ONUDD - JND
Uruguay contará con plan de acción para mejorar sistema
carcelario
El representante de la Oficina de
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD),
Giovanni Quaglia y el representante residente del PNUD,
Pablo Mandeville, presentaron al Presidente Vázquez, un
Plan de Acción para la Reforma del Sistema Penitenciario y
la Política Criminal. Se trata de un trabajo consensuado
que expone acciones a corto, mediano y largo plazo con el
fin de mejorar los alcances del sistema penitenciario.
El representante de ONU, Giovanni
Quaglia señaló que su Oficina, se encuentra apoyando al
gobierno uruguayo en la reforma del sistema penal, sobre
todo, en relación a las condiciones de los reclusos.
Explicó que el documento resume dos años de trabajo en la
materia y que la tarea comenzó en mayo de 2007 con una
misión de expertos de ONUDD, otra del BID y un cierre en
2008, con un seminario – taller que integró análisis y
diagnóstico de situación. A esto se suma una consultoría
–financiada por ONUDD- que fue la encargada de elaborar el
denominado Plan de Acción.
A nivel de Uruguay, la Junta Nacional de
Drogas (JND), fue la encargada de liderar las acciones y
viabilizar la creación del Plan.
Quaglia celebró que luego de dos años de
trabajo, se arribara a un documento consensuado que
prioriza acciones para mejorar el sistema carcelario. El
trabajo, enumera acciones en las áreas legislativa,
ejecutiva y judicial.
Resaltó que una problemática de la
envergadura de la del sistema carcelario –que se arrastra
desde los últimos 10 años- trasciende a una administración
de gobierno.
Indicó que el Presidente Vázquez dio
pleno apoyo a la implementación de este Plan y adelantó que
llevará adelante gestiones políticas para que el tema se
trate como una prioridad nacional.
Según los relevamientos citados por el
Representante Internacional, la población carcelaria de
Uruguay, pasó de 4.000 a 7.700 en la actualidad.
Quaglia enumeró algunos de las
adversidades a las que se debe hacer frente dentro del
sistema carcelario. Explicó que el principal problema se
encuentra en que existe hacinamiento en al menos un 50% de
los establecimientos. La capacidad de las prisiones, está
en el entorno de las 4.500 plazas, sin embargo, en ellas se
albergan unas 7.700 personas privadas de libertad. Ligado a
esto, Quaglia expresó que si el Poder Judicial, se mantiene
en la línea de enviar a prisión a todos los delincuentes,
este problema va en ascenso. Explicó que el documento
plantea que una posible solución, puede ser la de lograr
una legislación que brinde opciones alternativas al
encarcelamiento. En este caso, citó como ejemplo que cuando
se trate de jóvenes, sin delitos previos, de entre 18 y 25
años, la instalación de establecimientos similares al
Centro Nacional de Rehabilitación, puede ser una solución
en la dirección de no propiciar su integración con
delincuentes más peligrosos. Añadió que también resulta
altamente provechoso –durante su período de reclusión-
dotar de algún tipo de educación o formación para facilitar
su reinserción una vez cumplida la pena.
Otra de las sugerencias del Plan -con el
fin de reducir el hacinamiento- es valorar la buena
conducta dentro de los establecimientos
También el uso de las penas
alternativas, se maneja en el proyecto, como uno de los
medios para contrarrestar la superpoblación carcelaria,
pero aclaró que el beneficio de la pena alternativa, se
maneja sólo para condenas que no superen los 24 meses de
prisión.
Quaglia remarcó que el documento expone
estas líneas de acción como forma de demostrar que la
prisión y la penitenciaría, no deben ser las únicas vías de
purgar las penas por parte de los infractores.
Para el representante de ONUDD, otro de
los problemas serios del sistema, es el alto nivel de
reincidencia una vez cumplida la pena. En este sentido,
explicó que el trabajo con el recluso -al menos seis meses
antes de salir en libertad- es una tarea que arroja buenos
resultados en su retorno a la comunidad.
Quaglia citó cifras concretas que hacen
a la realidad del sistema carcelario a nivel nacional y
mundial. En este sentido, expresó que –en Uruguay- existen
unos 237 presos / 100.000 habitantes, uno de los guarismos
más elevados de América. En tanto que en Europa, esa
relación es de 150 presos /100.000 habitantes. Año a año y
a nivel mundial, los privados de libertad alcanzan los
30.000.000 de personas, por lo que Quaglia indicó que se
trata de un ciclo en el cual, año a año, los infractores,
ingresan y retornan del sistema. Debido a esto, dijo que
cada ciudadano, se debe preguntar qué tipo de persona es la
que está abandonando un centro de reclusión y si –durante
su tiempo de reclusión- se logró el objetivo de
rehabilitarlo.
Por su parte, el Secretario General de
la JND, Milton Romani expresó que –en base a diagnósticos
de situación- ya se avanzó hacia un plan integral de acción
que implica reformas en la administración del sistema
penitenciario, reformas legales y en lo referente a salud
dentro del sistema, entre otras medidas.
Romani destacó la importancia de contar
con un plan integral, en lugar de la toma de medidas
aisladas. |