Quedó inaugurada esta mañana la Maestría en Políticas y Gestión Públicas. A partir de ahora, la Administración Central del Estado uruguayo, contará con un programa de formación que será requisito exigido para ocupar cargos de Alta Conducción. Se trata de una iniciativa compartida entre la Oficina Nacional de Servicio Civil, UDELAR y la Escuela Nacional de Administración Pública de Francia.

Está destinada a funcionarios aspirantes a ocupar puestos de jerarquía, que se ubicarán en el estadio más alto dentro de la pirámide de cargos de carrera y estarán por debajo de los cargos políticos.

El Director de la Escuela Nacional de Administración Pública, Sergio Villanueva, explicó que para definir quienes realizarían esta edición inaugural de la Maestría, se convocó a trabajadores públicos que aspiraban a dos cargos específicos dentro del organigrama de la Administración Pública y luego se inició un proceso de selección que constó de diferentes instancias.

La primera, consistió en cotejar que cada uno cumpliera con los requisitos de admisibilidad correspondientes y la segunda, se trató de una prueba organizada por la ONSC, que tuvo carácter innominado, donde los participantes debieron resolver un caso, con diagnóstico de situación y propuestas. Quienes superaron estas instancias, se sometieron a una prueba a cargo de la Universidad de la República, que medía los conocimientos acerca de las cuatro unidades temáticas sobre las que versa la Maestría: Estado y Políticas Públicas, Derecho Público, Finanzas Públicas y Gestión Pública. Habrá un quinto eje articulador de esos conocimientos que vinculará la teoría con la práctica y se traducirá en un trabajo de campo final con el apoyo de tutores.

Finalmente, fueron 22 los funcionarios que pasaron las pruebas y que, entre lo que resta del año 2008 y diciembre de 2009, participarán del curso para recibir el título de Magíster. Al momento de definir la carga horaria curricular, se tuvo en cuenta que los cursantes no desatendieran sus respectivas obligaciones laborales.

Villanueva señaló que el Estado deberá garantizar el financiamiento y que por una razón de equidad, para ocupar estos cargos de Alta conducción, se requerirá título universitario o su equivalente, de modo de permitir el acceso a estos, a personas que no necesariamente tuvieran títulos terciarios, pero que por trayectoria, formación y experiencia, están capacitados para cumplir un rol protagónico en la transformación democrática del Estado.

El Director de la ENAP, resaltó que en la elaboración del Programa de Formación de la Alta Conducción, participaron académicos, docentes, funcionarios y tanto COFE, como la Mesa Sindical Coordinadora de Entes, tuvieron un importante papel. A estos actores, también se sumaron la Dirección de ONSC, Presidencia de la República, el Consejo de Ministros y el Parlamento.

Villanueva dedicó una parte de su exposición a agradecer a la Embajada de Francia, que posibilitó el intercambio de conocimientos y experiencias con la Escuela Nacional de Administración de Francia. Indicó que se trata de una institución que posee una trayectoria de más de 60 años en la formación de dirigentes del Estado francés.

También valoró y agradeció el aporte de la Universidad de la República que, según dijo, tuvo y tendrá un papel de privilegio en la formación de los Altos Directivos Públicos.

Para la Directora de Servicio Civil, Cecilia Menéndez, se trata de un Maestría que se articula con la carrera administrativa. Agregó que quienes se titulen, accederán a cargos que aún hoy no existen dentro de la Administración Pública, y que se crean a partir de la penúltima Rendición de Cuentas.

Menéndez indicó que dentro de sus competencias, los funcionarios que ocupen dicho rango, deberán mantener la memoria institucional de cada una de las reparticiones, lo que no resulta fácil, dijo, en un país en el que cada 5 años, cambia sus autoridades políticas.

El Rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, saludó este emprendimiento y afirmó que el país toma como meta nacional, la generalización de la enseñanza avanzada, a lo largo de la peripecia vital de sus ciudadanos. Añadió que se debe concientizar a las distintas generaciones, que el futuro del país depende, en gran medida, de la capacidad de construir diversas vías para que todos puedan aprender siempre.

Arocena aclaró que no es pretensión de la mayor Casa de Estudios, concentrar en sí misma la educación avanzada, sino que por el contrario, definió que apunta colaborar en la construcción de un complejo y diversificado sistema nacional de educación avanzada y permanente. Aplaudió la idea de generalizar la enseñanza avanzada y combinarla con el desempeño de una labor creativa, relevante e innovadora, desde el punto de vista de las instituciones públicas, a lo largo de la vida.

Arocena defendió la idea de que, a mayor cargo de responsabilidad y complejidad laboral,  mayor debe ser el tiempo que se dedica a la formación y agregó que ese pensamiento se debe transformar en parte de nuestra cultura e identidad.