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24 de abril, 2009

Vázquez ante Asamblea Legislativa

Democracia obliga reconocer a los demás, dialogar, negociar y acordar en forma realista
Vázquez se dirigió a la Asamblea Legislativa de Costa Rica. Subrayó el papel de la democracia como ámbito de expresión de todas las corrientes, de reconocimiento y de diálogo con el otro. Se mostró partidario de acuerdos realistas y del debate como forma de proteger el interés colectivo. Desestimó la violencia, reivindicó el papel de la política e instó a revertir posturas que han augurado el fin de la historia.

El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, acompañado de la comitiva oficial, visitó la Asamblea Legislativa de Costa Rica. En la oportunidad realizó un vibrante discurso ante los representantes del país centroamericano.

El Mandatario uruguayo centró su mensaje en torno a la importancia del sistema democrático y dijo que no hay democracia sin política.

Expresó que la democracia permite que se expresen todas las corrientes y obliga a reconocer a los demás, a dialogar con ellos, a negociar y acordar entre todos. "En democracia nadie tiene la última palabra, porque esta última palabra no existe", enfatizó el Presidente.

Asimismo, destacó la relevancia de los acuerdos realistas, del incesante debate sobre las mejores formas para proteger el interés colectivo, rechazando la violencia, promoviendo la esperanza y la confianza, la justicia y la igualdad.

Finalmente, Vázquez reivindicó el papel de la política e instó a revertir las posturas que auguraron "el fin de la historia, el choque de civilizaciones, el gran mercado y los buenos negocios -que a menudo eran sus negocios-".

Palabras del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, ante la Asamblea Legislativa de Costa Rica, el jueves 23 de abril de 2009.

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Traigo a esta Asamblea y entrego a cada uno de ustedes el saludo fraternal del Gobierno y el pueblo de la República Oriental del Uruguay. Asimismo, permítanme compartir con ustedes mi firme convicción de que la visita de Estado que estoy realizando, en respuesta a la cordial invitación del señor Presidente Oscar Arias, fortalecerá más aún la amistad que une a Costa Rica y Uruguay.

Amigas y amigos, la democracia como ustedes saben no tiene dueños ni domicilio. En todo caso, es derecho y responsabilidad de todos, todos los días, y en todos lados. Pero es evidente que está en esta sala y quienes aquí estamos, tenemos un especial compromiso con ella y con la política, porque no hay democracia sin política y porque la democracia es finalmente el campo de lo relativo. La democracia permite que se expresen todas las corrientes, pero obliga a reconocer a los demás, a dialogar con ellos a negociar y acordar entre todos. En democracia nadie tiene la última palabra, porque esta última palabra no existe. Lo que sí existe son los acuerdos realistas, el incesante debate sobre las mejores formas para proteger el interés colectivo, rechazando la violencia, promoviendo la esperanza y la confianza, la justicia y la igualdad. Eso es la política. Y esa es la política que debemos reivindicar, no con afán de venganza hacia quienes con arrogancia e irresponsabilidad la despreciaron en nombre del fin de la historia, la posmodernidad, el choque de civilizaciones, el gran mercado y los buenos negocios -que a menudo eran sus negocios-, sino para revertir las consecuencias de semejante desvarío y para que el mismo no se repita. Les agradezco el honor que me han dado al recibirme y darme la oportunidad de dirigirme en todos ustedes, créanme, y de corazón, al querido hermano pueblo de Costa Rica.

   
 
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