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3 de diciembre, 2008

Viceministro, Andrés Masoller

Uruguay seguirá creciendo por encima del promedio de los últimos cincuenta años
En ocasión del Foro ACDE 2008, el Subsecretario de Economía, Andrés Masoller, prevé que Uruguay seguirá creciendo a tasas razonables por encima del promedio de los últimos cincuenta años, es decir un 3%. Sostuvo que las fortalezas contraídas en los últimos años nos permitirán atravesar el contexto internacional, sin un deterioro significativo en las condiciones de vida de los uruguayos.

Respecto a los principales efectos de la crisis financiera en Uruguay, Masoller adelantó que se ha observado las tasas de interès y el tipo de cambio frente a la situación internacional. En este sentido, dijo que el riesgo país se elevó, a la vez que el tipo de cambio se depreció en forma significativa. En cuanto a la actividad real, parte de los recursos siguieron creciendo, al menos hasta el tercer trimestre del año. En la industria se observó un crecimiento de 13% en setiembre, mientras que la inversión sigue mostrando un dinamismo importante, sin señales de freno.

Al mismo tiempo, Masoller entendió que los consumidores uruguayos no se han visto afectados por los hechos externos, dado que han mostrado un comportamiento expansivo en sus compras. Ello se vio reflejado en la recaudación de la DGI, en particular en el IVA, la cual crece a tasas muy importantes, tanto en setiembre como octubre y noviembre.

Las importaciones de noviembre muestran un crecimiento interanual del 46%, excluyendo el petróleo, aunque respecto a las exportaciones se nota una caída en los últimos meses. Reafirmando el diálogo permanente entre el Ministerio de Economía y los exportadores, Masoller dijo que se menciona como causa de este fenómeno el cierre de los mercados, la pérdida de negocios, las dificultades de cobro, los precios que se han revisado a la baja, las caídas de líneas de crédito y el encarecimiento del financiamiento.

En cuanto al mercado laboral, señalò que no se observa un impacto significativo en el desempleo: los beneficiarios de subsidio de desempleo están prácticamente en los mismos niveles que un año atrás; los contribuyentes al BPS siguen creciendo y están en niveles históricos récord. Tampoco ha habido un impacto significativo en los sectores con los datos de octubre, excepto en el sector agropecuario, donde se constata un pequeño crecimiento en el número de beneficiarios de subsidio al desempleo.

Para el cierre de este año, advirtió Masoller, esperamos una menor demanda externa que llevará a una desaceleración muy importante en la producción industrial en el último trimestre del año, sumado al efecto de la sequía en el sector agropecuario. De todas formas, el Subsecretario consideró que el efecto de la crisis internacional sobre otros componentes de la producción será limitado, a pesar de que las exportaciones medidas en dólares se reducirán pero la caída será menor en volúmenes físicos.

Para Masoller, el motor de crecimiento será la demanda interna, especialmente el consumo privado y también contribuirá positivamente la inversión. Y se van a registrar reducciones en los niveles de empleo en los próximos meses, especialmente en los sectores directamente afectados por la recesión internacional, dijo.

Por otra parte, indicó que no habrá un escenario recesivo para el 2009, ya que existen un conjunto de fortalezas que permitirán amortiguar los impactos de la crisis, como los equilibrios macroeconómicos, las reformas estructurales que se han ido realizando, un marco institucional más sólido, un proceso de inversión muy dinámico, menores vulnerabilidades, estabilidad macroeconómica importante y como aspecto esencial, participación social en los frutos del crecimiento. Para el Viceministro, esta política protege al país frente a un escenario más complicado a nivel internacional, aunque sostuvo que los canales de transmisión de la crisis internacional tienen cierta debilidad respecto a Uruguay, ya que no operan tanto en la región. En cuanto a dichos canales, se refirió a los mercados accionarios, por lo que el impacto vía caída libre de la bolsa no nos afectaría directamente. Si bien el riesgo país aumentó y si bien es difícil acceder a los mercados internacionales de capital, Uruguay tiene prefinanciado dos años, afirmò.

Uruguay tampoco tiene problemas con los créditos de empresas en los mercados internacionales, por lo que los bancos no están expuestos, además de que el endeudamiento interno es muy bajo y no hay salida de capitales por desmonte.

El principal canal real por donde puede transmitirse la crisis internacional es la baja muy fuerte de los precios de las materias primas, sostuvo Masoller, quien a la vez opinó que los términos de intercambio no serán severamente afectados. Ello en funciòn de que Uruguay también es importador de productos que están cayendo fuertemente, lo cual compensará la caída de los precios de exportación.

