Centro Nacional de Rehabilitación
Los reclusos salen del CNR con un oficio y
experiencia pre-laboral
Al ingreso de los internos se
realiza un diagnóstico laboral. Luego se inicia un
proceso de aprestamiento de varios meses, donde
efectúan trabajos colectivos para generar cohesión
entre los internos. El trabajo en equipo permite
distribuir las tareas según las aptitudes. Se
distribuyen en comisiones laborales internas para luego
definirse la labor que ocupa cada uno.
En este ámbito, los reclusos del
nivel dos acceden a cursos de capacitación que
posteriormente se convierten en oportunidades laborales
a través de los talleres que funcionan dentro del
Centro, como por ejemplo: carpintería, herrería,
tapicería, albañilería, electricidad y sanitaria.
En el caso de carpintería, herrería
y tapicería, se refaccionan y fabrican muebles a pedido
para el exterior y para organizaciones del sector
público, incluyendo escuelas de la zona. Allí trabajan
unos 10 internos. En albañilería, como forma de
adquirir práctica, refaccionan sectores del Centro que
así lo requieran, informaron los técnicos del área
Laboral, Fabiana Pérez y Daniel Melgar.
En este ámbito un grupo de reclusos
se encarga de la construcción de aros de básquetbol,
para el programa de Presidencia de la República el
“Básquet Crece Contigo”. Asimismo, fabrican ring de
boxeo para el programa “Knock Out a las Drogas”.
También funciona en el predio una
huerta donde los internos plantan diversos productos
como: rabanitos, boniatos, choclo, acelga, para consumo
interno y de sus familias.
En las instalaciones del Centro
funciona un emprendimiento privado de una fábrica de
pastas que emplea a ocho reclusos y a personal del
afuera (unos cinco trabajadores). Sus dueños están
satisfechos con la iniciativa, y se consideran el
último eslabón de la cadena, el último filtro antes del
acceso a un empleo en “el afuera”.
Todo el equipamiento necesario y la
materia prima la brinda la empresa; el CNR aporta la
infraestructura edilicia y los servicios de luz, agua y
teléfono, contemplados dentro de un canon. La pasta
producida y envasada aquí –unos 20.000 kilos mensuales-
se vierte a distribuidores y mayoristas para que sean
éstos quienes solucionen la parte logística.
Por otra parte, en breve –de
prosperar las gestiones- una empresa de transporte
colectivo de pasajeros dispondrá de parte del predio
que se encuentra en desuso, y que está en etapa de
acondicionamiento, para la limpieza y acondicionamiento
de su flota, que estaría a cargo de los internos.
Las actividades laborales son
obligatorias para todos y las realizan de lunes a
viernes de 8:00 a 12:00 hs. Por la tarea cobran el
“peculio”, que es el sueldo que percibe el privado de
libertad. En el CNR se les paga a los trabajadores en
mano. Se les retiene la mitad de ese salario que queda
como saldo indisponible hasta su salida en libertad.
Volver |