Centro Nacional de Rehabilitación
Compromiso y confianza
Para acceder y permanecer en el
centro es esencial la voluntad de participar de un
proyecto de estas características que compromete
profundamente al individuo y a su entorno social y
familiar que tiene que apoyar el Plan Individual de
Trabajo, una especie de “contrato” que se firma al mes
de ingresar, previa selección en establecimientos
carcelarios. Esos primeros 30 días se consideran la
etapa de diagnóstico.
Es primordial contar con la
disposición a trabajar honestamente en el plan
dispuesto. No se trata de un proceso lineal, muchas
veces surgen obstáculos, pero tanto los técnicos como
el resto del personal que trabaja a diario con los
reclusos, los ayudarán a encarar el proceso e intentar
modificar actitudes y comportamientos, aseguró Vitale.
Existen cuatro normas básicas que se
sostienen desde el inicio del proyecto: 1) no al
consumo de drogas; 2) no al tráfico de drogas o de
cualquier objeto; 3) sí al respeto de todos los
involucrados, no a la violencia, y 4) sí al respeto de
los bienes materiales, mobiliario y herramientas para
trabajar aquí.
Frente a la trasgresión de alguna de
estas cuatro normas se puede disponer automáticamente
–sin necesidad de una reunión evaluadora de la
Dirección- el retorno al establecimiento de origen,
explicó el director general.
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