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18 de mayo, 2009

198º Aniversario

El Ejército conmemoró su día recordando a los patriotas del 18 de Mayo de 1811
Con un reconocimiento a la receptividad a los problemas de las Fuerzas Armadas, por parte del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, el Comandante en Jefe del Ejército, Jorge Rosales, reivindicó la figura del soldado y del cuerpo militar. En su discurso, expresó que la misma intensidad de aquellos soldados que acompañaron a la revolución artiguista está presente en las Fuerzas Armadas de hoy, a 198 años de su gestación.

Al rememorar en la misma fecha la Batalla de Las Piedras, el Día del Ejército Nacional y el Día del Soldado, el Comandante en Jefe del Ejército, Jorge Rosales, indicó a los presentes en el Estadio Cnel. Álvaro Gestido, que una jornada como la de hoy es una ocasión propicia para recordar y reflexionar, agradecer y comprometerse.

En su discurso, homenajeó a quienes formaron parte del proceso histórico que definió a la nación y en especial, a aquellos participantes de la mañana del 18 de Mayo de 1811. Un liderazgo militar brillante le dio al pueblo oriental su primer gran triunfo de armas, que marcó el nacimiento de una institución fundacional de la patria que continúa hasta nuestros días, fiel a los ideales que alentaron a aquellos patriotas de la jornada que hoy celebramos, subrayó.

Rosales también sostuvo que el prestigio militar del Teniente General Artigas creció a partir de entonces, con grandes momentos, tales como la redacción de las Instrucciones del Año XIII, o la promulgación de la Liga Federal, elementos que colocan al General Artigas en un sitial de privilegio dentro del panteón de forjadores de la libertad y unidad americana.

Al padre de la patria vaya el recuerdo y reconocimiento profundo como soldados, en este glorioso día, proclamó Rosales. Sus ideales continuarán siendo la antorcha inextinguible que iluminará por siempre nuestro diario accionar, continuó. A los integrantes de las Fuerzas Armadas, Jorge Rosales dedicó unas palabras. Dijo que luego de 198 años la institución vive con la misma fuerza de los primeros soldados.

Concientes de las dificultades, el Ejército Nacional sabe que representan oportunidades para potenciar las fortalezas y como reflexión, el Comandante recordó que el empleo de los recursos por las diferentes participaciones en las misiones de paz, la reposición de 40 vehículos canadienses de la flota automotriz, la mejora en la potencia de fuego, o en la alimentación al personal, son parte de los avances de la fuerza.

En otros aspectos, Rosales destacó que la situación socio-económica de la franja de ingresos más comprometida de la fuerza del personal militar, es compensada con los tickets de acceso al transporte, gestión instrumentada durante esta administración.

Un nuevo sistema de calificaciones y ascensos también fue destacado por el Comandante. Planteó modificaciones en el sistema, como la ponderación a la dedicación profesional. Los medios para mantener operativos los recursos del Ejército, fueron identificados como dificultades a trabajar, como también la caída del número de personal que ingresa a la Escuela Militar para formar nuevos militares.

Estos problemas son de conocimiento del mando superior de las Fuerzas Armadas, en quien siempre encontramos oportunidades para el planteo y receptividad para la búsqueda de soluciones, reconoció. El Comandante Rosales agradeció, además, a las instituciones públicas y privadas que mantienen vínculos estrechos con la institución militar.

Más allá de los problemas que nos afectan, observo un futuro promisorio para la fuerza y me baso en el legado de nuestros antecesores, nuestras capacidades, con la esperanza de que el éxito corone el esfuerzo, indicó. La delineación de una fuerza militar que asimile los cambios del futuro están plasmadas en un documento que el Comandante Rosales llamó "Visión 2020", además de la actualización del texto "Ejército Nacional: marco conceptual de su proceso de modernización".

Para Rosales, las Fuerzas Armadas deben tener un rumbo claro a seguir, independiente de los criterios del Comandante del momento. En este aspecto, el apoyo político es necesario, pues los cambios deberán ejecutarse bajo el amparo legal y plasmarse en la normativa vigente.

Para terminar, el Comandante en Jefe dijo para toda la fuerza que ser un soldado es tener el corazón bien puesto, el carácter firme, un ánimo templado, la conciencia tranquila del deber cumplido, conocer a los hombres, vivir con dignidad en la pobreza y desafiar el peligro, según el General José Gomeza, al instituirse por primera vez el Día del Soldado, un 18 de Mayo de 1937.

Palabras del Comandante en Jefe del Ejército, General Jorge Rosales, en los actos conmemorativos del 198º aniversario de la Batalla de Las Piedras, Día del Ejército Nacional y Día del Soldado

Con mis primeras palabras quiero expresarles a todos nuestra más cordial bienvenida al estadio "Cnel. Alvaro Gestido", y el agradecimiento por vuestra presencia en esta celebración.

