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17 de marzo, 2009

Ernesto Agazzi

El Ministro de Ganadería debatió sobre efectos del cambio climático en nuestro país
Habló respecto de los últimos fenómenos climatológicos registrados en Uruguay, al aumento de la temperatura a nivel internacional y a la participación de nuestro país en su análisis. “Lo único que estamos en capacidad de analizar es la dirección de las consecuencias de este cambio”, sostuvo el Ministro. Expresó, a su vez, que debemos tomar acciones de mitigación o nuestra realidad será muy distinta.

En el marco del Congreso de Intendentes llevado a cabo en Soriano, el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Ernesto Agazzi, señaló que Uruguay ha asistido desde el 2005 a fenómenos climatológicos dentro de su territorio: tornados, sequías e inundaciones. “En el 2008 se desarrolló esta sequía, que tuvo las consecuencias que tuvo hasta ahora pero que las sigue teniendo, porque en sistemas complejos biológicos, cuando empieza a llover el clima y el tiempo se tiene que hacer cargo de las consecuencias de lo que pasó cuando no hubo agua. Así que esto nos afecta concretamente a nuestro territorio, a nuestra vida y también a las distintas actividades que se llevan a cabo en el país”, indicó el Secretario de Estado.

Asimismo, hizo referencia a los grandes aumentos de temperatura en los últimos años dentro del planeta, lo cual evidencia la grave acumulación del fenómeno. Algunos aspectos de dicho fenómeno son estudiados a nivel internacional y Uruguay no es ajeno a ello. Agazzi explicó que la agricultura va a ser afectada por este cambio climático, aunque aún no se sabe cómo.

“En realidad, si hay más anhídrido carbónico hay posibilidades de mayores rendimientos agrícolas y eso va pasar con algunos cultivos, son las expectativas. Pero, ¿que va a pasar con la temperatura? Lo único que estamos en capacidad de analizar es la dirección de las consecuencias de este cambio”, sostuvo el Ministro.

El Ministro aludió a la agricultura de invierno, recordando que el 8 de octubre de 2008 hubo una helada muy importante que afectó a la producción de uva y mató plantas de citrus, lo cual no estaba previsto. Respecto al arroz adelantó que puede haber una cosecha positiva dado por las lluvias y por la cantidad de almacenamiento adecuado. “Lo que está sucediendo hoy con el arroz, probablemente este año sea otra vez una cosecha récord, probablemente sea mayor que la del año pasado. Nadie pensaba en este país, que se podrían cosechar, más de 7.000 kilos por hectárea de arroz”, añadió.

En cuanto a la ganadería y a la lechería, Agazzi sostuvo que con mayor anhídrido carbónico y más lluvia “nuestros pastos van a producir más”.  “Entonces esto puede ser más alimento para los ganados y esto sería positivo en este caso. Ahora, si tenemos, aunque la lluvia promedio sea más alta, sequías intermitentes, como estas que hemos tenido, tienen los riesgos que todos conocen, que fue lo que nos acaba de pasar. La lluvia promedio es alta, pero en realidad, el crecimiento de los pastos no se da en función de la lluvia promedio, se da en función del agua, la temperatura que hay cada día”, puntualizó. 

Por otra parte, Agazzi explicó que al aumentar la temperatura hay mayores probabilidades de que los inviernos sean más benignos, lo cual resulta positivo porque va a haber menos pérdida de peso invernal en los animales. Sin embargo, recordó que a mayor temperatura y más humedad existen mayores riesgos de insectos y de ácaros, provocando un cambio en los modos del trabajo y en los costos.

En paralelo, dijo que la pesca podría sufrir las consecuencias del cambio climático, ya que podría registrarse una alteración en la composición de los recursos, provocando una mayor mortalidad de especies, acompañado de un incremento de algas tóxicas, aunque no se prevén efectos importantes en los recursos hídricos: ríos, lagunas y aguas interiores.   

