Andrés Masoller
Se prevé un crecimiento sostenido de la economía
para el segundo semestre del año
El Subsecretario de Economía y
Finanzas, Andrés Masoller, participó de la XI Jornada
de Coyuntura Económica Nacional y Regional. Destacó que
se espera un crecimiento moderado del 2% y una
recuperación sostenida a partir del segundo semestre de
2009. Reiteró que la preocupación del Gobierno es
manejar la política fiscal y monetaria con estabilidad
y equilibrio para generar el mejor escenario para la
próxima Administración.
En el marco de las XI Jornadas de
Coyuntura Económica Nacional y Regional, organizada por
el Área Coyuntura del Instituto de Economía de la
Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, el
Subsecretario de Economía y Finanzas, Andrés Masoller,
presentó una ponencia sobre crecimiento económico y la
política que se lleva adelante en contexto de crisis
internacional. La ponencia de Masoller estuvo dividida
en dos secciones: "¿Crecimiento moderado o recesión?" y
"La política económica frente a la crisis".
Señaló que el mundo vive la peor
crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, que
es comparable con la Gran Depresión de 1929.
Igualmente, resaltó que el escenario de ambas crisis
difieren, dado que para combatir esta crisis se aplican
fuertes medidas como lo es el apoyo a instituciones
financieras; las políticas macroeconómicas agresivas
tendientes a estimular la economía; existe una mayor
coordinación entre organismos internacionales de
créditos y un fuerte compromiso para evitar políticas
proteccionistas.
La magnitud de los paquetes de
rescate financiero que se implementaron en los países
afectados -que incluían la compra de activos,
inyecciones de capital y garantías para la emisión de
nueva deuda- van desde el 260% del PBI en Irlanda hasta
un 10% en países que no suelen recibir intervenciones
de fondos públicos. Para tener una idea de la magnitud
que implican los rescates financieros, Masoller explicó
que la crisis de 2002, le costó al Estado uruguayo un
20% del PBI.
En relación a la evolución de la
tasa de interés, el Subsecretario de Economía señaló
que se ubican en cifras históricamente bajas, lo cual
posibilita la disponibilidad de interés y generará
estímulos para el desarrollo del crédito. Asimismo,
dijo que se estabilizó el precio de los commodities y
se perciben tendencias crecientes de los mismos.
Afirmó que en las últimas semanas,
se registraron noticias positivas como lo son el
aumento de la confianza del consumidor en Estados
Unidos, que se ubica en el nivel más alto desde el
colapso financiero, así como también la mejora del
sector servicios y de la construcción de ese país. De
acuerdo a los datos de las cuentas nacionales del
primer trimestre del año, las familias norteamericanas
han aumentado su nivel de consumo. Estos indicadores
adelantan una recuperación que, hasta hace unos meses
atrás, se preveía para 2010, aseguró Masoller.
En tal sentido, las proyecciones del
Fondo Monetario Internacional reflejan que la economía
de los países desarrollados crecerán en el segundo
trimestre de 2010, mientras que en los mercados
emergentes se espera un crecimiento para el segundo
semestre de este año, por lo que se puede afirmar que
los países emergentes se recuperarán antes que los
desarrollados, con una tasa de crecimiento que va del
2% al 3%. Esta diferencia entre países emergentes y
desarrollados se refleja en la fortaleza de los
distintos sistemas financieros. Aquellos países que se
encontraban más sólidos pueden aprovechar mejor el
crecimiento de la economía. En las economías emergentes
los sistemas financieros son más fuertes, las
posibilidades de diversificación son mayores y las
estructuras productivas sufrieron menos a causa de la
crisis. Por lo tanto, hay buenas razones para pensar
que la tendencia se va a cumplir y estas economías se
recuperarán antes, afirmó el Subsecretario de Economía
y Finanzas.
En el caso de Uruguay, se muestra un
crecimiento del 3% por encima del promedio de
crecimiento del resto de América Latina, mientras que
el 90% de los países aún tienen caídas importantes
durante 2009.
Para el Gobierno, la proyección de
crecimiento para 2009 es de un 2%, que supone una caída
en el primer trimestre, una situación estable en el
segundo trimestre y una recuperación en el último
semestre del año. Explicó que esta proyección se basa
en el crecimiento de las exportaciones, acompañado por
un aumento de las importaciones del sector industrial y
de un fuerte dinamismo de las inversiones privadas,
también para ese sector, que es el motor de la economía
del país. Además, el crédito está creciendo y se
percibe una mejora en la confianza del consumidor.
