Usinas de Cultura
Democratizarán la producción cultural e integrarán a
los más postergados
El Director Nacional de Cultura
Hugo Achugar anunció que el proyecto comenzará a
funcionar en 2009. Promueve el acceso a las nuevas
tecnologías de producción cultural y fomenta la
descentralización, implantando infraestructura cultural
en localidades del país que tienen un notorio déficit
en la materia. Los usuarios tendrán acceso a una amplia
variedad de talleres de formación en diferentes
actividades artísticas y podrán realizar proyectos de
producción artísticos y culturales.
Hasta el presente, “lo que se venía
haciendo era democratizar al acceso a la Cultura en
términos de disfrute y goce. Ahora, lo que vamos a
intentar democratizar, es la producción cultural”,
adelantó el Director Nacional de Cultura Hugo Achugar,
aludiendo a la esencia del Proyecto Usinas de Cultura.
El mismo, que pronto será realidad,
procura satisfacer las necesidades básicas culturales a
niveles de infraestructura, individual y comunidad.
También aspira promover la participación y producción
de actividades culturales de cada individuo y a nivel
comunitario, en diferentes puntos del país.
El proyecto prevé la realización de
cursos y talleres en radio, televisión, video,
fotografía digital, música, producción musical así como
aquellas que para su desarrollo requieren equipos
técnicos o instrumentos musicales.
Es un “proyecto de ciudadanía cultural
en el sentido más amplio”, aseveró Achugar.
El jerarca estimó que las cuatro
primeras usinas (de las seis proyectadas), comenzarían
a funcionar en febrero del año próximo en Castillos
(Rocha), Pueblo Constitución (Salto), Nueva Helvecia
(Colonia) y Villa García (Montevideo). En algunos
lugares se instalarán en los Centros MEC y en otros, se
prevé adecuar edificaciones ya existentes.
Los usuarios, sin límite de edad y en
forma gratuita, accederán a sala de audio, estudio de
video, centro de edición y producción, sala de música
con instrumentos musicales, salón multiuso para
talleres y sala para exhibiciones. Las Usinas de
Cultura estarán equipadas con una consola de audio
digital, isla multiefectos, monitores, micrófonos,
cámaras de video, terminales de computación y unidades
lumínicas. En estos momentos, se avanza en los detalles
de la licitación para la compra de ese equipamiento
técnico, cuyo llamado se dará a conocer en las próximas
semanas.
Los asistentes “tomarán en préstamo
estos instrumentos pero con un coordinador y un gestor
que no solamente les va a enseñar a usar este
equipamiento, sino que realizará un seguimiento para
adiestrarlos técnicamente. Pero no en contenidos, que
los pone el ciudadano”, aclaró Achugar.
“El acceso a la producción cultural
estimula el desarrollo e integración entre las
personas, además de promover la socialización y el
acceso a la plena ciudadanía cultural”, señala un
documento de esa repartición del Ministerio de
Educación y Cultura (MEC). Y agrega que este proyecto
“apunta a la descentralización, a partir de implantar
infraestructura cultural en lugares que tengan un
notorio déficit, así como democratizar el acceso a las
nuevas tecnologías de producción cultural”.
La formación artística y cultural es
uno de los componentes importantes en los que se
articula el Proyecto. Los usuarios tendrán la
posibilidad de acceder a una gama de talleres de
formación en diferentes actividades artísticas y en el
uso de las tecnologías de producción cultural. Los
mismos serán ofrecidos por los diferentes programas de
la Dirección Nacional de Cultura, o a través de
acuerdos con organizaciones gubernamentales que
trabajan en esta temática.
Otro de los componentes que integran el
plan, fomenta el apoyo a proyectos de producción
artísticos y culturales. Apuntará a apoyar a aquellas
personas o grupos comunitarios (de la zona de
influencia de las usinas) que quieran desarrollar un
proyecto cultural. A éstos se les facilitará el uso de
las instalaciones de las Usinas para la producción
cultural (grabación de demo, CD, video, etc.), así como
asesoramiento y orientación para su difusión.
Poner en funcionamiento cada Usina
cuesta U$S 50.000 en materia de infraestructura, a lo
que se le debe agregar 2.000 horas docentes anuales por
un monto de U$S 20.000, además del pago a técnicos de
audio y video por U$S 10.000, también anuales.
Pero esto no lo es todo, Achugar indicó
que el Proyecto incluye la puesta en funcionamiento de
las usinas móviles, que recorrerán pueblos y ciudades
de todo el país. Si bien no adelantó cifras, el jerarca
dijo que son más costosas que las usinas fijas y que su
financiamiento se lograría gracias a un convenio con el
Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), fondos propios
y otros aportados por la UNESCO, además de una suma que
se aguarda concretar proveniente del gobierno de
Canarias (España).
“Si usted quiere registrar una música
particular de una localidad –ejemplifica el jerarca- y
no dispone de recursos para pagar un estudio de audio,
o considera que la vida de su vecina, que tiene 90
años, es un buen testimonio oral que debe ser
preservado, o quiere grabar en video la historia del
barrio, ahora, con este proyecto, lo podrá hacer”,
aseguró el jerarca.
Achugar confía en que los productos
culturales surgidos de las Usinas, no sólo permitirán
que el individuo desarrolle su potencial creativo, sino
que los contenidos podrán constituirse en un producto
de la propia comunidad y hasta insertarse en la
programación de canales de televisión cable, radios
nacionales y comunitarias.
En tono reflexivo Achugar concluyó que
“Aquí (con el Proyecto de Usinas de la Cultura) se
distribuyen los recursos de otra manera. A los que
tienen menos hay que darles más. Y a los que tienen
mucho, hay que darles menos”. |