Lejano pasado uruguayo
Se estrenó en Punta del Este largometraje “13.500
años antes de la invasión”
El abordaje del pasado indígena
uruguayo llegó por primera vez al cine. El documental,
auspiciado por el Ministerio de Turismo, recorrerá el
país y participará en festivales internacionales. Sus
realizadores, Nelson Caula y Oscar Pozzoli y los
investigadores, coinciden en expectativas de que el
documento fílmico contribuya a reinterpretar la
Historia de nuestras poblaciones antes de la llegada de
los europeos en el siglo XVI.
Con el salón principal de la Liga de Fomento y Turismo
de Punta del Este desbordado de espectadores, se hizo
el lanzamiento del largometraje “13.500 años antes de
la invasión”, de los realizadores y productores Nelson
Caula y Oscar Pozzoli.
El
documental, de 90 minutos de duración, contó con la
participación de Mario Trindade (Director del Museo del
Hombre y la Tecnología de Salto), Walter Suárez
(titular del Museo del Indio y la Megafauna de Cerros
Azules), el investigador de Pan de Azúcar Ricardo
Figueredo, Ugo Meneghin (director de la Fundación
Arqueología Uruguaya) y José López Mazz (Coordinador
del Departamento de Arqueología de la Facultad de
Humanidades de la UDELAR), además de lugareños de
Salto y Rocha.
La
ópera prima fue auspiciada por Uruguay Natural –
Ministerio de Turismo y Deporte e Intendencia Municipal
de Maldonado y fue filmada durante 15 meses en los
departamentos de Maldonado, Rocha, Lavalleja, Flores,
Paysandú, Salto y Tacuarembó. Pozzoli señaló que las 20
horas de rodaje obtenidas demandaron 100 horas de
edición para lograr el producto final. Estimó que fue
necesaria una suma cercana a los U$S 10.000 de la que
una buena parte aún resta saldar. El proyecto fue
seleccionado en 2008 por Procultura, un llamado de
fondos concursables de apoyo a las artes y la cultura
de la comuna fernandina.
El
largometraje tiene el privilegio de ser el primero que
aborda nuestro pasado indígena. Significa un valioso
documento que reúne la información existente hasta el
momento, proveniente de distintos investigadores que
trabajan en varias zonas del país.
La
extensa nómina de lugares relevados por tierra y aire
incluye, entre otros, Chamangá (Flores), el Cerro
Batoví y Río Tacuarembó, en el departamento homónimo,
Río Queguay Grande (Paysandú), Pueblo Charrúa (Salto),
los Cerritos de Indios y Laguna Negra (Rocha), Cerro
del Negro (Lavalleja) y Arroyo Solís Grande (en el
límite entre Maldonado y Canelones).
El
Intendente Municipal Oscar de los Santos sostuvo que la
referida película constituye “un elemento disparador
para revisar la Historia que está escrita” al tiempo
que destacó “las bases multiculturales y multiétnicas”
que conforman al ser nacional.
Reinterpretar y revalorizar nuestro pasado lejano, así
se podría sintetizar el cometido de esta propuesta
cinematográfica que el Director del Instituto Nacional
del Audiovisual, Martín Papich, sugirió que podría ser
tenida en cuenta en el Plan Ceibal o en el Plan Cardal
debido a su invalorable aporte didáctico.
Jorge Jellinek, de la Asociación de Críticos de Cine
del Uruguay, valoró la importancia que ha adquirido el
cine documental en nuestro país. En ese sentido,
recordó que de diez películas realizadas en 2008, seis
pertenecen a este género. Jellinek elogió también la
rigurosa técnica de investigación empleada en el filme.
El
arqueólogo Leonel Cabrera criticó “la falta de memoria
de la que adolece la sociedad uruguaya” y consideró que
la película estrenada va a contribuir a “provocar la
reflexión para comprender un pasado complejo". La
estructura del relato y la banda sonora en la que
participan el grupo Guidaí de Paysandú y Demian Caula
fueron igualmente elogiados.
Según sus realizadores, el documental es único en su
género y ofrece un panorama actualizado de
innumerables señales de la presencia de 600
generaciones de seres humanos, anteriores a las ocho
que llegaron de Europa. Se trata de sociedades
complejas, muy inteligentes, organizadas y numerosas,
según se desprende de los testimonios de los
científicos entrevistados, lo que cambia
sustancialmente conceptos sobre nuestra identidad.
