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25 de noviembre, 2008

Ex Presidente Cardoso

Es posible la reconstrucción económica respetando las diferencias y los valores universales
La crisis que enfrenta el mundo encuentra una sociedad fragmentada, donde surgen nuevas formas de solidaridad y se impone la cuestión de la seguridad física y psicológica. Además, el sentido de pertenencia y comunidad cobran relevancia en una sociedad que no satisface el sentido de pertenencia que buscan las personas, puntualizó en el foro "Tendiendo Puentes II" en Punta del Este, el ex mandatario brasileño, Fernando Henrique Cardoso.

El mecanismo que crea las crisis se repite, existiendo siempre una ansiedad por ganar cada vez más y de alguna manera se inventan modelos. A pesar de que ese mecanismo que se repite, cada vez presenta un desdoblamiento diferente. En tanto Brasil y otros países de la región enfrentaron crisis que tienen que ver con el tipo de cambio, la moneda, la actual crisis se origina y se desdobla a partir de lo que ocurre en las economías industrializadas, específicamente en Estados Unidos, en un mundo globalizado, sostuvo el Expresidente de Brasil, José Henrique Cardoso.

El elemento nuevo lo constituyen los medios tecnológicos que permitieron un desempeño del proceso productivo mucho más amplio, así como la globalización del sistema financiero. Aún no conocemos qué profundidad alcanzará pero es posible desarrollar políticas anticíclicas para contrarrestar sus efectos, agregó el disertante, aludiendo al anuncio de la aplicación de un programa anticíclico por parte del electo presidente de Estados Unidos.

Es conocido que lo peor que puede pasar es que los bancos centrales cierren sus puertas y no ofrezcan liquidez al sistema financiero, por ello sumas inmensas de dinero están entrando al sistema financiero para evitar que se repitan los hechos de 1929. Por tanto, desestimó Cardoso que se llegue a una depresión, si bien ello depende de las acciones que se tomen para contrarrestar.

Es más, el Banco Central de Estados Unidos ofreció grandes aportes financieros a países que no los pidieron, por ejemplo a Brasil, a quien ofreció 30 mil millones de dólares. Además, pasó a pagar los papeles de las empresas, pasando a actuar como un banco más.

Eso es así debido a que una de las consecuencias de esta crisis tiene que ver con el futuro estado de la sociedad y con la arquitectura financiera global. En realidad, todo depende exclusivamente hoy del Banco Central de Estados Unidos.

Existe un hecho nuevo hoy, que es la fuerza con la que entró el Gobierno de Estados Unidos y luego el de Gran Bretaña, capitalizaron directamente los bancos. Es una señal de que en el futuro probablemente algunas instituciones van a ser rediseñadas para que puedan hacer frente a una economía que se ha globalizado. Sería una oportunidad para los países emergentes de tener más participación, si bien resta ver la posición que adoptarán los gobiernos de China, Japón y los países árabes.

El Expresidente de Brasil se preguntó si de aquí en más el modelo consumista deberá ser revisado. La función de los gobiernos hasta el momento era asegurar las condiciones para que la gente participara del mercado, pero hay otros valores. La sociedad contemporánea se ha fragmentado notoriamente, y surgen nuevas formas de solidaridad que no están basadas directamente en el mercado y su consumismo. Lo que organiza la vida de las sociedades es el mercado, la empresa es la gran fuerza de organización de la economía occidental, pero hoy día ella es más insegura, se genera incertidumbre respecto al futuro y la cuestión de la seguridad física y psicológica se impone.

En la discusión de una nueva sociedad, estos temas, así como los de pertenencia y comunidad son esenciales. La sociedad de mercado, por su característica de competitividad, no satisface ese sentido de pertenencia que las personas buscan. Por eso es necesario buscar otras dimensiones.

Otro punto que destacó el Expresidente es la presencia de nuevos actores en las sociedades, así como la existencia de la sociedad civil y las formas y fórmulas no corporativistas de participación social. Antiguamente, lo colectivo se anteponía al individualismo, pero ya no es así hoy, porque existe otro tipo de individuo y otro tipo de colectivo. El individuo como persona escoge y tiene noción de su compromiso social, puede informarse e influenciar, está vinculado a una red. Es un actor que no sabe muy bien cómo va a jugar, pero que ya está jugando, y lo hace en su caso, sostuvo Cardoso al mencionar el caso de las elecciones en Estados Unidos, la financiación de la campaña del electo Presidente y su planteamiento de nuevos temas.

Además, en las sociedades modernas la empresa actúa como tal en el mercado y como agente de cambio social. Si se analiza, se comprobará su rol en países de América Latina y la modernización de sus relaciones económicas y sociales. Ello se traduce en el concepto de responsabilidad social. Es decir que la empresa actúa como un agente de cambio y busca vincularse a otros sectores.

A este aspecto, debe agregarse la asociación de lo privado y lo público. No se soluciona ningún problema en el aislamiento del Gobierno, ni existe empresa u organización social que por sí misma pueda hacerlo. Por lo tanto, se impone buscar una interconexión. Asimismo, el Gobierno debe abrirse a esas fuerzas.

Por tanto, agregó Cardoso, existen muchos factores novedosos y quizás esta crisis permita precipitar la acción de estos factores. La antigua oposición sociedad- comunidad no es tan clara hoy día, fruto de las transformaciones que involucran los valores, los que también están cambiando.

Así como el concepto de sociedad de bienestar amplía su significado entendido como bienestar material, el concepto de democracia se extiende, abarcando no sólo la igualdad ante la ley, sino también otros aspectos, como el reconocimiento y respeto a los diferentes, y mantenimiento de los valores universales.

   
 
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