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15 de diciembre, 2008

MIDES - "Uruguay Integra"

La integración como experiencia socioeducativa, productiva y de realización personal
Con la participación de 2.500 personas el programa creó diferentes espacios. Solucionó problemáticas sociales relacionadas con la salud y conformó microemprendimientos. En trabajo coordinado con UTU, promociona el Sistema de Formación Profesional de Base. Subsanó la no presencia del Estado en todo el territorio, el cual, según la encargada de Uruguay Integra, Rosa de León, "tiene muchas capacidades, pero debe cambiar algunas lógicas de funcionamiento".

En encuentros regionales que se realizaron en Salto, con la participación de más de 500 personas, en Durazno con más de 600 o en Pinamar, "Uruguay Integra" demostró que "la voluntad de participar de la gente" está presente. Su encargada, Rosa de León, afirma que es "fundamental la forma de convocar" y que es necesario escuchar antes de proponer distintas actividades. En todo el territorio nacional operan 196 grupos donde participan un total de 2.500. En pequeñas localidades, "donde no pasa nada" las personas esperan la llegada de los técnicos del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) para comenzar o continuar con experiencias productivas. Así los espacios de integración contemplan, con el objetivo de solucionar, problemáticas familiares y personales, y reivindicar la autoestima y el fortalecimiento de valores. La experiencia del Programa indica que existe una fragmentación social más profunda en las grandes ciudades, situación que no existe en las pequeñas localidades. Los cambios de conducta, ante la mirada del otro, con acentuación en los prejuicios, necesita de una constante intervención y seguimiento de los equipos técnicos contratados por el MIDES. Para ello, los convenios y la articulación con organismos públicos y asociaciones civiles sin fines de lucro, así como el apoyo de las Naciones Unidas es fundamental.

"Uruguay Integra"

La responsable de "Uruguay Integra" del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), Rosa de León, precisó que el objetivo del programa es generar espacios de inclusión social en diversos sectores de la sociedad.

Los programas en los que está trabajando el Ministerio, en el marco del Plan de Equidad, atienden a una población mucho más amplia y no exclusivamente a sectores de extrema pobreza como el Plan de Equidad.

Espacios de integración

La intención es generar espacios de participación que incluyan a personas que no han tenido la oportunidad de encontrarse con otras fuera de sus lugares de residencia habitual.

Los grupos son muy heterogéneos. Están conformados por entre 15 y 20 personas. A ellos asisten jóvenes, adultos mayores, hombres y una mayoría de mujeres, con quienes se hacen diversos tipos de actividades.

Para un mejor desarrollo del programa se suscribieron diferentes convenios y acuerdos con organizaciones de la sociedad civil y también con algunos organismos públicos.

Los técnicos de las organizaciones civiles que se contratan son los que convocan a los grupos.

El programa asegura la participación en sus actividades de personas que están en situación "más deprimida", listado que surge de los inscriptos al Pan de Atención Nacional a la Emergencia Social (PANES), asignaciones familiares y asistencia a la vejez.

La Jerarca indicó que "nosotros como Estado y como MIDES debemos ir a buscar a esa población con la finalidad de asegurarles espacios de participación".

A su vez, se le indica a los equipos técnicos que van a trabajar con esos ciudadanos que aporten otra cantidad de personas, que no son precisamente los más pobres, que no percibieron el ingreso ciudadano y que tienen otros tipos de exclusión.

Por ejemplo, una señora que no sea extremadamente pobre pero que vive una situación de violencia doméstica es excluida y necesita integrarse. Esta es la propuesta: conformar grupos heterogéneos integrados de diversa manera que a partir de actividades socio-educativas desarrollen durante 8 meses procesos de integración social.

Así se generan vínculos en el barrio, entre la comunidad, con las organizaciones que trabajan en la zona, con las redes que ya existen, con la comisiones de fomento, de las escuelas y de las policlínicas más cercanas.