Palabras del Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ernesto Agazzi, en el Congreso Nacional de Intendentes, realizado en el departamento de Soriano el día 17 de marzo de 2009   

Me toca hablar un poco sobre algunos de los efectos que esto tiene sobre nuestro país, sobre nuestro territorio, sobre nuestra realidad. Como decía Colacce, entre los países nos hay alambrados, así que si el anhídrido carbónico aumenta, aumenta en todos lados, también aquí. En concreto, todos nosotros en los últimos años, hemos asistido, en el 2005 a un ciclón casi tropical, pero que vino fuera de época, en el 2006, tuvimos el tornado en Plácido Rosas, que fue una cosa desconocida y además en el 2006, hubo sequía también en el verano. En el 2007 tuvimos incendios e inundaciones en varios lados. Habíamos tenido inundaciones en Rocha también. En el 2008 tuvimos en Río Negro y Colonia, temprano en el año, tuvimos temporales y tuvimos granizada. Tuvimos temporales en Rivera y en Tacuarembó. En el 2008 se desarrolló esta sequía, que tuvo las consecuencias que tuvo hasta ahora pero que las sigue teniendo, porque en sistemas complejos biológicos, cuando empieza a llover el clima y el tiempo se tiene que hacer cargo de las consecuencias de lo que pasó cuando no hubo agua. Así que esto nos afecta concretamente a nuestro territorio, a nuestra vida y también a las distintas actividades que se llevan a cabo en el país. Si todo esto tiene que ver con la temperatura, con el anhídrido carbónico, con la falta o exceso de agua, con las granizadas, yo voy a tomar un ejemplo para empezar. Esto me parece que es importante porque engancha con lo que decía Colacce. Ahí ustedes pueden ver en realidad, la evolución de la temperatura. Hasta el año 2000, es la temperatura que hemos tenido, pero después hay tres escenarios posibles. El escenario de más abajo, es si se pudieran realizar acciones de mitigación, ¿qué pasaría con la temperatura hacia el 2100? El globo terráqueo que está en rosadito; colores más oscuros, son mayores temperaturas, colores más claros, son menores temperaturas. Ahí se ve bien que el calentamiento es sobre todo el Polo Norte y tiene un cierto aumento de temperatura en todo el planeta. Pero si no tuviéramos esos niveles de mitigación que se llaman B1 y siguiéramos con un control intermedio, sucedería lo que está en el centro, con las temperaturas en relación. Tenemos el primer dibujo, 2020-2029, y el otro cómo serían las temperaturas del planeta hacia el 2100. Y el último, si seguimos como vamos. En realidad, lo que demuestra esto, es la gravedad del asunto, porque esos aumentos de temperaturas, tienen las consecuencias sobre todos estos factores en conjunto: anhídrido carbónico, temperaturas, aguas, granizos, temporales. Este quizá, es tomando solamente temperatura, miren qué interesante que es esto. En los puntos, están las temperaturas reales, entre 1860 y el año 2000, con los puntos y demuestra cómo el hombre, viviendo sobre la tierra y con la cultura que ha ido produciendo, ha aumentado la temperatura sobre la tierra. Pero si tomamos, y eso se ve con la línea roja, los últimos 150 años la temperatura crece de cierta manera. Si tomamos los últimos 100 años que es la línea azul, la temperatura tiene una pendiente más inclinada. Si tomamos los últimos 50 años que es la naranjada, fíjense como sube, pero si tomamos los últimos 25 años la evolución de la temperatura tiene una cuesta bien empinada. Esto es solamente con temperatura, que es una de las consecuencias del cambio climático global. ¿Que quiere decir esto? Que el fenómeno se viene agravando y cada década es peor.

En realidad, ustedes van a recibir un documento que tiene detallado todo este tema y nosotros lo que vamos hacer porque, de acuerdo a lo que nos pidió el Presidente tenemos 10 a 15 minutos cada uno para hablar, es referirnos a algún aspecto importante nada más.

