JND - Dirección de Cárceles
Reclusos en tratamiento por consumo de drogas
aprenderán oficio de ayudante de panadero
Mediante un acuerdo entre la JND y
la Dirección Nacional de Cárceles, Penitenciarias y
Centros de Recuperación, reclusos de centros
penitenciarios y de rehabilitación -con consumo
problemático de drogas- realizarán Cursos de Ayudante
de Panadero, con el fin de su contribuir a su inserción
social y laboral. Se trata de un espacio transaccional
de gran utilidad para encaminar al recluso, en el
restablecimiento de su autonomía.
La iniciativa busca contribuir al
proceso de resocialización del público objetivo en
forma coordinada con el Consejo de Educación Técnico
Profesional y la Junta Nacional de Empleo.
También intenta fortalecer el
relacionamiento entre la Junta Nacional de Drogas, la
Dirección Nacional de Cárceles, Penitenciarias y
Centros de Recuperación, INAU, Portal Amarillo y la Red
de Asistencia en Drogas, con el apoyo del Consejo de
Educación Técnico Profesional y la Junta Nacional de
Empleo, que redunde en mayores posibilidades de trabajo
conjunto, en la ejecución de políticas de inserción
laboral, social y de salud.
Se propiciará también la participación
de personas –en carácter de docentes o alumnos- que se
encuentren privadas de libertad, a fin de que cumplan
actividades laborales y educativas que les permitan
redimir pena, en el marco del Art. 13 de la Ley 17.897.
Cabe destacar que este programa de
capacitación para formarse como Ayudante de Panadero,
consta de módulos teórico-prácticos, de entre 90 y 120
días, una vez culminados los cuales –y cumplidos a
satisfacción- permitirán la obtención del Certificado
de Aptitud Técnica de Ayudante de Panificación.
Dentro de las obligaciones de las
partes, la Dirección Nacional de Cárceles,
Penitenciarias y Centros de Recuperación, se compromete
a generar espacios académicos, con el objetivo de
contribuir al proceso de reinserción laboral y de
socialización de personas privadas de libertad, así
como cooperar con los espacios similares generados en
las otras instituciones a las que va dirigido el
acuerdo.
La Dirección Nacional de Cárceles
deberá brindar el equipo docente, que será
preseleccionado junto con la Junta Nacional de Drogas,
de acuerdo con la experiencia y perfil requerido.
El curso se dictará para grupos de 10 a
14 alumnos por cada centro y se desarrollará entre los
meses de mayo y noviembre de 2009, con un mínimo de
tres docentes, para la totalidad de los cursos.
El método y la carga horaria serán de
acuerdo a la disponibilidad de los docentes y de las
instituciones donde se dictarán los cursos.
La encargada de Cooperación
Internacional y Proyectos de la JND, María Herrera,
explicó que se trata de un proyecto piloto, pero que la
intención es, que una vez culminada la primera
instancia, se pueda instalar definitivamente esta
experiencia de reinserción. Añadió que la capacitación
y la certificación en el oficio de “Ayudante de
Panadero”, brinda una importante oportunidad de
inserción laboral, a partir de la generación de
habilidades específicas para el trabajo.
Explicó que el curso está diseñado de
igual forma que los impartidos por la UTU, y añadió,
que las materias y los módulos que se dictan, son
similares a los que la Universidad del Trabajo ya ha
realizado -en otras oportunidades- en los centros
penitenciarios.
Herrera destacó que los objetivos que
persigue el proyecto, son: brindar capacitación en el
oficio de panadero y repostero para la etapa de la
reinserción, adquirir un hábito de trabajo, ocupar el
tiempo libre y –a su vez- que actúe como un factor de
protección del consumo problemático de drogas.
El Director Nacional Cárceles,
Penitenciarias y Centros de Recuperación, Jorge Szasz,
por su parte, destacó la integración del plantel
docente, compuesto por operadores del sistema,
liberados y personas privadas de libertad. Agregó que
se trata una tríada muy fructífera para trabajar en
dirección de la reinserción laboral.
Dijo que su institución se compromete a
dar continuidad al emprendimiento y agregó que se
intentará trabajar –a futuro- con el mismo tesón y
esfuerzo con el que el programa se pone en marcha.
El Director Nacional explicó que –como
forma de evitar la estigmatización- una vez culminada
la formación, los certificados no dejarán constancia de
que fueron realizados en un marco de privación de
libertad.
El Subsecretario del Interior, Carlos
Bernal, indicó que tanto como integrante del Poder
Ejecutivo como a nivel personal, está convencido de que
se trata de una muy buena iniciativa.
El Jerarca afirmó que para poder
efectivizar el enunciado de que tanto a reclusos como a
liberados, se les deben brindar oportunidades de
trabajo, primero se debe avanzar en los procesos de
formación, y luego insertarlos en el mundo laboral. |