Se integran ciudadanos de Montevideo y de ciudades del interior, pero sobre todo los que viven en pequeñas localidades. Son experiencias exitosas porque son muy escasas las oportunidades de espacios de socialización "donde ellos pueden desarrollar procesos socioeducativos".

En este momento, los grupos funcionan en pequeñas localidades del interior del país. Son zonas bien alejadas de las capitales. El Ministerio o la Intendencia respectiva deben proporcionar los medios de locomoción porque no cuentan con esos servicios en forma regular.

Pequeñas localidades

Las pequeñas localidades se encuentran en zonas como el Santoral del departamento de Canelones; en Florida, tanto en Mendoza, Cardal o 25 de Agosto; en Durazno los grupos funcionan en Santa Bernardina o Sarandí del Yí. En Río Negro, en Algorta y San Javier. Se trabaja también en La Charqueada, Paso de la Cruz, Paso de los Mellizos y Cerro Chato.

Son 70 grupos funcionando en localidades bien pequeñas. En todo el territorio nacional operan 196 grupos donde participan un total aproximado de 2.500 personas.

Problemáticas familiares y personales

Existen ejes vertebradores del programa sobre los que se articulan todas las actividades. La Jerarca afirmó que es vital contar con un pensamiento crítico que lleve a pensar en las problemáticas de la propia realidad personal, familiar o social. Es necesario que los participantes reflexionen sobre sí mismos como personas con derechos y responsabilidades.

Un aspecto importante es el vínculo con los otros, con los familiares y el desarrollo de la comunicación, así como con la ampliación del pensamiento abstracto. También el desarrollo de la lecto-escritura, cálculos básicos y la dimensión laboral con sus derechos y sus vínculos con la comunidad y su contexto.

Cada equipo técnico trabaja con un grupo de 20 personas con el objetivo de desarrollar actividades concretas.

Los equipos organizan talleres de carpintería, informática, actividades recreativas y lúdicas con niños o conforman una huerta orgánica. En ese ámbito trabajan situaciones de violencia doméstica y de discriminación racial, social o de género.

En ese proceso de 8 meses que empiezan a exponerse las necesidades, las inquietudes, los problemas, las fortalezas, las potencialidades que esas personas tienen y a partir de allí se van componiendo las diferentes actividades.

El programa es de carácter socioeducativo y sus resultados no son tan factibles y mucho menos visibles que otros. "Es difícil decir tantas personas levantaron su autoestima, uno de los valores que más buscamos reivindicar".

Es un proceso abstracto que tiene una incidencia total sobre la vida cotidiana de las personas en el trabajo y al tomar una opción educativa.

El programa antecedente de "Uruguay Integra" es "Rutas de Salida". En ese contexto, cada persona va definiendo su propia ruta. Para algunos es vital conseguir la documentación para obtener la pensión que debería tener pero que no cobraba. Para otros es la asignación familiar o terminar la Escuela, armar una carta de presentación y un currículum laboral o integrarse a la Comisión de Vecinos porque "ahora puedo porque estoy fortalecido y sé que tengo ciertas posibilidades y potencialidades, no se van a reír de mí cuando hable y no voy a pasar vergüenza". Son procesos de educación no formal.

El seguimiento

En la continuación de los procesos educativos se visualizan debilidades y fortalezas. El vínculo emocional es muy significativo y ayuda a que las personas salgan del aislamiento. Al sentirse tratados con dignidad encuentran que tienen un lugar en su ciudad o en su barrio. Al ser reconocidos por otros comienzan a sentirse ciudadanos y a partir de allí las situaciones particulares comienzan a cambiar. Es necesario tratar las causas de las problemáticas para que la gente empiece a darse cuenta de que es posible cambiar.

Se procura que a los grupos ingrese en forma permanente gente nueva. En Rutas de Salida participaron 15.000 personas.

Si bien el proceso de integración consta de ocho meses, con 23 grupos se seguirá trabajando por cuatro meses más para no interrumpirles los emprendimientos productivos que tienen en marcha.

