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15 de mayo, 2009

Juana de Ibarbourou

En conferencia del IPES elogiaron osadía y vitalidad de Juana de América
El escritor Jorge Arbeleche, uno de los más importantes críticos y biógrafos de Juana de Ibarbourou, disertó en el evento organizado por el Instituto de Perfeccionamiento y Estudios Superiores "Juan Pivel Devoto". El literato y docente, gran conocedor de la personalidad de la poetisa uruguaya, expuso varios aspectos de su vida y obra, en recordación de los 30 años de su fallecimiento, los 90 años de "Las Lenguas de Diamante" y 80 de su nombramiento como Juana de América. En la conferencia, Arbeleche puso énfasis en su carácter osado y vital.

Quien quiera conocer la biografía de Juana de Ibarbourou, puede leer su obra pues ahí está todo, según señaló el crítico que fuera amigo personal de la homenajeada. Arbeleche afirmó también que como escritora, aún resta mucho cuerpo literario para descubrir. La calificó como una escritora para el Siglo XXI "y a las pruebas me remito", sostuvo el crítico. La publicación de "Las Lenguas de Diamante", la realización de conferencias sobre su persona y escritos o los análisis publicados por críticos jóvenes así lo están confirmando, en opinión de Arbeleche.

La reedición de "Las Lenguas…" a cargo de la Biblioteca Nacional y la Editorial Estuario, tiene en su prólogo la carta de Miguel de Unamuno o la recopilación de trabajos de nuevos escritores. Asimismo, Arbeleche es también autor de una publicación en la que consta una síntesis de lo que ha sido su trabajo realizado acerca de la obra de la poetisa en los últimos cuarenta años. Todos estos esfuerzos recuperaron la luminosidad y el brillo de Juana de Ibarbourou, que estaba un poco apagado en los últimos años, reconoció el disertante.

Para Arbeleche, hay material suficiente como para proyectar la figura de Juana de América hacia el futuro. Reconoció que hay muchas personalidades, docentes, maestras o escritores, que simplemente leyeron las obras más publicitadas de ella, como "La Higuera" o "El Vendedor de Naranjas" y que por tanto existe sobre Juana, "una imagen muy resumida, romántica, frívola y dulzona: ésa es la imagen de quienes no la conocen," afirmó.

Por lo tanto, para el crítico literario este es un buen momento para leerla y pensar en una mujer que se arriesgó, a sus 60 años de edad, a tener una relación amorosa con alguien 20 años menor, dijo Arbeleche, en relación a la difícil vida íntima de la escritora. Juana de Ibarbourou sufrió la violencia doméstica, en manos tanto de su marido como de su hijo, además de protagonizar una historia de amor secreta, que recién se devela en los últimos trabajos bibliográficos acerca de su figura. Arbeleche sostiene, no obstante que todo ese mundo considerado por algunos como secreto, estaba ahí, en su obra.

En Juana siempre existió la rebeldía, como en el poema "Rebelde", recordó . Dijo que ella, no consideraba necesario publicitar su vida íntima, aunque insistió en que está todo escrito en sus poemas. "Si uno quiere conocer su vida está todo ahí, en clave poética, como debe trabajar una artista de la talla de Juana", aseveró. Su vigor literario fue traducido en varios idiomas, incluidos también los de origen diferente al latino, como el chino, el árabe, sueco y hebreo.

A los jóvenes, recomendó su lectura desprejuiciada. Una poeta con una osadía mayor que la de otras consagradas de América, no condice con el estereotipo con el que se identifica a nuestra autora. Por eso, Arbeleche alentó la lectura de "Las Lenguas de Diamante" y anunció que la Cámara de Representantes editará en breve una recopilación amplia de la prosa y sus discursos que dan otra visión, que difiere de la imagen de muchacha pueblerina oriunda de Melo. Finalizó diciendo que Juana de Ibarbourou era una mujer mucho más inteligente y formada de lo que se piensa. .

Juana Fernández Morales, nació en Melo un 8 de mayo de 1892 y murió hace treinta años, un 15 de julio. Además de "Las Lenguas de Diamante", Fernández Morales –luego Ibarbourou, pues adoptó el nombre de su marido, Capitán Lucas de Ibarbourou-, publicó la colección de prosa poética "El cántaro fresco" en 1920, "Raíz salvaje" en 1922 y "Chico Carlo" (1944), los tres libros más destacados de su obra. Pero también publicó "La Rosa de los Vientos" en 1930, "Perdida" en 1950, "Azor" en el año 1953, "Mensaje del Escriba" el mismo año, "Romances del Destino" hacia 1955, "Angor Dei" en 1967 y "Elegía" sobre el año 1968.

   
 
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  Jorge Arbeleche