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8 de mayo, 2009

Andrés Masoller

Se prevé un crecimiento sostenido de la economía para el segundo semestre del año
El Subsecretario de Economía y Finanzas, Andrés Masoller, participó de la XI Jornada de Coyuntura Económica Nacional y Regional. Destacó que se espera un crecimiento moderado del 2% y una recuperación sostenida a partir del segundo semestre de 2009. Reiteró que la preocupación del Gobierno es manejar la política fiscal y monetaria con estabilidad y equilibrio para generar el mejor escenario para la próxima Administración.

En el marco de las XI Jornadas de Coyuntura Económica Nacional y Regional, organizada por el Área Coyuntura del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, el Subsecretario de Economía y Finanzas, Andrés Masoller, presentó una ponencia sobre crecimiento económico y la política que se lleva adelante en contexto de crisis internacional. La ponencia de Masoller estuvo dividida en dos secciones: "¿Crecimiento moderado o recesión?" y "La política económica frente a la crisis".

Señaló que el mundo vive la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, que es comparable con la Gran Depresión de 1929. Igualmente, resaltó que el escenario de ambas crisis difieren, dado que para combatir esta crisis se aplican fuertes medidas como lo es el apoyo a instituciones financieras; las políticas macroeconómicas agresivas tendientes a estimular la economía; existe una mayor coordinación entre organismos internacionales de créditos y un fuerte compromiso para evitar políticas proteccionistas.

La magnitud de los paquetes de rescate financiero que se implementaron en los países afectados -que incluían la compra de activos, inyecciones de capital y garantías para la emisión de nueva deuda- van desde el 260% del PBI en Irlanda hasta un 10% en países que no suelen recibir intervenciones de fondos públicos. Para tener una idea de la magnitud que implican los rescates financieros, Masoller explicó que la crisis de 2002, le costó al Estado uruguayo un 20% del PBI.

En relación a la evolución de la tasa de interés, el Subsecretario de Economía señaló que se ubican en cifras históricamente bajas, lo cual posibilita la disponibilidad de interés y generará estímulos para el desarrollo del crédito. Asimismo, dijo que se estabilizó el precio de los commodities y se perciben tendencias crecientes de los mismos.

Afirmó que en las últimas semanas, se registraron noticias positivas como lo son el aumento de la confianza del consumidor en Estados Unidos, que se ubica en el nivel más alto desde el colapso financiero, así como también la mejora del sector servicios y de la construcción de ese país. De acuerdo a los datos de las cuentas nacionales del primer trimestre del año, las familias norteamericanas han aumentado su nivel de consumo. Estos indicadores adelantan una recuperación que, hasta hace unos meses atrás, se preveía para 2010, aseguró Masoller.

En tal sentido, las proyecciones del Fondo Monetario Internacional reflejan que la economía de los países desarrollados crecerán en el segundo trimestre de 2010, mientras que en los mercados emergentes se espera un crecimiento para el segundo semestre de este año, por lo que se puede afirmar que los países emergentes se recuperarán antes que los desarrollados, con una tasa de crecimiento que va del 2% al 3%. Esta diferencia entre países emergentes y desarrollados se refleja en la fortaleza de los distintos sistemas financieros. Aquellos países que se encontraban más sólidos pueden aprovechar mejor el crecimiento de la economía. En las economías emergentes los sistemas financieros son más fuertes, las posibilidades de diversificación son mayores y las estructuras productivas sufrieron menos a causa de la crisis. Por lo tanto, hay buenas razones para pensar que la tendencia se va a cumplir y estas economías se recuperarán antes, afirmó el Subsecretario de Economía y Finanzas.

En el caso de Uruguay, se muestra un crecimiento del 3% por encima del promedio de crecimiento del resto de América Latina, mientras que el 90% de los países aún tienen caídas importantes durante 2009.

Para el Gobierno, la proyección de crecimiento para 2009 es de un 2%, que supone una caída en el primer trimestre, una situación estable en el segundo trimestre y una recuperación en el último semestre del año. Explicó que esta proyección se basa en el crecimiento de las exportaciones, acompañado por un aumento de las importaciones del sector industrial y de un fuerte dinamismo de las inversiones privadas, también para ese sector, que es el motor de la economía del país. Además, el crédito está creciendo y se percibe una mejora en la confianza del consumidor.