Al ingresar y al retirarse del programa todos sus participantes completan un formulario, encuesta que tiene el objetivo de conocer qué cambios se produjeron en los ocho meses de integración.

Experiencias productivas

Un grupo de pueblo Achar, en Tacuarembó, se organizó para promover buenas prácticas en salud. En ese lugar, las mujeres nunca se habían hecho mamografías ni papanicolau, ni se tenía información directa por parte de médicos o especialistas sobre salud sexual o reproductiva. La necesidad surgió del grupo para toda la localidad y a partir de allí comenzaron las conexiones con Salud Pública y con la Intendencia Municipal. También se generaron conexiones con otras poblaciones cercanas.

De León afirmó que es muy importante para mujeres que pensaron que sólo serían amas de casa y madres y que no podían hacer nada más, comenzar a generar vínculos y conformar una red, donde ellas mismas les dicen a otros que los estudios médicos son muy importantes para conservar una buena salud.

También fue significativo para ellas, en primer término, poder hablar con las autoridades. En segundo término, que se accediera a apostar un móvil y luego que se habilitara la atención sanitaria. Para ellas, eso significó ser agentes de cambio en su comunidad y en sus familias.

Otro grupo en Casavalle planteó el tema de la basura porque vivían en un barrio sumamente sucio con muchos clasificadores. El emprendimiento comunitario generó un sistema de recolección de residuos apoyados por un equipo técnico. Al mismo tiempo están realizando una interesante investigación antropológica que surge de la necesidad de la gente.

En San José, otro grupo que integró "Rutas de Salida" y ahora "Uruguay Integra" está experimentando con tejidos.

De León manifestó que empezaron con algo muy sencillo que nadie se imaginó en aquel momento que iba a prosperar. A medida que se incrementó la participación, el grupo empezó a requerir más técnicas para realizar su trabajo. Se contrataron técnicos para que planificaran y organizaran los nuevos insumos. Se compraron ruecas que ejecutan todo el proceso de la lana desde el momento del hilado, el teñido y luego la confección de las prendas.

Después de ese trabajo organizaron en un club de San José un desfile de modas con toda la ropa diseñada. En ese momento, están vendiendo las prendas a europeos a raíz de un contacto con ciudadanos belgas que viven en el departamento y que les hicieron de nexo. Ahora como emprendimiento productivo quieren constituirse en cooperativa de producción.

Un grupo de personas que realizó el curso de gastronomía en Río Branco solicitó a la Ministra de Desarrollo Social (MIDES), Marina Arismendi, asistir al Programa de Salud Bucal. Ellos mismos decían: " cómo vamos a ir a buscar un trabajo de ayudante de cocina si tenemos la dentadura en mal estado". Se realizó un convenio con el Centro de Salud de Río Branco y la presentación personal de cada uno cambió. Empezaron a buscar trabajo en restaurantes, free shopp y en diferentes negocios porque se necesita personal para un área que en esa región es de "gran movida comercial".

La mirada del otro

Los cambios de salir de la exclusión y realizar otras actividades bajo la mirada del otro traen acopladas "otras miradas" de los integrantes de la comunidad que visualizaron durante mucho tiempo a esas personas, de determinados barrios, en sentido marginal.

De León expresa que en ese sentido, se dan procesos particulares e interesantes. En pequeñas localidades como en Paso de los Mellizos, en Río Negro "nunca pasa nada". La gente espera la llegada de la camioneta con los técnicos los días sábados porque es lo único distinto que ocurre durante la semana. Ese espacio rompe con la rutina. Se genera una movida en el pueblo. El grupo inicial de 20 personas creció. Se formaron dos grupos. Después hubo que decir "paren porque no hay equipo técnico que pueda sostener todas las actividades".

