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5 de diciembre, 2008

Centro Nacional de Rehabilitación

Compromiso y confianza
Para acceder y permanecer en el centro es esencial la voluntad de participar de un proyecto de estas características que compromete profundamente al individuo y a su entorno social y familiar que tiene que apoyar el Plan Individual de Trabajo, una especie de “contrato” que se firma al mes de ingresar, previa selección en establecimientos carcelarios. Esos primeros 30 días se consideran la etapa de diagnóstico.

Es primordial contar con la disposición a trabajar honestamente en el plan dispuesto. No se trata de un proceso lineal, muchas veces surgen obstáculos, pero tanto los técnicos como el resto del personal que trabaja a diario con los reclusos, los ayudarán a encarar el proceso e intentar modificar actitudes y comportamientos, aseguró Vitale.

Existen cuatro normas básicas que se sostienen desde el inicio del proyecto: 1) no al consumo de drogas; 2) no al tráfico de drogas o de cualquier objeto; 3) sí al respeto de todos los involucrados, no a la violencia, y 4) sí al respeto de los bienes materiales, mobiliario y herramientas para trabajar aquí.

Frente a la trasgresión de alguna de estas cuatro normas se puede disponer automáticamente –sin necesidad de una reunión evaluadora de la Dirección- el retorno al establecimiento de origen, explicó el director general.

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  Director General Augusto Vitale
                     
 
  Subdirector Gustavo Belarra