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27 de abril, 2009

Ramón Méndez -MIEM

Uruguay se plantea su independencia energética en un marco de integración regional
Uruguay se plantea una política energética definida, metas enfocadas a 30 años e independencia energética en marco de integración regional. Ello con énfasis en políticas económicas y sustentables con el ambiente, que contribuyan al desarrollo y tomen en cuenta el componente social. Políticas energéticas que contribuyan a mejorar la democracia y la igualdad social, según apuntó el director del Energía y Tecnología Nuclear.

En un contexto mundial de incertidumbre, la región experimenta importantes cambios, descubrimientos de yacimientos, nuevas situaciones en cuanto al tema del gas natural, dificultades para abastecer ciertas demandas, y la irrupción de plantas de regasificacion de gas natural licuado que cambiará significativamente la forma de negociar el gas natural en la región donde vivimos. Tal lo manifestado por el director nacional de Energía y Tecnología Nuclear del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Ramón Méndez, al participar de la “Conferencia ARPEL 2009-Desarrollo Sostenible-El rol de la industria de petróleo y gas en América Latina y el Caribe”, celebrada en Punta del Este.

Uruguay enfrenta estos desafíos con una política energética definida con metas enfocadas a los próximos 30 años, para el corto y mediano plazo, dijo el jerarca.  Se plantea su independencia energética,  en un marco de integración regional, con énfasis en políticas económicas y sustentables con el medio ambiente, que contribuyan al desarrollo del país y tomen en cuenta el componente social. En definitiva, que las políticas energéticas contribuyan a una mejora de la democracia e igualdad social de nuestra gente, sostuvo Méndez.

En ese contexto, la política del sector energético está centrada en dos grandes empresas estatales, que son ANCAP y UTE, la cual administra casi el 100% de la electricidad del país, que tiene una electrificación del 99%.

Además, impulsa el fortalecimiento en la capacidad de inversión, con 300 millones de dólares destinados a instalar una planta desulfurizadora, y montos similares para  mejorar la interconexión con nuestros países vecinos en materia eléctrica.

Señaló también que Uruguay realiza esas inversiones con convicción, así como la transformación de su matriz energética.

Dijo también Méndez que en 2009. el país alcanzará su mayor porcentaje de generación eléctrica mediante fuentes renovables no tradicionales. Esto es energía eólica y biomasa,  en un porcentaje que es el más alto a nivel continental.

En ese contexto, ANCAP apunta a la integración vertical, que la empresa pueda tener su propio petróleo y la estrategia de Ronda Uruguay para atraer inversiones extranjeras de miles de millones de dólares, con el objetivo de comprobar si efectivamente Uruguay puede explotar comercialmente sus yacimientos de petróleo y gas.

Es una apuesta enorme para Uruguay, que afronta con seriedad, cumpliendo con los contratos internacionales, ofreciendo un reconocido clima de negocios, leyes de promoción de inversiones y libertad para la repatriación de los capitales de las empresas inversoras.

Pero no sólo apunta a la independencia energética y respeto del medio ambiente, sino que también a la integración regional. Conjuntamente con Bolivia y Paraguay, con quienes se comparten problemáticas y oportunidades, lleva adelante iniciativas. Además, prosiguió diciendo Méndez,  la planta de regasificación a construir con Argentina es un perfecto ejemplo de cómo las sinergias entre dos países pueden generar un proyecto que de otra manera no podría existir.

Uruguay cuenta con un puerto de aguas suficientemente profundas como para permitir la entrada de embarcaciones de hasta 14 metros, Argentina tiene un centro de consumo distante 180 kilómetros del puerto de Montevideo. Esa sinergia permite la unión de ambos, y en un par de años,  podrán compartir una planta de regasificacion conjunta, lo cual es motivo de orgullo.

Finalmente, Méndez reconoció que para Uruguay lograr la integración social a través del tema energético es central, y que las empresas petroleras y gasíferas del continente, con ARPEL  a la cabeza, se planteen este encuentro, es motivo de reconocimiento.

   
 
  Ramón Méndez