Aclaración de la DINAMA sobre estudios de
contaminación difusa
Días atrás, una publicación
periodística afirmó que la Dirección Nacional de Medio
Ambiente (DINAMA) “constató que la mayoría de los
tambos de San José y Canelones contaminan” al río Santa
Lucía.
Es lógico que, si esto fuera así, la
población del país tendría derecho a conocer la
información completa y sería entendible que se
extendiera la preocupación por el tema.
Sin embargo, la DINAMA nunca llegó a
tal conclusión.
En un seminario sobre fuentes de
contaminación difusas, realizado el pasado 10 de marzo,
la DINAMA presentó las conclusiones obtenidas de un
estudio realizado a partir de un convenio de esta
Dirección con Conaprole y el IMFIA (conclusiones que ya
habían sido presentadas cuando se completó el trabajo,
en abril de 2008).
En ese marco, se visitaron 37 tambos de
la Cuenca Lechera (en los departamentos de Canelones,
Florida, Río Negro, San José y Colonia), de los cuales
algo más de la mitad se encontraban en la cuenca del
río Santa Lucía.
Esto no quiere decir que se encontraban
a la vera del río Santa Lucía; ni siquiera que los
efluentes podían detectarse en el río Santa Lucía.
Es más, de acuerdo a resultados de
otros estudios realizados en esta cuenca –analizando
tanto calidad del agua como vertidos a este cauce--, de
ninguna manera puede señalarse a este sector productivo
como responsable de contaminación alguna.
De hecho, la calidad del agua del río
Santa Lucía es, en general, buena.
Vale la pena tomar este ejemplo en
cuenta para visualizar la importancia de manejar
conceptos técnicos con precisión, para evitar llegar a
conclusiones absolutamente erróneas, que pueden generar
alarma injustificada.
Al contrario, entre las conclusiones
destacadas la DINAMA señalaba que “El sector lechero
uruguayo tiene importantes oportunidades de mejorar su
desempeño ambiental desde los sistemas de tratamiento
de efluentes”.
Además, se afirmaba que el hecho de que
los tambos estudiados –considerados representativos de
la cuenca— “cuenten con sistemas de tratamiento de
efluentes operativos, ha permitido que el ‘Manual de
Gestión Integral del Agua en Establecimientos Lecheros,
edición 2008’ se apoye en la realidad de nuestro país y
no en meras referencias bibliográficas”.
Inmediatamente después se agregaba
incluso que “el contar con un sistema de tratamiento de
efluentes demuestra un grado de conciencia y
responsabilidad que merece ser ejemplo para sus
pares”.
Un producto resultante de este estudio
–logrado a través de un acuerdo entre el organismo de
contralor del Estado, la Academia y el sector
privado—es la Guía de Gestión Integral de aguas en
establecimientos lecheros, un manual que será de suma
utilidad a los productores para introducir avances
tecnológicos para la mejora ambiental de sus tambos. |