Como es tradicional, el 18 de mayo nos congrega para festejar un nuevo aniversario: de la Batalla de Las Piedras, del nacimiento del Ejército Nacional y del Día del Soldado.

Estimo que esta instancia tan especial es una ocasión propicia para recordar, reflexionar, agradecer y comprometer.

A nuestra mente viene aquel amanecer del 18 de mayo de 1811 en que el pueblo oriental en armas, imbuido de un indomable espíritu de libertad y confiando ciegamente en su Jefe, el entonces teniente coronel Don José Gervasio Artigas, se preparaba para enfrentar a las fuerzas coloniales españolas al mando del capitán de fragata Don José Posadas.

Al finalizar la jornada y luego de un cruento combate entre ambas fuerzas, el Ejército oriental emerge victorioso gracias a una brillante conducción militar, dándole al pueblo oriental su primer gran triunfo de armas, marcando el nacimiento de una institución fundacional de la Patria la que, hasta nuestros días, continua fiel a los principios e ideales que alentaron a aquellos patriotas de 1811.

La sangre oriental regada en aquella jornada en los campos de Las Piedras, constituyó la semilla que brotaría y crecería hasta llegar, con el paso del tiempo, a consolidar la patria que hoy nos identifica, y a la que con orgullo defendemos.

Este triunfo sirvió también para consolidar el prestigio militar de Artigas, prestigio que con las instrucciones del año XIII y su visión político estratégica de mantener unidas a las Provincias Unidas del Rio de la Plata, bajo la forma de una Federación; lo colocaron en un sitial de privilegio entre los forjadores de la libertad y unidad americana.

Al padre de la Patria, a nuestro primer jefe y comandante, vaya el recuerdo y profundo reconocimiento como soldados en este glorioso día, por el preciado legado que nos dejara, con la seguridad de que sus ideales continuarán siendo la antorcha inextinguible que iluminará por siempre nuestro diario accionar, cual expresión poética: ... "va alumbrando con su voz la oscuridad".

Integrantes de la fuerza: hoy, a 198 años de aquella heroica gesta, nuestra institución vive, palpita y actúa con la misma fuerza y entusiasmo que animó a sus primeros soldados. Somos concientes de las dificultades que afrontamos, pero sabemos que las mismas constituyen oportunidades que debemos aprovechar, para potenciar nuestras fortalezas.

Y en este sentido, y a forma de reflexión, como vuestro comandante quiero destacar: el empleo de los recursos generados por nuestra participación en misiones de paz de las Naciones Unidas en el Congo y Haití, en: la reposición de la flota automotriz, destacándose la compra al gobierno de Canadá de 40 vehículos blindados de transporte de personal y su correspondiente puesta a punto, a un costo altamente beneficioso para la Fuerza, seis de los cuales desfilarán hoy ante nosotros. La compra de fusiles de última generación, destinados a dotar a las fuerzas de respuesta inmediata de nuestras unidades básicas y a unidades constitutivas de la reserva general, lo que materializa un enorme salto cualitativo en la potencia de fuego individual de las mismas. La muy buena alimentación brindada a nuestro personal en las diferentes reparticiones, lo que nos permite compensar el desgaste físico que el mismo realiza en las tareas asignadas, así como el esfuerzo que se viene realizando para proveer de uniformes operacionales y botas a todos los efectivos, buscando mejorar la imagen institucional y el orgullo en el porte del uniforme.

Asimismo, entiendo necesario destacar algunos problemas que ocupan la mente y el corazón de quien les habla: la difícil situación socio económica por la que atraviesa gran parte de nuestro personal militar, sin dejar de mencionar el apoyo recibido en boletos de transporte y tickets de alimentación para la franja de ingresos más comprometida. La necesidad de aprobar el nuevo sistema de calificaciones y ascensos elaborado por la Fuerza, el que presenta importantes cambios, basados fundamentalmente en la ponderación de la dedicación profesional. La falta de resolución sobre la situación de los oficiales extraditados a Chile, la que los mantiene alejados de su familia y de su patria. Los escasos recursos con que la Fuerza cuenta para mantener operativos sus medios humanos y materiales, los que son necesarios para sostener un poder de disuasión sustentable. La notoria disminución de ingresos en la escuela militar, lo que pone en riesgo la posibilidad de completar en un futuro cercano, los cuadros de oficiales subalternos de nuestras unidades básicas. La importante inversión que el ejército realiza en la formación y capacitación de especialistas; quienes una vez obtenida la misma, emigran al ámbito privado o a otras instituciones públicas, tentados por mejores retribuciones económicas.

