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14 de mayo, 2009

JND - Dirección de Cárceles

Reclusos en tratamiento por consumo de drogas aprenderán oficio de ayudante de panadero
Mediante un acuerdo entre la JND y la Dirección Nacional de Cárceles, Penitenciarias y Centros de Recuperación, reclusos de centros penitenciarios y de rehabilitación -con consumo problemático de drogas- realizarán Cursos de Ayudante de Panadero, con el fin de su contribuir a su inserción social y laboral. Se trata de un espacio transaccional de gran utilidad para encaminar al recluso, en el restablecimiento de su autonomía.

La iniciativa busca contribuir al proceso de resocialización del público objetivo en forma coordinada con el Consejo de Educación Técnico Profesional y la Junta Nacional de Empleo.

También intenta fortalecer el relacionamiento entre la Junta Nacional de Drogas, la Dirección Nacional de Cárceles, Penitenciarias y Centros de Recuperación, INAU, Portal Amarillo y la Red de Asistencia en Drogas, con el apoyo del Consejo de Educación Técnico Profesional y la Junta Nacional de Empleo, que redunde en mayores posibilidades de trabajo conjunto, en la ejecución de políticas de inserción laboral, social y de salud.

Se propiciará también la participación de personas –en carácter de docentes o alumnos- que se encuentren privadas de libertad, a fin de que cumplan actividades laborales y educativas que les permitan redimir pena, en el marco del Art. 13 de la Ley 17.897.

Cabe destacar que este programa de capacitación para formarse como Ayudante de Panadero, consta de módulos teórico-prácticos, de entre 90 y 120 días, una vez culminados los cuales –y cumplidos a satisfacción-  permitirán la obtención del Certificado de Aptitud Técnica de Ayudante de Panificación.

Dentro de las obligaciones de las partes, la Dirección Nacional de Cárceles, Penitenciarias y Centros de Recuperación, se compromete a generar espacios académicos, con el objetivo de contribuir al proceso de reinserción laboral y de socialización de personas privadas de libertad, así como cooperar con los espacios similares generados en las otras instituciones a las que va dirigido el acuerdo.

La Dirección Nacional de Cárceles deberá brindar el equipo docente, que será preseleccionado junto con la Junta Nacional de Drogas, de acuerdo con la experiencia y perfil requerido.

El curso se dictará para grupos de 10 a 14 alumnos por cada centro y se desarrollará entre los meses de mayo y noviembre de 2009, con un mínimo de tres docentes, para la totalidad de los cursos.

El método y la carga horaria serán de acuerdo a la disponibilidad de los docentes y de las instituciones donde se dictarán los cursos.

La encargada de Cooperación Internacional y Proyectos de la JND, María Herrera, explicó que se trata de un proyecto piloto, pero que la intención es, que una vez culminada la primera instancia, se pueda instalar definitivamente esta experiencia de reinserción. Añadió que la capacitación y la certificación en el oficio de “Ayudante de Panadero”, brinda una importante oportunidad de inserción laboral, a partir de la generación de habilidades específicas para el trabajo.

Explicó que el curso está diseñado de igual forma que los impartidos por la UTU, y añadió, que las materias y los módulos que se dictan, son similares a los que la Universidad del Trabajo ya ha realizado -en otras oportunidades- en los centros penitenciarios.

Herrera destacó que los objetivos que persigue el proyecto, son: brindar capacitación en el oficio de panadero y repostero para la etapa de la reinserción, adquirir un hábito de trabajo, ocupar el tiempo libre y –a su vez- que actúe como un factor de protección del consumo problemático de drogas.

El Director Nacional Cárceles, Penitenciarias y Centros de Recuperación, Jorge Szasz, por su parte, destacó la integración del plantel docente, compuesto por operadores del sistema, liberados y personas privadas de libertad. Agregó que se trata una tríada muy fructífera para trabajar en dirección de la reinserción laboral.

Dijo que su institución se compromete a dar continuidad al emprendimiento y agregó que se intentará trabajar –a futuro- con el mismo tesón y esfuerzo con el que el programa se pone en marcha.

El Director Nacional explicó que –como forma de evitar la estigmatización- una vez culminada la formación, los certificados no dejarán constancia de que fueron realizados en un marco de privación de libertad.

El Subsecretario del Interior, Carlos Bernal, indicó que tanto como integrante del Poder Ejecutivo como a nivel personal, está convencido de que se trata de una muy buena iniciativa.

El Jerarca afirmó que para poder efectivizar el enunciado de que tanto a reclusos como a liberados, se les deben brindar oportunidades de trabajo, primero se debe avanzar en los procesos de formación, y luego insertarlos en el mundo laboral.

   
 
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  Milton Romani
 
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