Juana de Ibarbourou
En conferencia del IPES elogiaron osadía y vitalidad de
Juana de América
El escritor Jorge Arbeleche, uno de los
más importantes críticos y biógrafos de Juana de Ibarbourou,
disertó en el evento organizado por el Instituto de
Perfeccionamiento y Estudios Superiores "Juan Pivel
Devoto". El literato y docente, gran conocedor de la
personalidad de la poetisa uruguaya, expuso varios aspectos
de su vida y obra, en recordación de los 30 años de su
fallecimiento, los 90 años de "Las Lenguas de Diamante" y
80 de su nombramiento como Juana de América. En la
conferencia, Arbeleche puso énfasis en su carácter osado y
vital.
Quien quiera conocer la biografía de
Juana de Ibarbourou, puede leer su obra pues ahí está todo,
según señaló el crítico que fuera amigo personal de la
homenajeada. Arbeleche afirmó también que como escritora,
aún resta mucho cuerpo literario para descubrir. La
calificó como una escritora para el Siglo XXI "y a las
pruebas me remito", sostuvo el crítico. La publicación de
"Las Lenguas de Diamante", la realización de conferencias
sobre su persona y escritos o los análisis publicados por
críticos jóvenes así lo están confirmando, en opinión de
Arbeleche.
La reedición de "Las Lenguas…" a cargo
de la Biblioteca Nacional y la Editorial Estuario, tiene en
su prólogo la carta de Miguel de Unamuno o la recopilación
de trabajos de nuevos escritores. Asimismo, Arbeleche es
también autor de una publicación en la que consta una
síntesis de lo que ha sido su trabajo realizado acerca de
la obra de la poetisa en los últimos cuarenta años. Todos
estos esfuerzos recuperaron la luminosidad y el brillo de
Juana de Ibarbourou, que estaba un poco apagado en los
últimos años, reconoció el disertante.
Para Arbeleche, hay material suficiente
como para proyectar la figura de Juana de América hacia el
futuro. Reconoció que hay muchas personalidades, docentes,
maestras o escritores, que simplemente leyeron las obras
más publicitadas de ella, como "La Higuera" o "El Vendedor
de Naranjas" y que por tanto existe sobre Juana, "una
imagen muy resumida, romántica, frívola y dulzona: ésa es
la imagen de quienes no la conocen," afirmó.
Por lo tanto, para el crítico literario
este es un buen momento para leerla y pensar en una mujer
que se arriesgó, a sus 60 años de edad, a tener una
relación amorosa con alguien 20 años menor, dijo Arbeleche,
en relación a la difícil vida íntima de la escritora. Juana
de Ibarbourou sufrió la violencia doméstica, en manos tanto
de su marido como de su hijo, además de protagonizar una
historia de amor secreta, que recién se devela en los
últimos trabajos bibliográficos acerca de su figura.
Arbeleche sostiene, no obstante que todo ese mundo
considerado por algunos como secreto, estaba ahí, en su
obra.
En Juana siempre existió la rebeldía,
como en el poema "Rebelde", recordó . Dijo que ella, no
consideraba necesario publicitar su vida íntima, aunque
insistió en que está todo escrito en sus poemas. "Si uno
quiere conocer su vida está todo ahí, en clave poética,
como debe trabajar una artista de la talla de Juana",
aseveró. Su vigor literario fue traducido en varios
idiomas, incluidos también los de origen diferente al
latino, como el chino, el árabe, sueco y hebreo.
A los jóvenes, recomendó su lectura
desprejuiciada. Una poeta con una osadía mayor que la de
otras consagradas de América, no condice con el estereotipo
con el que se identifica a nuestra autora. Por eso,
Arbeleche alentó la lectura de "Las Lenguas de Diamante" y
anunció que la Cámara de Representantes editará en breve
una recopilación amplia de la prosa y sus discursos que dan
otra visión, que difiere de la imagen de muchacha
pueblerina oriunda de Melo. Finalizó diciendo que Juana de
Ibarbourou era una mujer mucho más inteligente y formada de
lo que se piensa. .
Juana Fernández Morales, nació en Melo
un 8 de mayo de 1892 y murió hace treinta años, un 15 de
julio. Además de "Las Lenguas de Diamante", Fernández
Morales –luego Ibarbourou, pues adoptó el nombre de su
marido, Capitán Lucas de Ibarbourou-, publicó la colección
de prosa poética "El cántaro fresco" en 1920, "Raíz
salvaje" en 1922 y "Chico Carlo" (1944), los tres libros
más destacados de su obra. Pero también publicó "La Rosa de
los Vientos" en 1930, "Perdida" en 1950, "Azor" en el año
1953, "Mensaje del Escriba" el mismo año, "Romances del
Destino" hacia 1955, "Angor Dei" en 1967 y "Elegía" sobre
el año 1968. |