Imprimir 

17 de diciembre, 2008

Equilibrio económico y social

Vázquez destacó previsión del Gobierno uruguayo ante crisis internacional
En el marco de la Plenaria de la "Cumbre de América Latina y el Caribe. Integración y Desarrollo", llevado a cabo en Costa do Sauipé, Bahía, el Presidente de la República, Tabaré Vázquez, dijo que si bien no se puede medir la dimensión de la crisis mundial actual con la experiencia vivida en la crisis financiera y social del 2002, el país y el Gobierno procuraron "prever los elementos negativos".

El Mandatario desarrolló dos conceptos, a su entender trascendentes: el concepto de previsibilidad y el concepto de vulnerabilidades. Dijo, en este sentido, que teniendo en cuenta la crisis financiera y social vivida en Uruguay en el 2002, el Gobierno instrumentó políticas sociales sobre la base de la previsión de una posible crisis internacional. Luego del desmesurado crecimiento de la economía y del alza de precios en los alimentos y el petróleo, la crisis se extendió a todos los países.

"En el Uruguay en el año 2002 vivimos una de las crisis económicas financieras y sociales más importantes de toda nuestra historia y esa fatídica experiencia nos sirvió, cuando llegamos al Gobierno, para tratar de prever los elementos negativos que podían surgir en el curso del mismo. Yo creo que de aquí en más deberíamos prever, adelantarnos, leer el futuro, para prever las consecuencias de movimientos negativos que se puedan producir como los que se están produciendo en este momento", sostuvo el Presidente Vázquez.

Para Vázquez, el país debía superar vulnerabilidades "para no volver a caer en la situación económica, financiera y social que vivió", por lo que, ante períodos de crecimiento económico, el Gobierno procuró "distribuir con justicia social la riqueza generada", bajo el mandato histórico de la doctrina artiguista: "que fueran más privilegiados los más necesitados".

Para ello el Gobierno debió asumir medidas "adecuadas a la prevención y no al tratamiento de una patología instalada", apostando a un fuerte equilibrio macroeconómico, enfatizó el Mandatario.

Palabras del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en el marco de la "Cumbre de América Latina y el Caribe. Integración y Desarrollo":

Vamos a centrar nuestra participación, exclusivamente en el planteo que precisamente ayer realizara el Presidente Lula, en cuanto al aporte, modesto el nuestro, que cada país podía hacer para en esta circunstancia analizar la crisis financiera y económica a nivel internacional, de la misma manera intentaremos en nuestra exposición transitar el mismo camino – si se quiere de pragmatismo, sino de practicidad o de realismo – que plantearon los Presidentes de Dominicana, Chile, Guyana, Brasil, entre otros, en cuanto a concretamente plantear la situación y plantear terapéuticas adecuadas a las patologías sistémicas y sistemáticas que estamos sufriendo en este momento todos los países del mundo.

Para entrar en esas consideraciones quisiera hacer algunos, y a manera de prólogo, dejar sentados algunos pensamientos. El mundo hoy parece un manicomio dirigido por sus propios pacientes, en este mundo de situaciones que estamos viviendo y en plena crisis, cuando comienza a acentuarse el sufrimiento de los ciudadanos más humildes y más pobres, donde la crisis castiga como sucede normalmente a quienes menos tienen, aún existen espacios para que en lugar de jugar a la ruleta, algunos deshumanizados jueguen aún a la especulación financiera y económica. Es nuestra obligación intentan introducir una cuota de racionalidad a esta locura. Creo que esta es una muy buena oportunidad que tenemos los países de América Latina y el Caribe para intentar transitar el camino de la racionalidad. Y creo que debemos comenzar, lo digo con mucho respeto y con mucha modestia, por un planteo autocrítico.

La fuerza política a la que pertenezco que está en el Gobierno de la República Oriental del Uruguay, en sus principios fundacionales tiene su concepción más amplia de la lucha contra cualquier forma de imperialismo. Somos antiimperialistas. Pero debemos de una buena vez, no echarle las culpas de todos nuestros males al imperio de turno. Que las tiene, la historia lo habla, la historia lo demuestra, y debemos reconocer con humildad, que en Latinoamérica y el Caribe, no hemos sido capaces por omisión, por incapacidad y por corrupción de elaborar un proyecto latinoamericanista y del Caribe, en conjunto y unidos que nos permita darle dignidad a la vida de nuestros pueblos. Y creo que este es el momento y creo que es la visión del Presidente Lula de llamar a esta reunión. Fue realmente muy atinada, y realmente merece nuestro máximo apoyo.

