Nelson Hernández
Bajó presión fiscal y aumentó recaudación por la
conciencia tributaria y una mejor gestión
El Director General de Rentas,
Nelson Hernández, afirmó que se registra una clara
tendencia a la disminución de la presión fiscal al
tiempo que se percibe un incremento en la recaudación
tributaria, el cual no se debe al aumento de impuestos.
El Jerarca explicó que ambos sucesos son consecuencia
del mayor cumplimiento por parte de los contribuyentes
y de una mejor gestión administrativa por parte del
organismo.
Hernández dijo que en base al análisis
constante que la DGI realiza sobre la evolución de la
presión fiscal respecto a la situación previa y
posterior a la Reforma Tributaria, se nota un cambio en
cuanto a la incidencia de los distintos impuestos, con
un mayor énfasis en imposición indirecta y una
disminución en la tributación indirecta, que está
sustanciada en la rebaja del Impuesto al Valor Agregado
(IVA) y el COFIS que estaban vigentes a partir del 1º
de julio de 2007.
Hernández aclaró que en la medida en
que estos cambios requieren modificaciones
estructurales en la conformación de la tributación, lo
que queda claro es la tendencia a la disminución de la
presión fiscal y un aumento de la recaudación basado no
en el aumento de los tributos, sino en una mejor
administración. Agregó que esto pone de manifiesto que
en este año también se va a dar una disminución del
nivel de las evasiones.
Asimismo, el Jerarca sostuvo que las
estadísticas revelan una disminución de las evasiones
de los contribuyentes que se ubica en el orden de 8
puntos, desde 2004 a la fecha. Se registra cerca de un
24% de evasión en materia de IVA. Explicó que, en
América Latina, Uruguay se encuentra en uno de los
primeros niveles de cumplimiento voluntario en materia
de tributación, siendo superado únicamente por la
economía chilena. Esto implica un avance importante en
lo que tiene que ver con el cumplimiento voluntario de
las obligaciones tributarias, sostuvo.
Del mismo modo, Hernández dijo que el
aumento permanente en la recaudación está sustanciado
por dos motores que son la evolución de la economía y
la mejora en la eficiencia de la administración. Agregó
que, además, se dio una mejora en la recaudación no
proveniente del incremento de los tributos, sino que
está sustanciado en un mayor cumplimiento y en una
mejor gestión.
Hernández sostuvo que si se analiza la
historia tributaria del país, cada vez que hubo
problemas en materia fiscal, se recurrió al aumento de
los impuestos y que los números actuales dicen que el
déficit fiscal está controlado y no se requerirá de
medidas extraordinarias en un futuro cercano. Aclaró
que, igualmente, este tipo de decisiones le competerá
al próximo gobierno.
Actualmente, la DGI realiza un
seguimiento permanente de la recaudación en función de
estimaciones diarias sobre cuáles son las recaudaciones
que corresponde realizar en cada día de vencimiento. En
este sentido, en el mes de diciembre de 2008 se
registró el menor incremento en el valor absoluto
respecto a la recaudación, que estuvo en el orden del
3%.
En enero de 2009, el incremento de la
recaudación estuvo en el orden del 7% y en febrero, se
habla de un incremento del 3%. Este porcentaje es igual
al menor incremento que se registró en todo 2008, lo
cual implica un llamado de atención respecto a la
evolución de la recaudación. Igualmente, el Director de
Rentas dijo que al día de ayer, la recaudación de la
DGI estuvo por encima de las proyecciones, lo cual no
significa que éste será el resultado para el mes de
marzo, pero pone de manifiesto que la DGI está
atendiendo en forma permanente a las variaciones de la
recaudación.
Agregó que en el acumulado del año se
nota un incremento en la recaudación que se ubica en el
orden del 5% en valores reales, en comparación con el
ejercicio del año 2008. Si se compara con el menor
incremento que se dio el año pasado, pone de manifiesto
las consecuencias de la disminución de la actividad a
nivel mundial y las repercusiones que ésta puede tener
en la recaudación fiscal en particular. Sin embargo,
aseguró que hasta el momento no se dieron señales que
permitan pensar en una situación de alarma, sino que,
por el contrario, es una situación en la que se puede
hablar de una disminución del ritmo del crecimiento
pero que no implica la activación de una señal de
peligro. |