Cierre de cursos 2008
Escuela Militar: ejercer el mando con honor,
dignidad y responsabilidad enaltece y dignifica
Humildad, iniciativa, solidaridad,
respeto por la vida y amor por el servicio son los
valores del soldado oriental, los mismos que les
abrieron las puertas en el mundo y de los cuales no
deben apartarse, sostuvo el director de la Escuela
Militar, con motivo del acto por la clausura de cursos
de la institución, que contó con la participación del
Vicepresidente de la República en ejercicio de la
Presidencia, Rodolfo Nin Novoa.
Junto al Mandatario, asistieron el
Ministro de Defensa Nacional, José Bayardi; los
Comandantes en Jefe de las tres Fuerzas y el director
de la Escuela Militar, Raúl Passarino, además de
diversas autoridades nacionales, departamentales,
diplomáticas y militares.
El acto conmemorativo se inició con
el saludo y pase de revista de Nin Novoa al cuerpo
militar, la firma del libro de actas por parte de las
principales autoridades presentes, el nombramiento y
cambio de abanderados y escoltas de los pabellones
patrios. Acto seguido se otorgaron diversas
distinciones a quienes fueron promovidos en forma
destacada y se entregaron los sables, despachos y
diplomas a los flamantes alféreces de la promoción
"Capitán Manuel Antonio Artigas" (en honor al
emblemático oficial de la patria vieja y primo de José
Artigas). Posteriormente, el propio Comandante en Jefe
del Ejército fue el encargado de tomarles juramento.
Finalmente, el director de la
Escuela hizo uso de la palabra. Passarino reconoció en
esta nueva promoción de noveles alféreces el trabajo de
una Escuela que ya tiene 123 años de existencia,
capacitando personal militar, en una labor silenciosa
de jefes, oficiales, cuerpo docente y personal
subalterno en pro de la formación intelectual,
profesional, espiritual y física de los cadetes.
Asimismo, agradeció la colaboración de los distintos
servicios, unidades y reparticiones del Ejército
Nacional, dado que de ellos se reciben los recursos
humanos y materiales para su trabajo. Reconoció además,
la disposición de las Escuelas de la Armada y
Aeronáutica.
Passarino destacó dos hechos
trascendentes en la formación de los cadetes: la
participación en el campeonato sudamericano que tuvo
lugar en Chile y los intercambios de cadetes del último
año, con academias militares de países amigos. Estos
viajes, además de ampliar el horizonte profesional,
contribuyeron a su crecimiento moral, intelectual y
cultural.
El Jerarca felicitó al cuerpo de
cadetes por las conquistas individuales y colectivas
alcanzadas en 2008, mientras que en materia académica,
recordó que cada uno recibió un premio en función del
esfuerzo realizado. Passarino exhortó a los jóvenes a
renovar ese esfuerzo para que el año entrante la
Escuela mantenga el prestigioso sitial que actualmente
ocupa.
El Director de la institución
destacó un capítulo especial de su discurso a los
alféreces que son promovidos en la oportunidad,
recordándoles que el nombre que los representa
–"Capitán Manuel Antonio Artigas" - es considerado un
símbolo que unirá para siempre a quienes compartieron
durante cuatro años "conocimientos, fatigas, penas y
alegrías", y que con ese nombre serán reconocidos y
recordados.
Passarino expuso algunas reflexiones
propias basándose en los fundamentos de la disciplina y
en la experiencia de "viejo soldado que ve asomar en el
horizonte el fin de su carrera". Sus palabras las
calificó de "paternales recomendaciones para el viaje
que emprenden". El Jerarca les recordó los cuatro
principios que son la base de esta institución:
disciplina, honor, abnegación y valor, considerados
valores fundamentales e inmutables. "Cualquiera sea la
situación o decisión que en el futuro enfrenten, nunca
se aparten de ellos", les recomendó Passarino, quien
los llamó a buscar su voz interior –la del soldado- en
caso que las dudas les asalten.
Asimismo, instó a que ejerzan el
mando con honor, dignidad y responsabilidad, porque lo
que a ellos enaltece "nos dignifica a todos y a lo que
uno deshonra, lesiona a toda la institución". "Que
vuestra mano se tienda amiga y solidaria", porque no
hay que olvidar que en muchas localidades serán la
única representación del Estado con medios para ayudar.
Son las virtudes del soldado
oriental, las que les abrieron las puertas en el mundo:
la humildad, la iniciativa, la solidaridad, el respeto
por la vida y el amor por el servicio. Antes de
ponerlas en práctica fuera de fronteras, deben
ejercitarlas en nuestro país y en provecho de nuestros
compatriotas, dijo.
Finalmente y visiblemente
emocionado, Passarino les recordó que: "puede llegar el
día que en el cumplimiento del deber o en defensa del
juramento que acaban de pronunciar, sean llamados a un
sacrificio supremo. Tengan en cuenta que nadie como el
militar conoce el dolor, las desdichas y la miseria del
combate, pero partan confiados, pues cuentan con la
fortaleza interior para ese fin. Entren serenos y
gallardos en batalla, seguros que de vuestro pecho
surgirá enhiesta la figura del guerrero oriental". |