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10 de diciembre, 2008

El norte se reunió con el sur

Por unidad global y desarrollo sostenible trabajadores de celulosa y papel analizaron panorámica internacional
En marzo se reunirán en San Pablo, Brasil, representantes sindicales de la región con la finalidad de establecer pautas comunes para lo cual es necesario ser "propositivos, maduros y universales en el sentido de la defensa del trabajo", dijo el presidente del sindicato Centro Unión Obreros y Papeleros de Celulosa (CUOPYC) y del Comité Organizador de la Conferencia Mundial de los Trabajadores de Celulosa y Papel, Walter Silva.s.

Uruguay como polo atractivo para los negocios

El presidente del sindicato Centro Unión Obreros y Papeleros de Celulosa (CUOPYC) y del Comité Organizador de la Conferencia Mundial de los Trabajadores de Celulosa y Papel, Walter Silva, indicó que al encuentro realizado en Piriápolis, Maldonado, concurrieron delegaciones de 35 países que representan a más de 20 millones de trabajadores.

La Federación Internacional fue quien patrocinó el evento. Uruguay fue elegido como sede después de valorar una serie de aspectos como el hecho de que sea un país respetado desde el punto de vista sindical, con una central única de trabajadores. Por otra parte, los capitales que llegan al territorio nacional saben que existen una serie de elementos valorativos como la seguridad jurídica, la calidad de la mano de obra, garantías en régimen vial y pluvial, parámetros que hacen que se vuelva un polo atractivo. Al evento concurrieron un centenar y medio de delegados. Se discutieron y confrontaron las problemáticas del sector a nivel de América Latina y mundial. Los delegados de Canadá expresaron que se perdieron más de 10.000 puestos de trabajo en el transcurso de 2007 y 2008.

Según Silva, en contraposición, en este lado del mundo se está satisfecho con la radicación de una serie de capitales multinacionales. Es el caso del proyecto Botnia que hace un año está produciendo. Asimismo, están en camino de instalarse los megaproyectos de ENCE y de PORTUCEL, así como STORA ENSO, entre otros.

En el evento se discutió que los trabajadores de Canadá y los Países Nórdicos se tomaran con "gran tranquilidad" el cierre de más de 15 plantas, otro tanto ocurre en EE.UU y así sucesivamente en otras Naciones. Silva, dijo que a medida que se realizan más proyectos en Uruguay, grandes empresas de envergadura a nivel mundial cerraron por temas políticos y por no cumplimiento de las normas medioambientales.

Silva afirmó que los representantes de Finlandia sostuvieron que el tema del cambio arancelario en el Tratado que mantenían con Rusia, les impide hacerse de la materia prima. El 80% de la materia prima que permite la producción y la puesta en marcha de las fábricas está vedada, "se cerró". Esta situación provoca una ruptura y como consecuencia las fábricas dejan de funcionar. Mientras, en San Petersburgo se están instalando 20 plantas de celulosa más. Se registró un cambio en la dinámica política de Rusia y también en otros países.

En Asia se están instalando más de 30 plantas de altísimo poder de producción. En un lustro la dinámica del sector provocó toda una serie de movimientos sísmicos, con la reacción de los trabajadores que se plasmó en la conferencia mundial.

En el marco regional, se está tratando de generar alternativas políticas y estratégicas para visualizar cómo se posicionan los trabajadores.

Valoraciones sindicales

En cuanto a las ventajas y desventajas de la ubicación de grandes empresas en la región, Silva dijo estar en concordancia con lo expresado por el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Bonomi, quién indicó que existen comportamientos eclécticos y es necesario tener un comportamiento autocritíco.

Silva señaló que esta fuerza política que actualmente ocupa el gobierno nacional no estaba de acuerdo con la ubicación de plantas en el territorio nacional. No obstante, "se registró un punto de inflexión" mediante la solicitud de consultorías que permitieron dar cuenta de la veracidad de los comentarios que se realizaban sobre las ventajas y desventajas de esos negocios. Se pretendía saber si las fábricas eran tan "polucionantes" y si era verdad "que pocos menos había que impedir que se instalaran". Después de los estudios "nos encontramos con este tipo de emprendimiento", como Botnia, que cumple a nivel cabal, con las disposiciones que le impuso la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) y a su vez con las políticas que en ese entorno genera el Gobierno.

