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5 de diciembre, 2008

Centro Nacional de Rehabilitación

Los reclusos salen del CNR con un oficio y experiencia pre-laboral
Al ingreso de los internos se realiza un diagnóstico laboral. Luego se inicia un proceso de aprestamiento de varios meses, donde efectúan trabajos colectivos para generar cohesión entre los internos. El trabajo en equipo permite distribuir las tareas según las aptitudes. Se distribuyen en comisiones laborales internas para luego definirse la labor que ocupa cada uno.

En este ámbito, los reclusos del nivel dos acceden a cursos de capacitación que posteriormente se convierten en oportunidades laborales a través de los talleres que funcionan dentro del Centro, como por ejemplo: carpintería, herrería, tapicería, albañilería, electricidad y sanitaria.

En el caso de carpintería, herrería y tapicería, se refaccionan y fabrican muebles a pedido para el exterior y para organizaciones del sector público, incluyendo escuelas de la zona. Allí trabajan unos 10 internos. En albañilería, como forma de adquirir práctica, refaccionan sectores del Centro que así lo requieran, informaron los técnicos del área Laboral, Fabiana Pérez y Daniel Melgar.

En este ámbito un grupo de reclusos se encarga de la construcción de aros de básquetbol, para el programa de Presidencia de la República el “Básquet Crece Contigo”. Asimismo, fabrican ring de boxeo para el programa “Knock Out a las Drogas”.

También funciona en el predio una huerta donde los internos plantan diversos productos como: rabanitos, boniatos, choclo, acelga, para consumo interno y de sus familias.

En las instalaciones del Centro funciona un emprendimiento privado de una fábrica de pastas que emplea a ocho reclusos y a personal del afuera (unos cinco trabajadores). Sus dueños están satisfechos con la iniciativa, y se consideran el último eslabón de la cadena, el último filtro antes del acceso a un empleo en “el afuera”.

Todo el equipamiento necesario y la materia prima la brinda la empresa; el CNR aporta la infraestructura edilicia y los servicios de luz, agua y teléfono, contemplados dentro de un canon. La pasta producida y envasada aquí –unos 20.000 kilos mensuales- se vierte a distribuidores y mayoristas para que sean éstos quienes solucionen la parte logística.

Por otra parte, en breve –de prosperar las gestiones- una empresa de transporte colectivo de pasajeros dispondrá de parte del predio que se encuentra en desuso, y que está en etapa de acondicionamiento, para la limpieza y acondicionamiento de su flota, que estaría a cargo de los internos.

Las actividades laborales son obligatorias para todos y las realizan de lunes a viernes de 8:00 a 12:00 hs. Por la tarea cobran el “peculio”, que es el sueldo que percibe el privado de libertad. En el CNR se les paga a los trabajadores en mano. Se les retiene la mitad de ese salario que queda como saldo indisponible hasta su salida en libertad.

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  Director General Augusto Vitale
                     
 
  Fabiana Pérez y Daniel Melgar,
 técnicos del área Laboral
                     
 
  Nicolás Pecar,
director de la fábrica de pastas Linetta SA
                     
 
  Ángel Suárez,
docente de albañilería
                     
 
  Carlos,
taller de herrería