La defensa de los Derechos Humanos en Uruguay es un
imperativo ético, jurídico y de Gobierno
El Subsecretario de Educación y
Cultura, Felipe Michelini, señaló durante su
participación en la Sesión del Consejo de Derechos
Humanos de Naciones Unidas, celebrado en Ginebra, que
Uruguay asumió la defensa y promoción de los Derechos
Humanos como un imperativo ético, jurídico y de
Gobierno basado en una concepción amplia e
interdependiente de todos los derechos que hacen a la
dignidad humana.
Michelini dijo que Uruguay formuló una invitación
abierta a todos los mecanismos de Derechos Humanos del
sistema de Naciones Unidas, así como del sistema
interamericano.
En tal sentido, anunció que se
confirmó la visita a nuestro país del Relator de
Naciones Unidas sobre la cuestión de la tortura.
Michelini confía en que sus recomendaciones
contribuirán a fortalecer las instituciones y políticas
nacionales que se ocupan de las personas privadas de
libertad, tanto de adultos como de adolescentes.
Del mismo modo, espera que se
concrete en el 2010, la visita de la Experta
independiente de Naciones Unidas sobre la cuestión de
las obligaciones de Derechos Humanos relacionadas con
el acceso al agua potable y al saneamiento.
El Jerarca informó que en los
últimos cuatro años, se presentaron los informes
específicos sobre derechos del niño, de la mujer, el de
derechos económicos, sociales y culturales, así como
próximamente Uruguay estará sujeto al Mecanismo de
Examen Periódico Universal –EPU- de este Consejo.
Michelini considera que el solo hecho de su preparación
marca aspectos positivos para contribuir a mejorar las
políticas públicas de los Derechos Humanos.
En el correr de este año, se
presentarán los informes referentes al "Protocolo
Facultativo sobre la participación de los niños en los
conflictos armados" y el "Protocolo Facultativo
sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la
utilización de los niños en la pornografía"
vinculados a la "Convención de los derechos del
niño", así como el informe relativo a la
"Convención contra la Tortura y otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes", a la
"Convención Internacional sobre la protección de los
derechos de todos los trabajadores migratorios y sus
familiares", a la "Convención Internacional
sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación racial". En ese sentido, se están
realizando las primeras consultas informativas al
respecto a los mecanismos nacionales inter-institucionales
competentes y a representantes de la sociedad civil.
La lucha contra la cultura de la
impunidad por la verdad, la memoria y la justicia,
valorizando el derecho de las víctimas, es importante
para Uruguay. De ese modo, resaltó el trabajo
exhaustivo realizado para incorporar al derecho penal
los instrumentos de Derecho Internacional Humanitario
incluido el Estatuto de Roma que crea la Corte Penal
Internacional, que tipifica los crímenes de genocidio,
de lesa humanidad y de guerra, en algunos casos con
mayor amplitud. Asimismo, se establecen bases claras
para la cooperación con el sistema establecido por el
mencionado Estatuto.
Uruguay aspira a que todos los
países sean parte del Estatuto de Roma y colaboren en
su caso, de buena fe con la Corte y el Fiscal. Así como
que la lucha contra el terrorismo y el crimen
organizado transnacional no debiera nunca justificar la
aplicación de la tortura, y otras penas y tratos
crueles, inhumanos o degradantes.
Michelini señaló que aún restan
enormes desafíos, por ejemplo, la formación en todos
los niveles educativos en materia de Derechos Humanos.
El Ministerio de Educación y Cultura, incorporó en
forma expresa en la reciente aprobada Ley General de
Educación, ese elemento fundamental.
Otra medida importante es la
creación de la Institución Nacional de Derechos
Humanos, reclamada por la sociedad civil y también por
la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos
Humanos. La misma tendrá, entre otros, el rol de ser el
Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura conforme
a la normativa internacional
En materia de políticas estatales,
destacó que en este período de Gobierno se adoptaron
políticas sociales, primero para identificar y asistir
a la población indigente y pobre –especialmente tras la
crisis financiera del 2002- y al mismo tiempo para
avanzar hacia la equidad, brindando mayores
oportunidades a todos y todas. Puntualmente, se avanzó
en un acceso más universal a los servicios de salud,
extendiendo las redes de protección social. |