Silva indicó que en esa instancia también los trabajadores están desempeñando un rol -que no tenían antes- como trabajar en comisiones para seguir el cumplimiento de las certificaciones internacionales y nacionales se cumplan.

En Uruguay trabajan en la industria del papel y la celulosa más de 1.350 personas. La tendencia marca que se duplicará el personal directo de fábrica y otro tanto en el régimen periférico de las empresas con prestadoras de servicios y contratos. Para la realidad de Uruguay, que es un país pequeño y con escasa población, esto permitirá generar otros espacios que no estaban proyectados.

En ese sentido, el sindicalista destacó que es necesario generar proyectos, intercambiar ideas con el gobierno y con el Ministerio de Trabajo para lograr en los próximos años contar con personal calificado, de forma de que los emprendimientos que aparezcan tengan como primera opción personal calificado. Actualmente, dijo que los empleados trabajan desde hace más de 20 años en empresas con maquinarias que no son competitivas y no cuentan con la capacitación correspondiente. Eso constituye una nueva tarea y un desafío a considerar y es parte de los nuevos escenarios que los trabajadores deben articular con el objetivo de "llenarlos de contenido". Afirmó que eso es parte de las herramientas del movimiento sindical.

En ese marco, dijo que con las autoridades del Ministerio de Trabajo y de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) mantienen un intercambio de documentos y opiniones que sintetizan las acciones a seguir en los nuevos escenarios.

En ese aspecto, dijo que al marco teórico es necesario brindarle elementos de practicidad y que se generen políticas gubernamentales en tal sentido.

Silva indicó que la crisis internacional hizo que Botnia paralizara hace pocas semanas su producción, una realidad que no estaba prevista. "Estas fábricas se instalaron para trabajar a régimen completo y sin parar". La aparición de la retracción de los mercados y la baja de precios de la celulosa que se encuentra en U$S 400, la mitad del precio anterior, y en la medida de que no existe demanda se produjo una sobreproducción.

A raíz de la crisis, algunas plantas en Finlandia se cerraron definitivamente y entre 500 y 600 personas quedaron sin trabajo. Afirmó que esas realidades hay que integrarlas a la discusión y no solamente como uruguayos y sí con una lectura más regional.

En cuanto a FANAPEL, señaló que es una fábrica centenaria y en los últimos 25 años logró una adecuación a los tiempos actuales. Eso le llevó a una sustancial inversión por encima de los U$S 40 millones que la discutió con el sindicato de trabajadores. Esa situación tuvo como resultado una industria libre de cloro porque de no ser así hubiera quedado fuera del mercado y los trabajadores sin el recurso laboral. Las negociaciones salariales y las mejoras técnicas permitieron a trabajadores y empresarios continuar en el escenario nacional.

Asimismo, afirmó que para todos estos emprendimientos es necesario seguir los controles planteados y comprometidos con la DINAMA, situación que algunas empresas no cumplen. A partir de allí se contraponen dos modelos de gerenciamiento de empresas que pueda llegar a ser "nefasta" para todos, en la medida de que los empresarios no se "agiornen" y visualicen un Uruguay productivo. Enfatizó que los distintos casos son "las dos caras de una misma moneda" y muestra al empresariado del país.

Silva aseveró que esa situación se repite a nivel internacional porque "existe un empresariado que está con un modelo viejo" y lo que hacen es "exprimir hasta lo último" lo que da la planta y después cierran. En ese sentido, precisó que el factor humano para ellos no es importante ni relevante.

Controles medioambientales

Silva precisó que los controles medioambientales son sustanciales como mecanismos de control, con auditorias y formas de seguir de cerca las gestiones de las empresas. Eso evita situaciones extremas y la pérdida de fuentes laborales. En ese marco, citó al conflicto bilateral con Argentina y el corte de puentes impuesto por habitantes de Gualeguaychú donde "no hay quién los convenza de que los controles se están haciendo y está todo bien". En ese contexto, afirmó que como uruguayo y trabajador integrante de una central como el PIT-CNT refrenda que la situación está "en tiempo y en forma". Señaló que sin embargo existen otros componentes que hacen "que infelizmente la situación siga en los términos en que esta".

