Defendió tripartismo y diálogo
Bonomi en la 98ª Conferencia de OIT y
Cumbre sobre Crisis Mundial del Empleo
El Ministro de Trabajo y Seguridad
Social, Eduardo Bonomi, en oportunidad de participar de la
98ª Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra,
Suiza, destacó los logros alcanzados por nuestro país:
convocatoria a los Consejos de Salarios, promedio de
acuerdos consensuados superior al 85%. Se votó una ley de
fomento de la actividad sindical (ley de fueros) y en el
marco de la lucha por el empleo, se aprobaron varias leyes.
El Ministro Bonomi informó ante la OIT
que durante el actual Gobierno, se instaló en nuestro país
un auténtico tripartismo y diálogo social: basado en la
necesidad de negociar, pero que no implica, necesariamente,
la obligación de acordar. Además, se han instalado
numerosos espacios de tripartismo y diálogo social, agregó
Bonomi.
El Ministro se refirió al proyecto de
Negociación Colectiva, que apunta a articular tres niveles
distintos de la negociación.
Jefes de Estado y de Gobierno,
Vicepresidentes, ministros del Trabajo y dirigentes de
organizaciones de empleadores y trabajadores se reúnen en
Ginebra entre el 15 y el 17 de junio en una Cumbre sobre la
Crisis Mundial del Empleo organizada por la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
La cumbre de la OIT es una oportunidad
sin precedentes para discutir sobre las políticas que están
siendo implementadas al nivel nacional e internacional para
enfrentar la crisis mundial del empleo.
La Cumbre de la OIT, es parte de la
Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, incluye
cuatro discusiones de alto nivel sobre los siguientes
temas: coordinación regional y mundial, cooperación para el
desarrollo, gestión de programas nacionales de empleo y
derechos en el trabajo, diálogo social y supervivencia de
las empresas.
Discurso del Ministro de Trabajo y
Seguridad Social, Eduardo Bonomi, al participar de la 98ª
Conferencia Internacional del Trabajo y Cumbre sobre la
Crisis Mundial del Empleo
Esta es la quinta conferencia a la que
asistimos desde que el doctor Tabaré Vázquez asumió la
presidencia de la República Oriental del Uruguay. Este año
trataremos de hacer el cierre del balance de lo actuado,
pues a partir del 1º de marzo del año que viene tendremos
un nuevo presidente en el Uruguay.
Comenzamos nuestro gobierno con un
paupérrimo panorama de las Relaciones Laborales. Los
salarios mínimos los fijaba un mercado penetrado por el
desempleo, y el salario mínimo nacional –este sí fijado por
decreto- no alcanzó los 50 dólares en el promedio del
periodo anterior. Hoy está aproximadamente en los U$S 200.
La negociación colectiva prácticamente no existía, y la
libertad sindical era avasallada a cada momento.
La legislación laboral presentaba
flagrantes contravenciones a los Convenios Internacionales
de Trabajo: a vía de ejemplo, los trabajadores rurales y
las trabajadoras domésticas no tenían limitación de la
jornada de trabajo, y no tenían derecho a la negociación en
los Consejos de Salarios. Estos órganos no eran convocados
desde 1991; nuestra Nación era continuamente observada por
los organismos de Contralor de la OIT por incumplir el
Convenio de Trabajo Nº 131.
Con ese panorama, las políticas y las
medidas que entonces tomamos, sirvieron para - más
adelante- encarar de otra manera la crisis. Nuestro
gobierno, a los seis días de haber asumido, convocó los
Consejos de Salarios, incluyendo los rurales y los del
trabajo doméstico.
Se realizaron 3 rondas de negociaciones
y el promedio de acuerdos consensuados fue superior al 85
por ciento. En los pocos que hubo que votar para tomar una
decisión respecto a los salarios mínimos por categoría y a
los aumentos salariales, se votó en el 50 por ciento de los
casos con el sector empleador y en el otro 50 por ciento
con los trabajadores. Cifras que dan cuenta del equilibrio
con que se manejaron las negociaciones.
