Papel de las políticas fiscales
Foro Unión Europea, América Latina y el
Caribe con participación de CEPAL
América Latina y el Caribe están bien
preparados para enfrentar una crisis, según informe de
CEPAL. A pesar de ello, muchos países de la región no
podrán llevar adelante políticas contracíclicas que les
permitan retener logros alcanzados en los últimos años,
especialmente en el ámbito social. En ese sentido, el
gobierno uruguayo trabaja para mantener la red de
protección social que creó e incentiva medidas productivas.
El Ministerio de Economía y Finanzas de
Uruguay junto al Ministerio Federal de Cooperación
Económica y Desarrollo de Alemania, convocaron al Foro
entre Unión Europea, América Latina y el Caribe, que se
desarrolla durante dos días en el Hotel Radisson y cuenta
con la participación de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL).
El objetivo central del encuentro es
fomentar la lucha contra la pobreza y la promoción de la
cohesión social, políticas claves compartidas entre los
países de América Latina y el Caribe y la Unión Europea.
En la sesión inaugural hicieron uso de
la palabra el Ministro de Economía, Álvaro García; la
Directora de Asuntos de América Latina del Ministerio
Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania,
Dorothee Fiedler; la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL,
Alicia Bárcena; el Embajador de la República Checa en la
Argentina, Stepán Zajac y el diputado del Parlamento
Alemán, ex Ministro de Finanzas de Alemania, Hans Eichel.
Álvaro García, ofició de presidente en
la inauguración e informó que en él se analizarán
básicamente la incidencia de la crisis económica global en
los países de América Latina y Europa y las respuestas en
políticas fiscales que deben brindarse al respecto.
También, según dijo se estudiará el desafío de las
políticas anticíclicas y su financiamiento, el papel de los
organismos internacionales de crédito, la relación gasto
público y crisis, centralizando esta visión en la
importancia de evitar el deterioro de las políticas
sociales que lleven a un desmedro en la calidad de vida de
la población. García explicó que se espera que en 2009
Europa y América Latina hagan frente a las consecuencias
globales de la crisis financiera que se expresa
fundamentalmente en reducciones de la demanda externa,
caída de los precios de las exportaciones, dificultades
para acceder a recursos del sistema financiero
internacional, mayor incertidumbre interna y externa y
aumento del riesgo de una mayor adopción de medidas
proteccionistas por parte de algunos países. Frente a todos
estos factores, América Latina y el Caribe se encuentran,
en términos generales, en una situación más favorable que
en otras oportunidades pero no podrán evadir la incidencia
de altos niveles de percepción de riesgo. Por su parte, la
Unión Europea, a pesar de encontrarse en una situación poco
propicia para el crecimiento y con una probable recesión
por delante -sobre todo en los países con menor desarrollo
relativo- podría trabajar con políticas fiscales aplicando
medidas contracíclicas.
En lo que respecta a Uruguay, el
Ministro informó que la situación desde octubre pasado no
le ha permitido actuar con políticas anticíclicas
definidas, pero sí descartó que las mismas sean procíclicas.
Añadió que este gobierno se está esforzando en mantener las
redes sociales que creó en los últimos años.
A continuación, Alicia Bárcena, comentó
un análisis realizado por la CEPAL, que describe la
situación de los países de América Latina y el Caribe en
los últimos seis años, cómo les afecta la crisis global y
sus capacidades para enfrentarla.
La región emerge de un sexenio de
crecimiento donde alcanzó el 6.1% promedio, acumuló
reservas internacionales, logró una fuerte caída de su
deuda pública y avanzó en el ámbito social de forma muy
importante, especialmente en cuanto a empleo y a la
reducción del 10% de la pobreza.
Entre los puntos a analizar, se
encuentra el aumento del gasto público y la baja
recaudación tributaria que en promedio no supera el 20%.
Para la especialista, esta crisis es comparable a la de los
años 30, aunque el actual grado de interconexión que tienen
los países, hacen más vulnerables sus economías. Asimismo
catalogó esta crisis como un shock comercial más que
financiero, porque los países han respondido a los efectos
de la misma, tratando de insertarle liquidez al sistema. No
obstante, dijo que la caída de las exportaciones y del
precio de los bienes primarios ha afectado fuertemente a la
región. Otros ingresos que se han visto reducidos son las
remesas, el turismo y el flujo de inversión extranjera.
Según la Organización Mundial del Comercio, para este año
se espera una caída en el comercio del 11% y se vislumbra a
Chile como uno de los países más afectados, porque tiene
una mayor tendencia exportadora. Según el informe, para
2009 habrá una brusca desaceleración del crecimiento
regional y el país más afectado será México con una caída
aproximada del 4.8%.
Con respecto a la capacidad para
enfrentar la crisis, Chile es el que mejor preparado se
encuentra porque ha podido llevar adelante políticas
contracíclicas.
En otro orden, Bárcena agregó que
también se observa para los meses venideros un deterioro
macroeconómico progresivo muy peligroso, porque en muchos
casos requerirá que los países soliciten financiamiento
externo. Hasta el momento la región ha respondido con una
serie de políticas, destacándose la monetaria y la fiscal.
La primera no arroja importantes efectos y en cuanto a la
segunda, dijo que algunos países han optado por la
disminución temporal de impuestos o por el aumento del
gasto público (que tarda más tiempo en arrojar resultados).
Uruguay se enmarca entre los países que optaron por
incentivar la inversión productiva, con el objetivo de
permitir una creación de empleo sostenible. Otros países,
como Argentina, México, Brasil o Chile han preferido
modificar algunas de sus metas fiscales. Las bancas de
desarrollo y su papel en las sociedades será otro tema a
analizar.
Finalizando la presentación, Bárcena
destacó como medidas aprendidas de otras crisis a tener en
cuenta: Evitar el proteccionismo, tomar medidas que no
aumenten la inequidad, mantener el gasto social, concentrar
la inversión en infraestructura productiva y social y no
olvidar el reto que vive el mundo actual de realizar
inversiones bajas en carbono para no afectar el cambio
climático.
Señaló que buscar soluciones coordinadas
entre los países es clave, para abatir los efectos de la
crisis en el corto y largo plazo. Añadió que el gran tema
que tiene pendiente América Latina es vencer la
heterogeneidad productiva y lograr por medio de la
innovación y la tecnología que los sectores productivos de
menores posibilidades ingresen a los de mayor
productividad. |