El norte se reunió con el sur
Por unidad global y desarrollo
sostenible trabajadores de celulosa y papel analizaron
panorámica internacional
En marzo se reunirán en San Pablo,
Brasil, representantes sindicales de la región con la
finalidad de establecer pautas comunes para lo cual es
necesario ser "propositivos, maduros y universales en
el sentido de la defensa del trabajo", dijo el
presidente del sindicato Centro Unión Obreros y
Papeleros de Celulosa (CUOPYC) y del Comité Organizador
de la Conferencia Mundial de los Trabajadores de
Celulosa y Papel, Walter Silva.s.
Uruguay como polo atractivo para los
negocios
El presidente del sindicato Centro
Unión Obreros y Papeleros de Celulosa (CUOPYC) y del
Comité Organizador de la Conferencia Mundial de los
Trabajadores de Celulosa y Papel, Walter Silva, indicó
que al encuentro realizado en Piriápolis, Maldonado,
concurrieron delegaciones de 35 países que representan
a más de 20 millones de trabajadores.
La Federación Internacional fue
quien patrocinó el evento. Uruguay fue elegido como
sede después de valorar una serie de aspectos como el
hecho de que sea un país respetado desde el punto de
vista sindical, con una central única de trabajadores.
Por otra parte, los capitales que llegan al territorio
nacional saben que existen una serie de elementos
valorativos como la seguridad jurídica, la calidad de
la mano de obra, garantías en régimen vial y pluvial,
parámetros que hacen que se vuelva un polo atractivo.
Al evento concurrieron un centenar y medio de
delegados. Se discutieron y confrontaron las
problemáticas del sector a nivel de América Latina y
mundial. Los delegados de Canadá expresaron que se
perdieron más de 10.000 puestos de trabajo en el
transcurso de 2007 y 2008.
Según Silva, en contraposición, en
este lado del mundo se está satisfecho con la
radicación de una serie de capitales multinacionales.
Es el caso del proyecto Botnia que hace un año está
produciendo. Asimismo, están en camino de instalarse
los megaproyectos de ENCE y de PORTUCEL, así como STORA
ENSO, entre otros.
En el evento se discutió que los
trabajadores de Canadá y los Países Nórdicos se tomaran
con "gran tranquilidad" el cierre de más de 15 plantas,
otro tanto ocurre en EE.UU y así sucesivamente en otras
Naciones. Silva, dijo que a medida que se realizan más
proyectos en Uruguay, grandes empresas de envergadura a
nivel mundial cerraron por temas políticos y por no
cumplimiento de las normas medioambientales.
Silva afirmó que los representantes
de Finlandia sostuvieron que el tema del cambio
arancelario en el Tratado que mantenían con Rusia, les
impide hacerse de la materia prima. El 80% de la
materia prima que permite la producción y la puesta en
marcha de las fábricas está vedada, "se cerró". Esta
situación provoca una ruptura y como consecuencia las
fábricas dejan de funcionar. Mientras, en San
Petersburgo se están instalando 20 plantas de celulosa
más. Se registró un cambio en la dinámica política de
Rusia y también en otros países.
En Asia se están instalando más de
30 plantas de altísimo poder de producción. En un
lustro la dinámica del sector provocó toda una serie de
movimientos sísmicos, con la reacción de los
trabajadores que se plasmó en la conferencia mundial.
En el marco regional, se está
tratando de generar alternativas políticas y
estratégicas para visualizar cómo se posicionan los
trabajadores.
Valoraciones sindicales
En cuanto a las ventajas y
desventajas de la ubicación de grandes empresas en la
región, Silva dijo estar en concordancia con lo
expresado por el Ministro de Trabajo y Seguridad
Social, Eduardo Bonomi, quién indicó que existen
comportamientos eclécticos y es necesario tener un
comportamiento autocritíco.
Silva señaló que esta fuerza
política que actualmente ocupa el gobierno nacional no
estaba de acuerdo con la ubicación de plantas en el
territorio nacional. No obstante, "se registró un punto
de inflexión" mediante la solicitud de consultorías que
permitieron dar cuenta de la veracidad de los
comentarios que se realizaban sobre las ventajas y
desventajas de esos negocios. Se pretendía saber si las
fábricas eran tan "polucionantes" y si era verdad "que
pocos menos había que impedir que se instalaran".
Después de los estudios "nos encontramos con este tipo
de emprendimiento", como Botnia, que cumple a nivel
cabal, con las disposiciones que le impuso la Dirección
Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) y a su vez con las
políticas que en ese entorno genera el Gobierno.
