Regulación de relaciones
Convenio colectivo entre ANTEL y SUTEL
abre diálogo para solución de conflictos
Directorio de ANTEL y representantes
del Sindicato Único de Telecomunicaciones (SUTEL) firmaron
un convenio colectivo que establece procedimientos para
resolución de conflictos, mecanismos de diálogo y garantiza
el cumplimiento de los derechos de los trabajadores. En
función de antecedentes, ambas partes consideraron el
logro: "histórico". Carvalho subrayó la importancia de
acuerdos para poder dialogar y buscar soluciones.
Del acto participaron, por ANTEL: el
presidente, Edgardo Carvalho; el vicepresidente, Gonzalo
Perera; el Gerente General de ANTEL, José Saldías, y la
Directora, Gladys Uranga, junto a asesores de la Dirección.
Por SUTEL: Gabriel Molina y Augusto Larrosa, y por el PIT-CNT:
Marcelo Abdala y Washington Beltrán.
Este convenio colectivo de trabajo
regula las relaciones entre el sindicato más representativo
(SUTEL) y la empresa de telecomunicaciones. Allí se
establecen procedimientos para la resolución de conflictos,
mecanismos de diálogo y los derechos fundamentales de los
trabajadores que son reconocidos por ANTEL.
Carvalho explicó que en este tiempo
surgieron altibajos en el relacionamiento, lo que consideró
natural. Pero se logró cerrar una época de conflictos
sucesivos, que impedían trabajar en la búsqueda de
soluciones de fondo, en procura de un sistema de relaciones
laborales que funcione, que sea bueno para la empresa y los
trabajadores, y si es bueno para ellos lo será para el
país, aseguró.
Esta es una empresa dinámica y compleja,
con miles de trabajadores en una situación de competencias
muy complejas, por lo que es natural que haya divergencias.
Lo importante es que se acordaron procedimientos para
dialogar y procurar soluciones, sostuvo Carvalho.
Entre los procedimientos estipulados, el
Jerarca recordó: información recíproca, plazos y puntos
específicos sobre los cuales negociar.
El presidente de la empresa dijo que en
estos nueve meses de trabajo se deja una semilla de diálogo
y negociación. Y en este sentido recordó que los acuerdos
no se imponen, sino que a ellos se llega mediante la
negociación, el diálogo y la búsqueda de consensos.
Esta empresa necesita acuerdos porque
está sometida a desafíos muy importantes, subrayó.
Gonzalo Perera, en tanto, destacó el
cambio que genera este acuerdo en lo que respecta al clima
de relacionamiento. Hubo altas y bajas en el
relacionamiento laboral, aseguró el vicepresidente, quien
entiende que si no hubiera conflictos en una empresa del
porte de ANTEL sería para preocuparse, teniendo en cuenta
la cantidad de trabajadores e incidencia económica que
tiene en el país. Quizás en algunas empresas no haya
conflictos sindicales, porque no existen sindicatos,
analizó.
Las discrepancias que antes se
enmarcaban en un clima de tensión, ahora se dan en un
proceso sano de discusión gradual, con plazos, metas,
objetivos, avances y concreciones. Esto seguramente se vea
reflejado en el futuro con avances en las negociaciones.
Se trató de un proceso de maduración que
derivó en que ahora se comprenda mejor la situación, y se
tenga una mirada más en alto que facilita el acuerdo,
evitando falsas dicotomías.
Gladys Uranga destacó que a partir de
ahora, frente a determinada problemática se establece un
procedimiento para ver cómo se dirime, se establecen
plazos, y tribunales de alzada para llegar a un acuerdo o
discrepancia, pero a través de una discusión sana.
Asimismo, resaltó que tanto para los
trabajadores como para la empresa, lo fundamental es la
sustentabilidad de ANTEL, reconociendo siempre los derechos
de los trabajadores, y considerando que se trata de una
empresa de punta, importante para la economía uruguaya. Es
trascendente defenderla, permitirle competir y que siga
siendo sustentable, añadió.
Gabriel Molina, representante de SUTEL,
recordó que en el pasado se vivieron altibajos en el
relacionamiento laboral con el Directorio de la empresa.
Ahora se abre un nuevo ámbito de negociación colectiva
entre ambas partes que consideran "histórico".
Este convenio colectivo abarca a todos
los trabajadores de ANTEL sin excepción, y marca algunos
plazos para comenzar a retomar la negociación en aspectos
de la reestructura y desde el punto de vista organizacional
de la empresa.
Molina consideró beneficioso para los
trabajadores que se abra un espacio nuevo, donde la
negociación colectiva se encuentra sobre la mesa, poniendo
pautas en la misma. "Ambas partes hemos aprendido en este
proceso de mal relacionamiento, que así no se puede
seguir", dijo.
En esta instancia de conversación, se
podrá analizar la situación de todos los funcionarios, así
como la situación en la que se encuentra la empresa,
provocada por la competencia a la cual está sometida en
forma "ilegal" (según asegura el sindicato).
Entre los puntos que restan por
negociarse entre ambas partes, Molina destacó: las
inequidades salariales existentes entre los trabajadores,
la regularización de los contratos a término y las
tercerizaciones en la administración, la situación del
acuerdo del 2 de abril del call center (en el que deberían
volver a ANTEL los servicios del call center y parte del
personal), y la nueva reestructura que la empresa presentó
a la OPP (se accede a información a través de una comisión
de trabajo bipartita, donde los trabajadores realizan sus
aportes).
Finalmente, Molina aclaró que los
convenios colectivos intentan evitar las situaciones de
conflicto, no eliminarlas.
Marcelo Abdala, dirigente del PIT-CNT,
reconoció que se partió de una construcción compleja para
en definitiva arribar a este convenio. En el pasado regía
un concepto general basado en que "la desregulación de las
condiciones de trabajo era un factor de competitividad;
para nosotros, una concepción de competitividad espuria, a
la baja, que generó una pulverización en las condiciones de
trabajo", dijo.
El representante sindical instó a que en
todo el aparato productivo del país se entienda que el
conocimiento de los trabajadores y su involucramiento con
los distintos procesos productivos, es la fuerza productiva
más directa.
En todos aquellos lugares donde aún
predomina la desregulación, el trabajo en negro, donde no
se cumplen los acuerdos a nivel de rama de actividad o de
empresa, según corresponda, tanto en el Estado como en la
actividad privada, es un mal camino.
Las empresas públicas cumplen un rol
central en el desarrollo productivo, deben tener una
gestión de punta, y la mejora en las relaciones laborales y
el respeto a los derechos de los trabajadores son un factor
medular para producir calidad, tanto en la generación de
bienes como de servicios.
"En la brega del Movimiento -a
diferencia de lo que plantean las grandes patronales que se
vienen resistiendo a la aprobación de una Ley de
Negociación Colectiva en este país- está la lucha por el
trabajo digno, y este es un ejemplo que debe generalizarse
en todos los lugares", añadió Abdala. |