Presidente de AFE León Lev

Un Uruguay sin ferrocarril tiene limitaciones serias para su desarrollo como polo logístico

El Presidente de AFE, León Lev, sostuvo que desde hace 50 años la empresa estatal ferroviaria transporta cebada desde Paysandú hasta la frontera con Brasil. Por lo tanto, el país recuperó una relación comercial suspendida porque la empresa privada brasileña encargada del mantenimiento ferroviario, acordó con AMBEV reparar 4 km. de línea.

León Lev aseveró que no existe país en el mundo donde no se subsidie al ferrocarril, ni se realicen importantes inversiones en infraestructura con este destino. Lo hacen porque saben que el ferrocarril es un método de transporte ecológicamente sustentable, que evita la saturación vial carretero y que además, abarata el mantenimiento de las mismas. Por eso el ferrocarril existe en todo el mundo; nosotros éramos un ave rara en el contexto mundial, concluyó.

Además, el restablecimiento a la normalidad de esta relación comercial con AMBEV permitirá transportar el trabajo nacional, como también ubicar al país como el gran polo logístico regional. El ferrocarril uruguayo, apuntó Lev, es absolutamente imprescindible para el crecimiento y posicionamiento logístico del país.

Hace unos 5 meses la trocha ferroviaria brasileña no contaba con el mantenimiento adecuado para transportar la carga de cebada. Luego de una negociación ardua con la empresa privada encargada del tramo, según expresa el comunicado de la empresa ferroviaria estatal, se obtuvo la rehabilitación de ese ramal, lo que permitió proseguir con la actividad.

Para no saturar las carreteras, ni pagar los sobrecostos de la reparación vial, el ferrocarril es absolutamente imprescindible. El crimen, expresó el Presidente de AFE, es haber atentado contra el funcionamiento de los trenes en Uruguay. Para crecer, nuestro país debe contar con un sistema de puertos vigoroso e interconectado con un sistema nacional ferroviario.

León Lev también señaló que si no existe el ferrocarril, no hay posibilidades de extraer totalmente la capacidad forestal uruguaya, transportar sus combustibles, sus cereales e incluso, lograr que parte de la carga brasileña pase por el Puerto de Montevideo, en un país cuyo producto bruto crece anualmente. Por suerte, el ferrocarril está en marcha y esa es una perspectiva cierta.