Silva indicó que en esa instancia
también los trabajadores están desempeñando un rol -que
no tenían antes- como trabajar en comisiones para
seguir el cumplimiento de las certificaciones
internacionales y nacionales se cumplan.
En Uruguay trabajan en la industria
del papel y la celulosa más de 1.350 personas. La
tendencia marca que se duplicará el personal directo de
fábrica y otro tanto en el régimen periférico de las
empresas con prestadoras de servicios y contratos. Para
la realidad de Uruguay, que es un país pequeño y con
escasa población, esto permitirá generar otros espacios
que no estaban proyectados.
En ese sentido, el sindicalista
destacó que es necesario generar proyectos,
intercambiar ideas con el gobierno y con el Ministerio
de Trabajo para lograr en los próximos años contar con
personal calificado, de forma de que los
emprendimientos que aparezcan tengan como primera
opción personal calificado. Actualmente, dijo que los
empleados trabajan desde hace más de 20 años en
empresas con maquinarias que no son competitivas y no
cuentan con la capacitación correspondiente. Eso
constituye una nueva tarea y un desafío a considerar y
es parte de los nuevos escenarios que los trabajadores
deben articular con el objetivo de "llenarlos de
contenido". Afirmó que eso es parte de las herramientas
del movimiento sindical.
En ese marco, dijo que con las
autoridades del Ministerio de Trabajo y de la Oficina
de Planeamiento y Presupuesto (OPP) mantienen un
intercambio de documentos y opiniones que sintetizan
las acciones a seguir en los nuevos escenarios.
En ese aspecto, dijo que al marco
teórico es necesario brindarle elementos de practicidad
y que se generen políticas gubernamentales en tal
sentido.
Silva indicó que la crisis
internacional hizo que Botnia paralizara hace pocas
semanas su producción, una realidad que no estaba
prevista. "Estas fábricas se instalaron para trabajar a
régimen completo y sin parar". La aparición de la
retracción de los mercados y la baja de precios de la
celulosa que se encuentra en U$S 400, la mitad del
precio anterior, y en la medida de que no existe
demanda se produjo una sobreproducción.
A raíz de la crisis, algunas plantas
en Finlandia se cerraron definitivamente y entre 500 y
600 personas quedaron sin trabajo. Afirmó que esas
realidades hay que integrarlas a la discusión y no
solamente como uruguayos y sí con una lectura más
regional.
En cuanto a FANAPEL, señaló que es
una fábrica centenaria y en los últimos 25 años logró
una adecuación a los tiempos actuales. Eso le llevó a
una sustancial inversión por encima de los U$S 40
millones que la discutió con el sindicato de
trabajadores. Esa situación tuvo como resultado una
industria libre de cloro porque de no ser así hubiera
quedado fuera del mercado y los trabajadores sin el
recurso laboral. Las negociaciones salariales y las
mejoras técnicas permitieron a trabajadores y
empresarios continuar en el escenario nacional.
Asimismo, afirmó que para todos
estos emprendimientos es necesario seguir los controles
planteados y comprometidos con la DINAMA, situación que
algunas empresas no cumplen. A partir de allí se
contraponen dos modelos de gerenciamiento de empresas
que pueda llegar a ser "nefasta" para todos, en la
medida de que los empresarios no se "agiornen" y
visualicen un Uruguay productivo. Enfatizó que los
distintos casos son "las dos caras de una misma moneda"
y muestra al empresariado del país.
Silva aseveró que esa situación se
repite a nivel internacional porque "existe un
empresariado que está con un modelo viejo" y lo que
hacen es "exprimir hasta lo último" lo que da la planta
y después cierran. En ese sentido, precisó que el
factor humano para ellos no es importante ni relevante.
Controles medioambientales
Silva precisó que los controles
medioambientales son sustanciales como mecanismos de
control, con auditorias y formas de seguir de cerca las
gestiones de las empresas. Eso evita situaciones
extremas y la pérdida de fuentes laborales. En ese
marco, citó al conflicto bilateral con Argentina y el
corte de puentes impuesto por habitantes de
Gualeguaychú donde "no hay quién los convenza de que
los controles se están haciendo y está todo bien". En
ese contexto, afirmó que como uruguayo y trabajador
integrante de una central como el PIT-CNT refrenda que
la situación está "en tiempo y en forma". Señaló que
sin embargo existen otros componentes que hacen "que
infelizmente la situación siga en los términos en que
esta".