En otro orden, respecto a la política económica frente a la crisis internacional, Masoller se refirió a la política monetaria y la política fiscal, bases de la macroeconomía. En relación a la política monetaria, señaló que la inflación está cayendo a la meta marcada por el Banco Central del Uruguay, lo cual abre una puerta para desarrollar políticas monetarias más expansivas. Explicó que el tipo de cambio, durante la crisis actual, acompañó la evolución del resto de las monedas respecto al dólar, aspecto fundamental para que el sector exportador no sufriera los efectos de la crisis. Asimismo, se buscó reducir la volatilidad del tipo de cambio -a través de una flotación administrada del BCU- por el cual se logró evitar los picos de la cotización de la moneda y que provocó que en Uruguay, la volatilidad sea menor que en otros países.

Respecto a la política fiscal, Masoller subrayó que este Gobierno marcó como objetivo principal asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas, lo cual fue cuestionado al inicio del período. Este objetivo consistió en reducir el déficit fiscal y, al mismo tiempo, reducir el nivel de deuda pública, cambiar el perfil y asegurar el financiamiento.

Además, se marcaron otros objetivos que buscaban fortalecer la red de protección social que se encontraba debilitada en 2005 y que constituye un pilar fundamental de toda la política económica. Por ello, se creó el Plan de Emergencia, el Plan de Equidad, aumentó el gasto público en la distribución del ingreso y se buscó el incremento del capital humano a través de las mejoras en la educación y la salud.

Por último, el Gobierno también se marcó como objetivo reducir la vulnerabilidad productiva -asociado a un escaso nivel de inversiones, particularmente en infraestructura- por lo que, a través del aumento en la inversión pública, el Gobierno buscó potenciar el crecimiento en largo plazo de la economía, con mayor inversión y, a su vez, viabilizar inversiones del sector privado.

Se trató, entonces, de compatibilizar todos esos objetivos a través de una política fiscal neutra respecto al ciclo económico, tanto al alza como a la baja. A diferencia de políticas fiscales anteriores, que eran pro-cíclicas, este Gobierno optó por tener una política fiscal con un sesgo neutro que, si bien no es lo más recomendado desde el punto de vista macroeconómico, es una política deseable si lo que se busca es fortalecer otros aspectos de la política económica.

En tal sentido, para este año, el Gobierno prevé un déficit del 2% para 2009, que significa un aumento de 0,5% respecto a 2008, que se debe a la caída en la recaudación dado por el menor nivel de actividad y por resultados desfavorables en las empresas públicas, dado por la sequía y la crisis energética.

Igualmente, el déficit fiscal que presenta Uruguay es relativamente menor al del resto de los países, lo cual colabora al posicionamiento del país frente a organismos internacionales de crédito.

En relación a la deuda neta de Uruguay, ésta pasó del 60% en 2005 a un 25% a finales de 2008, debido tanto al crecimiento de la economía como a los buenos resultados fiscales, señaló Masoller, y agregó que esto posibilita que el próximo Gobierno cuente con mayores márgenes de maniobras.

En tal sentido, el Gobierno planteó como medidas para apalear la crisis el combate al rebrote inflacionario; políticas para contrarrestar los efectos de la sequía y mitigar el impacto de la crisis, sobre todo en los sectores más afectados; mantener el empleo y fortalecer las capacidades productivas.

Finalmente, Masoller resaltó que en 2009 y 2010 la política macroeconómica tendrá que mantenerse estable y equilibrada para amortiguar el shock externo a partir de políticas fiscales y monetarias activas, al tiempo que se deberá preservar la estabilidad de los precios. Sostuvo que estos objetivos están relacionados entre sí y es necesario un manejo cuidadoso de los instrumentos económicos, para no afectar negativamente ninguno de esos objetivos.

En tal sentido, una preocupación central de este Gobierno es dejar las cuentas lo mejor posible para el próximo período. Se buscan alternativas de financiamiento en la medida en que se abran oportunidades en los mercados internacionales y locales, para lo cual se solicitó el aumento del tope de endeudamiento y que posibilite dejar para 2010 una situación macroeconómica mejor a la encontrada en 2005.

   
 
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