Se agregaron otras acciones con la comunidad como la conformación de una biblioteca y títeres. Los jóvenes empezaron a ver que los adultos se reunían y requirieron el apoyo de los técnicos. Surgió un proyecto de jóvenes. "Son pequeñas movidas en las localidades más chicas y el impacto es muy fuerte".

El primer impacto se da en la familia, que en general se resiste a que la mujer participe y concurra a las reuniones. Cuando eso ocurre, los equipos técnicos hablan con las familias y procuran, como estrategia, que ellos también se incorporen con el objetivo de modificar conductas. Esa situación se repite sistemáticamente en temas de violencia doméstica.

También se visualiza un impacto positivo cuando los niños dicen: "ahora mamá me puede ayudar en los deberes, puede hablar con la maestra y participa en la comisión de la escuela".

Es una forma de recuperar situaciones y romper con el pensamiento de que esas personas no podían participar. La intervención de los equipos técnicos es más resistida en las ciudades que en los pueblos pequeños.

Fragmentación social

La Jerarca expresó que en determinados centros educativos, en ciudades grandes, existe una gran resistencia con respecto a la concurrencia de participantes de "Rutas de Salida" a grupos de trabajo o clases en los mismos locales. Sin embargo, en el interior -y más en pequeñas localidades- las puertas están abiertas en todos los lugares.

En las localidades más pequeñas no se ha dado una situación de fragmentación social tan importante como en Montevideo y en ciudades de mayor número de habitantes.

En las pequeñas localidades, al momento de integrarse las diferencias sociales se empiezan a desdibujar, fenómeno que no se aprecia en las capitales departamentales.

En las pequeñas localidades, por ejemplo, existe una única Escuela a la cual concurren todos los niños de la zona que son los hijos del peón, de las personas que trabajan en el tambo, de los patrones o del almacenero. En la cuidad esas situaciones se ven cada vez menos.

Convenios y articulación

El proyecto "Uruguay Integra" comenzó en marzo de 2008. Se suscribieron acuerdos con asociaciones civiles sin fines de lucro y con personería jurídica que pudieran conveniar con el Estado, con reglas formales claras.

Los proyectos se promueven en forma articulada con otros organismos del Estado. En ese marco se han organizado "experiencias muy interesantes". Una de ellas con UTU, donde de común acuerdo se instalaron grupos de capacitación de adultos en determinados oficios.

En Nueva Palmira se realizó jardinería. Costura en Trinidad. Albañilería y carpintería en Libertad y gastronomía en Río Branco. Los grupos recibían entre 160 y 300 horas de clases. Además de los docentes, los equipos técnicos estaban conformados por asistente social y psicólogo, quiénes eran los sostenes permanentes y articuladores de las propuestas y de las situaciones personales que se iban presentando. De 100 personas que empezaron los cursos terminaron 99. En cuatro meses solamente se registró una deserción, por motivos familiares, que hacían insostenible su participación en clases diarias.

También "Uruguay Integra" firmó con MEVIR un convenio marco que permitió armar un proyecto para una localidad "bien rural" como San Gabriel, en el departamento de Florida. En el cruce de rutas existe un puesto policial, una escuela y se están construyendo viviendas de MEVIR para más de 80 personas. Allí se instaló "Uruguay Integra".

De León afirma que el Estado estuvo ausente durante muchos años, en cuanto a su presencia en el territorio nacional y en los lugares donde están actuando personas que integran la sociedad civil. "El Estado tiene muchas capacidades, pero debe cambiar algunas lógicas de funcionamiento".

Para UTU "es toda una novedad" que el MIDES le planteé realizar capacitación para adultos que protagonizaron el Plan de Emergencia. Esa población estaba "absolutamente al margen y huía del sistema educativo". En ese marco, hubo que preparar a los docentes, a los directores y todos los integrantes de la institución UTU.

La responsable del programa expresa que las políticas sociales deben tener dos dimensiones: una social y otra promocional. A partir de la experiencia con los participantes del Plan de Emergencia, UTU incorporó el Sistema de Formación Profesional de Base (SFPB).

