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4 de noviembre, 2008

Familia del corazón

Adopción: para los padres una elección, para los hijos una segunda oportunidad
Para adoptar un niño se debe transitar por un proceso que comienza con una evaluación de idoneidad, ingreso al Registro Único de Aspirantes, preparación para la futura integración, selección e integración del hijo/a y su posterior adaptación. Se busca brindar garantías a los adoptantes y al niño/a, velando por su integridad y respetando el derecho a conocer su origen, explicó la Directora del Departamento de Adopción del INAU.

Existen dos estructuras jurídicas a tener en cuenta al momento de decidir adoptar un niño/a: la “Legitimación Adoptiva” y la “Adopción”, sostuvo la Directora del Departamento de Adopción del INAU, psicóloga Beatriz Scarone.  

La diferencia entre ambas es que los adultos marcan la condición en la que se encontrará el niño. Si los futuros padres están casados, el hijo pasaría a ser legítimo dentro del matrimonio y contaría con todos los derechos que posee cualquier hijo de una pareja.

En el caso de que no lo estuvieran, el niño sería adoptado, y éste vería “recortado” sus derechos, por ejemplo en los sucesorios, informó la Directora del Departamento de Legitimación Adoptiva y Adopción del INAU, Beatriz Scarone.

El Departamento de Legitimación Adoptiva y Adopción del INAU tiene jurisdicción nacional e internacional y está conformado por  dos áreas: una técnica , que cuenta con cinco asistentes sociales, cuatro psicólogos y la propia Directora, que también es psicóloga y un área administrativa, integrada por dos funcionarios y la directora administrativa.  

Requerimientos

Los requisitos que establece la Ley para acceder a una Legitimación Adoptiva son: tener cuatro años de casados o en su defecto una pareja con menos años de matrimonio pero que compruebe años de pareja estable; tener 25 años de edad  y una diferencia con el adoptado de 15 años.

En el caso de la adopción, la puede realizar cualquier persona, no importa su estado civil, siendo mayor de 25 años y con una diferencia con el adoptado de 15 años.  

El perfil de los adoptantes

La mayoría de quienes solicitan una adopción son parejas mayores de 40 años, donde una dificultad de esterilidad de ambos o de alguno de los integrantes, es lo que los motivó a adoptar. En el caso de personas con familia monoparental, la mayoría de las solicitudes provienen de mujeres mayores de 40 años.  

Los registros y los controles

Las situaciones de niños en condiciones de adoptabilidad, varía mucho, pueden ser derivados de los distintos Equipos Técnicos de los Hogares, del Programa de Alternativa Familiar o los Centros por convenio de INAU,  ya que son los que trabajan la posibilidad de desvinculación del niño de su familia de origen, o por el Poder Judicial a través de sus diferentes Juzgados de Familia y/o Juzgados Especializados de todo el país. 

Todos tienen derecho a una familia

Tradicionalmente las parejas optan por bebés o niños pequeños, pero desde el Departamento de Legitimación Adoptiva del INAU se trabaja para motivar a estas personas a adoptar niños mayores.

Hace dos años que se viene trabajando en este aspecto. En lo que se denomina “tiempo de espera” para la pareja y que es una espera activa, donde se preparan con asistentes sociales y psicólogos para la llegada de este niño.

Se trabaja en cuanto a características que tienen los niños mayores de un año, posibilidades de integración y particularidades de las historias de vida. Ello permite que la pareja reflexione, inclusive junto a su familia extensa o su grupo de amigos. El trabajo está dando sus frutos y se ha logrado revertir las cifras, según explicó Scarone. 

Un claro ejemplo de ello, es lo ocurrido en 2007, donde las cifras revelan que  las integraciones totales fueron 57:  niños recién nacidos derivados de la Maternidad del Centro Hospitalario Pereira Rossell fueron 16, en la franja etárea hasta un año fueron 14 y el resto -27- son niños mayores de un año hasta los nueve.

Este año es un ejemplo de la media, teniendo en cuenta que las cifras oscilan  entre 55 y 64.

No se trata solo de sensibilizar, sino de poder aclarar la situación de un niño, sus características, la edad, qué cosas se pueden esperar, conductas, estrategias de los pasos a seguir, porque es importante observar a los niños, cómo se desenvuelven, para conocer la etapa en la que se encuentran.

 Derechos de adoptantes y  de padres biológicos

Hasta que el trámite de separación definitiva y pérdida de patria potestad no finaliza, existe la posibilidad y el derecho de la familia de origen de reclamar por ese niño, en caso de arrepentimiento.

El trámite depende de los tiempos judiciales, de los juzgados y de cada caso en particular.

Por eso,  deben estar dadas las garantías por parte del Estado (debido proceso) de que este niño se encuentra en condiciones de pasar en adopción, porque fue imposible mantener los vínculos con su familia de origen, demostrando todo el trabajo realizado para su reinserción, certificado por informes técnicos. Estas garantías son para todos, fundamentalmente para el niño,  pero también para su familia de origen y para la adoptiva. 