En otro orden, respecto a la
política económica frente a la crisis internacional,
Masoller se refirió a la política monetaria y la
política fiscal, bases de la macroeconomía. En relación
a la política monetaria, señaló que la inflación está
cayendo a la meta marcada por el Banco Central del
Uruguay, lo cual abre una puerta para desarrollar
políticas monetarias más expansivas. Explicó que el
tipo de cambio, durante la crisis actual, acompañó la
evolución del resto de las monedas respecto al dólar,
aspecto fundamental para que el sector exportador no
sufriera los efectos de la crisis. Asimismo, se buscó
reducir la volatilidad del tipo de cambio -a través de
una flotación administrada del BCU- por el cual se
logró evitar los picos de la cotización de la moneda y
que provocó que en Uruguay, la volatilidad sea menor
que en otros países.
Respecto a la política fiscal,
Masoller subrayó que este Gobierno marcó como objetivo
principal asegurar la sostenibilidad de las cuentas
públicas, lo cual fue cuestionado al inicio del
período. Este objetivo consistió en reducir el déficit
fiscal y, al mismo tiempo, reducir el nivel de deuda
pública, cambiar el perfil y asegurar el
financiamiento.
Además, se marcaron otros objetivos
que buscaban fortalecer la red de protección social que
se encontraba debilitada en 2005 y que constituye un
pilar fundamental de toda la política económica. Por
ello, se creó el Plan de Emergencia, el Plan de
Equidad, aumentó el gasto público en la distribución
del ingreso y se buscó el incremento del capital humano
a través de las mejoras en la educación y la salud.
Por último, el Gobierno también se
marcó como objetivo reducir la vulnerabilidad
productiva -asociado a un escaso nivel de inversiones,
particularmente en infraestructura- por lo que, a
través del aumento en la inversión pública, el Gobierno
buscó potenciar el crecimiento en largo plazo de la
economía, con mayor inversión y, a su vez, viabilizar
inversiones del sector privado.
Se trató, entonces, de
compatibilizar todos esos objetivos a través de una
política fiscal neutra respecto al ciclo económico,
tanto al alza como a la baja. A diferencia de políticas
fiscales anteriores, que eran pro-cíclicas, este
Gobierno optó por tener una política fiscal con un
sesgo neutro que, si bien no es lo más recomendado
desde el punto de vista macroeconómico, es una política
deseable si lo que se busca es fortalecer otros
aspectos de la política económica.
En tal sentido, para este año, el
Gobierno prevé un déficit del 2% para 2009, que
significa un aumento de 0,5% respecto a 2008, que se
debe a la caída en la recaudación dado por el menor
nivel de actividad y por resultados desfavorables en
las empresas públicas, dado por la sequía y la crisis
energética.
Igualmente, el déficit fiscal que
presenta Uruguay es relativamente menor al del resto de
los países, lo cual colabora al posicionamiento del
país frente a organismos internacionales de crédito.
En relación a la deuda neta de
Uruguay, ésta pasó del 60% en 2005 a un 25% a finales
de 2008, debido tanto al crecimiento de la economía
como a los buenos resultados fiscales, señaló Masoller,
y agregó que esto posibilita que el próximo Gobierno
cuente con mayores márgenes de maniobras.
En tal sentido, el Gobierno planteó
como medidas para apalear la crisis el combate al
rebrote inflacionario; políticas para contrarrestar los
efectos de la sequía y mitigar el impacto de la crisis,
sobre todo en los sectores más afectados; mantener el
empleo y fortalecer las capacidades productivas.
Finalmente, Masoller resaltó que en
2009 y 2010 la política macroeconómica tendrá que
mantenerse estable y equilibrada para amortiguar el
shock externo a partir de políticas fiscales y
monetarias activas, al tiempo que se deberá preservar
la estabilidad de los precios. Sostuvo que estos
objetivos están relacionados entre sí y es necesario un
manejo cuidadoso de los instrumentos económicos, para
no afectar negativamente ninguno de esos objetivos.
En tal sentido, una preocupación
central de este Gobierno es dejar las cuentas lo mejor
posible para el próximo período. Se buscan alternativas
de financiamiento en la medida en que se abran
oportunidades en los mercados internacionales y
locales, para lo cual se solicitó el aumento del tope
de endeudamiento y que posibilite dejar para 2010 una
situación macroeconómica mejor a la encontrada en 2005. |