Secreto Bancario

Uruguay es una plaza segura y confiable que aprendió varias lecciones de la crisis del 2002

El Presidente del Banco Central del Uruguay, Mario Bergara, aseveró que la reforma tributaria extendió el régimen del secreto bancario con una flexibilidad mayor al régimen existente desde 1982. Bergara destacó que este tema es delicado y aseguró que el secreto bancario no es el factor principal de la solidez del sistema bancario. Afirmó que el Poder Judicial es el garante del equilibrio entre privacidad e interés público.

En una conferencia de prensa realizada en la sede del Banco Central, su Presidente, Mario Bergara, explicó los alcances del régimen de secreto bancario existente en la plaza financiera uruguaya. Además, comentó las disposiciones vigentes luego de la implementación de la reforma tributaria.

Afirmó que la flexibilización del secreto bancario en el marco de los procesos judiciales cambió sustancialmente la naturaleza del régimen uruguayo. En la actualidad existen acuerdos entre los reguladores y en particular con Argentina y Brasil. Bergara aseguró que el secreto bancario no es la razón por la cual se desarrolla el sistema financiero uruguayo, pues los principales motivos tienen que ver con la importante reputación que posee el país en foros internacionales.

Comenzó su análisis recordando al régimen anterior a la implementación de la reforma tributaria. Dijo que el secreto bancario era poco flexible y que incluía a todas las transacciones financieras. En cambio, hoy en día se refiere a los depósitos y no a los créditos, como en el resto del mundo, aseveró.

El equilibrio entre privacidad e interés público lo marca la Justicia, aseguró Bergara. Citó los casos de pensiones alimenticias, lavado de dinero, financiamiento del terrorismo, presunción cierta de evasión tributaria e investigaciones de fraude, como algunos de los motivos por los cuales se puede levantar el secreto bancario.

Con importantes flexibilidades y salvaguardado por las garantías del Poder Judicial, el régimen vigente del secreto bancario es fruto del acuerdo político surgido en el Parlamento, precedido de una discusión seria y responsable, en el marco del debate por el régimen tributario y por lo tanto, sostuvo el Presidente del BCU, el resultado obtenido para el nuevo secreto bancario demuestra que en momentos de tranquilidad se puede discutir este tema seriamente, asumiendo que es un problema delicado y complejo.

Agregó que el BCU posee acuerdos con las entidades reguladoras de varios países para el levantamiento del secreto bancario, como Argentina, Brasil, EEUU y España, sedes de las casas matrices de los principales bancos extranjeros que operan en Uruguay.

Además, afirmó que nuestro país no presenta problemas de financiamiento para el sistema bancario a raíz del período electoral actual. No hay ninguna señal de nerviosismo por la seguridad y solidez del sistema bancario uruguayo, añadió.

Mario Bergara dijo que la regulación es necesaria y que tiene sus costos, pues toda la sociedad invierte recursos para implementar los mismos. Pero la desregulación es más costosa para los más desfavorecidos, porque se paga con menos empleo, menos inversión, menos riqueza, más pobreza y más indigencia, en momentos de crisis importantes como las que vivió Uruguay en el año 2002.

Nuestro país aprendió tres lecciones a partir de la crisis de aquel año, prosiguió Bergara. Los bancos están preparados, se fortaleció la regulación y la transparencia del sistema privado y público. Además, el país sabe que con un sistema financiero estable se obtienen mejores resultados para trabajar por más inversión, más empleo y menos pobreza, que pueda estar a favor del desarrollo social y productivo del país.

Sólo un sistema regulado puede garantizar los fines que la sociedad procura con el sistema financiero. Afirmó que oponer lo financiero a lo productivo es una falacia de falsa oposición, porque el Producto Interno Bruto (PIB) del país cayó en forma abrupta en las épocas de crisis financiera, tal como ocurrió en todas las crisis desde el Siglo XIX. También es falaz oponer lo financiero a lo social, dijo, pues nunca aumentó tanto la pobreza en el país como en las mismas crisis bancarias que vivió Uruguay a lo largo de su historia.

Finalmente, recordó que las crisis bancarias las terminan pagando los pobres. Para Bergara los más desfavorecidos pagan más impuestos, pagan con más inflación y con menos empleos, financiando los mayores costos de las crisis. Sobre las causas y sus responsables, dijo que no se conocen análisis que indiquen a la regulación como causante de una crisis.

Todo lo contrario, afirmó. La supervisión pobre, la falta de profesionalismo y el manejo político de los bancos públicos, son subrayados por los informes como causa de los cracks económicos.

Sobre la situación financiera del país, el Presidente del BCU expresó que los indicadores de los bancos muestran una liquidez del 60%, un guarismo muy elevado a nivel internacional. Recordó que en las dos últimas corridas bancarias que sufrió el país, los usuarios de los bancos retiraron el 45% de los depósitos. Por lo tanto, dijo, la plaza financiera uruguaya presenta un alto grado de solidez.

Junto a este indicador, Bergara sostuvo que el capital del sistema bancario que opera en Uruguay posee el doble del capital requerido por la regulación del BCU y que además, acotó, nuestro país exige cifras más elevadas que el promedio de capital requerido por las recomendaciones mundiales.

La mayor regulación sobre las carteras tóxicas permitió que la morosidad bancaria alcance el 1%, cuando en el año 2002 se encontraba en niveles que llegaron al 20% inclusive. Los niveles de previsiones indican que la morosidad futura puede llegar al 6%, lo que indica que los bancos poseen una alta capacidad para absorber eventuales aumentos de morosidad en un contexto de crisis.

Finalmente, dijo que los bancos obtienen una rentabilidad positiva. Quizás son rentabilidades menores que en años anteriores, a causa del contexto internacional, dijo. Sin embargo, los datos disponibles indican que los resultados y las perspectivas que posee el sistema bancario hacen a la buena salud de la plaza uruguaya.