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07 de julio, 2009

Uruguay post crisis

INAC traza líneas de largo aliento para impulsar el desarrollo del sector cárnico
La construcción de un sistema con certezas y una estrategia de largo plazo, son los caminos que el Director de la DIEA de INAC, Pablo Caputi, observa como relevantes para nuestro país, en función de los vaivenes de la crisis internacional. Caputi ofreció una charla sobre "El Uruguay post crisis" y en ese marco, subrayó el papel de los aspectos que INAC impulsa diariamente: trazabilidad, marca país y marketing agresivo.

Esta semana abrirá el nuevo espacio uruguayo en el restaurante Gourmet Natural de Algarve, Portugal. En el "rincón Uruguay" estarán presentes los cuatro elementos de nuestra producción natural: cielo, agua, sol y pasto, como reza la gacetilla de prensa de INAC que informa sobre el evento. La producción de este espacio se enmarca en los esfuerzos del instituto de la carne en la promoción de la marca país, como una de las herramientas para el crecimiento del sector.

Además de la marca país, INAC establece que un marketing agresivo y el desarrollo de los planes de trazabilidad son importantes para conformar un sello propio que además, se constituyan en sinónimos de la marca "Uruguay" para los mercados mundiales. Sin embargo, alcanzar estos objetivos dentro de la actual crisis mundial, preocupa a las autoridades y al sector privado.

Los productores ganaderos agrupados en la Sociedad de Fomento de Cerro Largo, invitaron al Director de Información y Análisis Económico del INAC, Pablo Caputi, para disertar sobre estos aspectos y analizar la crisis financiera internacional. Sintetizó su diálogo con los productores en cuatro aspectos importantes para el sector cárnico.

En primera instancia, sostuvo que nuestro país vivió otra coyuntura crítica profunda hace poco tiempo, que comenzó en el año 1999 y obtuvo su peor momento en el 2002. Sin embargo, encontró diferencias importantes. Por la estructura productiva de Uruguay, nos afectan con mayor potencia otros factores económicos que no están ligados a los contextos internacionales; en cambio, problemas locales como la aftosa o la sequía, que padecimos en el anterior período crítico, nos golpean más duro que esta crisis financiera, acotó.

Por otra parte, Caputi señaló que Uruguay aprendió lecciones importantes para salir de la crisis, como por ejemplo, el tamaño de su plaza financiera. Ahora, complementó, nuestra plaza es más pequeña y posee otras formas para conceder créditos. Además, el mercado de acciones uruguayo no tiene una relación estrecha con los mercados de valores internacionales y por lo tanto, las crisis uruguayas no están necesariamente vinculadas a las crisis internacionales, o viceversa, concluyó.

En el sector "alimentos" los efectos del crack no se observaron con la misma fuerza que en otros rubros, como el turismo. Esto se nota en países como España, que es altamente dependiente del turismo y los datos sobre desempleo reflejan una crisis importante, dijo Caputi. Nuestro turismo es de origen regional y vive al compás de los acontecimientos del continente, que no expresó una caída tan importante en los resultados económicos, completó. La región "está zafando de la crisis. Nadie prosperará enormemente, pero los impactos son asimétricos respecto a Europa o Estados Unidos". Esta situación asimétrica se debe a que las personas prescinden de gastos suntuarios, pero jamás de alimentarse. Por eso el sector alimentos no está tan afectado.

La ganadería posee desventajas relativas, si la comparamos con otros rubros alimenticios. En especial, dijo Caputi, sobre la formación de expectativas en los precios. Los inversores en granos son capaces de formarse una idea sobre la situación del mercado y es capaz de proyectar rápidamente en el corto, mediano y largo plazo. Frente a los granos, el sector cárnico tiene problemas para conocer a fondo las perspectivas del mercado, especialmente la formación de expectativas de precios en la hacienda, el ganado gordo y los terneros, o los precios de exportación.

Esto son riesgos a considerar para Caputi, sobre todo en un sector que tiene mucho más para ofrecer, subrayó.

Si el mercado uruguayo entiende que esto es un problema, acotó el director, como próximo paso, deberemos pensar que nuestro país llegó a una posición excelente en materia de calidad dentro de los mercados mundiales. Perder esta consideración en el mundo porque faltan algunas piezas, podría ser dramático, reflexionó. Como solución a estos inconvenientes, Caputi desplegó algunos caminos para solucionarlos.

Por ejemplo, observa que la inexistencia de mercados de futuro para la hacienda es un problema. El productor agrícola – ganadero conoce el precio de la soja de aquí a un año; pero el productor ganadero no sabe los precios que podría obtener con la cría y esto es grave en los precios de los terneros, que están en baja. Un camino podría ser la firma de contratos o más difusión y con mayor calidad en la información ganadera, o la formación de un mercado de hacienda.

En otro aspecto, Caputi se refirió a los desafíos futuros, pensando en el momento de despegue en la crisis mundial. Nuestro país ya alcanzó una reputación importante: con la trazabilidad encontró una tarjeta de presentación muy valiosa, en un momento ideal; consolidar la marca país se constituye en un paso vital y necesario; con un marketing más agresivo, se alcanzaría una presencia mayor en los mercados destinos de nuestras carnes.

Antes, comenta Caputi, los brokers o agentes del mercado, compraban lotes de carne nacional, que las vendían en otros paquetes de carnes con origen diverso. Ese tipo de negocio está bien para el broker, pero debemos pensar si esto nos sirve como estrategia país, enfatizó. Hoy en día tenemos una calidad alimentaria exportadora muy relevante, pero debemos encontrar las maneras de capitalizar este logro.

Si uno es capaz de construir certidumbres y estrategias, es capaz de pensar en el largo plazo, sentenció. Actualmente, la lógica del corto plazo domina el negocio, pero ¿nos sirve esto como país, como Instituto de Carnes? Caputi reflexionó que Uruguay tiene que recorrer el camino que propone INAC, para que aquel broker entienda que es más beneficioso vender la carne de Uruguay, como uruguaya, por su capacidad para acceder a los mejores mercados.

En materia de trazabilidad, Caputi afirmó que el mundo camina hacia una mayor transparencia, por cuestiones sanitarias. Por ejemplo, Estados Unidos aprobó su normativa sobre certificados de denominación de origen. Esto nos coloca en una situación favorable, comentó. Es más, prosiguió, Uruguay tiene una condición de calidad en sus productos tan importante, "como para jugar en cualquier cancha."

Recordó que la trazabilidad es un recurso muy resistido en Estados Unidos. "En Uruguay, está". En INAC, esta herramienta se suma a un modelo de gestión que prioriza la transparencia. Los productores están en condiciones de conocer toda la información gracias a un nuevo sitio web, con datos exclusivos para los productores, donde estáincluido las liquidaciones de los ganados.

"Que los productores sean capaces de apropiarse de esta herramienta, es una dura batalla. Pero si existe un país en el mundo donde los productores pueden hacerlo, ese país es Uruguay, gracias a que somos un país sin distancias geográficas importantes y sin distancias culturales, que además cuenta con programas como el Plan Ceibal, que acerca la informática a todos".

   
 
  Pablo Caputi