MIDES - "Uruguay Integra"
La integración como experiencia
socioeducativa, productiva y de realización personal
Con la participación de 2.500
personas el programa creó diferentes espacios.
Solucionó problemáticas sociales relacionadas con la
salud y conformó microemprendimientos. En trabajo
coordinado con UTU, promociona el Sistema de Formación
Profesional de Base. Subsanó la no presencia del Estado
en todo el territorio, el cual, según la encargada de
Uruguay Integra, Rosa de León, "tiene muchas
capacidades, pero debe cambiar algunas lógicas de
funcionamiento".
En
encuentros regionales
que se realizaron en Salto, con la participación de más
de 500 personas, en Durazno con más de 600 o en Pinamar,
"Uruguay Integra"
demostró que "la voluntad de participar de la gente"
está presente. Su encargada, Rosa de León, afirma que
es "fundamental la forma de convocar" y que es
necesario escuchar antes de proponer distintas
actividades. En todo el territorio nacional operan 196
grupos donde participan un total de 2.500. En
pequeñas localidades,
"donde no pasa nada" las personas esperan la llegada de
los técnicos del Ministerio de Desarrollo Social
(MIDES) para comenzar o continuar con
experiencias
productivas. Así los
espacios de
integración contemplan, con el objetivo de
solucionar,
problemáticas familiares y personales, y
reivindicar la autoestima y el fortalecimiento de
valores. La experiencia del Programa indica que existe
una fragmentación
social más profunda en las grandes ciudades,
situación que no existe en las pequeñas localidades.
Los cambios de conducta, ante
la mirada del otro,
con acentuación en los prejuicios, necesita de una
constante intervención y
seguimiento de los equipos técnicos contratados
por el MIDES. Para ello, los
convenios y la
articulación con organismos públicos y
asociaciones civiles sin fines de lucro, así como el
apoyo de las
Naciones
Unidas es fundamental.
"Uruguay
Integra"
La responsable de "Uruguay Integra"
del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), Rosa de
León, precisó que el objetivo del programa es generar
espacios de inclusión social en diversos sectores de la
sociedad.
Los programas en los que está
trabajando el Ministerio, en el marco del Plan de
Equidad, atienden a una población mucho más amplia y no
exclusivamente a sectores de extrema pobreza como el
Plan de Equidad.
Espacios de integración
La intención es generar espacios de
participación que incluyan a personas que no han tenido
la oportunidad de encontrarse con otras fuera de sus
lugares de residencia habitual.
Los grupos son muy heterogéneos.
Están conformados por entre 15 y 20 personas. A ellos
asisten jóvenes, adultos mayores, hombres y una mayoría
de mujeres, con quienes se hacen diversos tipos de
actividades.
Para un mejor desarrollo del
programa se suscribieron diferentes convenios y
acuerdos con organizaciones de la sociedad civil y
también con algunos organismos públicos.
Los técnicos de las organizaciones
civiles que se contratan son los que convocan a los
grupos.
El programa asegura la participación
en sus actividades de personas que están en situación
"más deprimida", listado que surge de los inscriptos al
Pan de Atención Nacional a la Emergencia Social
(PANES), asignaciones familiares y asistencia a la
vejez.
La Jerarca indicó que "nosotros como
Estado y como MIDES debemos ir a buscar a esa población
con la finalidad de asegurarles espacios de
participación".
A su vez, se le indica a los equipos
técnicos que van a trabajar con esos ciudadanos que
aporten otra cantidad de personas, que no son
precisamente los más pobres, que no percibieron el
ingreso ciudadano y que tienen otros tipos de
exclusión.
Por ejemplo, una señora que no sea
extremadamente pobre pero que vive una situación de
violencia doméstica es excluida y necesita integrarse.
Esta es la propuesta: conformar grupos heterogéneos
integrados de diversa manera que a partir de
actividades socio-educativas desarrollen durante 8
meses procesos de integración social.
Así se generan vínculos en el
barrio, entre la comunidad, con las organizaciones que
trabajan en la zona, con las redes que ya existen, con
la comisiones de fomento, de las escuelas y de las
policlínicas más cercanas.
