Centro Nacional de Rehabilitación
Martín, fiel a su vocación, cumple una meta y
estudia Arquitectura
Tras seis años recluido, Martín es
uno de los internos beneficiado con las salidas
transitorias por estudio. De profesión ayudante de
arquitecto desde 1999, el joven ambicionaba cursar la
Facultad de Arquitectura y efectuó -junto con las
autoridades del CNR- las gestiones ante el Juez para
que permita su salida diaria a estudiar.
Martín reconoció el rol importante
que cumplieron los buenos informes que se le realizaron
en el Centro al momento de solicitarle al Juez una
oportunidad.
Cursa actualmente introductorio,
primer año, que incluye: Anteproyecto 1, Matemáticas y
Construcción. Tuvo que dar un seminario obligatorio, lo
salvó y “quedaron boquiabiertos, porque no lo
esperaban”, dijo. Posteriormente dio Tecnología y entre
150 estudiantes sacó la mejor nota, lo que derivó en
más apoyo y una valoración del esfuerzo que realiza, de
parte de los propios docentes, quienes conocen su
condición de preso. No así sus compañeros; solo algunos
lo saben, porque es un tema que deriva en muchas
preguntas y Martín dice no sentirse preparado para
responderlas. De todas formas logró mezclarse en el
grupo de estudio como uno más, relató.
“Qué te larguen a la calle a algo
nuevo, es un fruto para uno, pero además me están dando
vida de nuevo, me están regando de a poquito para
empezar a crecer en la calle”, relató Martín, quien los
fines de semana tiene permiso para ir a la casa de su
madre, lo cual le satisface porque es bueno que “tu
familia te vea en otro ámbito, ella ya no viene a la
cárcel, voy yo a verla a ella”, dijo.
Este joven aguarda una definición
del Juez, pero está esperanzado en salir en libertad
entre fines de diciembre y los primeros días del 2009.
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