha, Treinta y
Tres y Cerro Largo, departamentos que no pertenecen a
la cuenca tradicional lechera se están instrumentando
proyectos que vinculan conjuntamente a productores
rurales con la industria láctea.
"Uruguay Rural" trabaja en forma
coordinada con MEVIR, la Universidad de la República,
ANEP, OSE, UTE y con las divisiones de desarrollo de
las Intendencias Municipales.
En Paysandú está planteada la
necesidad de llevar agua potable para 10 pueblos de
distintas zonas del departamento. En este momento, la
Intendencia les lleva agua potable en camiones
cisternas. El Director afirmó que la línea de trabajo
de acceso al agua se está profundizando.
Los proyectos de agricultura
familiar se jerarquizan con el apoyo sostenido de los
grupos sociales junto al MGAP. Existen dos grandes
sectores: los empresariales y la economía familiar. El
Ministerio jerarquiza la ayuda hacia los sectores
agrícolas familiares. Existen productores familiares
más capitalizados que otros y el proyecto trabaja
intensamente con los de menores recursos económicos y
de formación.
Asalariados rurales
"Uruguay Rural" sumó al trabajo con
los pequeños productores al sector de los asalariados
rurales. Con ellos se mantienen distintos convenios que
intentan generar ayudas y constituirse en un apoyo para
nuevos emprendimientos. El convenio difunde a nivel
radial los mensajes que ellos quieren transmitir a
nivel de su sindicato y que hacen referencia al respeto
de las Leyes laborales. Son ayudas para financiar a un
abogado laboralista que es necesario para que puedan
realizar consultas. Se financia desde hace tres años el
costo de los pasajes que necesitan los peones rurales
para concurrir a los Consejos de Salarios que se
realizan en el MTSS, en Montevideo. El proyecto tiene
las herramientas para cooperar con ellos. |