La espera

Mucho se habla del tiempo que tardan los trámites, pero la complejidad del proceso, no tiene que ver con el tiempo. La pareja pasa por distintas etapas. El primer paso es la etapa de estudio,  donde se evalúa a la pareja desde el punto de vista social y psicológico,  a efectos de considerar su idoneidad para integrar el Registro Único de Aspirantes, o sea pasar a la “Lista de Espera”.  Una vez planteada una situación concreta de un niño en condiciones de adoptabilidad, el Equipo Técnico realiza la selección de la familia y, por último,  la integración de éste a su nuevo hogar, momento en el que se inicia el año de Tenencia Provisoria. 

Los tiempos de espera dependen fundamentalmente de los casos de niños  que son derivados al Departamento de Adopción. Siempre la demanda de adultos, o sea de quienes se presentan para adoptar o los aspirantes a la adopción, es mayor que la cantidad de situaciones de niños que se derivan al Departamento.

La realidad indica que cada una de las parejas que se acerca para solicitar la adopción, integra una lista de espera, teniendo en cuenta que nunca se pueden cerrar las cifras, porque existe más demanda que niños en condiciones de ser adoptados.

Uno de los motivos por los que se produce esta situación se debe a los casos que se registran fuera del marco institucional.  

La tenencia y la adaptación

El primer año de tenencia, es el período que la Ley marca para realizar el seguimiento, el apoyo y la continentación necesaria, que permiten la valoración del nuevo vínculo establecido entre el niño y su familia adoptiva. Luego se da paso a los trámites judiciales para realizar la Legitimación Adoptiva o Adopción, según corresponda.

A partir del momento en que la familia realiza su inscripción, se le asigna una dupla técnica, –psicólogo y asistente social- que la acompaña durante todo el proceso. Se realizan entrevistas en el domicilio y en el Departamento de Adopción.  

El trabajo se realiza con todo el núcleo familiar y también en forma individual con la pareja y/o con el niño o niña, según corresponda de acuerdo con la edad y  valorando el vínculo.

Si se trata de un niño grande y teniendo en cuenta el vínculo de confianza que a esa altura pueda existir con el técnico, es posible acercarse para conocer cómo están las cosas y poder valorar cómo se siente ese niño. Para ello se realiza un trabajo continuo, en el cual se mantienen entrevistas personales.

Son muy pocos los casos de niños que reingresan a INAU, por no haberse adaptado a su nueva familia o porque sus padres adoptivos no lograron hacerlo. Cuando se registra puntualmente algún caso, ha sido porque surgió alguna dificultad que no se pudo prever antes o porque se suscitó durante el proceso de Tenencia. La mayoría de las veces, las dificultades se dieron en la adaptación del adulto a su nuevo rol.  

El abandono

Existen muchas situaciones de niños que se dan por fuera del marco institucional. Se trata de niños  entregados a veces a cambio de dinero o de una canasta de comestibles, pero muchas otras veces por nada a cambio, simplemente son entregados..

Es difícil detectar si se pudo revertir esta situación, ya que no es sencillo contar con datos certeros.

En este sentido, Scarone se refirió a la situación de la Maternidad del Hospital Pereira Rossell, y al “aumento” registrado en los casos de abandono.

Scarone entiende que en realidad más que un aumento en los casos de abandono, lo que ocurrió fue que las prácticas que llevó adelante el Hospital dieron resultado. Desde los operadores, hasta los directores, cumpliendo con el procedimiento establecido, en cuanto al protocolo a seguir en esas situaciones que marcó el Ministerio de Salud Pública y el trabajo realizado por el Servicio Social, que data de mucho tiempo atrás.

Estas acciones han logrado que las madres decidan dejar a sus bebés dentro del Hospital y no realizar una entrega directa a un matrimonio.

De esta manera, el niño cuenta con más garantías, sabiendo además, que actualmente existe una respuesta rápida del Poder Judicial en este aspecto.

A través del Artículo 125 del Código de la Niñez y la Adolescencia, en una decisión que tomaron los jueces de urgencia en Montevideo, se dispone la entrega a una familia o pareja seleccionada por el Departamento, en forma transitoria, de manera que el bebé pase directamente de la Maternidad  del Centro Hospitalario a un medio familiar, con el posterior proceso legal.

En el caso de las Maternidades del interior, no se registran prácticamente solicitudes para integrar a un niño a una familia en Montevideo.

Son muy escasas las situaciones en que estos casos se concretan. En el año 2007, se registraron sólo uno o dos casos pertenecieron al Hospital de Canelones, que por la cercanía geográfica, fueron trasladados al Pereira Rossell  en tanto  requerían de una determinada atención.

Para revertir esta situación, el Departamento de Adopción viene realizando desde el año pasado una serie de visitas en los distintos departamentos. En coordinación con las Jefaturas Departamentales de INAU se organizan  jornadas de debate, en la cual se plantean los puntos de vista de cada localidad, con la participación del Ministerio de Salud Pública y  Poder Judicial.