El debilitamiento de la demanda por exportaciones es transitorio, como consecuencia de la crisis financiera de estos últimos meses, pero tampoco creemos que sea un fenómeno permanente, por lo cual le asignamos un impacto medio sobre la economía uruguaya en términos de cómo se transmite la crisis internacional.

A través de este canal Uruguay recibirá un impacto bastante limitado, dado que los principales proyectos de inversión en nuestro país han asegurado su permanencia al tiempo que se desarrollan otros, mientras que no se ha notado que ningún proyecto de inversión se haya enlentecido.

En cuanto a las remeses, para Uruguay no es un canal de importancia en la transmisión de los efectos de la crisis internacional, al tiempo subrayó que el turismo está diversificado, lo cual asegura un nivel mínimo de turistas y de gastos de turistas.

En relación a las proyecciones para el cierre de 2009 y 2010, Masoller dijo que la proyección del producto para el 2010 será del 3%, basado en ajustes en los sectores productivos, como en el agro, en el que se está pensando en un crecimiento de 1%, por el efecto de la sequía. Para la industria manufacturera se prevé un crecimiento muy modesto de 1,5%, para la construcción un 3%, a nivel de los principales componentes de la demanda y oferta, se nota un proceso de inversión que continúa a tasas menores, pero que continúa, con un crecimiento del 13%, el gasto del consumo final en un 4.3% y las exportaciones de bienes y servicios de 1.3%.

Dicho crecimientos se justifican por los proyectos promovidos a través de la COMAP, la Ley 16.906, que reglamenta las inversiones promovidas, con un grado de ejecución de 50%.

El Subsecretario adelanto que el consumo seguirá creciendo por el crecimiento de los ingresos en los hogares que crecerá el próximo año por el crecimiento en los ingresos de trabajo y en las jubilaciones y pensiones.

Y también van a crecer significativamente las transferencias que se le hace a los hogares de menores ingresos, en el marco de ampliación de los programas de protección social.

Entonces, eso nos hace llegar a una estimación de un crecimiento de los ingresos de los hogares de un 5%, lo cual explicaría este crecimiento mínimo del consumo, que se enlentece pero que en promedio va a seguir creciendo un 4.3%, subrayó.

Respecto a las exportaciones, se proyecta una caída para lo que resta de este año, del orden de un 7 o un 10% y una posterior recuperación en el año 2009. Ello se basa en que hay una política cambiaria que está de alguna forma ayudando al sector exportador. A partir de la devaluación del dólar respecto al resto de los mercados, particularmente respecto a Brasil y respecto al euro, el peso uruguayo acompañó básicamente esta tendencia desde un primer momento, lo que es importante, porque de alguna forma ayuda a que los costos medidos en dólares puedan acompañar la tendencia de los precios de exportación.

Se prevé una caída de los precios de exportación de un 30% para lo que resta del año y los costos salariales también van a reflejar esa caída medidos en dólares, debido al ajuste del tipo de cambio.

En otro orden, recordó que se continuará con la política de ir trasladando al precio de los combustibles la baja del petróleo, aunque si bien la energía eléctrica no se ha ajustado nominalmente pero sí en dólares está cayendo.

Informó, asimismo, que los fertilizantes a nivel internacional han caído fuertemente, a pesar de que aún no se ha reflejado totalmente en el mercado uruguayo. Sin embargo, en los próximos meses se trasladará la evolución de los precios internacionales hacia los mercados domésticos.

Finalmente, Masoller explicó que las exportaciones se irán recuperando porque el problema de cierre de mercados es transitorio, pero que a lo largo de los próximos meses, pensando en el segundo semestre del 2009, una vez que se estabilice la situación económica mundial, las exportaciones uruguayas deberían empezar a crecer nuevamente en volúmenes físicos.

Existe una demanda mundial de los productos nacionales, basada en fundamentos sólidos, como el crecimiento de las economías y particularmente la mayor demanda por bienes alimenticios, de países como China, India, inclusive Brasil, donde hay una clase media que comienza a consumir cada vez más y por lo tanto empieza a demandar cada vez más productos alimenticios.

Masoller prevé que Uruguay seguirá creciendo a tasas razonables por encima del promedio de los últimos cincuenta años, es decir un 3%. Las fortalezas contraídas en los últimos años nos permitirán atravesar el contexto internacional, sin un deterioro significativo en las condiciones de vida de los uruguayos.