Yo mostraba recién el efecto de la temperatura. Lo que queríamos decir con la temperatura, es un factor y cómo se viene haciendo cada vez más rápida la evolución del cambio climático. En realidad esto está siendo estudiado internacionalmente y nosotros nos tenemos que nutrir de esos trabajos, es más en el panel científico internacional nosotros también participamos con nuestros técnicos, en particular tenemos técnicos de nuestro ministerio que están trabajando en esto. Y en realidad lo que podemos decir es que la agricultura va ser muy afectada por este cambio climático. Todos estos factores de los que hablamos tienen que ver con la agricultura. Ahora no sabemos bien cómo, porque vamos a ver después cultivo por cultivo que algunos de estos efectos son contradictorios. Esto tiene que ver con si aumenta la concentración de anhídrido carbónico; en realidad las plantas consumen anhídrido carbónico y producen acumulación de rendimiento, de cosechas, de granos, de hojas, de raíces. En realidad si hay más anhídrido carbónico hay posibilidades de mayores rendimientos agrícolas y eso va pasar con algunos cultivos, son las expectativas. Pero, ¿que va a pasar con la temperatura?

Hay especies a las que mayor temperatura les viene bien -después lo vamos analizar- a otras que mayor temperatura le viene mal. Y ¿qué va a pasar en las zonas más tropicales  o en las zonas más como la nuestra, zonas medias? Estas consecuencias son distintas. ¿Y qué es lo que va a pasar? Que es lo que trata de saber el panel internacional con la producción agrícola en el planeta. No hay elementos para saber que es lo que va a pasar, porque en realidad estos fenómenos complejos son una interacción de probabilidades. Es probable que suceda tal cosa y es probable que suceda tal otra, así que por más precisión que se quiera tener, lo único que estamos en capacidad de analizar es la dirección de las consecuencias de este cambio.

Yo elegí algunos ejemplos, concretos de nuestra realidad para compartir con ustedes. Primero la agricultura de invierno. Vamos a tomar los cultivos que tenemos en el invierno nuestro, trigo y cebada. Un problema que ya nos pasó en los últimos años, es que cuando hay exceso de humedad en momentos críticos de estos cultivos, aumentan algunas enfermedades. Entonces, probablemente haya hongos y probablemente haya plagas que aumenten su incidencia, en los cultivos de invierno.