En el Congreso se plantearon situaciones regionales y se procuraron ejemonizar algunos aspectos que son parte de las actividades cotidianas, con el propósito de "generar un marco que nos contenga a todos". De ese modo, se procura plantear a los gobiernos de turno el pensamiento de los trabajadores. Señaló que es objetivo que los trabajadores no sigan "pagando" las consecuencias de las crisis económicas. Para ello es necesario planificar y brindar soluciones estratégicas que estén a priori de lo que puede suceder a corto plazo. Destacó que ese es el cambio de mentalidad que tienen que lograr todos los trabajadores.

Puntos comunes para la región

El representante sindical manifestó que existen puntos comunes para la región y quedaron pautadas reuniones de trabajado que se realizarán en San Pablo, Brasil, en el mes de marzo, donde cada central brindará la postura de su país.

Indicó que ese será un punto de inflexión para "cerrar los eslabones de una cadena" para la que no se tiene demasiado tiempo porque es vital acelerar los pasos. Destacó que para mantener posturas comunes es necesario ser suficientemente "propositivos, maduros y universales en el sentido de la defensa del trabajo".

Silva destacó que en el congreso las palabras del Ministro de Industria, Energía y Minería, Daniel Martínez, dejaron satisfechos a los presentes porque transmitieron una visión positiva del país desde el ángulo político. Señaló que a este tipo de foros no es común que se presenten autoridades de gobierno. Destacó que el puntapié inicial para el evento lo colocó el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, declarándolo de interés nacional. Del mismo, el Intendente de Maldonado, Oscar de los Santos y el Ministerio de Turismo y Deporte brindaron su apoyo, situación que propendió a que los organizadores del encuentro resultaran mejores anfitriones.

Situación regional

El documento "Panorámica del sector de la pulpa y el papel a nivel mundial, economías y actividades regionales de la conferencia mundial de la ICEM" expresa que en América del Sur, las exportaciones brasileñas de pulpa registraron una fuerte subida del 20% de 2007 a 2008, con ventas de 3.000 millones de dólares de EE.UU.

Se estima que sólo el sector de la pulpa recibirá nuevas inversiones por un total de 14,4 millones de dólares de EE.UU. de aquí a 2017, habiéndose ya invertido un importe aproximado de 6.500 millones de dólares a EE.UU. Se calcula que la producción total de pulpa alcanzará 18 millones de toneladas métricas por año en sólo tres períodos.

La pulpa de eucalipto de fibra corta de Brasil ocupa ahora un lugar destacado en los mercados mundiales. Eso se debe a las características favorables del suelo, las condiciones climáticas y las mejoras genéticas que se conjugan para que el país produzca como media 50 metros cúbicos de madera por hectárea, frente a 30 metros cúbicos de otras partes del mundo. Un 30% de la pulpa Kraft de madera dura mundial procede de Brasil, ya que el país produjo 7,8 millones de toneladas métricas el año pasado.

En Brasil, los precios y el uso del papel recuperado cayó en gran parte de 2008, principalmente debido a los altos precios de los suministros y los bajos precios de la pulpa en el país. El sector del papel de embalaje se comprimió, y las ventas en los papeles estucados nacionales cayeron en un 43%. Sin embargo, las exportaciones de pulpa brasileña siguen siendo saludables.

En lo que refiere a la realización de proyectos en Brasil, Internacional Paper está construyendo una nueva fábrica de papel en Três Lagoas, en el estado de Mato Grasso do Sul. La nueva unidad de producción de papel que comenzará a trabajar en el primer trimestre de 2009, tendrá una capacidad de 200.000 toneladas métricas por año de papel de impresión sin estucar sintético sin madera. Stora Enso ha comprado extensiones de bosque en el estado de Río Grande do Sul con el objeto de construir una fábrica de pulpa con una posible producción de papel.