PALABRAS DEL SUBSECRETARIO DE ECONOMÍA, ANDRÉS MASOLLER

MASOLLER: Buenos días a todos, corresponde agradecer por la invitación a participar en esta instancia tan relevante, nosotros nos vamos a concentrar en el impacto de la crisis internacional, sobre la economía uruguaya. Lo primero que vamos hacer, va a ser, una breve descripción de la situación internacional. Luego, vamos a ver como ha respondido la economía en los últimos meses. Y finalmente nos vamos dedicar a explicitar cuáles son nuestras proyecciones y que es lo que estamos esperando para los próximos 16 meses. La crisis ha sido generalizada, yo creo que no hay ninguna duda que la evaluación que se hace de la misma a nivel internacional es que es la peor, desde la gran depresión de los años 30. Las causas de la crisis internacional, la crisis financiera internacional, son conocidas por los uruguayos, porque nosotros hemos vivido crisis de esa magnitud. Endeudamientito excesivo de las empresas, regulación y supervisión deficiente, burbujas, particularmente en el sector hipotecario, desequilibrios globales.

Todo esto explica un fenómeno de boom financiero que terminó en crisis. Empezó como un problema focalizado, en un mercado hipotecario de Estados Unidos y posteriormente se fue generalizando a todo el sistema financiero internacional. Crisis de solvencia, pérdida de confianza, contagio internacional. Todas, características de este fenómeno.

Los gobiernos reaccionaron rápidamente y con particular ímpetu frente a esta crisis. Se tomaron medidas inicialmente de inserción de liquidez y de rescate selectivo a las instituciones y posteriormente se atacó el problema de fondo del sistema financiero con recapitalización de bancos, extensión de garantía a depositantes y a operaciones interbancarias, líneas de crédito al sector corporativo y recorte coordinado de las tasas de interés.

Las acciones adoptadas lograron de alguna forma mantener funcionando el corazón del sistema financiero, que son los bancos. Y de alguna forma parecería surgir una luz al final del túnel.

Los desafíos a corto plazo son: restablecer la confianza, asegurar el funcionamiento del sistema de pagos y evitar la depresión.

En las últimas semanas la tensión internacional en los mercados financieros creemos que ha disminuido. Eso se puede observar tanto en las tasas de interés en la Líbor, donde de alguna forma ha caído en los últimos meses, y se mantiene en niveles previos a la crisis, y también en la evolución de los mercados accionarios, que parecen haberse estabilizado en un nivel más bajo. Si bien los mismos presentan una elevada volatilidad.

La preocupación principal, al día de hoy es dónde se encuentra el nivel de actividad mundial. Las proyecciones del Fondo Monetario se han ido ajustando a la baja, muy fuertemente, para todos los países y para todas las regiones, particularmente para Estados Unidos, donde se nota un ajuste muy significativo.

También es importante marcar que los países emergentes, han continuado creciendo y continúan creciendo, inclusive a plazos superiores al promedio de los 80 y los 90. Esto es algo importante. ¿Por qué?

Porque los mercados subdesarrollados se han constituido cada vez más en el motor de crecimiento de la economía mundial. En los 80 y en los 90 los países subdesarrollados explicaban menos de la mitad del crecimiento de la economía mundial.

Al día de hoy se puede decir que prácticamente el 100% del crecimiento esperado para los próximos años, particularmente para el año 2009, va a estar explicado por el dinamismo de las economías china, india, rusa y brasileña. Estos cuatro mercados emergentes son los principales motores del crecimiento al día de hoy.

Esta situación de los mercados emergentes que crecen, no va a alcanzar para compensar la recesión en los países desarrollados, por lo que va a haber un deterioro muy fuerte en el precio de las materias primas y restricciones crediticias muy fuertes para los países emergentes.

¿Cuáles han sido los primeros efectos de la crisis financiera en Uruguay? Bueno, se ha observado básicamente lo que son las tasas de intereses y el tipo de cambio, que han respondido frente a la situación internacional.

El riesgo país de Uruguay se elevó y el tipo de cambio se ha depreciado significativamente. Si observamos lo que es la actividad real, nosotros vemos que buena parte de los sectores, por lo menos hasta el tercer trimestre del año, siguieron creciendo. Particularmente la industria reflejó un crecimiento significativo de 13% en setiembre. El fenómeno de la inversión, que es tan fundamental para el crecimiento de la economía, sigue mostrando un dinamismo importante. No observamos señales de freno en la inversión.