Con el mismo propósito, a iniciativa de INAU, se ha conformado una Comisión Interinstitucional integrada por representantes del MSP y Poder Judicial,  la que en breve estará trabajando sobre el tema, para fijar criterios comunes, procedimientos claros, que permitan trabajar en forma más ordenada,   garantizando el derecho de estos niños a que se realice el debido proceso del pasaje de su familia de origen a la adoptiva.  

Familia monoparental y parejas homosexuales

Al momento de elegir quiénes serán los adoptantes de un niño, no se prioriza un matrimonio ante una familia monoparental. Lo que importa es saber si es posible  responder a las necesidades de ese niño en particular.

Por lo general cuando se habla de familia monoparental, se piensa en un criterio técnico fijado por el Departamento, que alude a que es el adulto quien fija la condición del niño: “hijo legítimo” si están casados o “adoptado” si no es así, por lo que quienes sean dados en adopción a una pareja monoparental verían limitados sus derechos.

Debido a esto, cuando se presentan familias monoparentales, se opta por plantearles situaciones de niños de cinco años en adelante.

En el caso de las parejas homosexuales, no se registraron solicitudes en el último período. Al menos de forma manifiesta,  no se ha planteado esa opción sexual. 

Transformación de la normativa

Se estudian en el Parlamento una serie de modificaciones a la normativa existente mediante un Proyecto de Ley, entre las que se destacan: un mayor control por parte del Estado en todas las adopciones en general, en el sentido que el niño no sea separado por razones económicas por su familia de origen. Además, que de alguna manera la familia de origen esté informada de las posibilidades y recursos que cuenta para hacerse cargo del niño y si se decide por la adopción, que se informe el alcance. Se procura que la pareja sea seleccionada, que esté evaluada y preparada por un equipo especializado.

Es importante, también, igualar los derechos de estos niños, no importa la condición del adulto. Se pasaría a tener una estructura de adopción que abarcaría todo y no importaría la condición del adulto, si es casado o no. Al mismo  tiempo,  se abrirían las puertas a la denominada “adopción abierta” . Dentro de esta acepción están comprendidas aquellas excepcionales adopciones en las que los niños mantienen un vínculo con algunos miembros de su familia de origen. Desde ya, el trato con hermanos es aceptado por todos. No obstante,  a veces se resiste más a la visita de un abuelo o un tío.

Se requiere también, el control estatal de esta situación, siendo INAU el Organismo rector en la materia, por lo que se darían por el referido Departamento, todas las adopciones, lo que permite un mayor registro de cada historia, la forma en que el niño  fue separado de su familia, el por qué, el derecho a conocer acerca de  sus orígenes y tener la información  allí disponible.   

Conocer los orígenes

El Departamento de Legitimación Adoptiva y Adopción del INAU siempre apoyó a las familias, cuando uno de los individuos adoptados decide conocer sus orígenes, saber de sus padres biológicos.

Puntualmente desde 2004, con la aprobación del nuevo Código de la Niñez y la Adolescencia que establece la conformación de un programa, se profundizó en el tema. Esto generó un movimiento, por lo que durante 2007 concurrieron muchas personas de distintas edades en busca de información o al menos confirmar los datos que ya tenían, desde adolescentes hasta personas de 50 años. Se registró un caso de una anciana de 80 años, que quiso averiguar sobre su historia,  porque su nieto lo necesitaba.  

Tengo derecho a saber  

Conocer los orígenes, saber que es adoptado, es un derecho de los individuos. Está establecido desde el punto de vista legal,  en el Código de la Niñez y la Adolescencia saber cuál es su condición, conocer sus antecedentes.

Se trabaja sobre este tema desde hace años –aún sin estar legislado- porque los secretos, el ocultamiento origina una patología conflictiva en la vida adulta. 

Es importante que la verdad se conozca desde un primer momento, que se maneje en la familia con total naturalidad. Que se hable del día que llegó, el lugar donde se lo fue a buscar, con su correspondiente registro de fotos. Manejarlo desde ese lugar, permite que el niño lo vaya incorporando, haciendo suya esa situación. Un elemento de gran aporte es la utilización de la literatura infantil que existe sobre el tema.

Si como padres se está seguro acerca de  que efectivamente es lo mejor para este niño, esta situación no va a generar conflictos, explicó Scarone.

Luego se llega a una etapa en que aparecen muchas preguntas. Para ese particular  momento se cuenta con el apoyo del Departamento de Adopción, que genera estrategias para saber cómo responder de acuerdo con las capacidades intelectuales de los niños , sus  necesidades y sus edades.

En caso de que surja durante la adolescencia la necesidad de la búsqueda del origen, es importante prepararlos para poder acompañarlos en este importante proceso, para que lo puedan entender, no como un cuestionamiento hacia los padres adoptivos, sino como un derecho a saber y una necesidad de terminar de formar su identidad como persona.

   
 
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