Se integran ciudadanos de Montevideo
y de ciudades del interior, pero sobre todo los que
viven en pequeñas localidades. Son experiencias
exitosas porque son muy escasas las oportunidades de
espacios de socialización "donde ellos pueden
desarrollar procesos socioeducativos".
En este momento, los grupos
funcionan en pequeñas localidades del interior del
país. Son zonas bien alejadas de las capitales. El
Ministerio o la Intendencia respectiva deben
proporcionar los medios de locomoción porque no cuentan
con esos servicios en forma regular.
Pequeñas localidades
Las pequeñas localidades se
encuentran en zonas como el Santoral del departamento
de Canelones; en Florida, tanto en Mendoza, Cardal o 25
de Agosto; en Durazno los grupos funcionan en Santa
Bernardina o Sarandí del Yí. En Río Negro, en Algorta y
San Javier. Se trabaja también en La Charqueada, Paso
de la Cruz, Paso de los Mellizos y Cerro Chato.
Son 70 grupos funcionando en
localidades bien pequeñas. En todo el territorio
nacional operan 196 grupos donde participan un total
aproximado de 2.500 personas.
Problemáticas familiares y personales
Existen ejes vertebradores del
programa sobre los que se articulan todas las
actividades. La Jerarca afirmó que es vital contar con
un pensamiento crítico que lleve a pensar en las
problemáticas de la propia realidad personal, familiar
o social. Es necesario que los participantes
reflexionen sobre sí mismos como personas con derechos
y responsabilidades.
Un aspecto importante es el vínculo
con los otros, con los familiares y el desarrollo de la
comunicación, así como con la ampliación del
pensamiento abstracto. También el desarrollo de la
lecto-escritura, cálculos básicos y la dimensión
laboral con sus derechos y sus vínculos con la
comunidad y su contexto.
Cada equipo técnico trabaja con un
grupo de 20 personas con el objetivo de desarrollar
actividades concretas.
Los equipos organizan talleres de
carpintería, informática, actividades recreativas y
lúdicas con niños o conforman una huerta orgánica. En
ese ámbito trabajan situaciones de violencia doméstica
y de discriminación racial, social o de género.
En ese proceso de 8 meses que
empiezan a exponerse las necesidades, las inquietudes,
los problemas, las fortalezas, las potencialidades que
esas personas tienen y a partir de allí se van
componiendo las diferentes actividades.
El programa es de carácter
socioeducativo y sus resultados no son tan factibles y
mucho menos visibles que otros. "Es difícil decir
tantas personas levantaron su autoestima, uno de los
valores que más buscamos reivindicar".
Es un proceso abstracto que tiene
una incidencia total sobre la vida cotidiana de las
personas en el trabajo y al tomar una opción educativa.
El programa antecedente de "Uruguay
Integra" es "Rutas de Salida". En ese contexto, cada
persona va definiendo su propia ruta. Para algunos es
vital conseguir la documentación para obtener la
pensión que debería tener pero que no cobraba. Para
otros es la asignación familiar o terminar la Escuela,
armar una carta de presentación y un currículum laboral
o integrarse a la Comisión de Vecinos porque "ahora
puedo porque estoy fortalecido y sé que tengo ciertas
posibilidades y potencialidades, no se van a reír de mí
cuando hable y no voy a pasar vergüenza". Son procesos
de educación no formal.
El
seguimiento
En la continuación de los procesos
educativos se visualizan debilidades y fortalezas. El
vínculo emocional es muy significativo y ayuda a que
las personas salgan del aislamiento. Al sentirse
tratados con dignidad encuentran que tienen un lugar en
su ciudad o en su barrio. Al ser reconocidos por otros
comienzan a sentirse ciudadanos y a partir de allí las
situaciones particulares comienzan a cambiar. Es
necesario tratar las causas de las problemáticas para
que la gente empiece a darse cuenta de que es posible
cambiar.
Se procura que a los grupos ingrese
en forma permanente gente nueva. En Rutas de Salida
participaron 15.000 personas.
Si bien el proceso de integración
consta de ocho meses, con 23 grupos se seguirá
trabajando por cuatro meses más para no interrumpirles
los emprendimientos productivos que tienen en marcha.
