Cultura y descentralización
Las Usinas de Cultura democratizan el acceso a
nuevas tecnologías de producción cultural
El proyecto, impulsado por la
Dirección de Cultura del MEC, consiste en el
funcionamiento de ocho Usinas en distintos
departamentos del país y una móvil, que recorrerá
distintas localidades. Apunta a la descentralización,
implementando infraestructura cultural en lugares con
notorio déficit, estimula el desarrollo e integración
entre las personas, promueve la socialización y el
acceso a la plena ciudadanía cultural
La primera Usina de Cultura se
inaugurará el próximo 19 de marzo, en el Museo
Histórico de Salto. El Coordinador de la iniciativa,
José Luis Mostarda, explicó que se trata de “un espacio
que procura construir ciudadanía cultural, de generar
igualdad de oportunidades y proporcionar elementos para
que los ciudadanos puedan manifestarse libremente y
realizar su imaginario cultural”.
Hasta el presente, “lo que se venía
haciendo era democratizar el acceso a la Cultura en
términos de disfrute y goce. Ahora lo que vamos a
intentar democratizar, es la producción cultural”,
advirtió en noviembre del año pasado el Director
Nacional de Cultura Hugo Achugar.
El Proyecto Usinas de Cultura es una
iniciativa de esa repartición del Ministerio de
Educación y Cultura (MEC) y cuenta con la colaboración
de las direcciones de Cultura de las intendencias
municipales y organizaciones sociales locales. Según
Mostarda, procura satisfacer las necesidades básicas
culturales a niveles de infraestructura, individual y
comunidad. También aspira a promover la participación y
producción de actividades culturales de las personas y
a nivel comunitario, en diferentes puntos del país.
El acceso será libre y gratuito
aunque se les dará preponderancia a los destinatarios
con escaso poder adquisitivo y que tienen dificultades
para acceder a los instrumentos apropiados para
manifestarse culturalmente.
Aporte a la historia uruguaya
Los habitantes locales encontrarán
en las Usinas de Cultura estudios de audio, video y
fotografía con su respectivo equipamiento. Mostarda
indicó que el estudio de grabación tiene instrumentos:
batería, piano, órgano y guitarras eléctricas, bajos y
percusión. “Hay una consola y lo que se produzca se
puede editar”, adelantó. Algo similar sucederá en
materia de video, donde se contará con cámaras
profesionales, jirafa, monitor, pantallas protectoras y
luces que permitirán editar diferentes productos
audiovisuales.
Mostarda reconoce que “no es para
cualquiera meterse con una cámara y editar. Si no tiene
el conocimiento necesario, no lo va a poder hacer”. El
equipamiento técnico será aportado por la Dirección de
Cultura.
El funcionario aclaró que “la Usina
no introduce contenidos, los contenidos son del
usuario”, Adelantó que cada centro va a estar abierto
al público de lunes a viernes y contará con su propio
registro de todo lo que se produzca en sus
instalaciones. Cada unidad, además, estará dirigida por
un coordinador y dispondrá de instructores
proporcionados por el MEC.
Según Mostarda, la infraestructura
disponible permitirá, por ejemplo, recoger un
testimonio sobre algún aspecto de la zona de
influencia, una tradición del grupo social que también
hace a la identidad y la tradición cultural del lugar.
El informante manifestó que registrar situaciones que
hacen a la vida cotidiana del lugar también constituyen
un aporte a la historia del Uruguay.
A la Usina de Salto, seguirá la
inauguración de la de Casavalle, en Montevideo, y a
ésta se le sumarán otras, a un ritmo de una por mes, en
los departamentos de Rocha, Treinta y Tres, Cerro
Largo, Río Negro, Colonia, Tacuarembó y Durazno. A
estas ocho, se les incorporará una usina móvil que
recorrerá distintas localidades del país.
“El acceso a la producción cultural
estimula el desarrollo e integración entre las
personas, además de promover la socialización y el
acceso a la plena ciudadanía cultural”, señala un
documento de la Dirección de Cultura. Y agrega que este
proyecto “apunta a la descentralización, a partir de
implantar infraestructura cultural en lugares que
tengan un notorio déficit, así como democratizar el
acceso a las nuevas tecnologías de producción
cultural”. |