En el Congreso se plantearon
situaciones regionales y se procuraron ejemonizar
algunos aspectos que son parte de las actividades
cotidianas, con el propósito de "generar un marco que
nos contenga a todos". De ese modo, se procura plantear
a los gobiernos de turno el pensamiento de los
trabajadores. Señaló que es objetivo que los
trabajadores no sigan "pagando" las consecuencias de
las crisis económicas. Para ello es necesario
planificar y brindar soluciones estratégicas que estén
a priori de lo que puede suceder a corto plazo. Destacó
que ese es el cambio de mentalidad que tienen que
lograr todos los trabajadores.
Puntos comunes para la región
El representante sindical manifestó
que existen puntos comunes para la región y quedaron
pautadas reuniones de trabajado que se realizarán en
San Pablo, Brasil, en el mes de marzo, donde cada
central brindará la postura de su país.
Indicó que ese será un punto de
inflexión para "cerrar los eslabones de una cadena"
para la que no se tiene demasiado tiempo porque es
vital acelerar los pasos. Destacó que para mantener
posturas comunes es necesario ser suficientemente "propositivos,
maduros y universales en el sentido de la defensa del
trabajo".
Silva destacó que en el congreso las
palabras del Ministro de Industria, Energía y Minería,
Daniel Martínez, dejaron satisfechos a los presentes
porque transmitieron una visión positiva del país desde
el ángulo político. Señaló que a este tipo de foros no
es común que se presenten autoridades de gobierno.
Destacó que el puntapié inicial para el evento lo
colocó el Presidente de la República, Tabaré Vázquez,
declarándolo de interés nacional. Del mismo, el
Intendente de Maldonado, Oscar de los Santos y el
Ministerio de Turismo y Deporte brindaron su apoyo,
situación que propendió a que los organizadores del
encuentro resultaran mejores anfitriones.
Situación regional
El documento "Panorámica del sector
de la pulpa y el papel a nivel mundial, economías y
actividades regionales de la conferencia mundial de la
ICEM" expresa que en América del Sur, las exportaciones
brasileñas de pulpa registraron una fuerte subida del
20% de 2007 a 2008, con ventas de 3.000 millones de
dólares de EE.UU.
Se estima que sólo el sector de la
pulpa recibirá nuevas inversiones por un total de 14,4
millones de dólares de EE.UU. de aquí a 2017,
habiéndose ya invertido un importe aproximado de 6.500
millones de dólares a EE.UU. Se calcula que la
producción total de pulpa alcanzará 18 millones de
toneladas métricas por año en sólo tres períodos.
La pulpa de eucalipto de fibra corta
de Brasil ocupa ahora un lugar destacado en los
mercados mundiales. Eso se debe a las características
favorables del suelo, las condiciones climáticas y las
mejoras genéticas que se conjugan para que el país
produzca como media 50 metros cúbicos de madera por
hectárea, frente a 30 metros cúbicos de otras partes
del mundo. Un 30% de la pulpa Kraft de madera dura
mundial procede de Brasil, ya que el país produjo 7,8
millones de toneladas métricas el año pasado.
En Brasil, los precios y el uso del
papel recuperado cayó en gran parte de 2008,
principalmente debido a los altos precios de los
suministros y los bajos precios de la pulpa en el país.
El sector del papel de embalaje se comprimió, y las
ventas en los papeles estucados nacionales cayeron en
un 43%. Sin embargo, las exportaciones de pulpa
brasileña siguen siendo saludables.
En lo que refiere a la realización
de proyectos en Brasil, Internacional Paper está
construyendo una nueva fábrica de papel en Três Lagoas,
en el estado de Mato Grasso do Sul. La nueva unidad de
producción de papel que comenzará a trabajar en el
primer trimestre de 2009, tendrá una capacidad de
200.000 toneladas métricas por año de papel de
impresión sin estucar sintético sin madera. Stora Enso
ha comprado extensiones de bosque en el estado de Río
Grande do Sul con el objeto de construir una fábrica de
pulpa con una posible producción de papel.
