Política de precios
MGAP aplica políticas especiales para fortalecer a
productores familiares
Políticas diferenciadas, como
respuesta a la diferencia existente entre situaciones,
la del sector empresarial, y la de los productores
familiares. Situaciones diferentes, sometidas a reglas
de desarrollo claramente distintas. Realidad que -en la
fundamentación del Gobierno- justifica que se destinen
medidas de apoyo específico a los productores
familiares, indicó el Ministro Agazzi.
El Gobierno lleva adelante políticas
diferenciadas en materia de políticas agrarias,
considerando la diferencia que existe entre la realidad
del sector empresarial y la realidad de los productores
familiares.
En tanto el sector empresarial cuenta
con determinado capital y toma sus decisiones, tiene
expectativa de determinado nivel de producción y mide
los riesgos, compra seguros y hace reservas de agua
porque tiene capital para hacerlo, el productor pequeño
vive en la tierra con su familia y trabaja produciendo.
Normalmente no tiene una estructura empresarial. Su
decisión es producir lo máximo posible, con los
elementos que cuenta, que son la mano de obra familiar
y la tierra.
Por estos motivos, el Gobierno aplica
políticas diferenciales y trata diferente a las
empresas y a los productores, explicó en conferencia de
prensa el Ministro de Gandería, Ernesto Agazzi.
Mientras el empresario puede tomar
decisiones, por ejemplo: si el precio de la leche cayó
como consecuencia del factor climático y no se aseguró,
tomará decisiones luego. En el caso de los productores
familiares, el Gobierno establece un apoyo específico a
través del aporte que realiza toda la sociedad,
motivada por una razón es económico social. Este apoyo
está fundamentado en el rol esencial que tiene la
cadena láctea en nuestro país, priorizada por las
políticas públicas, y es de interés nacional.
El titular del MGAP destacó el
desempeño que han tenido los productores lecheros,
quienes aún en los momentos de dificultad llevaron
adelante esta actividad y abastecieron el consumo
interno y externo con los productos y las divisas que
el país precisa. Por tanto, es importante que las
políticas públicas los respalden y por ello se les
brinda este apoyo económico durante 90 días.
Los productores de leche cumplen el rol
de preservar la cultura lechera, contando con gente
joven que se desarrolla profesionalmente y es el futuro
del país. Por su parte, las empresas también cumplen su
rol, y si existen empresas nacionales y extranjeras que
continúan invirtiendo, es porque encuentran en nuestro
país existe una competitividad genuina en este ámbito.
Los grandes productores saben que están
sometidos a vaivenes de los precios internacionales y
deben tomar medidas. Un empresario que factura por 200
o 300 mil dólares por año no tiene por qué depender de
un subsidio porque está habilitado, por ejemplo, para
tomar medidas y asegurarse contra riesgos, realizar
reservas para producir forrajes o regar o haciendo
producción estacional.
Finalmente, el titular del MGAP sostuvo
que en tanto el empresario cuenta con herramientas para
medir los riesgos y tomar decisiones ante los mismos,
el productor familiar carece de ellas, ya que no tiene
un capital y cuenta sólo con un establecimiento para
producir. El personal con que cuenta, es su propia
familia y algún colaborador ocasional, no tiene acceso
a un gerenciamiento financiero con una oficina
contable. En cambio, tiene el asesoramiento técnico que
le brinde su gremial o los técnicos del Ministerio.
Por ello, se trata de situaciones bien
diferentes, sometidas a reglas de desarrollo
clamadamente distintas. Esa realidad, según la
consideración de Agazzi, justifica que el Gobierno
destine estas medidas de apoyo específico a los
productores familiares. |