Las lluvias intensas, o sea, mucha cantidad de agua en poco tiempo, aumentan los riesgos de erosión y en estos cultivos, que tienen el suelo descubierto, en los próximos meses, que son los meses de más lluvia, el aumento de erosión es algo muy riesgoso porque afecta a la potencialidad del suelo. Y después la otra cosa es que hay especies vegetales, que si hay más concentración de anhídrido carbónico, rinden más y es probable que esto suceda porque hay más tasa de función clorofinal, más fotosíntesis. Esto se da con el trigo y con la cebada, así que es probable que en nuestra agricultura de invierno, sucedan estas cosas, aún con escenarios de aumento de la temperatura y con las variabilidades que venimos analizando. Qué puede pasar con nuestros cultivos de verano, con la producción de maíz, de sorgo y de soja. Primero, la soja sigue sensible a la concentración de anhídrido carbónico porque es C3, no es así el caso del maíz, que es relativamente indiferente a los aumentos de las concentraciones de anhídrido carbónico, eso va en la memoria genética que tienen las distintas especies. Lo que sí puede pasar es que disminuya la productividad de estos cultivos, porque se acorta la estación de crecimiento, por el efecto de las variaciones climáticas. Lo que es clave para nuestra agricultura de verano, es lo que nos pasó en este verano que está terminando, la falta de agua en el suelo, provoca un stress en las plantas que no están genéticamente construidas para vivir con poca agua y entonces se tienen los efectos de los cultivos de verano. Esta es una sensibilidad de nuestra agricultura de verano. Quizá si hay lluvias como las que están habiendo ahora, y excesos hídricos en estos momentos, ahí tenemos riesgos en el momento de levantar las cosechas. Las cosechas de verano se cosechan en el otoño. Los cultivos de verano, se cosechan cuando termina el verano, quizá el ejemplo peor de todos es el de la uva, que se está cortando ahora, que justo es el mes que llueve más y que si todo evoluciona como lo están indicando estos estudios, va a llover más, en nuestras condiciones. Esto quizá es importante tenerlo claro. En nuestras condiciones, las previsiones son que aumente la concentración de anhídrido carbónico, que aumenten las temperaturas y en realidad, el Sureste de América Latina, aumente la lluvia, así como en otras partes –en las zonas más tropicales- lo más probable es que disminuyan las lluvias. En nuestras condiciones, es probable que aumenten, y están aumentando, en el último medio siglo, aumentaron las precipitaciones en el Uruguay. Entonces si tenemos más lluvias en condiciones otoñales, se va a dificultar el levantamiento de las cosechas de verano. Y la otra cosa es que el aumento de temperaturas, puede aumentar las plagas, sino miremos lo que pasó con la langosta, que era una plaga que existía en un cierto equilibrio, con poblaciones conocidas de poca incidencia, y hubo un verano, este verano no sólo fue de la sequía, sino que además fueron temperaturas muy altas y explotaron las poblaciones de langostas. Son riesgos de la agricultura de verano. Yo separé de la agricultura de verano al arroz, que es el que va a venir a continuación. El arroz, tiene un problema y es que en algunas etapas, alrededor de la floración, si hay frío es crítico para el arroz, si esto sucediere, como evolución de cambio, yo recuerdo que en el 2008, tuvimos una helada, el 8 de octubre, fue una cosa impresionante y esto afectó mucho a la producción de uvas, se está cortando la uva y en parte, la reducción de rendimiento, es por esa helada que eliminó plantas. Mató plantas de citrus esa helada, cuestión que no estaba previsto ni estaba escrito en ningún lado. La primera vez que muere la planta entera de citrus por una helada. Con el arroz también puede suceder lo mismo, aunque se cosecha dentro del agua, pero requiere de días iluminados y secos. Si hay excesos hídricos, hay riesgo en el levantamiento de la cosecha. En realidad puede ser una cosa positiva para el arroz, que llueva más, porque entonces, si tenemos la cantidad de almacenamientos adecuados, vamos a tener más agua almacenada y nos permite plantar más arroz. También estas variaciones, si nos traen días nublados, alrededor de la floración de nuevo, esto puede ser perjudicial. Lo que está sucediendo hoy con el arroz, probablemente este año sea otra vez una cosecha récord, probablemente sea mayor que la del año pasado. Nadie pensaba en este país, que se podrían cosechar, más de 7.000 kilos por hectárea de arroz. Bueno ya hubo unas primeras chacras que dieron 10.000 kilos, pero hubo condiciones ideales para el arroz: días muy iluminados, temperaturas altas, noches frescas, bastante agua. Ahora, también las secas alternadas con las inundaciones, puede ser que suceda algo de lo que sucedió este año, que haya menos agua almacenada también y si hay menos agua almacenada, si tenemos ese riesgo, eso va a conducir a plantar menos superficie de arroz, es todo un efecto negativo. Y si hubiere temperaturas bajas después de la floración, cuando el grano está llenando, esto va en contra del rendimiento y puede tener un efecto negativo, así que quizá, hay algunos factores de estos que pueden ser positivos para los rildes y hay factores que pueden ser negativos para los rildes, depende cómo evolucionen estas cosas.