Procurando explicar los orígenes del proyecto
audiovisual, el periodista Nelson Caula señaló que la
experiencia del realizador cinematográfico Oscar
Pozzoli se fusionó a los quince años que él ha
destinado a la investigación de estos temas en prensa,
radio y televisión.
Caula indicó que “reivindicamos un pasado que se nos
negó. Tenemos un pasado de 500 años de Historia en
relación a 13.000 años de Prehistoria. Ahí hay un
notorio desfase que alguien va a tener que ocuparse y
poner las cosas en su lugar. Es decir, empezar a
ubicarnos en esas 600 generaciones de seres humanos que
estuvieron acá antes de las ocho que entran con la
conquista europea”.
Pictografías, petroglifos y montículos
Recobran singular importancia en el relato audiovisual
las investigaciones desarrolladas por el investigador
Ugo Meneghin en una elevación ubicada detrás de
Playa Hermosa (Piriápolis) y que no supera los 200
metros de altitud: el Cerro de los Burros. Entre el
numeroso material arqueológico allí encontrado figura
una punta de proyectil pisciforme de cuarzo en proceso
de fabricación. En ese punto se detectó evidencia de
una primitiva población que data de 12.000 a 14.000
años.
En
el filme, el arqueólogo Andrés Florines se refiere a
las pinturas rupestres de Chamangá (Flores). Allí, en
un área de 100 kilómetros cuadrados, se registraron 41
pictografías sobre rocas graníticas que poseen una
antiguedad de más de 2.000 años. Estas presentan trazos
y formas geométricas abstractas y motivos muy
complejos. El color predominante en estas pictografías
es el rojo y la base mineral del pigmento es el óxido
de hierro.
En
Salto, el Director del Museo del Hombre y la
Tecnología, Mario Trindade, ha trabajado desde hace 15
años en afloramientos de areniscas en cuyas caras se
hicieron grabados, también conocidos como petroglifos.
En un área de 150.000 hectáreas se ha detectado una
concentración muy importante de representaciones que
utilizan trazos geométricos abstractos que, si bien son
motivo de análisis, no se puede interpretar aún qué
significan.
Otro pasaje del documental refiere a que en 2004 la
Revista británica “Nature” publicó la investigación del
arqueólogo uruguayo José Iriarte referida al hallazgo
de una población agrícola avanzada asentada hace 4.800
años en la zona de Los Ajos, en Rocha. En un área de
dos hectáreas Iriarte descubrió restos de una aldea
avanzada cuyos habitantes practicaban variadas
modalidades de obtención de alimentos, entre ellos la
agricultura. En el lugar existen seis montículos de
cima plana de una altura de aproximadamente dos metros
y entre 50 y 80 metros de diámetro, dispuestos en forma
de herradura, y otros dos montículos, en forma de
cúpula, que circunscriben el espacio central, similar a
una plaza, en forma elíptica
Los espectadores también tuvieron la oportunidad de
sorprenderse con una singular pieza encontrada en
Cuchilla del Fuego, Paysandú. Se trata de un petroglifo
que se destaca por sus características particulares de
diseño y la forma de la roca soporte que lo diferencia
respecto a otros grabados registrados en el país. El
grabado se realizó en un soporte rocoso móvil de
basalto, sobre una superficie tridimensional de forma
cónica y el diseño corresponde a una figura abstracta,
formada a partir de círculos concéntricos cruzados por
segmentos de recta radiales, según describe la Red
Patrimonio Paysandú. Se ha especulado en que el mismo
pudiera tratarse de un calendario que sirviera para el
grupo humano que lo elaboró en la agricultura.
La
expectativa que generó la temática abordada en el
documental hizo que los realizadores recibieran, antes
de su estreno, varias solicitudes para proyectarlo
varios puntos del país. También se recibió el interés
de salas montevideanas para su exhibición, al tiempo
que la invitación para participar en festivales
cinematográficos de Canadá y Francia.
Al
final del filme el espectador percibe, como se menciona
en los títulos, que “la memoria de la piedra ha
hablado”. |