En el transcurso del gobierno se votó
una ley de fomento de la actividad sindical (ley de
fueros).
Asimismo, en el marco de la lucha por el
empleo, se aprobaron las siguientes leyes:
- ley de tercerizaciones, que fue
modificada luego de la intervención del Ministerio de
Trabajo, reduciéndose la responsabilidad empresarial de
solidaria a subsidiaria, cuando se estaba ante personal
tercerizado.
- ley de trabajadores del hogar o del
trabajo doméstico.
- ley de limitación de la jornada para
los trabajadores rurales.
- ley de migraciones, que incluye un
capítulo de penalización de la trata y tráfico de personas.
Afirmamos, de forma contundente, que en
nuestro país, durante el actual gobierno, se instaló un
auténtico tripartismo y diálogo social: basado en la
necesidad de negociar, pero que no implica, necesariamente,
la obligación de acordar.
Se han instalado numerosos espacios de
tripartismo y diálogo social. A saber: se han instalado el
denominado Compromiso Nacional y el Consejo de Economía
Nacional. Se ha establecido la integración tripartita de
los siguientes organismos: Comisión de Erradicación del
Trabajo Infantil, Comisión de Igualdad y Género, Comisión
de Salud y Seguridad en el Trabajo, Comisión de
Clasificación y Agrupamiento de las Actividades Laborales,
Comisión Tripartita de la Industria de la Construcción,
Fondo de Cesantía y Retiro de Trabajadores de la
Construcción, Comisión Tripartita de la Industria
Metalúrgica y Naval, Comisión Tripartita de la Industria
Láctea, Comisión Tripartita de la Industria Química,
Comisión Tripartita para la Reglamentación del Convenio Nº
184, Diálogo Nacional sobre la Seguridad Social y podrían
seguir mencionando mucho más, como las relativas al trabajo
de los policías o las referidas al trabajo informal.
Muchas de estas comisiones aportaron
trabajos que se transformaron en leyes o decretos: el
último ejemplo fue el proyecto de ley, aprobado hace unos
días, por unanimidad en el Senado contra el acoso sexual.
Este proyecto surgió, por consenso, de la Comisión
Tripartita de Igualdad de Oportunidades y Trato en el
Empleo.
Hay que destacar que, en el debate
tripartito, se produjeron diferencias, a menudo menores, en
otras ocasiones de mayor importancia. La de mayor
consideración, y la más reciente además, es la que tiene
que ver con un proyecto de ley sobre Negociación Colectiva.
El sector empleador, por decisión libre y soberana, se
retiró del diálogo y, desde la prensa, cuestionó
fuertemente algunos conceptos del proyecto. Este trata de
articular 3 niveles distintos de la negociación: 1- el
salario mínimo nacional, fijado por decreto, con consulta a
las partes; 2- la negociación por rama de trabajo,
tripartita, con la base de nuestra Ley de Consejos de
Salarios, existente en el país desde 1943. El proyecto la
actualiza y prevé que los salarios mínimos por categoría y
el aumento de salarios se establezcan mediante este
mecanismo. Prevé también, como es costumbre en nuestro
país, que cuando hay acuerdos de partes, sin intervención
del gobierno, se introduzcan lo acordado sobre condiciones
de trabajo; y 3- se establece la negociación por empresa,
bipartita, para resolver todo lo que no entra en los
Consejos de Salarios: planes de producción, planes de salud
y seguridad en el trabajo, planes de capacitación,
incentivos por productividad…
Estas son algunas cosas de las que,
hasta ahora,, se han realizado en nuestro gobierno.
Esperamos que, en el marco de un Pacto Mundial por el
Empleo, un pacto nacional por el Empleo, se pueda seguir
informando en años sucesivos sobre la consolidación y
fortalecimiento de estas prácticas y estos conceptos.
Muchas gracias |