De acuerdo a la Federación
Internacional de Sindicatos de la Química, Energía,
Minas e Industrias Diversas (ICEM), en Uruguay varios
proyectos están siendo examinados en los consejos
directivos de las empresas. La empresa española ENCE
S.A. se está preparando para construir una fábrica de
pulpa Kraft con una capacidad de producción de un
millón de toneladas por año, unas instalaciones
energéticas y un puerto de exportación en Punta
Pereyra, Colonia, a lo largo del Río de la Plata. Se
prevé que el proyecto de un valor de 1.400 millones de
dólares se ponga en marcha en junio de 2010. Stora Enso
también adquirió 69.000 hectáreas de extensiones de
pino y eucalipto, con la intención de construir una
fábrica de pulpa.
El grupo portugués Portucel Soporcel,
con una participación mayoritaria de SEMAPA, una
empresa de inversiones con holdings en el papel,
cemento y otras actividades, construirá una fábrica de
pulpa de 4.000 millones de dólares de EE.UU. y un
puerto de aguas profundas en la parte oriental del
país, cerca de la frontera con Brasil.
En Chile, Celulosa Arauco y
Constitución SA es la mayor empresa de productos
forestales con cinco fábricas en ese país y una en
Argentina. Las fábricas de pulpa de Arauco, Valdvia y
Nueva Aldea combinadas producen 2,2 millones de
toneladas métricas de pulpa cada año, mientras que las
industrias más pequeñas aportan 700.000 toneladas.
En Argentina, Arauco dirige a Alto
Paraná en Puerto Esperanza, una fábrica de pulpa que
produce 350.000 toneladas por año. La economía se ha
estado expandiendo a una tasa de crecimiento anual de
8,5% a juzgar por las cifras que se publicaron durante
el primer semestre de 2008.
El documento afirma que en general,
se prevé que el PIB crezca entre un 3 y 4%. Este
crecimiento seguramente beneficiará a los mercados del
papel en el que las exportaciones de fruta, plantas,
aparatos eléctricos y partes de automóviles impulsaron
el mercado del cartón corrugado.
En ese marco, Argentina es el
segundo mayor productor de América del Sur con un 17,8%
de cartón. Detrás está Brasil, con una cuota de 45%.
Visión global
De acuerdo a lo planteado por ICEM,
para seguir con un desarrollo sostenible, el sector de
la pulpa y el papel deben establecer pautas para
afianzar un medio ambiente seguro. En ese sentido,
muchas empresas cuentan con programas que acreditan esa
ambición. El equilibrio que debe alcanzarse entre el
suministro de madera y la sostenibilidad de los bosques
debe ser un elemento esencial en esa ecuación. En ese
marco, es imprescindible que los sindicatos y las
organizaciones de la sociedad civil vigilen todo el
proceso desde la tala de árboles, la cadena de
suministros hasta la llegada de los productos al
mercado.
En ese contexto, distintas empresas
pasan de la teoría a la práctica utilizando grandes
cantidades de biocombustibles que producen niveles
neutros de carbono. Asimismo, poseen negocios con
actividades de reciclado que requieren mucho
mantenimiento y que arrojan bajos márgenes de
ganancias. La producción de papel se caracteriza por
una baja impronta de carbono, más pequeña que la que
deja el plástico u otros productos del mismo tipo.
La unión de trabajadores del papel
expresa que las industrias deben proyectar una imagen
correcta que ponga el acento en las medidas que adopta
con el objetivo de gestionar los bosques de forma
sostenible, reduciendo los efectos del cambio
climático.
En ese sentido, ICEM destaca que
solamente el 10% de los bosques del mundo están sujetos
actualmente a certificación por parte de organizaciones
que se dedican a esa labor. Uno de los grandes desafíos
es acabar con el enorme problema de la tala ilegal. De
las cuatro mil millones de hectáreas de bosques en el
mundo, se calcula que se talan 242.811 a 282.811 metros
cuadrados. La fabricación de pulpa y papel representa
el 42% y los productos de madera y agricultura acaparan
el resto.
La organización gremial expresa que
el sector debe tratar de solucionar el problema de las
enormes extensiones de bosques que son taladas
ilegalmente y los efectos que eso tiene sobre el medio
ambiente y sobre los costos del suministro de la
madera. Señalan que el costo para la sociedad y para
las empresas forestales legales es enorme.
Aseguran que es preciso que el
sector, los gobiernos, la sociedad civil, incluidos los
sindicatos y las ONG aborden esta cuestión
conjuntamente. En ese marco, sostienen que
lamentablemente, desde la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
realizada en Río de Janeiro, en 1992, no se registraron
esfuerzos sustantivos con el objetivo de elaborar un
convenio sobre cómo gestionar mejor los bosques del
planeta. |