Quisiera hacer un encare global olístico y reitero realista que la situación que estamos viviendo y lo haremos desde nuestro exclusivo punto de vista, sabiendo que hay diferencias entre los países que estamos aquí reunidos, que es muy difícil extrapolar experiencias de un país a otro, por más identidad que exista entre los mismos. Lo que vamos a decir no es una receta y estamos simplemente en una etapa de evaluación de los resultados, de las medidas que hemos aplicado ante la situación que estamos viviendo.

Sí quiero desarrollar dos conceptos que me parecen trascendentes. Quizás no lo sean, pero a nosotros nos parece trascendentes: el concepto de la previsibilidad y el concepto de las vulnerabilidades. Por cierto no podíamos prever la dimensión y las características de esta crisis. Es cierto, pero, si tenemos algunos conceptos en cuenta, sobretodo en el mundo de la física, el principio de la acción y de la reacción. Es decir, cuando hay una acción en determinada dirección y en determinado sentido va a haber un principio de la reacción en la misma dirección pero en sentido contrario, y el principio del desplazamiento de la energía, que como todos sabemos, es un principio ondulatorio que tiene ciclos positivos y tiene ciclos negativos. Si tenemos en cuenta estos elementos y viendo lo que sucedía hace dos, tres, cuatro años atrás, y se fue desarrollando hasta el 2007; ante el crecimiento desmesurado de la economía a nivel internacional y de los precios, sus costos, del crudo del petróleo y de los alimentos, teníamos que prever que en algún momento la contra reacción o la reacción o la antirreacción se iba a experimentar. Tarde o temprano ese ciclo positivo iba a cambiar, iba a cambiar de ciclo. Había que prever.

En el Uruguay en el año 2002 vivimos una de las crisis económicas financieras y sociales más importantes de toda nuestra historia y esa fatídica experiencia nos sirvió cuando llegamos al Gobierno para tratar de prever los elementos negativos que podían surgir en el curso del mismo. Yo creo que de aquí en más deberíamos prever, adelantarnos, leer el futuro, para prever las consecuencias de movimientos negativos que se puedan producir como los que se están produciendo en este momento. Si preveíamos el cambio del signo en el avance de la economía y de los logros de políticas sociales, teníamos que ver también entonces las vulnerabilidades que teníamos y que habíamos experimentado en la crisis del año 2002. Vulnerabilidades que teníamos que superar para no volver a caer en la situación económica, financiera y social que vivió nuestro país. Y en esa dirección trabajamos. Bajo la ecuación de crecimiento económico para y con desarrollo social. Al mismo tiempo que crecíamos económicamente, intentábamos distribuir con justicia social la riqueza generada. Cumpliendo con el mandato histórico de la doctrina artiguista, que fueran más privilegiados los más necesitados.

Tomamos medidas preventivas, intentamos vacunarnos, hacer un diagnóstico oportuno, actuar oportunamente en el diagnóstico con medidas terapéuticas adecuadas a la prevención y no al tratamiento de una patología instalada. Apostamos a un fuerte equilibrio macroeconómico. No es de derecha ni de izquierda, es simplemente medidas de buena administración. Cuando tenemos un paciente con un traumatismo grave y está sangrando porque se le rompió una arteria y tiene un desequilibrio interno miostático, antes de arreglar el desequilibrio tenemos que parar la hemorragia y la hemorragia el cirujano la para interviniendo y opera con la derecha u opera con la izquierda. Si es derecho opera con la derecha y si es izquierdo opera con la zurda. Pero opera para parar esa hemorragia y luego encontrar los mecanismos homeostáticos de compensación de los desequilibrios.

Debo decir también para terminar que hemos tenido la oportunidad de aprender enormemente en estos dos días, con los aportes que todos ustedes han hecho y agradecemos profundamente.

 
   
 
  Ver fotografías
 
  Escuchar discurso
 
  Ver video