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02 de julio, 2009

Nelson Hernández

Nuevo sistema tributario permitió reducir la presión fiscal de todos los hogares uruguayos
La Dirección General Impositiva elaboró el primer análisis de la recaudación del año 2008, período en el cual entró en vigencia completa el nuevo sistema tributario, que incluye la recaudación por el IRPF. Hernández sostuvo que la presión fiscal descendió un 1,54% del PBI y por efecto de la menor carga al consumo la distribución a todos los hogares, especialmente en los de menores ingresos.

El director general de rentas, Nelson Hernández, acompañado del subdirector Hugo Vallarino, presentaron el informe de la recaudación del año 2008. En el mismo, se registraron los primeros datos del sistema tributario que rige actualmente, luego de la transición entre este sistema y el anterior, en el año 2007. La Dirección General de Rentas comentó ante la prensa los principales datos comparativos.

Como primer capítulo, Vallarino explicó que la relevancia de la recaudación con respecto a los ingresos del Estado, mejoró sustancialmente. Posteriormente, desarrolló algunos conceptos sobre el Impuesto a las Retribuciones Personales y su comparación con el Impuesto a las Retribuciones de las Personas Físicas.

En materia de presión impositiva, medido en porcentajes del PBI, los datos de la oficina recaudadora indicaron que sin la implementación de los cambios, el saldo final del ejercicio hubiera sido superior: con el IRP el Estado hubiera recaudado más. Vallarino informó que el sector público renunció a 8.216 millones de pesos. Ese dato corresponde al 6,7% de la recaudación efectiva del 2008 y al 1,22% del PBI en ese año.

Otro de los objetivos de la nueva estructura impositiva, era la racionalización del sistema, que se asienta en tres pilares: consumo – renta - propiedad. Ahora, nueve impuestos concentran el 98,3% del total recaudado. El resto, corresponden a impuestos que desaparecerán próximamente, según la Ley Nº 18.083.

La equidad tributaria también es una meta del sistema y los estudios sobre tributación indican que los impuestos directos son más eficaces para incidir en la distribución de la carga entre la población. Esta reforma permitió el incremento de la participación de los impuestos directos sobre los indirectos: mientras las tributaciones directas representaban el 29,1% de la participación final, en 2008 representó un 33,5%, una tendencia que la dirección de la DGI celebró en la conferencia de prensa.

El índice de igualdad muestra cómo un determinado impuesto modifica la distribución de la riqueza original, sin la aplicación de los tributos. Con un porcentaje mayor, se dice que el impuesto es regresivo. Esto ocurre con los impuestos al consumo: el IVA y COFIS en conjunto, tenían una variación del +2,14%. Los impuestos a las rentas de las personas físicas tienden a balancear la concentración de la riqueza: el anterior IRP mejoraba el índice de igualdad en un -0,68%. Los datos consolidados señalan que el índice Gini total es de +1,43%.

Estos guarismos fueron modificados notoriamente con la reforma. El IVA reformado incide un +1,59% y el nuevo IRPF un -2,69%. Es decir, no solamente se modificaron las variaciones en forma positiva, sino que además, el índice de igualdad consolidado es mucho mejor: -1,25%. Esto se debe a la menor carga tributaria en los impuestos al consumo y por el mayor poder redistributivo del IRPF.

Los asalariados son uno de los grupos analizados particularmente en la conferencia de prensa. Según los datos del organismo, sobre el 65% del universo de asalariados registrados por la DGI, el 71,5% de personas no pagan el IRPF. Además, el 9,6% de asalariados concentran el 83,7% de este grupo.

El informe señala que la sustitución del IRP por el IRPF implicó beneficios para los 6 primeros deciles. Esto significa que aquellos hogares con 40 mil pesos de ingreso per cápita, tienen una presión tributaria mayor. Además, este análisis demuestra que la distribución entre los hogares del beneficio por una menor imposición al consumo, mejoró en el 100% de los hogares. En el primer decil de ingresos, el porcentaje de mejora es del 1,24%, mientras que en el decil superior, es de 0,46%.

La reducción en la carga tributaria por menor imposición general al consumo significó una renuncia fiscal de 331 millones de dólares y de ellos, 118 millones de dólares correspondieron a la menor carga tributaria en los hogares.

Finalmente, el informe sostiene que la DGI tuvo que prepararse para triplicar el número de contribuyentes. De las 290 mil empresas controladas en primera instancia, universo tradicional de la dirección, sumó 1.773.000 personas físicas. El monto de saldos a cobrar por la DGI es de 15 millones de dólares y devolverá 13 millones por el mismo concepto.

   
 
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