Por otro lado, tampoco vemos que los consumidores uruguayos se hayan visto afectados por los hechos externos. Han tenido un comportamiento expansivo en sus compras y eso se refleja en lo que es la recaudación de la DGI, y particularmente del IVA, la cual está creciendo a tasas muy importantes, tanto en los meses de setiembre, octubre y noviembre, por lo que ésta, de alguna forma, es una señal importante de que la demanda interna, particularmente el consumo, continua creciendo a tasas interesantes.

Los datos de importaciones de noviembre, por ejemplo, nos muestran un crecimiento interanual del 46%, excluyendo el petróleo, lo que es un crecimiento muy importante, teniendo en cuenta la situación internacional.

Obviamente que la mala noticia proviene de las ventas al exterior, donde se observa una marcada caída en los últimos meses. Hemos estado conversando con los principales sectores exportadores. Se menciona como causas fundamentales de este fenómeno, el cierre de los mercados, la pérdida de negocios, dificultades de cobro, precios que se han revisado a la baja, caídas de líneas de crédito, encarecimiento del financiamiento.

Se ha discutido mucho cuál ha sido el impacto de esto en el mercado laboral, particularmente qué es lo que está pasando con el desempleo. Nosotros estuvimos mirando cuidadosamente los números del BPS y por ahora no observamos un impacto significativo en el desempleo.

Los beneficiarios de subsidio de desempleo están prácticamente en los mismos niveles que un año atrás. Por otro lado, los puestos cotizantes al BPS, es decir, los que efectivamente contribuyen al BPS, siguen creciendo y están en niveles históricos record.

Por sectores, al menos con los datos a octubre, tampoco se ve un impacto significativo, excepto en el sector agropecuario, donde sí hay un pequeño crecimiento en el número de beneficiarios de subsidio al desempleo. Pero los sectores más importantes en cuanto a número de gente no parecen tener señales de mayor desocupación.

En resumen, ¿Qué es lo que estamos esperando para el cierre de este año? Bueno, estamos esperando una menor demanda externa que llevará a una desaceleración muy importante en la producción industrial en el último trimestre del año. A esto se suma el efecto de la sequía en el sector agropecuario.

El efecto de la crisis internacional sobre otros componentes de la producción creemos que será limitado. Las exportaciones medidas en dólares se reducirán pero la caída será menor en volúmenes físicos.

El motor de crecimiento será la demanda interna, especialmente el consumo privado, y también contribuirá positivamente la inversión. Y creemos que se van a registrar reducciones en los niveles de empleo en los próximos meses, especialmente en los sectores directamente afectados por la recesión internacional.

¿Por qué no estamos esperando un escenario recesivo para el 2009? Porque creemos que hay un conjunto de fortalezas que nos permiten amortiguar los impactos de la crisis.

Las fortalezas son las que se han mencionado en varias oportunidades, tanto por el anterior equipo económico como por el nuestro: los equilibrios macroeconómicos, las reformas estructurales que se han ido realizando, contamos con un marco institucional más sólido, hay un proceso de inversión muy dinámico, tenemos menores vulnerabilidades, hemos logrado una estabilidad macroeconómica importante. Y otro aspecto que para nosotros es esencial, es que hay una participación social en los frutos del crecimiento.

Por todo eso, creemos que esto de alguna forma nos protege frente a un escenario más complicado a nivel internacional. Pero por otro lado también entendemos que los canales de trasmisión de la crisis internacional, en el caso uruguayo, algunos canales tienen cierta debilidad. Es decir, no operan tanto como en otros países de la región. Por ejemplo, no tenemos mercados accionarios, es decir que el impacto vía caída de las bolsas no nos afectaría directamente. El riesgo país, si bien subió, si bien es difícil acceder a los mercados internacionales de capital, Uruguay ya tiene prefinanciado dos años, por lo que tampoco creemos que sea un fenómeno que nos afecte significativamente.

Tampoco tenemos problema con los créditos de empresas en los mercados internacionales. En otros países las empresas privadas se endeudan fuertemente en el exterior. No es el caso uruguayo, por lo tanto este canal creemos que no va a operar, o va a operar en menor medida en Uruguay.

Los bancos uruguayos no están expuestos a activos tóxicos, como es el caso de otros países. No han invertido por ejemplo en Argentina como era en la crisis de 2002. Eso nos resguarda también la situación de solvencia de los bancos.