Al ingresar y al retirarse del
programa todos sus participantes completan un
formulario, encuesta que tiene el objetivo de conocer
qué cambios se produjeron en los ocho meses de
integración.
Experiencias productivas
Un grupo de pueblo Achar, en
Tacuarembó, se organizó para promover buenas prácticas
en salud. En ese lugar, las mujeres nunca se habían
hecho mamografías ni papanicolau, ni se tenía
información directa por parte de médicos o
especialistas sobre salud sexual o reproductiva. La
necesidad surgió del grupo para toda la localidad y a
partir de allí comenzaron las conexiones con Salud
Pública y con la Intendencia Municipal. También se
generaron conexiones con otras poblaciones cercanas.
De León afirmó que es muy importante
para mujeres que pensaron que sólo serían amas de casa
y madres y que no podían hacer nada más, comenzar a
generar vínculos y conformar una red, donde ellas
mismas les dicen a otros que los estudios médicos son
muy importantes para conservar una buena salud.
También fue significativo para
ellas, en primer término, poder hablar con las
autoridades. En segundo término, que se accediera a
apostar un móvil y luego que se habilitara la atención
sanitaria. Para ellas, eso significó ser agentes de
cambio en su comunidad y en sus familias.
Otro grupo en Casavalle planteó el
tema de la basura porque vivían en un barrio sumamente
sucio con muchos clasificadores. El emprendimiento
comunitario generó un sistema de recolección de
residuos apoyados por un equipo técnico. Al mismo
tiempo están realizando una interesante investigación
antropológica que surge de la necesidad de la gente.
En San José, otro grupo que integró
"Rutas de Salida" y ahora "Uruguay Integra" está
experimentando con tejidos.
De León manifestó que empezaron con
algo muy sencillo que nadie se imaginó en aquel momento
que iba a prosperar. A medida que se incrementó la
participación, el grupo empezó a requerir más técnicas
para realizar su trabajo. Se contrataron técnicos para
que planificaran y organizaran los nuevos insumos. Se
compraron ruecas que ejecutan todo el proceso de la
lana desde el momento del hilado, el teñido y luego la
confección de las prendas.
Después de ese trabajo organizaron
en un club de San José un desfile de modas con toda la
ropa diseñada. En ese momento, están vendiendo las
prendas a europeos a raíz de un contacto con ciudadanos
belgas que viven en el departamento y que les hicieron
de nexo. Ahora como emprendimiento productivo quieren
constituirse en cooperativa de producción.
Un grupo de personas que realizó el
curso de gastronomía en Río Branco solicitó a la
Ministra de Desarrollo Social (MIDES), Marina
Arismendi, asistir al Programa de Salud Bucal. Ellos
mismos decían: " cómo vamos a ir a buscar un trabajo de
ayudante de cocina si tenemos la dentadura en mal
estado". Se realizó un convenio con el Centro de Salud
de Río Branco y la presentación personal de cada uno
cambió. Empezaron a buscar trabajo en restaurantes,
free shopp y en diferentes negocios porque se necesita
personal para un área que en esa región es de "gran
movida comercial".
La
mirada del otro
Los cambios de salir de la exclusión
y realizar otras actividades bajo la mirada del otro
traen acopladas "otras miradas" de los integrantes de
la comunidad que visualizaron durante mucho tiempo a
esas personas, de determinados barrios, en sentido
marginal.
De León expresa que en ese sentido,
se dan procesos particulares e interesantes. En
pequeñas localidades como en Paso de los Mellizos, en
Río Negro "nunca pasa nada". La gente espera la llegada
de la camioneta con los técnicos los días sábados
porque es lo único distinto que ocurre durante la
semana. Ese espacio rompe con la rutina. Se genera una
movida en el pueblo. El grupo inicial de 20 personas
creció. Se formaron dos grupos. Después hubo que decir
"paren porque no hay equipo técnico que pueda sostener
todas las actividades".
