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11 de noviembre, 2008

Usinas de Cultura

Democratizarán la producción cultural e integrarán a los más postergados
El Director Nacional de Cultura Hugo Achugar anunció que el proyecto comenzará a funcionar en 2009. Promueve el acceso a las nuevas tecnologías de producción cultural y fomenta la descentralización, implantando infraestructura cultural en localidades del país que tienen un notorio déficit en la materia. Los usuarios tendrán acceso a una amplia variedad de talleres de formación en diferentes actividades artísticas y podrán realizar proyectos de producción artísticos y culturales.

Hasta el presente, “lo que se venía haciendo era democratizar al acceso a la Cultura en términos de disfrute y goce. Ahora, lo que vamos a intentar democratizar, es la producción cultural”, adelantó el Director Nacional de Cultura Hugo Achugar, aludiendo a la esencia del Proyecto Usinas de Cultura.

El mismo, que pronto será realidad, procura satisfacer las necesidades básicas culturales a niveles de infraestructura, individual y comunidad. También aspira promover la participación y producción de actividades culturales de cada individuo y a nivel comunitario, en diferentes puntos del país.

El proyecto prevé la realización de cursos y talleres en radio, televisión, video, fotografía digital, música, producción musical así como aquellas que para su desarrollo requieren equipos técnicos o instrumentos musicales.

Es un “proyecto de ciudadanía cultural en el sentido más amplio”, aseveró Achugar.

El jerarca estimó que las cuatro primeras usinas (de las seis proyectadas), comenzarían a funcionar en febrero del año próximo en Castillos (Rocha), Pueblo Constitución (Salto), Nueva Helvecia (Colonia) y Villa García (Montevideo). En algunos lugares se instalarán en los Centros MEC y en otros, se prevé adecuar edificaciones ya existentes.  

Los usuarios, sin límite de edad y en forma gratuita, accederán a sala de audio, estudio de video, centro de edición y producción, sala de música con instrumentos musicales, salón multiuso para talleres y sala para exhibiciones. Las Usinas de Cultura estarán equipadas con una consola de audio digital, isla multiefectos, monitores, micrófonos, cámaras de video, terminales de computación y unidades lumínicas. En estos momentos, se avanza en los detalles de la licitación para la compra de ese equipamiento técnico, cuyo llamado se dará a conocer en las próximas semanas.

Los asistentes “tomarán en préstamo estos instrumentos pero con un coordinador y un gestor que no solamente les va a enseñar a usar este equipamiento, sino que realizará un seguimiento para adiestrarlos técnicamente. Pero no en contenidos, que los pone el ciudadano”, aclaró Achugar.

“El acceso a la producción cultural estimula el desarrollo e integración entre las personas, además de promover la socialización y el acceso a la plena ciudadanía cultural”, señala un documento de esa repartición del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Y agrega que este proyecto “apunta a la descentralización, a partir de implantar infraestructura cultural en lugares que tengan un notorio déficit, así como democratizar el acceso a las nuevas tecnologías de producción cultural”.

La formación artística y cultural es uno de los componentes importantes en los que se articula el Proyecto. Los usuarios tendrán la posibilidad de acceder a una gama de talleres de formación en diferentes actividades artísticas y en el uso de las tecnologías de producción cultural. Los mismos serán ofrecidos por los diferentes programas de la Dirección Nacional de Cultura, o a través de acuerdos con organizaciones gubernamentales que trabajan en esta temática.

Otro de los componentes que integran el plan, fomenta el apoyo a proyectos de producción artísticos y culturales. Apuntará a apoyar a aquellas personas o grupos comunitarios (de la zona de influencia de las usinas) que quieran desarrollar un proyecto cultural. A éstos se les facilitará el uso de las instalaciones de las Usinas para la producción cultural (grabación de demo, CD, video, etc.), así como asesoramiento y orientación para su difusión.

Poner en funcionamiento cada Usina cuesta U$S 50.000 en materia de infraestructura, a lo que se le debe agregar 2.000 horas docentes anuales por un monto de U$S 20.000, además del pago a técnicos de audio y video por U$S 10.000, también anuales.

Pero esto no lo es todo, Achugar indicó que el Proyecto incluye la puesta en funcionamiento de las usinas móviles, que recorrerán pueblos y ciudades de todo el país. Si bien no adelantó cifras, el jerarca dijo que son más costosas que las usinas fijas y que su financiamiento se lograría gracias a un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), fondos propios y otros aportados por la UNESCO, además de una suma que se aguarda concretar proveniente del gobierno de Canarias (España).

 “Si usted quiere registrar una música particular de una localidad –ejemplifica el jerarca- y no dispone de recursos para pagar un estudio de audio, o considera que la vida de su vecina, que tiene 90 años, es un buen testimonio oral que debe ser preservado, o quiere grabar en video la historia del barrio, ahora, con este proyecto, lo podrá hacer”, aseguró el jerarca.

Achugar confía en que los productos culturales surgidos de las Usinas, no sólo permitirán que el individuo desarrolle su potencial creativo, sino que los contenidos podrán constituirse en un producto de la propia comunidad y hasta insertarse en la programación de canales de televisión cable, radios nacionales y comunitarias.  

En tono reflexivo Achugar concluyó que “Aquí (con el Proyecto de Usinas de la Cultura) se distribuyen los recursos de otra manera. A los que tienen menos hay que darles más. Y a los que tienen mucho, hay que darles menos”.  

   
 
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