El nivel de endeudamiento interno es muy bajo. Si uno mira el crédito del sector privado en términos de producto es uno de los más bajos, es decir, hay un grado (…) nivel de intermediación bancaria por lo que eso tampoco debería afectarnos si hay problemas en el sistema bancario. Y finalmente tampoco hay operaciones que se registraron por ejemplo en Brasil de salidas de capitales por desmonte de operaciones de "carry trade" o por pérdidas en mercados de derivados.

Si miramos los canales reales, no ya los canales financieros, sino los canales reales por los cuales se puede transmitir la crisis internacional, creemos que el principal canal evidentemente es la baja muy fuerte de los precios de las materias primas. Pero sin embargo, los términos de intercambio no precisamos que se vean severamente afectados. ¿Por qué? Bueno, porque nosotros también somos importadores de productos que están cayendo fuertemente, por lo que creemos que eso va a compensar la caída de los precios de exportación y los términos de intercambio no deberían reflejar una caída significativa.

El debilitamiento de la demanda por exportaciones, es un tema más bien transitorio, de cierre de mercados como consecuencia de la crisis financiera de estos últimos meses, pero tampoco creemos que sea un fenómeno permanente, por lo cual le asignamos un impacto medio sobre la economía uruguaya en términos de cómo se transmite la crisis internacional.

¿Cómo nos afecta por la inversión extranjera directa? Creemos que hay un impacto bastante limitado a través de ese canal, por el hecho que los principales proyectos de inversión en Uruguay han asegurado su permanencia y están desarrollando proyectos de inversión en forma muy importante, prácticamente ninguno se ha notado que haya enlentecido el grado de ejecución de esos proyectos.

Tampoco tenemos ingresos fiscales que estén afectados directamente al precio de las materias primas. Esto es muy importante, porque hay otros países –esto lo vamos a ver más adelante- que pueden tener caídas muy fuertes de sus ingresos debido a la caída de los precios de los commodities.

Otro punto es el tema de las remesas. Hay países por ejemplo de América Central donde las remesas que se envían a esos países son muy altas en términos del impacto macroeconómico. En Uruguay ese canal tampoco es de importancia.

Y finalmente el turismo, creemos que está suficientemente diversificado como para tampoco vernos afectados severamente por la crisis. Obviamente no vamos a tener la temporada que todos hubiéramos deseado, pero creemos que por lo menos vamos a tener asegurado un nivel mínimo de turistas y de gastos de turistas.

¿Cuáles son las proyecciones que estamos realizando para el cierre de 2009 y para 2010? Estamos realizando la proyección del producto para el 2010 a 3%. Eso se basa en un ajuste fundamentalmente en los sectores productivos, el agro, que lo estamos ajustando significativamente a la baja, estamos pensando en un crecimiento de un 1%, en particular por el efecto de la sequía.

La industria manufacturera estamos pensando que va a tener un crecimiento muy modesto, de 1.5%. Electricidad a base de agua se va a recuperar de la sequía y el resto de los sectores van a mostrar crecimientos que acompañen un poco el crecimiento del consumo (comercio, restoranes y hoteles, transporte y comunicaciones y otras actividades). En términos de la construcción pensamos en un crecimiento del 3%.

A nivel de los principales componentes de la demanda y oferta, estamos viendo un proceso de inversión que continúa a tasas menores, pero que continúa, con un crecimiento del 13%. El gasto del consumo final en un 4.3% y las exportaciones de bienes y servicios de 1.3%.

¿Cómo se justifican estos crecimientos? Bueno, en el caso de la inversión estamos diciendo: se va a desacelerar la inversión, no se va a frenar, no va a caer. Y eso lo justificamos de alguna manera por el monto tan importante de proyectos promovidos a través de la (COMAP), la Ley 16.906, que reglamenta las inversiones promovidas.

Ustedes pueden ver que hay un monto muy importante de proyectos promovidos en los últimos meses. El grado de ejecución de esos proyectos es de aproximadamente un 50%. Entonces estamos pensando que estos propios proyectos que empezaron este año, van a continuar.

Respecto al consumo final, lo que estamos diciendo es que va a seguir creciendo porque los principales componentes que explican el consumo final, es el ingreso de los hogares, y el ingreso de los hogares crecerá el año que viene porque van a crecer los ingresos por trabajo, por los aumentos del salario real, van a crecer los ingresos por jubilaciones y pensiones, por el ajuste de jubilaciones que se da en enero que es importante. Y también van a crecer significativamente las transferencias que se le hace a los hogares de menores ingresos, en el marco de ampliación de los programas de protección social.

