Construir futuro

Evitar que Santa Clara del Olimar quedara "fuera del mapa", fue el propósito que concentró los esfuerzos de la Universidad de la República, la Intendencia Municipal de Treinta y Tres, el Ministerio de Vivienda y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Con ese fin, se elaboró un plan que incluye directrices de Ordenamiento Territorial, que recompongan la relación entre sociedad y territorio.

Santa Clara del Olimar, llamó la atención pública en febrero de 2007 cuando una turbonada de 120 kilómetros por hora, dejó sin techo y arrasó los servicios de agua y corriente eléctrica de 350 damnificados.

La ciudad, ubicada al noroeste del país, está emplazada en una zona agropecuaria en donde los establecimientos ganaderos y las empresas forestales, constituyen la fuente laboral de muchos de sus 2.305 habitantes, según el censo del 2004.

Buena parte de su planta urbana pertenece al departamento de Treinta y Tres, aunque, cruzando una calle sin señalizar, se está en Cerro Largo. En sus arterias se respira historia. Es el pago de Aparicio y Basilicio Saravia, y fue lugar de residencia de Juana de Ibarbourou.

Actualmente, Santa Clara trasciende, además de inclemencias meteorológicas, particulares límites departamentales y riqueza histórica, por la voluntad de sus propios habitantes de no dejar morir a su ciudad.

Recientemente la Intendencia Municipal de Treinta y Tres (IMTT), la Universidad de la República (UDELAR), el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) pusieron los ojos en esta y otras localidades que integran la denominada Microrregión del Uruguay Profundo.

Santa Clara, junto a Valentines (Treinta y Tres), Cerro Chato (Durazno), Tupambaé y Arévalo (Cerro Largo) establecieron un convenio con la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial (DINOT) del MVOTMA y la Facultad de Arquitectura de la UDELAR para que la Maestría de Ordenamiento Territorial de ese centro de estudios realizara las directrices de Ordenamiento Territorial de la región.

"Proyecto Santa Clara. Una experiencia de desarrollo local en el Uruguay profundo", es el nombre del libro que documenta y refiere a los resultados de ese trabajo que será presentado el próximo martes 9 en la localidad del mismo nombre. Sus autores, los arquitectos Ramón Martínez Guarino y Carlos Baldoira, advierten que muchas de las pequeñas ciudades y pueblos del interior del país, han quedado "fuera del mapa" y por momentos debaten su viabilidad y existencia.

Los expertos señalan que "desde el 2005 se viene desarrollando una experiencia que trata de demostrar lo contrario: que un país sustentable, supone -entre otras cosas- equilibrio territorial y articulación de sus diferentes escalas. Y que aún las escalas más pequeñas también pueden ser competitivas en el mundo global".

Baldoira, explicó que lograr el "equilibrio territorial" de la región, significa recomponer la relación entre la sociedad y el territorio que habita. El docente universitario, indicó que se trata de una zona que ha perdido muchos de habitantes en las últimas décadas, por lo que se hace imprescindible revertir este proceso, reasentar a la gente y evitar que parte de su población, se asiente en barrios con carencias importantes de necesidades básicas".

Guarino y Baldoira definen al "Proyecto Santa Clara", como "un plan para construir futuro". El mismo, fue impulsado por los vecinos y contó con el respaldo de la Intendencia Municipal de Treinta y Tres. Fue financiado a través de un convenio entre la comuna de ese departamento y la Unidad de Desarrollo Municipal de la Oficina de Planteamiento y Presupuesto (OPP).

Baldoira vaticinó que de aquí en adelante, se plantea un "proceso de revitalización lento pero sostenido que podría traducirse en nuevas oportunidades de desarrollo para la población local". Y reflexionó que "En el país, tenemos cientos de localidades menores a 5.000 habitantes cuyo gran desafío es determinar que hacemos con ellas. Muchas suponen que están condenadas a desaparecer. Nosotros suponemos que no. Decimos que es posible revertir esa situación y apostar a un desarrollo sustentable de estas localidades. Santa Clara es un caso de que sí es posible".