Es un sistema que se va realizando por módulos y por créditos destinado a los adultos. Se pretende que este tipo de capacitación se constituya en parte de un itinerario educativo. Si luego se quiere realizar un segundo módulo u otra capacitación, lo anterior le servirá de crédito. A tales efectos, se les otorga un certificado. Para participar en los grupos educativos del Plan de Emergencia no se solicitaba ningún mínimo grado educativo. No obstante, para participar en los grupos de UTU se necesita certificación de Educación Primaria completa. Se está trabajando en ese planteamiento.

Encuentros regionales

A nivel del programa se organizan encuentros regionales, al igual que en "Rutas de Salida". El año pasado se realizaron encuentros en Montevideo, Rivera y Paysandú. El primer encuentro de este año se realizó el 11 de setiembre en Salto donde se juntó a todo el litoral. Aproximadamente 500 personas visitaron las termas del Arapey, la mayoría no conocía el lugar, ni tenían idea de que la infraestructura existía y que tenían derecho a ir porque es para todo público.

El 25 de octubre en Pinamar estuvo representado Montevideo, Canelones, San José, Cerro Chato y La Charqueada. El 8 de noviembre en Durazno se juntaron participantes de Cerro Largo, Rivera, Tacuarembó, Florida y del departamento. Allí los participantes realizaron una exposición de las manualidades creadas durante los cursos. Además de la presentación de los grupos, hubo mucha diversión con espectáculos artísticos. Estuvieron presentes 600 personas.

No son encuentros técnicos, que también se hacen, pero en el marco de otras instancias, son jornadas de integración de todos los participantes. En Pinamar, el MIDES organizó la reunión, además de brindar locomoción, y la comuna canaria aportó los animadores culturales. La actividad recreativa fue en la playa. Muchas personas por primera vez disfrutaban del mar y de la arena. Además, tuvieron la oportunidad de conocer otras realidades que están muy alejadas de sus lugares de origen en la Charqueada, Cerro Chato o Minas.

De León afirma que la expresión "no queremos participar" no es real porque el programa se sostiene en la voluntad de intervenir de la gente. Para ello, es fundamental la forma de convocar, que los técnicos sean del lugar de origen y que escuchen las ideas de la gente, material en el que se sostienen luego las propuestas a desarrollar.

"Uruguay Integra" y Naciones Unidas

"Uruguay Integra" obtuvo la aprobación de un proyecto por parte del Programa de Naciones Unidas. El mayor desafío fue articular con varios organismos públicos como INAU, Primaria, UTU, Ministerio de Turismo y Deporte, MEC y MIDES para llevar a cabo lo planificado.

En Barros Blancos, Ciudad del Plata y Montevideo se realizarán experiencias pilotos. Se están definiendo las áreas, los temas, las cargas horarias y los docentes con la finalidad de brindar experiencias bastante similares a las anteriores.

El Programa con Naciones Unidas se denominó "Uruguay Integra" y es uno de los 11 proyectos de "Manos Unidas". El proyecto durará solamente un año y medio a partir de 2008. Los recursos financieros están administrados por los Fondos de Población del PNUD.

En Barros Blancos, "Uruguay Integra" trabaja en el Centro Cívico Salvador Allende donde también funciona un CECAP que depende del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Allí concurren jóvenes, niños y adolescentes.

También se trabaja con los padres de los niños que allí asisten en el marco del Programa "Aprender siempre" (PAS), instancia que tiene por objetivo realizar capacitaciones de poco tiempo y en diversas temáticas.

Se articulan los distintos programas de diferentes organismos como MEC y MIDES. Con INAU se están planificando campañas de sensibilización en temáticas relacionadas con maltrato, abuso y trabajo infantil. La promoción de los derechos de los niños también se trabaja en los Centros CAIF, en forma paralela y complementaria a lo que naturalmente y tradicionalmente se instrumentó.

 

 

   
 
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