Entonces, eso nos hace llegar a una estimación de un crecimiento de los ingresos de los hogares de un 5% lo cual explicaría este crecimiento mínimo del consumo, que se endentece pero que en promedio va a seguir creciendo un 4.3%.

Respecto al sector clave que son las exportaciones, estamos proyectando una caída de las exportaciones para lo que resta de este año una caída significativa del orden de un 7 o un 10% y una posterior recuperación en el año 2009. ¿En qué se basa este supuesto? Bueno, lo primero de todo que queremos marcar es que hay una política cambiaria que está de alguna forma ayudando al sector exportador.

Si ustedes comparan lo que han sido los grandes shocks cambiarios que ha tenido que enfrentar Uruguay en el pasado, por ejemplo la devaluación de Argentina del 81, o la devaluación de Brasil del 99, o la devaluación de Argentina de 2001, observan que mientras esas monedas se devaluaban fuertemente, la moneda uruguaya continuaba una tendencia que venía de meses anteriores. Prácticamente no se enteraba del ajuste en alguno de los socios más importantes del país en ese momento.

La situación en el 2008 es muy diferente. A partir de la devaluación del dólar respecto al resto de los mercados, particularmente respecto a Brasil y respecto al euro, el peso uruguayo acompañó básicamente esta tendencia desde un primer momento. ¿Eso por qué es importante? Bueno, porque de alguna forma ayuda a que los costos medidos en dólares puedan acompañar la tendencia de los precios de exportación.

Estamos pensando en una caída de los precios de exportación de un 30% para lo que resta del año y tenemos que los costos salariales, que son un componente fundamental de los costos de producción de los sectores productivos, también van a reflejar esa caída medidos en dólares, debido al ajuste del tipo de cambio.

Otros costos de producción también están teniendo la misma tendencia. Por ejemplo, el gasoil que ha tenido ajustes nominales de valores, medidos en dólares esas caídas han sido muy importantes y vamos a continuar con la política de continuar trasladando al precio de los combustibles la baja del petróleo, la energía eléctrica si bien no se ha ajustado nominalmente pero sí en dólares está cayendo. Los fertilizantes a nivel internacional han caído fuertemente. Todavía no se ha reflejado totalmente esa caída en el mercado uruguayo, pero es de esperar que en los próximos meses se traslade la evolución de los precios internacionales hacia los mercados domésticos. Y finalmente los insumos intermedios también estamos pensando que así como los precios de exportación caen, los insumos intermedios que la industria importa, deben comenzar a caer.

Entonces, ¿por qué tenemos esa visión de que las exportaciones van a comenzar a recuperarse? Bueno, porque la visión nuestra es que este es un tema transitorio de cierre de mercados o dificultades de acceso a los mercados derivados a una situación de incertidumbre muy grande, pero que a lo largo de los próximos meses, pensando en el segundo semestre del 2009 una vez que se estabilice la situación económica mundial, las exportaciones uruguayas deberían empezar a crecer nuevamente en volúmenes físicos. ¿Y porque? Porque hay una demanda mundial por nuestros productos, una demanda que no es algo transitorio. Es una demanda que está basada en fundamentos sólidos, que es el crecimiento de las economías y particularmente la mayor demanda por bienes alimenticios. Fundamentalmente de países como China, India, inclusive Brasil, donde hay una clase media que comienza a consumir cada vez más y por lo tanto empieza a demandar cada vez más productos alimenticios.

En resumen, creemos que el mundo desarrollado está entrando en una profunda recesión, es cierto- pero la crisis internacional nos afectará a todos pero su impacto será limitado en Uruguay, no podremos mantener el ritmo de crecimiento de los últimos años. Eso es algo objetivo pero seguiremos creciendo a tasas razonables por encima del promedio de los últimos cincuenta años. O sea un 3% para, si uno mira la historia del país, un crecimiento del un 3% es una tasa interesante, por encima del promedio de los últimos cincuenta años. Las fortalezas contraídas en los últimos años nos permitirán atravesar el contexto internacional sin un deterioro significativo en las condiciones de vida de los uruguayos. Eso es un poco lo que creemos, y realmente creemos que va a ser posible de realizar, muchas gracias.

   
 
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