Fiscalización de Estupefacientes
Organismo internacional reconoce el esfuerzo
inédito de la región por aplicar un control conjunto
La Junta Internacional de
Fiscalización de Estupefacientes consignó en el último
informe elaborado, los esfuerzos que la región
implementa en materia de mediciones estadísticas para
conocer el consumo de drogas por primera vez en el
mundo. Además, en cuanto a la prevención, se señalan
avances en la formulación de normas mínimas de atención
y programas de fiscalización, dirigidos a diferentes
sectores de la sociedad.
En el informe anual elaborado por la
JIFE, se destacan en forma positiva los trabajos
cooperativos de los países de América Latina en el
espectro de la producción, tráfico y consumo de drogas,
en la aplicación de políticas preventivas del consumo,
como también en la incautación de precursores
utilizados para la elaboración de drogas. Además, se
destacó el fortalecimiento de las instituciones
abocadas a la temática, en todo el continente.
En ese aspecto, el informe recalca
la evaluación que realiza el documento en el período
1997-2007, donde se destaca la participación de las
autoridades nacionales y los observatorios de drogas,
elementos que colaboran en la formulación de
estrategias de fiscalización. Por ejemplo, la
realización de la XII Reunión de Autoridades de
Aplicación en Materia de Drogas.
Para colaborar con los distintos
técnicos regionales en la aplicación de medidas, se
formularon recomendaciones y actividades para disminuir
la producción del cannabis, el consumo de anfetamínicos
y el blanqueo de divisas, durante la 17ª Reunión de
Jefes de los Organismos Nacionales Encargados de
Combatir el Tráfico Ilícito de Drogas, América Latina y
el Caribe, celebrada en Quito del 15 al 19 de octubre
de 2007.
También se detalla el problema
estructural de la corrupción en nuestro continente. Sin
embargo, tanto Uruguay como Chile cuentan con un índice
de percepción de corrupción del 5,0; es decir, una baja
percepción de la corrupción como problema endémico.
Sobre los números, el informe
consigna que en el primer análisis comparativo en seis
países latinoamericanos, señala que la prevalencia
media del consumo de cocaína fue del 1,4%, un 0,3%
mayor al promedio mundial. Pero también se elevó el
porcentaje de tratamiento contra la dependencia de esta
sustancia, dentro de los planes de tratamientos
administrados, de 48% en 2005 a 54% 2006.
Esto se debe en mayor medida por el
efecto secundario de convertir a América Latina en paso
del tráfico ilícito de esta sustancia. Además, se
constata el aumento de los laboratorios de producción y
también el consumo de sustancias derivadas del proceso
de elaboración, como la pasta base de cocaína, cuyo
consumo comenzó en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
Sobre el consumo del cannabis, el
mismo estudio realizado en seis países, indica que la
mayor prevalencia de esta sustancia, consumida en algún
momento de la vida, se registra en Chile, con el 27,1%. |