Se agregaron otras acciones con la
comunidad como la conformación de una biblioteca y
títeres. Los jóvenes empezaron a ver que los adultos se
reunían y requirieron el apoyo de los técnicos. Surgió
un proyecto de jóvenes. "Son pequeñas movidas en las
localidades más chicas y el impacto es muy fuerte".
El primer impacto se da en la
familia, que en general se resiste a que la mujer
participe y concurra a las reuniones. Cuando eso
ocurre, los equipos técnicos hablan con las familias y
procuran, como estrategia, que ellos también se
incorporen con el objetivo de modificar conductas. Esa
situación se repite sistemáticamente en temas de
violencia doméstica.
También se visualiza un impacto
positivo cuando los niños dicen: "ahora mamá me puede
ayudar en los deberes, puede hablar con la maestra y
participa en la comisión de la escuela".
Es una forma de recuperar
situaciones y romper con el pensamiento de que esas
personas no podían participar. La intervención de los
equipos técnicos es más resistida en las ciudades que
en los pueblos pequeños.
Fragmentación social
La Jerarca expresó que en
determinados centros educativos, en ciudades grandes,
existe una gran resistencia con respecto a la
concurrencia de participantes de "Rutas de Salida" a
grupos de trabajo o clases en los mismos locales. Sin
embargo, en el interior -y más en pequeñas localidades-
las puertas están abiertas en todos los lugares.
En las localidades más pequeñas no
se ha dado una situación de fragmentación social tan
importante como en Montevideo y en ciudades de mayor
número de habitantes.
En las pequeñas localidades, al
momento de integrarse las diferencias sociales se
empiezan a desdibujar, fenómeno que no se aprecia en
las capitales departamentales.
En las pequeñas localidades, por
ejemplo, existe una única Escuela a la cual concurren
todos los niños de la zona que son los hijos del peón,
de las personas que trabajan en el tambo, de los
patrones o del almacenero. En la cuidad esas
situaciones se ven cada vez menos.
Convenios y articulación
El proyecto "Uruguay Integra"
comenzó en marzo de 2008. Se suscribieron acuerdos con
asociaciones civiles sin fines de lucro y con
personería jurídica que pudieran conveniar con el
Estado, con reglas formales claras.
Los proyectos se promueven en forma
articulada con otros organismos del Estado. En ese
marco se han organizado "experiencias muy
interesantes". Una de ellas con UTU, donde de común
acuerdo se instalaron grupos de capacitación de adultos
en determinados oficios.
En Nueva Palmira se realizó
jardinería. Costura en Trinidad. Albañilería y
carpintería en Libertad y gastronomía en Río Branco.
Los grupos recibían entre 160 y 300 horas de clases.
Además de los docentes, los equipos técnicos estaban
conformados por asistente social y psicólogo, quiénes
eran los sostenes permanentes y articuladores de las
propuestas y de las situaciones personales que se iban
presentando. De 100 personas que empezaron los cursos
terminaron 99. En cuatro meses solamente se registró
una deserción, por motivos familiares, que hacían
insostenible su participación en clases diarias.
También "Uruguay Integra" firmó con
MEVIR un convenio marco que permitió armar un proyecto
para una localidad "bien rural" como San Gabriel, en el
departamento de Florida. En el cruce de rutas existe un
puesto policial, una escuela y se están construyendo
viviendas de MEVIR para más de 80 personas. Allí se
instaló "Uruguay Integra".
De León afirma que el Estado estuvo
ausente durante muchos años, en cuanto a su presencia
en el territorio nacional y en los lugares donde están
actuando personas que integran la sociedad civil. "El
Estado tiene muchas capacidades, pero debe cambiar
algunas lógicas de funcionamiento".
Para UTU "es toda una novedad" que
el MIDES le planteé realizar capacitación para adultos
que protagonizaron el Plan de Emergencia. Esa población
estaba "absolutamente al margen y huía del sistema
educativo". En ese marco, hubo que preparar a los
docentes, a los directores y todos los integrantes de
la institución UTU.
La responsable del programa expresa
que las políticas sociales deben tener dos dimensiones:
una social y otra promocional. A partir de la
experiencia con los participantes del Plan de
Emergencia, UTU incorporó el Sistema de Formación
Profesional de Base (SFPB).
