Uruguay post crisis
INAC traza líneas de largo aliento para impulsar el
desarrollo del sector cárnico
La construcción de un sistema con
certezas y una estrategia de largo plazo, son los caminos
que el Director de la DIEA de INAC, Pablo Caputi, observa
como relevantes para nuestro país, en función de los
vaivenes de la crisis internacional. Caputi ofreció una
charla sobre "El Uruguay post crisis" y en ese marco,
subrayó el papel de los aspectos que INAC impulsa
diariamente: trazabilidad, marca país y marketing agresivo.
Esta semana abrirá el nuevo espacio
uruguayo en el restaurante Gourmet Natural de Algarve,
Portugal. En el "rincón Uruguay" estarán presentes los
cuatro elementos de nuestra producción natural: cielo,
agua, sol y pasto, como reza la gacetilla de prensa de INAC
que informa sobre el evento. La producción de este espacio
se enmarca en los esfuerzos del instituto de la carne en la
promoción de la marca país, como una de las herramientas
para el crecimiento del sector.
Además de la marca país, INAC establece
que un marketing agresivo y el desarrollo de los planes de
trazabilidad son importantes para conformar un sello propio
que además, se constituyan en sinónimos de la marca
"Uruguay" para los mercados mundiales. Sin embargo,
alcanzar estos objetivos dentro de la actual crisis
mundial, preocupa a las autoridades y al sector privado.
Los productores ganaderos agrupados en
la Sociedad de Fomento de Cerro Largo, invitaron al
Director de Información y Análisis Económico del INAC,
Pablo Caputi, para disertar sobre estos aspectos y analizar
la crisis financiera internacional. Sintetizó su diálogo
con los productores en cuatro aspectos importantes para el
sector cárnico.
En primera instancia, sostuvo que
nuestro país vivió otra coyuntura crítica profunda hace
poco tiempo, que comenzó en el año 1999 y obtuvo su peor
momento en el 2002. Sin embargo, encontró diferencias
importantes. Por la estructura productiva de Uruguay, nos
afectan con mayor potencia otros factores económicos que no
están ligados a los contextos internacionales; en cambio,
problemas locales como la aftosa o la sequía, que padecimos
en el anterior período crítico, nos golpean más duro que
esta crisis financiera, acotó.
Por otra parte, Caputi señaló que
Uruguay aprendió lecciones importantes para salir de la
crisis, como por ejemplo, el tamaño de su plaza financiera.
Ahora, complementó, nuestra plaza es más pequeña y posee
otras formas para conceder créditos. Además, el mercado de
acciones uruguayo no tiene una relación estrecha con los
mercados de valores internacionales y por lo tanto, las
crisis uruguayas no están necesariamente vinculadas a las
crisis internacionales, o viceversa, concluyó.
En el sector "alimentos" los efectos del
crack no se observaron con la misma fuerza que en otros
rubros, como el turismo. Esto se nota en países como
España, que es altamente dependiente del turismo y los
datos sobre desempleo reflejan una crisis importante, dijo
Caputi. Nuestro turismo es de origen regional y vive al
compás de los acontecimientos del continente, que no
expresó una caída tan importante en los resultados
económicos, completó. La región "está zafando de la crisis.
Nadie prosperará enormemente, pero los impactos son
asimétricos respecto a Europa o Estados Unidos". Esta
situación asimétrica se debe a que las personas prescinden
de gastos suntuarios, pero jamás de alimentarse. Por eso el
sector alimentos no está tan afectado.
La ganadería posee desventajas
relativas, si la comparamos con otros rubros alimenticios.
En especial, dijo Caputi, sobre la formación de
expectativas en los precios. Los inversores en granos son
capaces de formarse una idea sobre la situación del mercado
y es capaz de proyectar rápidamente en el corto, mediano y
largo plazo. Frente a los granos, el sector cárnico tiene
problemas para conocer a fondo las perspectivas del
mercado, especialmente la formación de expectativas de
precios en la hacienda, el ganado gordo y los terneros, o
los precios de exportación.
Esto son riesgos a considerar para
Caputi, sobre todo en un sector que tiene mucho más para
ofrecer, subrayó.
Si el mercado uruguayo entiende que esto
es un problema, acotó el director, como próximo paso,
deberemos pensar que nuestro país llegó a una posición
excelente en materia de calidad dentro de los mercados
mundiales. Perder esta consideración en el mundo porque
faltan algunas piezas, podría ser dramático, reflexionó.
Como solución a estos inconvenientes, Caputi desplegó
algunos caminos para solucionarlos.
Por ejemplo, observa que la inexistencia
de mercados de futuro para la hacienda es un problema. El
productor agrícola – ganadero conoce el precio de la soja
de aquí a un año; pero el productor ganadero no sabe los
precios que podría obtener con la cría y esto es grave en
los precios de los terneros, que están en baja. Un camino
podría ser la firma de contratos o más difusión y con mayor
calidad en la información ganadera, o la formación de un
mercado de hacienda.
En otro aspecto, Caputi se refirió a los
desafíos futuros, pensando en el momento de despegue en la
crisis mundial. Nuestro país ya alcanzó una reputación
importante: con la trazabilidad encontró una tarjeta de
presentación muy valiosa, en un momento ideal; consolidar
la marca país se constituye en un paso vital y necesario;
con un marketing más agresivo, se alcanzaría una presencia
mayor en los mercados destinos de nuestras carnes.
Antes, comenta Caputi, los brokers o
agentes del mercado, compraban lotes de carne nacional, que
las vendían en otros paquetes de carnes con origen diverso.
Ese tipo de negocio está bien para el broker, pero debemos
pensar si esto nos sirve como estrategia país, enfatizó.
Hoy en día tenemos una calidad alimentaria exportadora muy
relevante, pero debemos encontrar las maneras de
capitalizar este logro.
Si uno es capaz de construir
certidumbres y estrategias, es capaz de pensar en el largo
plazo, sentenció. Actualmente, la lógica del corto plazo
domina el negocio, pero ¿nos sirve esto como país, como
Instituto de Carnes? Caputi reflexionó que Uruguay tiene
que recorrer el camino que propone INAC, para que aquel
broker entienda que es más beneficioso vender la carne de
Uruguay, como uruguaya, por su capacidad para acceder a los
mejores mercados.
En materia de trazabilidad, Caputi
afirmó que el mundo camina hacia una mayor transparencia,
por cuestiones sanitarias. Por ejemplo, Estados Unidos
aprobó su normativa sobre certificados de denominación de
origen. Esto nos coloca en una situación favorable,
comentó. Es más, prosiguió, Uruguay tiene una condición de
calidad en sus productos tan importante, "como para jugar
en cualquier cancha."
Recordó que la trazabilidad es un
recurso muy resistido en Estados Unidos. "En Uruguay,
está". En INAC, esta herramienta se suma a un modelo de
gestión que prioriza la transparencia. Los productores
están en condiciones de conocer toda la información gracias
a un nuevo sitio web, con datos exclusivos para los
productores, donde estáincluido las liquidaciones de los
ganados.
"Que los productores sean capaces de
apropiarse de esta herramienta, es una dura batalla. Pero
si existe un país en el mundo donde los productores pueden
hacerlo, ese país es Uruguay, gracias a que somos un país
sin distancias geográficas importantes y sin distancias
culturales, que además cuenta con programas como el Plan
Ceibal, que acerca la informática a todos". |