De acuerdo a la Federación Internacional de Sindicatos de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM), en Uruguay varios proyectos están siendo examinados en los consejos directivos de las empresas. La empresa española ENCE S.A. se está preparando para construir una fábrica de pulpa Kraft con una capacidad de producción de un millón de toneladas por año, unas instalaciones energéticas y un puerto de exportación en Punta Pereyra, Colonia, a lo largo del Río de la Plata. Se prevé que el proyecto de un valor de 1.400 millones de dólares se ponga en marcha en junio de 2010. Stora Enso también adquirió 69.000 hectáreas de extensiones de pino y eucalipto, con la intención de construir una fábrica de pulpa.

El grupo portugués Portucel Soporcel, con una participación mayoritaria de SEMAPA, una empresa de inversiones con holdings en el papel, cemento y otras actividades, construirá una fábrica de pulpa de 4.000 millones de dólares de EE.UU. y un puerto de aguas profundas en la parte oriental del país, cerca de la frontera con Brasil.

En Chile, Celulosa Arauco y Constitución SA es la mayor empresa de productos forestales con cinco fábricas en ese país y una en Argentina. Las fábricas de pulpa de Arauco, Valdvia y Nueva Aldea combinadas producen 2,2 millones de toneladas métricas de pulpa cada año, mientras que las industrias más pequeñas aportan 700.000 toneladas.

En Argentina, Arauco dirige a Alto Paraná en Puerto Esperanza, una fábrica de pulpa que produce 350.000 toneladas por año. La economía se ha estado expandiendo a una tasa de crecimiento anual de 8,5% a juzgar por las cifras que se publicaron durante el primer semestre de 2008.

El documento afirma que en general, se prevé que el PIB crezca entre un 3 y 4%. Este crecimiento seguramente beneficiará a los mercados del papel en el que las exportaciones de fruta, plantas, aparatos eléctricos y partes de automóviles impulsaron el mercado del cartón corrugado.

En ese marco, Argentina es el segundo mayor productor de América del Sur con un 17,8% de cartón. Detrás está Brasil, con una cuota de 45%.

Visión global

De acuerdo a lo planteado por ICEM, para seguir con un desarrollo sostenible, el sector de la pulpa y el papel deben establecer pautas para afianzar un medio ambiente seguro. En ese sentido, muchas empresas cuentan con programas que acreditan esa ambición. El equilibrio que debe alcanzarse entre el suministro de madera y la sostenibilidad de los bosques debe ser un elemento esencial en esa ecuación. En ese marco, es imprescindible que los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil vigilen todo el proceso desde la tala de árboles, la cadena de suministros hasta la llegada de los productos al mercado.

En ese contexto, distintas empresas pasan de la teoría a la práctica utilizando grandes cantidades de biocombustibles que producen niveles neutros de carbono. Asimismo, poseen negocios con actividades de reciclado que requieren mucho mantenimiento y que arrojan bajos márgenes de ganancias. La producción de papel se caracteriza por una baja impronta de carbono, más pequeña que la que deja el plástico u otros productos del mismo tipo.

La unión de trabajadores del papel expresa que las industrias deben proyectar una imagen correcta que ponga el acento en las medidas que adopta con el objetivo de gestionar los bosques de forma sostenible, reduciendo los efectos del cambio climático.

En ese sentido, ICEM destaca que solamente el 10% de los bosques del mundo están sujetos actualmente a certificación por parte de organizaciones que se dedican a esa labor. Uno de los grandes desafíos es acabar con el enorme problema de la tala ilegal. De las cuatro mil millones de hectáreas de bosques en el mundo, se calcula que se talan 242.811 a 282.811 metros cuadrados. La fabricación de pulpa y papel representa el 42% y los productos de madera y agricultura acaparan el resto.

La organización gremial expresa que el sector debe tratar de solucionar el problema de las enormes extensiones de bosques que son taladas ilegalmente y los efectos que eso tiene sobre el medio ambiente y sobre los costos del suministro de la madera. Señalan que el costo para la sociedad y para las empresas forestales legales es enorme.

Aseguran que es preciso que el sector, los gobiernos, la sociedad civil, incluidos los sindicatos y las ONG aborden esta cuestión conjuntamente. En ese marco, sostienen que lamentablemente, desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, realizada en Río de Janeiro, en 1992, no se registraron esfuerzos sustantivos con el objetivo de elaborar un convenio sobre cómo gestionar mejor los bosques del planeta.

   
 
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