Es un sistema que se va realizando
por módulos y por créditos destinado a los adultos. Se
pretende que este tipo de capacitación se constituya en
parte de un itinerario educativo. Si luego se quiere
realizar un segundo módulo u otra capacitación, lo
anterior le servirá de crédito. A tales efectos, se les
otorga un certificado. Para participar en los grupos
educativos del Plan de Emergencia no se solicitaba
ningún mínimo grado educativo. No obstante, para
participar en los grupos de UTU se necesita
certificación de Educación Primaria completa. Se está
trabajando en ese planteamiento.
Encuentros regionales
A nivel del programa se organizan
encuentros regionales, al igual que en "Rutas de
Salida". El año pasado se realizaron encuentros en
Montevideo, Rivera y Paysandú. El primer encuentro de
este año se realizó el 11 de setiembre en Salto donde
se juntó a todo el litoral. Aproximadamente 500
personas visitaron las termas del Arapey, la mayoría no
conocía el lugar, ni tenían idea de que la
infraestructura existía y que tenían derecho a ir
porque es para todo público.
El 25 de octubre en Pinamar estuvo
representado Montevideo, Canelones, San José, Cerro
Chato y La Charqueada. El 8 de noviembre en Durazno se
juntaron participantes de Cerro Largo, Rivera,
Tacuarembó, Florida y del departamento. Allí los
participantes realizaron una exposición de las
manualidades creadas durante los cursos. Además de la
presentación de los grupos, hubo mucha diversión con
espectáculos artísticos. Estuvieron presentes 600
personas.
No son encuentros técnicos, que
también se hacen, pero en el marco de otras instancias,
son jornadas de integración de todos los participantes.
En Pinamar, el MIDES organizó la reunión, además de
brindar locomoción, y la comuna canaria aportó los
animadores culturales. La actividad recreativa fue en
la playa. Muchas personas por primera vez disfrutaban
del mar y de la arena. Además, tuvieron la oportunidad
de conocer otras realidades que están muy alejadas de
sus lugares de origen en la Charqueada, Cerro Chato o
Minas.
De León afirma que la expresión "no
queremos participar" no es real porque el programa se
sostiene en la voluntad de intervenir de la gente. Para
ello, es fundamental la forma de convocar, que los
técnicos sean del lugar de origen y que escuchen las
ideas de la gente, material en el que se sostienen
luego las propuestas a desarrollar.
"Uruguay
Integra" y Naciones Unidas
"Uruguay Integra" obtuvo la
aprobación de un proyecto por parte del Programa de
Naciones Unidas. El mayor desafío fue articular con
varios organismos públicos como INAU, Primaria, UTU,
Ministerio de Turismo y Deporte, MEC y MIDES para
llevar a cabo lo planificado.
En Barros Blancos, Ciudad del Plata
y Montevideo se realizarán experiencias pilotos. Se
están definiendo las áreas, los temas, las cargas
horarias y los docentes con la finalidad de brindar
experiencias bastante similares a las anteriores.
El Programa con Naciones Unidas se
denominó "Uruguay Integra" y es uno de los 11 proyectos
de "Manos Unidas". El proyecto durará solamente un año
y medio a partir de 2008. Los recursos financieros
están administrados por los Fondos de Población del
PNUD.
En Barros Blancos, "Uruguay Integra"
trabaja en el Centro Cívico Salvador Allende donde
también funciona un CECAP que depende del Ministerio de
Educación y Cultura (MEC). Allí concurren jóvenes,
niños y adolescentes.
También se trabaja con los padres de
los niños que allí asisten en el marco del Programa
"Aprender siempre" (PAS), instancia que tiene por
objetivo realizar capacitaciones de poco tiempo y en
diversas temáticas.
Se articulan los distintos programas
de diferentes organismos como MEC y MIDES. Con INAU se
están planificando campañas de sensibilización en
temáticas relacionadas con maltrato, abuso y trabajo
infantil. La promoción de los derechos de los niños
también se trabaja en los Centros CAIF, en forma
paralela y complementaria a lo que naturalmente y
tradicionalmente se instrumentó.
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