Ganadería de carne y lechería, que es otra cosa muy importante para nuestro sistema productivo. En realidad con más anhídrido carbónico y más lluvia en promedio, nuestros pastos van a producir más, en promedio. Entonces esto puede ser más alimento para los ganados y esto sería positivo en este caso. Ahora, si tenemos, aunque la lluvia promedio sea más alta, sequías intermitentes, como estas que hemos tenido, tienen los riesgos que todos conocen, que fue lo que nos acaba de pasar. La lluvia promedio es alta, pero en realidad, el crecimiento de los pastos no se da en función de la lluvia promedio, se da en función del agua, la temperatura que hay cada día. Así que el aumento de las sequías puede conducir a disminuir forraje. También la cantidad de agua para el ganado, muchos señores intendentes debieron colaborar con los productores acarreando agua, saben bien lo que es este factor. Puede haber, con temperaturas muy altas, como las hubo, un efecto negativo para el pastoreo, los animales que nosotros tenemos, no están adaptados a temperaturas muy altas, así que quizá esto, hasta tenga consecuencias en la genética animal que utilicemos, porque esto puede producir a menor pastoreo y menor producción de carne y de leche en particular. Ahora también si aumenta la temperatura, probablemente los inviernos sean más benignos y esto puede ser bueno porque va a haber menos pérdida de peso invernal en los animales. También temperaturas más altas y más humedad traen en los animales, mayores riesgos de insectos y de ácaros, entonces esto puede cambiar la manera de trabajar y los costos. En realidad todos estos son productos que provienen de la industria. Y finalmente, algo que tiene que ver con la biodiversidad porque los eventos extremos también llevan, aunque en períodos de seca, haya especies que no resisten el déficit hídrico y sean afectadas como se puede ver ahora en el campo natural. ¿Va a ser afectada la biodiversidad y en qué medida? ¿Se recuperan después? Es cierto que ahora cuando llovió, había en realidad muchos nutrientes que las plantas no habían usado cuando no crecieron plantas durante el verano y tanto por los contenidos de nitrógeno, los contenidos de fósforo que estamos teniendo ahora, la calidad de las pasturas que están teniendo los animales, son muy altas, porque no se usaron esos nutrientes antes. Ahora, ¿qué pasa con las especies? también cuando vieron la lluvia, aparecieron muchas plantas que parecían que no estaban, van a venir todas, no van venir, va a cambiar la composición botánica del tapiz. Estos son riesgos y este sería un riesgo grande porque perderíamos especies que pueden ser muy valiosas.

 

También la pesca podría sufrir las consecuencias del cambio climático. Podría haber una alteración en la composición de los recursos. Quizás por temperaturas más altas, haya una mayor tasa de mortalidad de especies. Quizás haya un incremento en algas tóxicas y eso sí que es riesgoso para los peces y para quienes consumen los peces. Y quizás haya por los recursos que tenemos nosotros en la zona de común de pesca con la República Argentina una alteración en la composición de los juveniles en relación a toda la biomasa ictiocola  y eso podría conducir a la necesidad de tener vedas más largas para proteger la reproducción de las especies. Esto es marino, no se prevén efectos importantes en los recursos hídricos, no se prevén en los recursos hídricos, en los ríos, las lagunas y las aguas interiores. Quizás aquí en cuanto a las medidas internacionales Colacce hizo mención a eso. Yo quiero hablar en particular los fondos con inclusión de MDL, ya hay proyectos en el Uruguay que se están llevando a cabo. Hay además interés de países muy contaminantes que son responsables, ahora se puede medir son responsables de emitir cuánto anhídrido carbónico y hacerse cargo de financiar actividades que consuman ese anhídrido carbónico. Nosotros a pesar de que somos chiquitos somos consumidores de anhídrido carbónico y eso puede ser positivo para nosotros. Ahora en el sentido de que no todos los factores que tienen que ver con el cambio climático son negativos. Algunos para nuestras actividades productivas, por nuestra ubicación y para nuestra gente, pueden tener resultados positivos. La creación de alternativas energéticas. Bajas en carbono. Se pueden desarrollar actividades que sean buenas desde el punto de vista de generar puestos de empleo. Habíamos incluido dentro de las actividades productivas una reivindicación permanente del Ministro Lescano, que es lo que tiene que ver con el turismo así que yo le dejo la lámina y el micrófono para que usted hable un poco del cambio climático y el turismo.

   
 
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