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25 de febrero, 2009

Fiscalización de Estupefacientes

Organismo internacional reconoce el esfuerzo inédito de la región por aplicar un control conjunto
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes consignó en el último informe elaborado, los esfuerzos que la región implementa en materia de mediciones estadísticas para conocer el consumo de drogas por primera vez en el mundo. Además, en cuanto a la prevención, se señalan avances en la formulación de normas mínimas de atención y programas de fiscalización, dirigidos a diferentes sectores de la sociedad.

En el informe anual elaborado por la JIFE, se destacan en forma positiva los trabajos cooperativos de los países de América Latina en el espectro de la producción, tráfico y consumo de drogas, en la aplicación de políticas preventivas del consumo, como también en la incautación de precursores utilizados para la elaboración de drogas. Además, se destacó el fortalecimiento de las instituciones abocadas a la temática, en todo el continente.

En ese aspecto, el informe recalca la evaluación que realiza el documento en el período 1997-2007, donde se destaca la participación de las autoridades nacionales y los observatorios de drogas, elementos que colaboran en la formulación de estrategias de fiscalización. Por ejemplo, la realización de la XII Reunión de Autoridades de Aplicación en Materia de Drogas.

Para colaborar con los distintos técnicos regionales en la aplicación de medidas, se formularon recomendaciones y actividades para disminuir la producción del cannabis, el consumo de anfetamínicos y el blanqueo de divisas, durante la 17ª Reunión de Jefes de los Organismos Nacionales Encargados de Combatir el Tráfico Ilícito de Drogas, América Latina y el Caribe, celebrada en Quito del 15 al 19 de octubre de 2007.

También se detalla el problema estructural de la corrupción en nuestro continente. Sin embargo, tanto Uruguay como Chile cuentan con un índice de percepción de corrupción del 5,0; es decir, una baja percepción de la corrupción como problema endémico.

Sobre los números, el informe consigna que en el primer análisis comparativo en seis países latinoamericanos, señala que la prevalencia media del consumo de cocaína fue del 1,4%, un 0,3% mayor al promedio mundial. Pero también se elevó el porcentaje de tratamiento contra la dependencia de esta sustancia, dentro de los planes de tratamientos administrados, de 48% en 2005 a 54% 2006.

Esto se debe en mayor medida por el efecto secundario de convertir a América Latina en paso del tráfico ilícito de esta sustancia. Además, se constata el aumento de los laboratorios de producción y también el consumo de sustancias derivadas del proceso de elaboración, como la pasta base de cocaína, cuyo consumo comenzó en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.

Sobre el consumo del cannabis, el mismo estudio realizado en seis países, indica que la mayor prevalencia de esta sustancia, consumida en algún momento de la vida, se registra en Chile, con el 27,1%.