Entiendo importante destacar, que los problemas enumerados anteriormente son de conocimiento del mando superior de las Fuerzas Armadas, en quien he encontrado siempre la oportunidad de planteo y receptividad para la búsqueda de soluciones; sin dejar de considerar también, que los mismos son en parte, el reflejo de la difícil situación económica mundial y su repercusión en nuestro país.

Respecto a reconocimientos, no quiero desaprovechar esta oportunidad para dirigirme a todas aquellas personas que en forma individual o en representación de instituciones públicas o privadas, en distintos lugares de nuestro país y por las más variadas razones, mantienen estrechos vínculos con nuestra institución. A todos ellos mi agradecimiento por su acercamiento, confianza y apoyo; expresados fundamentalmente a través de diversas salutaciones y muestras de afecto, comprensión y solidaridad ante acontecimientos o eventos como el que hoy celebramos.

Al respecto, entiendo que la próxima instancia presupuestal del país es fundamental para el futuro institucional, independientemente del gobierno que asuma en el próximo período la conducción del país. Para ello, se ha conformado dentro de la institución, un grupo de trabajo denominado "Visión 2020"; con la misión de delinear los cambios que se entiendan imprescindibles realizar para adaptar nuestra Fuerza a los desafíos que este nuevo siglo nos plantea, y poder dotarla de las capacidades que le permitan enfrentar adecuadamente las eventuales "nuevas amenazas".

Asimismo, actualizaremos y profundizaremos los lineamientos establecidos en el documento "Ejército Nacional - marco conceptual de su proceso de modernización", emitido por este Comando.

Entendemos que la propuesta de estos cambios institucionales, a ser puestos a consideración del mando superior, deben surgir necesariamente del seno de la fuerza, ya que son sus actuales integrantes los que viven, conocen y palpitan su verdadera situación.

En cuanto al compromiso de este comandante, quiero expresarles con total convencimiento que más allá de los problemas que nos afectan, visualizo para la fuerza un futuro promisorio. Para esta afirmación me baso en el legado recibido de nuestros antecesores, en nuestras capacidades, en el tesón y la voluntad puestos de manifiesto en el trabajo diario, con la fe y esperanza de que el éxito coronará nuestro esfuerzo; lo que a su vez le permitirá a nuestra institución continuar afirmando con orgullo: Ejército nacional- ¡siempre presente!

Para ejemplificar los mismos, me imagino a nuestra fuerza como un gran barco que navega en el mar que el escenario mundial, continental y regional nos plantea.

Los cambios de rumbo que con movimientos de su timón se pretendan obtener, demoran en llegar a su proa, razón por la cual deben evitarse continuos movimientos en el mismo. Es por esto que la fuerza debe mantener un claro rumbo a seguir, el que pautado en el compromiso de sus mandos, le permita navegar con decisión y firmeza al futuro, independiente de los pequeños ajustes en la conducción que el comandante del momento deba realizar para sortear las dificultades del diario navegar.

Para ello, es preciso señalar el necesario y fundamental apoyo político, ya que los cambios profundos que se entiendan necesarios implementar, deberán

imprescindiblemente ser ejecutados bajo el amparo legal correspondiente, y estar plasmados oportunamente en las respectivas leyes o decretos.

A los soldados de hoy y de todos los tiempos, artífices de nuestra historia, nuestro eterno agradecimiento por vuestra dedicación y entrega. Es gracias a ella que nuestro querido ejército se encuentra próximo a festejar sus 200 años de existencia al servicio de la patria amada; comprometidos por siempre con la estrofa de nuestro himno nacional: "es el voto que el alma pronuncia y que heroicos sabremos cumplir".

¡Sabremos cumplir!

Finalmente, me dirijo en particular a nuestros soldados en su día, sin distinción de grados ni jerarquías, ya que el mayor orgullo que puede sentir un militar es, ante todo, el de ser realmente... ¡un soldado!

"Ser soldado es tener el corazón bien puesto, el carácter firme como la roca, el cuerpo capaz de soportar las mayores fatigas, el ánimo templado para resistir todos los sinsabores, la conciencia tranquila del deber cumplido; conocer a los hombres, vivir con dignidad en la pobreza, amar la gloria y desafiar el peligro".

Estos conceptos fueron expresados por el Gral. José M. Gomeza, en instancias de instituir el "Día del soldado" el 18 de mayo de 1937. Y si traigo los mismos al presente.... ¡qué exactitud y vigencia tienen!

¡Vaya si tiene el corazón bien puesto quién hoy es capaz de responder con su vida al llamado de la nación! ¡Vaya si tendrá el ánimo templado quién aún lejos  de su tierra y su familia, portando un casco azul, hace grande a su bandera!

¡Si sabrá cumplir con el deber quién empuña un fusil, apaga un incendio, o pinta el salón de una escuela! ¡Y vaya si sabrán vivir con dignidad en la pobreza!

¡Muchas gracias!

   
 
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